En el barrio Colegiales de Tres Arroyos, durante la noche el vecindario está más despierto que nunca., en sus cuadras, en sus esquinas o techos sus vecinos mediante el uso de celulares, carabinas o revólveres, controlan lo que ocurre, a través de brigadas de autodefensa.
Los vecinos de Tres Arroyos se justifican en su desesperación y bronca por la inseguridad que sufren, sin embargo esto es la muestra mas acabada de una crisis del Estado en materia de seguridad, que ha desatendido sus funciones primordiales, y ha colocado a simples vecinos en un peligroso rol que no les corresponde.
En Lomas de Zamora, el conductor y autor de un accidente que provoco la muerte de una mujer Cristina Locher, días después la de su hijo de tres años Tiziano como consecuencia de las heridas graves recibidas en el mismo, esta libre. Como quizás los autores de la enorme cantidad de accidentes que diariamente y en forma alarmante se suceden a lo largo y ancho del país.
Estamos ante una crisis de Estado. Una crisis o un colapso donde las capacidades esenciales del Estado se han alterado, entre ellas la que le da razón de ser: el cuidado de la vida de sus habitantes.
Convivimos los Argentinos a sabiendas de que tarde o temprano seremos victimas de un delito, convivimos o sobrevivimos a una inseguridad vial creciente, día a día en rutas y caminos se pierden vidas humanas.
El descontrolado aumento de la violencia, la creciente anomia social, la tribalización, los aumentos en las adicciones, la impunidad que muchas veces se celebra y la notable pérdida de valor de la vida humana, lleva entre otras causas al trágico aumento de victimas fatales que pueblan nuestros noticieros.
La inseguridad de la gente merece ser tratado como una política de estado, no como algo gestual y espasmódico, cansa la demagogia fácil de algunos funcionarios o gobernadores frente a las cámaras o micrófonos en cada caso concreto, anunciando planes, campañas, etc.
Se trata sin mucha alharaca de construir una simple dicotomía entre los partidarios de la eficacia del Estado en hacer respetar la ley sin distinción alguna y del otro los socios del delito y beneficiarios de la impunidad. Si el Estado se afirma sin reservas en el primer grupo y coloca todos sus resortes en hacer cumplir las leyes que hacen a una convivencia social y armónica devolverá la tranquilidad y la paz a los habitantes de esta patria.
La agilización y mejoramiento de la justicia, mayor cantidad de efectivos policiales debidamente instruidos y pertrechados, el tratamiento y rehabilitación de adictos,la lucha contra la desercion escolar, las campañas reales de educación vial, mejores rutas, mayores controles, tiene que ver con fondos y con decisión política. Sobra lo primero según los anuncios del oficialismo, no entiendo mejor destino que mejorar sensiblemente la calidad de vida de la gente.
Eso es lo que nos prometen o no?
Dr. Gustavo Aramburu
Fte. Crónica y análisis
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