lunes, 14 de abril de 2008

ES POSIBLE ????????

¿ES POSIBLE HACER POLÍTICA SIN DINERO?



Por Gretel Ledo (*)



No hagas de las riquezas tu única meta en la vida,

pues son como las águilas; abren las alas y salen volando.

Proverbios 23:4-5

El entramado de relaciones que atraviesa hoy el tejido político da cuenta de la dificultad a la hora de establecer definiciones claras.

El Malestar en la Cultura de Sigmund Freud (1856-1939), plantea que en toda comunidad humanitaria y en toda cultura existen vínculos libidinosos que la conforman y sostienen. Vínculos de amor que reprimen los instintos de muerte y destrucción de las personas. La cultura tiene la capacidad de establecer conceptos que señalan determinados parámetros esperados de acción en los individuos. En cierta manera tiene también la osadía de construir al otro como un tercero ajeno al campo propio. Ese alter puede traducirse en inimicus. El afuera determina el marco de lo que está adentro . Esto se resume en la continua creación de enemigos externos.

A su vez podemos decir que esos vínculos son los necesarios para la consolidación de un gobierno. Ahora bien, ¿qué sucede cuando la construcción de lazos libidinosos hacia adentro y destructivos hacia fuera se monta en pos del dinero? ¿Qué impacto tiene en la política el rol decisivo de acumular dinero independientemente de los fines? La pregunta encierra varios pareceres, el hecho es determinar cuáles son los medios utilizados en pos de tal empresa.

La concentración de poder en ciertas ocasiones es funcional a la concentración monetaria. ¿Qué resultados puede generar la conservación desmesurada de hegemonía a los fines de acrecentar recursos materiales? Por más que la prosecución de determinados fines sea en sí misma una tarea loable es preciso indagar en los medios. ¿Es realmente más lo que se gana que aquello que se pierde?

Se corrompe la esencia de la política cuando el dinero la atraviesa en todos sus frentes arrasando con sus agentes imbuidos de lógicas perversas. ¿Qué pues orienta al actor en su accionar?

Max Weber (1864-1920) establece tres tipos ideales de acción que los traduce en tipologías de orden social. Entre ellos aborda la acción racional con arreglo a fines donde detrás existe la noción de calculabilidad a partir de la acumulación. El ingreso a la modernidad se caracteriza por la presencia de una racionalización creciente. Nace un nuevo sector social: el funcionariado. Un nuevo fenómeno se instituye como forma de dominación social estable y legal: la burocracia. Basada en normas, criterios técnicos de eficiencia y mecanismos propios se erige a sí misma como un tipo de saber que da poder. Supone un saber especializado que se negocia en el mercado. El problema nace cuando esa burocracia adquiere para sí un modus operandi bajo una lógica funcional a su reproducción que logra con éxito desplazar a la política. Estamos en presencia de una jaula de hierro traducida en dominación burocrático-legal. El elemento subjetivo cual es la creencia en la legitimidad del orden y el objetivo, la presencia de burocracia y normas positivas constituyen el andamiaje de esta gran jaula de hierro. Dominadores y dominados. El dinero es simplemente un instrumento en la política. Cuando es el instrumento de la política indudablemente la maquinaria nociva del poder acaparó la escena. El juego de lealtades e influencias opera en el campo de lo simbólico materializándose en dependencias recíprocas y pactos oscuros.

Los subsidios pueden ser leídos como una más de las tantas caras del prisma aglutinador de poder. Construir normas paralelas alejadas de las constitucionales que asignen otra explicación al elevado porcentaje confiscatorio de las retenciones sin duda ofrece un espacio considerable para la reflexión. Aquí es donde la política debe ser revitalizada para que opere el pasaje de la acción racional con arreglos a fines a una acción con arreglo a valores. Principios que dejen de lado prácticas tradicionales de aglutinamiento de poder económico para fines personales. Desgraciadamente se corroe la esencia pura de la política. Aquel arte del beneficio al prójimo. Los agentes que operan en dicha red de poder son discapacitados en términos cívicos.

Podemos ver a intendentes y gobernadores atrapados en una lógica que operacionaliza la noción dinero . Los estados provinciales, ¿se conducen bajo la acción deseada o bajo la acción esperada? Claro que el manejo de los fondos que centraliza el Estado Nacional coloca al minusválido Interior en una dependencia constante. Debe actuar conforme a lo solicitado traicionando quizás su lealtad con el genuino soberano: el pueblo. Allí triunfa la acción racional con arreglo a fines por encima de la acción racional con arreglo a valores.

¿Se trata entonces de indagar dónde está el nido de corrupción? Indudablemente el hombre ha puesto su corazón en las riquezas de este mundo olvidando que lo más importantes es invisible a los ojos: aquello que no perece.

(*) Abogada con especialización en Derecho Administrativo. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (UBA). Politóloga con especialización en Estado, Administración y Políticas Públicas. Facultad de Ciencias Sociales (UBA). Está finalizando la carrera de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales (UBA). Ha sido Primera candidata mujer a Legisladora (2005). Analista Política. Directora de Relaciones Institucionales del Periódico Interdisciplinario Conexión 13.
FTE CRÓNICA Y ANALÍSIS

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