martes, 13 de enero de 2009

BOTNIA: K EL KOBARDE TRAIDOR

Acerca de la falta de coraje de Néstor Kirchner en Gualeguaychú (De Julio Cobos a Morales Solá)

Aníbal Fernández, ministro de verborragia fácil, afirma que Néstor Kirchner nunca alentó los cortes del puente internacional Gualeguaychú-Fray Bentos. Sin embargo, Néstor Kirchner nunca le solicitó formalmente a los ambientalistas que cesaran su acción. Cuando los visitó, calló. Varios meses después, desde Mendoza, se refirió al tema pero habló más contra el periodista Joaquín Morales Solá que sobre el corte del puente internacional. Y aqui las puebas documentales de la web de Presidencia:


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El 5 de mayo de 2006, Néstor Kirchner visitó Gualeguaychú. El gobernador entrerriano era Jorge Busti y para la ocasión se organizó una gran movilización popular para recibir al por entonces Presidente de la Nación. Cuando estuvo frente a frente con los habitantes de Gualeguaychú y tendría que haberles explicando el punto de vista de la Nación -respaldo institucional, jurídico y diplomático, pero sin cortes de puentes binacionales-, Néstor Kirchner decidió callar, y el silencio otorga (según debería saberlo el ministro Aníbal Fernández). La presencia de Kirchner en Gualeguaychú, sin mencionar los cortes y afirmando que era una 'asamblea ciudadana', fue un respaldo implícito a aquella medida de fuerza. Obsérvese que Kirchner habla de 'daño transfronterizo' pero solamente aplicable a la supuesta contaminación de Botnia, pero no considera que el corte del puente internacional provoque un 'daño transfronterizo'. Luego, Kirchner habló, una y otra vez, de integración, sin mencionar cómo entiende el proceso de integración con los puentes binacionales cortados. Tambien mencionó la 'madurez' del reclamo cuando, en verdad, la acción de la Asamblea Ambiental es adolescente en cuanto a ese corte interminable. Notable la falta de coraje de Néstor Kirchner. A continuación aquel discurso:

"Señores Gobernadores; señores legisladores; autoridades nacionales; señor Intendente de Gualeguaychú, querido amigo, que nos conocemos igual que con el Gobernador de tanto tiempo; señores intendentes de todas las localidades del país que se encuentran presentes; integrantes de la Confederación Central del Trabajo; señores empresarios; señores de la Asamblea Ambiental; amigos, amigas; hermanos y hermanas del pueblo de Gualeguaychú: es una gran felicidad poder estar compartiendo con ustedes esta verdadera asamblea ciudadana, de ciudadanos argentinos de una punta a la otra: de Sur a Norte y de Norte a Sur. (Aplausos).

Quiero agradecer profundamente la presencia de los señores gobernadores, intendentes, concejales y legisladores. Su presencia y el motivo que nos convoca tiene especialísima relevancia y fuerte simbolismo. Estamos aquí reunidos la totalidad de las distintas instancias de Gobierno y pueblo, la suma plural de todos los idearios políticos comprometidos con la Nación, con responsabilidad institucional, en un esfuerzo conjunto por superar divisas y asumir sólidos compromisos con el país y con nuestro pueblo.

Es relevante que todos manifestemos, como lo ha hecho ya la Legislatura de Entre Ríos, y a su solicitud el Congreso de la Nación, nuestro apoyo a una instancia que debemos emprender. Tiene especial simbolismo que lo hagamos cada uno desde nuestra responsabilidad institucional y desde nuestro propio alineamiento partidario, nuestras convicciones y nuestros ideales, teniendo conciencia de que en esa enriquecedora diversidad expresamos un conjunto unido y solidario.

Hemos venido a Gualeguaychú, más allá de cualquier especulación, más allá de cualquier actitud descalificatoria o agravio que le quiera restar la calidad soberana y nacional que tiene esta soberanía, a comprometernos con el desarrollo sostenible para consolidar una política de crecimiento con equidad, que incorpore con fuerza la dimensión ambiental a las acciones de todos los niveles de Gobierno; hemos venido a Gualeguaychú a comprometernos a elevar los estándares actuales de cuidado de nuestro medio ambiente para que permanezca sano y saludable; hemos venido también a respaldar el camino seguido, respetuoso del derecho interno e internacional, en el diferendo ambiental que tenemos con el Gobierno de la hermana República Oriental del Uruguay en razón de la violación de las obligaciones que surgen del Estatuto del Río Uruguay.

