Melchor, Gaspar y Baltasar adelantaron su viaje a la Argentina
Previsible, la Presidente apareció una vez más en las pantallas de televisión para anunciar nuevas medidas económicas antes que la crisis internacional comience a descargar su fusta sobre Argentina. En realidad, se sabe, los problemas locales son consecuencia de la constante improvisación del Gobierno en todas las áreas. Una sumatoria de aclaratorias de medidas económicas no significa un plan, también se sabe. Y con tanto dinero para gastar ni falta que haría un plan… ni las aclaratorias.
Por arte de magia lloverán billetes que plasmarán una radiografía exitosa apta para funcionarios y empresarios de la “burguesía nacional y popular”. Eso sí, monedas para que viaje el pobrerío no hay. ¿Quién las acapara? ¿Tendrá algo que ver con el negociado que se aproxima de las tarjetas únicas de transporte? Pero basta de ondas negativas que han aparecido millones de nuevos billetes multipropósitos y la vida sonríe como en los mejores tiempos. Los hay para todos los gustos: para pagar la deuda externa, la interna, para aumentarle a los jubilados, para obra pública, para que los particulares compren el primer automóvil o puedan cambiar el que tienen, para comprar 15.000 taxis, aparatos de aire acondicionado, ventiladores, pan dulce, sidra, garrapiñada, cohetes, petardos y estrellitas. A gastar y gastar. Qué otra cosa se puede hacer para salir de la depresión. ¿Tarjetear en el shopping?
Al dinero de adentro el Gobierno le agregará el que provenga de afuera: el que estuvo esperando por cinco años y medio y nunca aportó por las nuevas tierras bolivarianas, cariocas o rusas. Es que no se sabe bien. Los Kirchner un día están a los arrumacos con uno y al otro lo abandonan para caer en brazos nuevos. Argentina también. Le viene de lejos. No es improvisación, es realismo mágico, latinoamericanismo puro, muy alejado del nihilismo de las retaguardias con aires de vanguardias que esgrimen ciertas derechas melancólicas alejadas del poder.
El blanqueo de capitales y moratoria tributaria que cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados irá acompañada con una condonación de juicios a evasores y funcionarios de las primera y segunda línea del Gobierno. Menem no lo hizo. La oposición, que como acostumbra hizo un buen trabajo esclarecedor, antes de temer por el ingreso de dinero proveniente del narcotráfico debería preguntarse por ciertas enzimas lavadoras procedentes de los tickets de los restaurantes de “tenedor libre”, las cadenas de cines y la compra-venta de jugadores de fútbol. Del oficialismo, ni qué hablar, su actitud lleva de manera acelerada a Argentina, como manifestó un ex Presidente, “al lugar que se merece en el concierto de las naciones”. ¿Cuál? Ése, precisamente ése?
El consumo es prioridad sobre la producción y si no se produce lo suficiente alguien o algo debe financiar el gasto. Los argentinos, y en especial los peronistas, tan proclives a recordar frases pronunciadas por su guía olvidan a Perón cuando dijo: “Cada argentino debe producir, por lo menos, lo que consume”. Ésa es la cuestión: que el pueblo consuma o mejor dicho que consuma sus propios ahorros estatizados por la mano de Dios, o por la del Gobierno, que viene a ser como la de Maradona en Méjico con Claudia, Dalma, Yanina y el Puma Agüero incluidos.
Mientras la Casa Rosada anuncia que en las próximas semanas se precipitará el maná sobre el pueblo argentino, el ministro de Seguridad bonaerense sorprendió a la población (y posiblemente a él mismo) con una obviedad al decir "La Argentina ya no es un país sólo de tránsito de drogas". A su vez, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos aires desnudó su lento pero firme acercamiento al matrimonio presidencial al acordar un jugoso acuerdo económico por la actividad de las salas de juego en esta ciudad (ver nota de Carlos Pagni en LA NACIÓN (http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1080846&high=carlos%20pagni). Y como una mano suele lavar a la otra y un poco más, Mauricio Macri invitó a la Presidente y a uno de sus banqueros preferidos a compartir el palco y discursar en la inauguración de la remodelación de El Rosedal, convencido de que la primera mandataria anda algo escasa de cámaras en los últimos tiempos.
Por último, en conjunción con lo que CORREO DE BUENOS AIRES informó a principios de año, la Cámara Federal en lo Civil y Comercial ordenó notificar a las partes, la ratificación que hizo del fallo de primera instancia del 29 de febrero del 2008, en la cual se prohibió a Jorge Lanata utilizar el nombre CRÍTICA (de la Argentina) en el periódico que dirige por ser marca registrada a nombre de Javier Toro, con licencia exclusiva de usar a favor de Editorial CRÍTICA SA. Además, se le ordena a Jorge Lanata traspasar el dominio www.criticadigital.com.ar, a favor de Javier Toro.
Ahora es posible qie haga su arribo el momento mediático de la impunidad hecha persona en el periodismo argentino. El 31 de octubre el ex juez federal Gabriel Cavallo abandonó el cargo de director ejecutivo de la sociedad que edita CRÍTICA de la Argentina, sociedad que tiene un capital mínimo de 12 mil pesos. Desde el vamos, Lanata fue advertido de la imposibilidad de usar el nombre CRÍTICA en momentos que se gestaba otro proyecto editorial vinculado a los canillitas de la tarde. De acuerdo a trascendidos, los abogados del periodista-empresario habrían dicho “A Lanata no le pueden sacar nada” (por su insolvencia). Habrá que ver cómo cumple la orden judicial. Un par de periodistas atrincherados en la redacción, un director calzado con un casco militar a lo Salvador Allende con una laptop entre las manos, y un grupo Swat tomando por asalto el lugar para hacer cumplir la orden judicial es buen argumento para que el periodista escriba otra novela o para el teatro de revistas en el que actúa en horas de la noche
SALINAS HOHIL
CORREO DE BUENOS AIRES
miércoles, 17 de diciembre de 2008
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