viernes, 5 de junio de 2009

DÍA DEL PERIODISTA


DÍA DEL PERIODISTA: UN PEQUEÑO HOMENAJE Y ALGO MÁS…
Junio 5th, 2009

Bernardo Neustadt 07-06-08 / 07-06-09
Es dificil determinar cuánto tiempo pasó porque siempre se tiene un calendario de fechas internas que dicen mucho más de lo que otros pueden adivinar. El tiempo es anárquico en ese interior donde se guardan los recuerdos y sentimientos más auténticos.

El próximo Domingo 07 de Junio se conmemora el Día del Periodista. No podía, BERNARDO NEUSTADT despedirse, físicamente, en otra fecha de su público (que fue mucho aún cuando algunos no lo admitan o no hayan valorado en un 100% su labor, o cuestionen sus modos y maneras) Y menos todavía, podía dejar a sus amigos un día cualquiera: eligió su momento, lo hizo con esa paz que le brotaba de adentro aunque fuera pura adrenalina. Nunca fue viejo, en rigor, nunca fue… sigue siendo.

Trascribiendo, una vez más está suerte de entrevista, que fue un desafío hacerle por cuanto nos unía un afecto verdadero y años de complicidad, de buscar lo que no lográbamos: una Argentina de veras, más digna, más vivible, menos compleja…, pretendo rendirle un pequeño homenaje aunque el domingo sea, en realidad, una fecha más.

Poco dicen las letras de molde heladas en una lápida. Más dice aquello que no está escrito pero late dentro de aquellos que lo conocieron como él era: sin las luces de las cámaras, sin la fama, sin su corte de aduladores que desaparecieron cuando de “Tiempo Nuevo”, pasó a tener y a disfrutar “Su” tiempo. Entonces, sus verdaderos amigos fueron los protagonistas de cada “programa” que seguía haciendo porque, en rigor, Bernardo -aún sin micrófono o máquina de escribir al lado-, era periodista hasta el tuétano y le dio otra razón de ser a muchos argentinos, y hasta a la conmemoración del día que celebra el Periodismo.

Asimismo, agradezco más que a nadie a mi MADRE su apoyo incondicional y su invalorable esfuerzo por darme las mejores herramientas, materiales y morales, para ejercer con independencia y honradez, esta profesión que derivó en el análisis, al cuál sigo considerando un servicio; aunque en la realidad, la mayor de las veces, parezca que es tan sólo un negocio, un mercado de intereses aleatorios.