Esa controversia nos lleva hoy ante la Corte Internacional de Justicia, por imperio del artículo 60 Estatuto del Río Uruguay, firmado en Salto, Uruguay, el 26 de febrero de 1975. En violación de aquel estatuto, que es ley para las partes que debe ser observada, el Gobierno de Uruguay autorizó la construcción de las plantas de pasta de papel ENCE y BOTNIA en Fray Bentos, a menos de 7 kilómetros entre sí, desconociendo los riesgos significativos ambientales y a la salud que establecimientos de tales características pueden causar, y sin haber satisfecho nuestras preocupaciones concernientes al impacto sobre el río, el medio ambiente y la población de ambas orillas.

Hemos venido a decir que no es una cuestión que atañe sólo a la provincia de Entre Ríos o a la ciudad de Gualeguaychú, esta es una cuestión ambiental que atañe a los pueblos uruguayo y argentino y que la República Argentina toda asume como un problema propio. (Aplausos).

No estamos hablando de afectar la soberanía de ningún país, estamos hablando de defender el medio ambiente sano. Nadie, nadie puede reclamar soberanía para el uso de un bien, de un recurso que no es enteramente propio. El Río Uruguay es un río internacional y como tal debe ser protegido y preservado. Por eso nos dimos un estatuto que debemos respetar ambos países. (Aplausos).

Debemos respetar la soberanía e integridad territorial de todos los estados y de conformidad a ese estatuto y las normas del derecho internacional todo uso proyectado por uno de los Estados de este curso de agua debe ser informado. Cuando la actividad proyectada tiene entidad suficiente para causar un eventual daño transfronterizo, como es el caso de la plantas, su localización y la falta de previsión respecto de sus residuos líquidos, sólidos o gaseosos, el Estado que las permite debe consultar a los fines de negociar de buena fe el emplazamiento, las técnicas y las modalidades del emprendimiento, para impedir el daño ambiental. Si esa actividad se manifiesta de efecto nocivo transfronterizo no puede llevarse adelante sin consentimiento o autorización explícita del país afectado. (Aplausos). Si existe daño transfronterizo y no existe consentimiento o autorización, el Estado responsable debe cesar en su actividad haciéndose responsable del daño causado.

Nos dicen que se trata de la mejor tecnología disponible y que el impacto será mínimo, pero no nos brindan la información suficiente ni encaran los estudios que aclararían la cuestión. Nos dicen que nosotros también tenemos plantas que contaminan y cuya tecnología deberemos mejorar seguramente, pero no dicen que están distribuidas en distintas localizaciones, bien distantes entre sí, y que producen anualmente sumadas apenas la mitad de lo que producirían en un solo emplazamiento las papeleras de Fray Bentos.

Tenemos derecho a que Uruguay respete las obligaciones previstas por el Estatuto de 1975 y como las negociaciones directas lamentablemente hasta ahora han resultado infructuosas, estamos habilitados a someter esta controversia a la Corte Internacional de Justicia para que se respete el derecho internacional vigente. (Aplausos).

Elegimos el camino del derecho, la prudencia, la racionalidad, firme y dignamente defenderemos nuestro derecho a un ambiente sano, exigiendo el respeto a la ley.

No están ni la provincia de Entre Ríos ni la ciudad de Gualeguaychú solas en esta lucha por el derecho, está la República Argentina y el pueblo argentino todo comprometido para solucionar esta controversia. (Aplausos).

Queremos también hoy aquí comprometernos a promover incansablemente la integración regional que nos permita un desarrollo sostenible en función de tres componentes: el crecimiento económico, la equidad social y la protección del medio ambiente.

Esta integración debe respetar los derechos de cada uno de los países, la integración no puede ser el resultado de la imposición unilateral, de la abierta y flagrante violación de los acuerdos bilaterales, que además forman parte del derecho internacional. Eso nos obliga a adoptar y promover la adopción de políticas que integren la dimensión ambiental, social y económica para asegurar su plena operatividad.

En la región y en nuestro país debemos incorporar la dimensión ambiental en todos los niveles de Gobierno, optimizando el uso de instrumentos tales como el ordenamiento territorial, la obligatoria evaluación del impacto ambiental, la adopción de sistemas de diagnóstico e información ambiental, la participación ciudadana y el régimen económico de desarrollo sostenible.

