martes, 8 de abril de 2008

BAJAR LOS PANTALONES..KRISTINA YA VUELVE

Espérenme con los pantalones bajos, voy a París de compras y vuelvo
Los ganaderos no pueden vender, se desembarcan las exportaciones; los productores trigueros ven trabadas sus ventas al exterior. Moyano no controla a los camioneros. Cristina de shopping en París mientras se amordaza a la prensa.

Por Juan Carlos Sánchez


La PresidentA intentará olvidar la tremenda baja en su imagen pública en París. Nadie sabe a ciencia cierta si a las FARC les interesa que ella haya participado portando, dicen, cuarenta mil dólares en joyas, en una manifestación por la liberación de Ingrid Betancourt. En realidad, hoy pocos toman en serio a Cristina, es una anécdota más de la Argentina del dulce de leche, las minas más lindas del mundo, de un Gardel que cada día canta mejor y de una PresidentA elegida en el tálamo nupcial. ¿Qué legitimada en elecciones libres y democráticas? Jaja. En la Argentina se vota con la lapicera y el bolsón de comida, no con papeletas.

El malestar de los productores de carne (la que no comemos los argentinos por la inflación galopante y tampoco puede salir al mundo para ser vendida por decisión de Moreno) puede llegar a desabastecer los mercados de hacienda esta semana. Si comió ayer el asadito de los domingos puede darse por satisfecho. Ojalá pueda repetirlo. El productor triguero no puede vender su trigo a nadie, el pan duplicó su precio en algunos mercados. El sojero cobrará su cosecha con las retenciones K. Pero no todas son malas.

En la evolución de la especie humana los argentinos daremos un paso adelante que asombrará a los paleontólogos[1]: Seremos el eslabón entre el humano carnívoro y el herbívoro, perderemos los colmillos y los reemplazaremos con dientes rumiantes. Como la papa y la verdura están también a precios imposibles, de seguir este gobierno en poco tiempo cuando llamen “a la mesa” saldremos todos a comer pasto en las banquinas. Comida para todos, igualitarismo, sin restricciones ni discriminación alguna (Lubertino sin trabajo). ¿Paleontólogos dije? Si, los argentinos somos una especie en extinción.


Moyano pertenece a una especie de peronista más vivo que el matrimonio presidencial: Anunció que los camioneros no enfrentarán a los ruralistas aunque sí cortarán las rutas. La excusa es evitar conflictos entre quienes maman de la misma teta, el interior federal. ¿Federal? ¡Ja!
Lo que no dice Moyano pero lo sabe es que el humor social tanto del campo como de la ciudad es contrario al matrimonio, llegaron a detestarlos. El camionero de las camisas envidiables, como todo dirigente gremial con calle (ruta en este caso), sabe que no puede ir contra sus bases, contra el interior federal (¡Jaja!) ni contra la corriente. Los K están cada vez más solos. Pueda ser que Cristina recobre ánimos en París, allí las joyas y los vestidos abundan y son del primer mundo. Ella no tiene por qué vestirse a lo pobre para defender a los pobres (SIC), imita a Evita (hasta en el tono del discurso de la plaza y en el pelo recogido del otro en el hangar el 2 de Abril), con la sola diferencia de que Evita era la esposa del Presidente y no el PresidentA y que en el país sobraba el dinero y que además, fue exitosa y amada. Salvo estas menudencias, puede parecérsele.

El invento anunciado y que es nota en este diario, para controlar a la prensa es otra herramienta disuasiva y de presión. Con el manejo indiscriminado de la pauta publicitaria oficial no alcanza y hay que apretar el torniquete. Julio Bárbaro se fue del COMFER por no querer aplicarlo, culpado de no haber silenciado a los medios durante la crisis del campo. No podía, no podrá tampoco su reemplazante Mariotto. Si hay algo que saben los empresarios de medios y los periodistas es que no se puede remar contra la corriente (al igual que Moyano). El que se anime a hablar bien del gobierno habrá de cobrar por la nota y por el descrédito, fortunas. Habrá quien lo haga y nadie creerá. Mañana habrá otro gobierno pero los medios seguirán y los periodistas también.
Es otra claudicación de la calidad institucional y de la República institucionalizar la censura. Es patético y el principio del fin. Les cuento una anécdota.

Estuve durante casi todo el período presidencial del Dr. Menem al frente de una oficina del interior (sede en Santa Fe y jurisdicción en tres provincias) del COMFER. Allá por los ‘94/’95 le dije al Presidente: “Carlos, en mi región hay algunos medios grandes que te están matando…” Menem ni siquiera detuvo el rumbo de la pizza hacia su boca y respondió sin dudar “Si no violan la ley no es de tu competencia” y allí terminó el asunto. Menem se equivocó al aceptar algunos consejos sobre el manejo de la prensa, pero era un demócrata y por sobre todo no les tenía miedo a los periodistas. Jamás eludió una conferencia de prensa ni eludió una pregunta. Lo entrevisté cuando era preso político, presidente y exiliado, lo hicieron otros colegas amigos, jamás un condicionamiento sobre los temas ni las preguntas. Igual que el matrimonio presidencial, ¿no?

Entonces y al comenzar la semana el escenario es más o menos el mismo que antes del paro y de las cacerolas, la única diferencia es que la PresidentA está en París lo que es un alivio para la Argentina. Allá estará ocupada en cosas más importantes que los argentinos y no se peleará con ninguno. ¡Señora, aún no dijo nada contra los Scouts! ¡No los discrimine, usan uniforme!
Los días corren y no se abrieron canales de diálogo con los disconformes ni se advierte intención alguna del oficialismo de abocarse al problema. Quizá también esto sea lo mejor, cada vez que aclaran algo, oscurecen. No apaguen la luz que tengo pesadillas.
La Señora en París y los problemas acá es la síntesis. Cristina de Kirchner cree en su impunidad. En su soberbia supone que dejando al país con los pantalones por el suelo se alzarán voces alabándola. La soberbia es al hombre (o la mujer, no se ofenda SeñorA) como las anteojeras al caballo de tiro, solamente ve hacia donde lo lleva el dueño.

Dialogo el tema con el médico santafesino Raúl Calvo, dirigente gremial del sector, político peronista, productor rural. Dos apreciaciones me llaman la atención, me dice que no puede crecer ni queriendo y que eso lo perjudica personalmente y también al país en general. Es cierto, le están confiscando el futuro, a él, a sus empleados y a los consumidores. Y agrega el dato más llamativo obtenido de las largas charlas con sus pacientes: Apenas el 2% de ellos está conforme con el gobierno y con su postura ante el interior (simplificado como “el campo”), el problema rural y la inflación. Son jubilados y empleados quienes lo consultan.
Coincide con la información que me acerca una vieja amiga de una seccional del N.O. de la ciudad, barrio peronista y marginal: “Todos están en contra de la mina” dice. En el supermercado y el templo parroquial de mi barrio, clase media alta, no encuentro un kirchnerista ni pagando caro. ¿Dónde están los votos de Cristina? Jamás se vio un dirigente que despilfarre con tanta generosidad el poder político.

Pero claro, es natural, los pingüinos no saben volar.


[1] paleontología. - (De paleo-, el gr. ὄν, ὄντος, ente, ser, y -logía).
1. f. Ciencia que trata de los seres orgánicos desaparecidos a partir de sus restos fósiles. (Real Academia Española)


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