GABRIELA POUSA
Junio de 2009

ENTREVISTA REALIZADA A BERNARDO EN EL AÑO 2005 (para la revista Edición I) PERO CON VIGENCIA INUSITADA…
Posiblemente el viaje más largo que Bernardo Neustadt haya realizado fue aquel que lo trajera desde su Rumania natal hasta esta geografía donde encontró su patria. Él lo repite con un tono que va desde el orgullo hasta el asombro para quedarse finalmente en la satisfacción de haber sido fiel a sí mismo: “Yo elegí dos veces a la Argentina”.
Y todo cuánto rodea al hombre que marcó un antes y un después en el periodismo argentino ratifica el enunciado. Dudo que pueda encontrarse alguien más argentino que Bernardo.
El resto, los kilómetros, los años no son sino un viaje que ha sabido hacer a través de sí mismo. Odiado, amado sin términos medios, baja las escaleras con la ansiedad de un niño y la agilidad de un joven tal vez porque tiene en sus ochenta años, la juventud a flor de piel y la ilusión de la niñez. Pese a destellos nostálgicos que escapan de sus ojos claros, vive este 2005 siempre con rol protagónico.
No quiere perderse un ápice de lo que pasa y aunque confiesa un hartazgo que empieza a pesarle demasiado, vuelve a “mudarse de esperanza” como él mismo relata y esta acá, entre nosotros, como si un ‘Tiempo Nuevo’ pudiese todavía ser algo más que un sueño para el país. Y para él.
Bernardo nunca supo ser mero espectador. Le importa lo que pasa tanto como lo que deja de pasarnos. Posiblemente con él, pase algo similar a lo que narrara en su autobiografía el poeta irlandés Bernard Shaw capaz de afirmar que nunca le han pasado cosas fabulosas. Y es que en este caso también ha sido Bernardo Neustadt quién le ha pasado a las cosas. A pesar de los escombros y atolladeros todavía cree, sueña, y superada la etapa de anteojos y conflictos con la vista, hoy ve y mira mejor que nunca.
En rigor, puedo decir que es el mismo Bernardo Neustadt que me recibiera 15 años atrás (no porque confiara en mí sino porque confiaba en él) Y sigue confiando. Un hombre de valor aunque muchos cuestionen sus modos y sus trajes, pese a que vistió siempre la camiseta de Bernardo. Lo demás es maquillaje. Los gobiernos no pudieron cambiarle el equipaje aún cuando lo empujaran a Ezeiza.
Cuenta, quizá con alguna preocupación, su corto exilio en Bruselas cuando María Estela Martínez de Perón decidió censurarlo. Horas después una bomba estallaba en el edificio donde vivía. El entonces Jefe de Policía le recomendó que se fuera. Y se fue tal vez porque sabía que era la única forma de volver.
Eran los comienzos de los mentados 70’. Sobre esa década que hoy quiere retomarse inexplicablemente en la Argentina, Bernardo aclara: “Hay que recordarle a Kirchner y al gobierno que los ‘70 no empezaron en 1976, pasan por alto 6 años como si no hubiesen sido parte de una década de atraso y caos”
Escuchar al periodista que fue capaz de enfrentar cara a cara a Eugenio Aramburu con Mario Firmenich hablar de los ‘70 es fuerte. Uno no puede preguntarle a él por la memoria tal como la diezman hoy desde arriba porque Neustadt es un museo vivo de la memoria sin ceguera.
Por eso, cuando le pregunto por aquella época, me dice con énfasis: “no arranca con las dictaduras sino que empieza donde se inicia la década”. Así, al buscar definir qué pasa en esta geografía, vuelve a recordar a ‘Isabelita’.
“Haces unos meses, en el Corte Inglés en Madrid había una mujer que me miraba, no sabía quién era, me acerqué y al ver que me seguía con la mirada, la saludé. ‘¿Usted tiene el tupé de saludarme?’, me increpó abruptamente. Me di cuenta que era Isabelita, no sabía que decirle. ‘¿Usted que cooperó con mi caída, usted que fue causante de mi desgracia tiene el tupé de saludarme?’ - claro, yo no sabía qué decirle pero enseguida cambió el tono y me dijo ‘No tema, que le hablo jocosamente pero ahora dígame. Yo ya no estoy en el gobierno, el tiempo pasó, ¿la Argentina está mejor?’. Me quedé mudo”, cuenta.
Pero no quería que se calle. Por el contrario estaba allí esperando que hable, que me defina dos años de gobierno de Kirchner. Lo hizo sin titubeos, a su manera, sin vueltas aunque con un sesgo de tristeza en la mirada que le descubrí por vez primera.
