LOS KK Y LA IGLESIA

Tenso clima entre los K y la Iglesia : Benedicto XVI no vendría a la Argentina y el Gobierno prepara una embestida por el caso de Iribarne

La pésima relación entre el gobierno K y la Iglesia no es para nada nueva, pero la gestión de Cristina de Kirchner está tensando aún más el complicado vínculo que supo conseguir su esposo, Néstor Kirchner. La demora (y presunta negativa) del Vaticano en aceptar la provocativa designación del divorciado Alberto Iribarne al frente de la embajada, con la consiguiente embestida oficialista, habría colocado en 'puerto muerto' la visita que el papa Benedicto XVI iba a realizar a nuestro país.

Siempre yendo al choque: Aún no es oficial el rechazo a Iribarne, pero el kirchnerismo sigue cargando contra el Vaticano

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) La reunión entre Cristina de Kirchner y el papa Benedicto XVI quedó en 'punto muerto' desde que el Vaticano archivó la designación del divorciado Alberto Iribarne al frente de la embajada argentina en la Santa Sede.

Tanto en la Casa Rosada como en el Episcopado de Jorge Bergoglio muestran pocas esperanzas de que se pueda concretar la invitación cursada por Cristina para que el Santo Padre visite la Argentina para conmemorar el 30º aniversario del fin del conflicto por el canal Beagle, informa el diario Ámbito Financiero.

El Gobierno habría paralizado las gestiones para que Joseph Ratzinger visite el país a fin de año. ¿Los motivos? Clarísimos: la demora y presunta negativa del Vaticano para aprobar el plácet de Iribarne, y las amenazas del Gobierno de suprimir el obispado castrense como represalia.

Dentro de un mes, el 10 y el 11 de marzo, Bergoglio reunirá a la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal para analizar el conflicto entre el gobierno argentino y la Santa Sede , aunque la Casa Rosada ya anunció dejará vacante esa embajada en caso de que el Vaticano no aceptara el plácet de Iribarne. El encargado de negocios, Hugo Gobi, quedaría así como máxima autoridad.

El desembarco del Papa en la Argentina ya se había conversado durante la última visita del secretario de Estado, Tarcisio Bertone, al despacho de la presidenta. La idea era que Ratzinger visite Buenos Aires y Santiago de Chile.

Por su parte, Bergoglio y el Episcopado ya se habían entusiasmado con ese tour como un primer paso para recomponer su también deteriorado vínculo con el predecesor de Bertone, el conservador Angelo Sodano, a quien acusaban de conspirar contra la Iglesia criolla a través de la influencia del ex embajador menemista Esteban Caselli y del influyente Leonardo Sandri.

Desde el Gobierno ya se escucharon las primeras voces contra el Vaticano, por la demora en el otorgamiento de plácet a Iribarne. La semana pasada, el vocero kirchnerista Carlos Kunkel acusó a la Santa Sede de amparar a "asesinos" como el ex capellán de la Policía Bonaerense Christian Von Wernich (ver nota relacionada).

Pero la embestida oficialista, de no aprobarse la designación de Iribarne, podría llegar a más: según este diario, además de la supresión unilateral del obispado castrense se podría resolver incluso la denuncia del concordato de 1966, que regula las relaciones entre la Santa Sede y la Argentina.