miércoles, 11 de marzo de 2009

PROVINCIAS VENCIDAS




Autor: Omar López Mato

Ya lo decía Esteban Echeverría, las provincias están vencidas de antemano, a esto las condenaron los romanos, cuando bautizaron de esta forma a los estados que habían conquistado durante sus guerras: “Pro vincere” – “Antes de vencer” o “Vencidas de antemano”, obligadas a aceptar los condicionamientos de los más fuertes.

Desde 1810 Buenos Aires les limitó la capacidad de recaudar impuestos y en tiempos de Rosas lo recaudado por la aduana, quedaba en Buenos Aires. De coparticipar, nada. Es sugestivo que en este país las hayamos nombrado de esta forma, podrían ser estados (como en Estados Unidos), territorios, comarcas, distritos (como en Chile), pero no, la etimología las condena, como esos actos fallidos que denuncian al buen entendedor las verdaderas intenciones del interlocutor.

A pesar del cacareado federalismo, este es un país unitario, más desde que los K se hicieron del poder. Gracias a este centralismo administrativo, los gobernadores deben asumir una posición reverencial hacia el cortador de tortas.

Las retenciones que deberían haber vuelto al interior en hechos y no en promesas, fueron despilfarradas alegremente. Lo mismo pasa con el impuesto al cheque. Para colmo la Ministra de Salud tiene el tupé de decir que si hubiese salido la 125 se podrían haber construido más hospitales.

Eso les hubiese encantado, es la fascinación cortacintas de los gobernantes. Cualquier estudiante de medicina, después de 4to. Año sabe que la misma suma que sale construir un hospital, se gasta por cada cinco años de servicio. Ergo, no necesitamos más hospitales. El país necesita mantener lo que hay, hacer que los hospitales trabajen todo el día y no con la parcialidad que hoy los caracteriza. ¿De que sirve hacer semejante inversión, si después funcionan a media maquina?

Pero no, lo que vale para los políticos es, como decía, cortar cintas que traigan votos y un hospital es una finalidad loable del gobierno, pero mal administrado su efecto positivo es nulo. Les puedo asegurar que ninguna clínica privada podría subsistir de funcionar como un hospital público.

Pero hay que inaugurar más hospitales para crear una falsa ilusión de que vamos bien… y sino ¡que los lleven los médicos cubanos a operar en Bolivia!

Dejemos la salud para otra oportunidad… porque los K van por más, quieren más plata. La necesitan para mantener al paquidermo estatal. Las retenciones solo van a mantener a la burocracia. La Obra Pública se ha detenido, las contrataciones están congeladas.

Y aunque los productores mueran en el intento, veremos como los K confiscarán la próxima cosecha de soja. Los números son elocuentes: por Ha. en la provincia de Buenos Aires que rinda 3.000 kilos el productor se quedará con U$S 55.- y el gobierno embolsará U$S 346.

Así lo cuenta el Ing. Pablo Andreani en su artículo publicado en La Nación, que continúa con sus precisiones.

Si el productor no tuvo suerte y como este año no le cayó una gota de agua (nada excepcional en el verano más seco de los últimos 50 años) si a gatas llega a los 2.500 kilos por hectárea, perderá U$S 26.-, si deberá poner de su bolsillo $ 160.- mientras que el gobierno llevará a sus arcas U$S 289.- Eso se llama tener un socio bobo (¿o los bobos seremos nosotros?) No quiero seguir con valores menores de cosecha porque dan ganas de llorar.

Para su información, se calcula que hay 17 millones de Ha. sembradas de soja. Estos productores deberán asumir una perdida de U$S 1.400 millones, mientras que el gobierno ganará más o menos 4.000 de la misma moneda.

Llueve o truene, el gobierno siempre gana, mientras el chacarero canta “las penas son de nosotros, la platita es de los K…” y de los K bien dicho, porque a las provincias, esas vencidas de antemano, solo le llegará lo que a los K les venga en gracia, que siempre es la desgracia ajena.

Si las retenciones hubiesen sido consideradas ganancias extraordinarias destinadas a solventar gastos en circunstancias excepcionales como las que atraviesa el agro, el gobierno debería devolverle estas retenciones… pero Don K las usó para gastos ordinarios (no pagó deuda externa, no hizo inversiones de infraestructura, tenemos los mismos caminos, la misma electricidad, en fin, lo único que tenemos son más drogadictos) minga que va a ceder un mango. Son todos para él, para mantener vencidas a las provincias aún antes que comiencen los reclamos, para que los gobernadores sometidos deban decir “Si Bwana…”.

Aquí van algunos numeritos

Las provincias han tenido déficit primario durante el 2008. En el mes de enero del 2009 el ingreso por impuestos aumentó el 11 % (digamos de paso que la presión impositiva sobre el ciudadano continúa aumentando), pero las transferencias a las provincias fue solo del 1,4 %.

Las provincias solo podrán dar un aumento salarial del 5 %, más de eso sería endeudamiento. Recordemos que más del 55 % del gasto provincial son sueldos (una empresa privada no podría sobrevivir con esos guarismos)

Las provincias no pueden pedir prestado afuera, y desde la estatización de las AFJP, el mercado local de capitales no está en condiciones de prestar ni unas monedas (que hoy para colmo están carísimas: por $ 22 en billetes te dan $ 20 en monedas. ¡Y hay que hacer una cola de una cuadra!)

Las provincias están vencidas, pero lo que más me preocupa es que cualquiera que asuma el gobierno nacional con buenas o malas intenciones, no van a poder prescindir de la parte del león. Al igual que el impuesto a las ganancias, que se cobró ¡por única vez! allá por 1930, las retenciones, me temo que han llegado para quedarse. El Estado todo lo fagocita, la burocracia todo lo puede, la Hidra de mil cabezas todo lo deglute… y van por más.

A la corporación política de los K nada le ha de faltar, se creen los dueños del país y no los servidores públicos; el poder los marea y en su ebriedad de orgullo se posesionan del Estado y sus adyacencias. Nada ceden porque les pertenecemos en cuerpo y alma. Y no vayamos a decir en los medios que no nos gusta lo que hacen porque ¡Guay! Te dejan sin publicidad y te mandan la AFIP.

Mientras tanto la Argentina pierde sus sueños. ¿Se acuerdan del Tren Bala? Ahora las aspiraciones son menores. Vamos en bicicleta hacia Rosario que es buena para la salud, no contamina y te mantiene en forma, además de ser promovidas con descuento desde el estrado Presidencial como promoción de la semana.

Espero que alguien se haya tomado la molestia de haber anotado cuanta plata –esos billetes que le roban al chacarero- salieron los estudios técnicos y legales para instalar un tren inviable, caro y resistido por la opinión pública, en un lugar donde ya corría otro tren sobre una de las planicies más llanas y extensas del planeta y cuyo estudio fue hecho por los ingleses hace 150 años usando un teodolito.

¿Habrán sido 100 millones de dólares? Siempre me quedo corto (tengo poca imaginación para delinquir) ¿Quizás 300? Con eso seguro se podrían haber construido varios hospitales, de esos que la Ministra se queja que no puede hacer porque no hay retenciones móviles…

Lo único que espero es que los culpables devuelvan la plata, un peso sobre otro.

Quizás en este país sea mucho pedir, pero sueño con ello porque no es bueno perder la esperanza.

omarlopezmato@gmail.com

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