La protección de un ambiente sano debe estar en el centro de nuestras políticas de Estado, en el marco de una verdadera responsabilidad intergeneracional.

Desde nuestro carácter de acreedores ambientales del mundo los países en desarrollo debemos interpelar con serenidad, pero con firmeza y sinceridad, al mundo desarrollado. Los países que han logrado mayor desarrollo muchas veces lo han hecho a costa de la degradación del medio ambiente y produciendo una fuerte afectación mundial, evidenciada claramente en el cambio climático. Sabemos que instituciones internacionales y fundamentalmente algunos de esos mismos países, desde hace años, postulan alentar a las industrias contaminantes para que se muden a los países pobres del planeta en razón de los menores costos. Sería trágico que, valiéndose del poder del desarrollo económico, nos impusieran la degradación del inmenso capital ambiental que nos han dejado en nuestro atraso relativo, como precio por la creación de puestos de trabajo que nuestras sociedades necesitan.

El mundo es uno solo, de modo que no resulta razonable transferir empresas contaminantes al mundo en desarrollo, menos cuando son de un tamaño tal que no encontrarán en nuestros ambientes menos contaminados los sumidores adecuados para neutralizar los efectos degradantes de nuestros recursos hídricos, nuestro suelos y nuestra atmósfera. La única opción es respetar el medio ambiente en los países desarrollados y también en los demás, puesto que el daño que se le provoca al ambiente se le provoca al hombre, a la mujer y a la humanidad.

Los argentinos y los latinoamericanos que valoramos el derecho a la vida como un bien supremo, debemos hacernos cargo de la lucha por evitar que los países centrales nos parcelen en función de sus intereses, aprovechando nuestras carencias y evadiendo al mismo tiempo la responsabilidad que tienen en la materia del cambio climático y degradación del medio ambiente.

El mundo es un solo y todos debemos ser parte del debate, el norte debe escuchar al sur, los que tienen desarrollo a los que aún no lo han logrado, para que todos colaboremos con el cuidado del medio ambiente.

Tenemos absolutamente claro que no puede haber soluciones confiables sin la acción de todos los países del mundo, en tanto la naturaleza del problema es de escala planetaria. No puede ser que los estados en desarrollo reclamemos pero nadie nos escuche. Es imperioso recorrer el camino de las soluciones, debemos exigir soluciones.

Los que tienen más recursos de capital y más recursos tecnológicos para hacer frente a los efectos adversos del cambio climático no pueden seguir incumpliendo los compromisos que surgen por efecto de la aplicación del protocolo de Kyoto. Ellos, que a lo largo de dos siglos de desarrollo industrial usaron sin costo el bien común global que es el medio ambiente y por tanto han recibido de los países menos desarrollados un subsidio ambiental implícito, no pueden traernos hoy, como solución a nuestros males, la creación de puestos de trabajo a costa de nuestra degradación ambiental, deben tomar un fuerte compromiso con el cuidado del ambiente en todos lados y abandonar el doble estándar que aplican cuando cuidan la polución en sus países de origen pero contaminan al sur. (Aplausos)

En este reclamo los habitantes de Latinoamérica debemos estar unidos en todos los foros y circunstancias. Ese debe ser el único camino, exigiendo juntos las soluciones que imperiosamente se necesitan.

Una vez más agradezco la presencia de todos ustedes aquí, por su importancia, por su relevancia, por su fuerte simbolismo, por su lucha. Venimos a decirles a los entrerrianos que nada de lo que ocurre es ajeno al resto de la Patria ni le es indiferente a la Nación. La preocupación del pueblo entrerriano por la amenaza de la contaminación es preocupación de todo el pueblo argentino, la vocación de Gualeguaychú por la preservación de su ambiente expresa en el lugar la propia vocación del pueblo argentino y latinoamericano por el cuidado del medio ambiente.

Desde el corazón les digo que sé cómo se han sentido y cómo se sienten. Mi provincia, cuando discutió el problema limítrofe por los hielos continentales, sintió muchas veces la soledad, y hubiera valorado mucho un acto como este que muestra a todo un país acompañando al pueblo de Gualeguaychú. (Aplausos)

Por eso les digo: racionalidad, fuerza, coraje, la República Argentina en su rica pluralidad y diversidad está con ustedes. Tenemos la razón, el derecho está de nuestro lado, con la fuerza moral que da el saberlo confiemos que lograremos superar y obtener los resultados que corresponden de este diferendo.

Es una prueba de madurez muy grande la que está demostrando el pueblo argentino. Les pido a todos los hermanos argentinos y a todos los hermanos uruguayos que no caigamos víctimas de la provocación de discursos que, sin tener la razón, quieren generar situaciones de política chica, cuando a esta altura de la historia, de los tiempos y del sufrimiento que han pasado nuestros pueblos, necesitan dirigentes que hagan política en grande, superando esas contradicciones pequeñas que nos anulen el futuro y los tiempos por venir. (Aplausos)

Agradezco a todos los señores gobernadores presentes aquí, con la pluralidad de ideas, a los señores intendentes y al pueblo presente, con sus diversos pensamientos e ideas sobre cada tema, pero fundamentalmente entendiendo la unicidad global que es esta Argentina. No me preocupa la malsana especulación de algunos que quieren confundir este verdadero acto de conciencia, de responsabilidad, con pequeños actos electorales de cuarto nivel que los argentinos hemos aprendido a superar con grandeza, en la lucha por construir un país que nos contenga a todos. (Aplausos)

Como les dije siempre, hermanos y hermanas argentinos y entrerrianos, no me interesa preservarme detrás de un sillón, hoy mi responsabilidad es representar a este amado pueblo argentino y así lo voy a hacer.

También la responsabilidad de quienes estamos aquí es defender la integración de Latinoamérica y así lo vamos a hacer. Siempre les abrimos los brazos a todos los pueblos de Latinoamérica y así lo hacemos con los hermanos de este querido pueblo de Uruguay. Como en algún momento alguien muy importante de ese pueblo uruguayo me dijo que las plantas eran un presente griego para la tarea que tenían que asumir, les sigo diciendo desde acá, en este glorioso pueblo de Gualeguaychú, que seguimos dispuestos a ayudarlos para encontrar el camino de la preservación del medio ambiente, en unidad y en convivencia, como todos debemos llevar adelante. (Aplausos)

Muchas gracias pueblo de Entre Ríos, muchas gracias Gualeguaychú, muchas gracias Argentina, muchas gracias gobernadores, muchas gracias Patria querida. Tomémonos de las manos y mirándonos unos a los otros, entre todos, vayamos construyendo la Argentina que merecen los argentinos. Muchas gracias por compartir este momento."


Néstor Kirchner sí habló de los cortes en Gualeguaychú el 22 de noviembre de 2006, durante una visita al entonces gobernador de Mendoza, Julio Cobos (a quien llamó 'querido amigo'), e intendentes municipales que se sumarían a la Concertación Plural. Obviamente el público era mendocino, no entrerriano. Pero obsérvese que Kirchner le dedicó más tiempo a refutar conceptos de Joaquín Morales Solá en el diario La Nación, a recordar su pelea con el Fondo Monetario Internacional y a aconsejar a los diarios cómo debían titular lo referente a Botnia, que a pedir el corte del puente a los ambientalistas de Gualeguaychú. Todo lo contrario: les prometió que no los reprimiría por su acción, que aclaró que no compartía. Notable la falta de coraje de Kirchner, por 2da. vez. Aqui aquel discurso:

"Querido amigo Julio Cobos, gobernador de Mendoza; queridos amigos intendentes que representan a las distintas localidades y a distintas voluntades políticas de esas localidades, distintos partidos, distintas visiones, pero que tienen en claro, y realmente es un verdadero ejemplo que ustedes están dando, la visión concreta del desarrollo global de su provincia -donde mancomunan esfuerzos más allá de cualquier interés contrapuesto, natural en la vida democrática- el crecimiento de Mendoza, que para eso lo han votado al Gobernador y a los intendentes en cada localidad.

En este caso como presidente de la Nación los felicito por esa actitud, porque es muy importante, porque la actitud coordinada de todos ustedes permite canalizar con la Nación, a través de las áreas correspondientes, este conjunto de obras muy importantes por 58 millones de pesos, aparte de todas las otras que estamos haciendo, pero estas van a la infraestructura correcta que hace al desenvolvimiento y la administración de cada municipio; obras que, quien fue intendente alguna vez, como en mi caso, sabe la importancia que tienen; como la red de gas que nos comprometimos que también se está firmando con Maipú, San Martín, los cordones cunetas, pavimentos, distintas inversiones de infraestructura que son centrales, fundamentales y que son las respuestas que la comunidad espera.

Por ahí esto no es nunca temario de los grandes analistas de la política, porque pareciera ser que estas cosas tan importantes a veces son secundarias. Pero quienes administran y tienen la responsabilidad de administrar, saben lo importante que es. Así que creo que estamos dando un paso, Gobernador, importantísimo. Primero desde el punto de vista institucional, ponemos en fuerza toda la potencialidad institucional para dar la respuesta que hay que dar; segundo, lo hacemos en forma conjunta entre todos. Esto no es ni patrimonio nacional ni provincial ni municipal, estos son fondos que tenemos los argentinos y que los destinamos en este caso a la provincia de Mendoza, como lo hemos hecho con otras provincias, para dar respuestas que la comunidad mendocina merece y entre todos las canalizamos y las llevamos adelante, así que celebro absolutamente este trabajo en conjunto. Les puedo asegurar que me alegra y me dan ganas de hacer más cosas, porque cuando uno está en el Gobierno tiene que hacer cosas permanentemente, tiene que administrar y realizar, administrar y realizar, y si a veces le queda un poquito de tiempo escribir un poco de filosofía, pero cuando uno está tiene que administrar y realizar permanentemente, esta es la realidad.

También quiero aprovechar su presencia para conversar con ustedes y con los amigos que nos miran por televisión algunos temas de actualidad.

Realmente hoy veía con asombro algunos titulares de importantes matutinos de la República Argentina, de mi querida República Argentina, donde dicen que la Argentina o este Gobierno que le toca representar a la Argentina, ha tenido una nueva derrota en el campo internacional respecto a la decisión del Banco Mundial de otorgar el crédito de Botnia a la República Oriental del Uruguay.

Creo que el primer análisis que tenían que haber hecho es que cuando uno va a dar batallas, cuando va a dar luchas por las convicciones de un país, como en este caso la defensa del medio ambiente, y que allí estuvimos el Gobierno Nacional y los gobiernos provinciales asumiendo como causa nacional, “como causa nacional”, la defensa del medio ambiente en Gualeguaychú por la instalación de la planta de Botnia, nosotros no fuimos pensando a ver si los intereses internacionales que ya han elegido que esta región tiene que ser de alguna manera basurero de cierta producción e industrias -ya lo dijimos y leímos en su momento varios informes que había de los propios funcionarios del Banco Mundial- sino que fuimos a defender convicciones. Esto no es un partido de fútbol, si se gana o si se pierde.

Yo creo que los titulares que tendrían que haber dicho esos diarios, importantes diarios, son: “ganaron los intereses de Botnia”. Esta es la realidad, “volvieron a ganar los intereses los países centrales”.

Argentinos, los que mi miran acá y los que me escuchan en sus casas, ténganlo bien claro, han vuelto a ganar los intereses de Botnia y del Banco Mundial. ¿O el Banco Mundial va a venir a hacer solidaridad con los pueblos latinoamericanos, por los intereses de quienes vivimos en esta región?

Tengámoslo absolutamente claro: acá no es que ganó la posición de un país o de otro país, ganaron los intereses de Botnia que evidentemente con toda la presión, la capacidad y la fuerza que tiene, los vuelve a imponer. Esto no se dice en ningún lado. Lo mismo pasaba con el Fondo Monetario Internacional. Cuando discutíamos con el Fondo, siempre el Fondo tenía razón en lo que había que hacer y la Argentina cada día estaba peor y había algunos que decíamos “firmes contra el Fondo, no claudiquemos contra el Fondo”, hasta que nos pudimos sacar el Fondo de encima. Miren cuál es la realidad económica de la Argentina.

Y esto pasa cada vez que tenemos contradicción con los intereses de los países centrales. Es lamentable ver, pero hay que acordarse, porque cada uno tiene que hacerse responsable de las cosas que escribe y es lamentable que acá en la Argentina haya gente que escriba diciendo que nosotros teníamos equivocada absolutamente la estrategia. ¿Qué estrategia equivocada? Si fuimos y le rogamos al intransigente Presidente uruguayo que por favor discutiéramos de qué forma podíamos correr desde allí a Botnia para que no contamine visualmente y no nos genere la duda de una futura contaminación. Es decir, Botnia dijo que no y evidentemente fue no, sin embargo la respuesta de ENCE fue absolutamente diferente.

Buscamos todos los caminos posibles, todos los caminos posibles para que se respete el Tratado del río Uruguay, que se violó totalmente y ahora se está sacando el doble de agua desde allí. Sin embargo, acá en la Argentina vuelven a callar.

¿Por qué los argentinos? No importa que ciertos medios hagan lo que hacen, la historia se escribe en el largo pasar de la historia, pero yo les pido a los argentinos que tengamos convicciones y este Presidente va a seguir, por más fuertes que sean los intereses de Botnia (Aplausos), por más fuertes que sean los intereses que estén atrás de esta situación que todos saben. ¿O alguno creía que los países centrales que están diciendo que las papeleras contaminan y que no las quieren más en sus países iban a dictaminar a favor nuestro el crédito del Banco Mundial?

Hay un periodista, mi querido amigo Joaquín Morales Solá, que dice que quien escribió la carta del presidente Kirchner al Banco Mundial pidiendo que ese crédito no se otorgara, se tendría que ir del Gobierno. Le digo con todo respeto a Joaquín Morales Solá, a quien respeto, que el que me tengo que ir soy yo, porque a mí no me escriben las cosas. Yo no especulé, el que le escribió la carta al Banco Mundial fui yo, porque tenía que asumir la representatividad de los argentinos, no solamente de quienes viven en Gualeguaychú, no dejar estos precedentes. Así que querido Joaquín, si quiere que me vaya me voy pero la escribí yo la carta, como creo que usted escribe sus propios artículos y no se los escriben.

Esto es central. Creo realmente que hoy me dio mucha pena ver diarios de larga historia en la Argentina escribir de la forma que lo hicieron, da pena, pero yo voy a seguir -y les pido a todos los argentinos- firmemente defendiendo los intereses que corresponden. Los de Botnia son intereses muy fuertes; así eran los del Fondo, así fueron cuando me tocó defender el tema de los Hielos Continentales, que tampoco nos fue muy bien, o el Beagle, ¿se acuerdan ustedes? Pero cuando uno tiene que defender intereses que considera nacionales, no puede estar especulando si gana o pierde.

Fíjense en la contradicción, a ver si gano o pierdo. No me interesa ganar a costa de los intereses de los argentinos; ¡miren qué estratega, triunfó y entregó los intereses argentinos! Porque en la Argentina generalmente los grandes ganadores de estos temas internacionales siempre lo hicieron a costa de los intereses argentinos.

Si los intereses argentinos son relegados, prefiero quedar relegado junto con los intereses argentinos, porque mi destino como Presidente es defender con convicción los intereses de este país. Esto es lo que yo debo hacer en forma permanente. (Aplausos)

El otro tema es que tenemos que terminar con la hipocresía y se los digo a estos medios también. Yo no estoy de acuerdo con los cortes, también lo digo, no estoy de acuerdo con los cortes porque me parece que tenemos que evitar que nos hagan caer en la provocación de cortar, pero cuidado con los mensajes subliminales. Cuando me tocó asumir el Gobierno se cansaron de hacer editoriales y escribir que había que reprimir a quienes hacían piquetes porque no tenían trabajo y les faltaba de todo; todos sabemos la Argentina que nos tocó, este Presidente permisivo me dijeron; a este Gobierno le dijeron de todo. Gracias a Dios se fue ordenando la protesta social, claro que todavía falta mucho y evitamos de cualquier manera, como corresponde entre argentinos, buscando el diálogo, buscando superar el tema, la represión.

Si hay algunos que piensan que hay que reprimir a los hermanos de Gualeguaychú que lo escriban y lo digan, yo no lo pienso hacer. Yo les pido por favor que levanten los cortes, que no le sirven a la estrategia argentina, se los digo de todo corazón a los hermanos entrerrianos, de Gualeguaychú, hermanos argentinos, compartiendo la lucha contra estos intereses y demás, pero yo no voy a levantar la mano contra otro argentino, tengo que persuadir. Ya vimos lo que nos pasó por levantar la mano contra otros argentinos.

Si esta gente que escribe cree que hay que reprimir, que no sean cobardes, que escriban: “hay que reprimir”. No lo voy a hacer, pero que lo digan, porque acá por el doble discurso a este país le tocó pasar y sufrir muchísimas cosas. Por eso, es un sueño, como decía Martin Luther King: “tengo un gran sueño”.

Mi gran sueño anoche era que dijeran: triunfaron los intereses de Botnia. Les faltó coraje o tienen otros intereses. Muchísimas gracias."

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