“Dos años de caos. Dos años de odio, de volver al pasado, al pasado… Dos años perdidos. Recién leía las últimas encuestas que me mandó Rosendo Fraga y dicen que cuando asumió la Presidencia con 22% de votos tenía 70% de imagen positiva, hoy tiene 40%, la gente se da cuenta, la gente se está hartando. Kirchner no va a pasar a la historia.”
Bernardo nunca fue un hombre de medias tintas, tampoco ahora lo es ahora y está lejos de caer en lo “políticamente correcto”. No sé si acaso está más viejo. Sí, lo noto más sabio, más sincero.
Me cuenta que el día anterior había estado con Manuel Fraga Iribarne, presidente de la Xunta de Galicia, “ese hombre fue ministro de Información de Franco y sin embargo, nadie en España lo está acusando con el dedo ni están rasgándose las vestiduras. Acá estaría exilado o muerto”, me lo pone como ejemplo y la bronca le da fuerza: “Acá están viniendo a ver qué hacía usted en los 90 cómo si ellos no hubiesen formado parte del gobierno en esa década, se creen la nueva política y son la vieja política. Me pregunto si Kirchner fue tan guerrero en los setenta, si fue montonero como él dice, cómo hizo para estar luchando y llenándose de plata, miren su declaración patrimonial…”
Bernardo siempre desafía. Es un desafío en sí mismo. Su opinión del presidente la dio sin merodeos, mirándome de frente, moviendo las manos para acompañar la idea. Tapándose los ojos de pronto como queriendo no ver esta Argentina al borde del precipicio con una dirigencia que encima trata de empujarla al vacío.
Agrega: “Kirchner manejó la provincia de Santa Cruz como un patrón de estancia y ahora quiere manejar la Argentina de la misma manera, con el dedito para arriba. Y como no le gusta que le levanten el dedo a él, que lo reten decide no ir al Tedeum, se mandó a hacer un Tedeum para su gusto, encontró un cura amigo”
Antes de poder comenzar un ‘ping pong’ de preguntas y respuestas, hablamos sobre la coyuntura, el conflicto social, la intolerancia, si es preciso salir a la calle ahora que Juan Carlos Blumberg anuncia su cuarta marcha…
Aparece entonces un Bernardo reflexivo, que no se priva del silencio, y lo convierte en aliado de las respuestas. Elocuente, habla sin palabras y con ellas simplemente sintetiza.
“A Blumberg le secuestran y asesinan un hijo no dice nada pero llena una plaza con 200 mil personas. En Cromañón mueren 193 chicos y no pueden reunir más de mil… la gente se cansó, está harta, sabe que no sirve de nada salir, está cansada de las cartas de lectores, de reclamar, de pedir, nadie escucha.”
Pero necesitaba saber más. Siempre supe que conversar con Neustadt era un aprendizaje. Lo fue 15 años atrás, lo era en ese momento. No fue fácil sin embargo interrumpir esos largos silencios que, por primera vez, encontré en Bernardo. Más tranquilo pero no menos espontáneo empezó a responder la seguidilla de preguntas sin que le importara si era o no una impertinencia de mi parte someterlo a esa batalla de interrogantes sin anestesia.
-¿Cada pueblo tiene el gobierno que se merece?
-No. Evidentemente el gobierno es un emergente de la sociedad pero no todos los argentinos nos merecemos este gobierno. Seremos una minoría, pero esa minoría no merece esa dirigencia. Este país tiene un poco de menemismo, un poco de liberalismo, muy poco de kirchnerismo.
Conscientes los dos de que en esta Argentina no queda en pie ni el lenguaje, que la devaluación arrasó incluso con el idioma, me atreví a sugerirle conceptos que hoy están vacíos de contenido, que han pasado a ser meros eufemismos para tratar de volver a darles argumentos concisos.
Más allá de la redundancia, empecé por el principio:
-¿Democracia?
civiliza-‘Nunca en domingo’, es el título de una película muy vieja que vi los otros días pero que debería tenerse en cuenta, porque la democracia en Argentina es un día, un domingo, no más que eso. Los países serios ni siquiera votan en domingo.
-¿Dónde estamos?
-Habemus caos.

Y entonces me pregunto yo si hace falta más elocuencia…
-¿Después del caos?
-No sé. Estoy cansado de mudarme de esperanza. No sé puede vivir así, cada día te matan la esperanza, las ilusiones. ¿Adónde podemos ir si cada 15 minutos la televisión te muestra una imagen de violencia? A mi edad estoy aprendiendo sexo explícito por televisión. ¡De veras, ya aprendí como dos posiciones nuevas! Después, los chicos te toman los colegios, los piqueteros te cortan las calles. Salir a caminar por Buenos Aires es un desafío a la vida y yo estoy cansado, cansado de mudarme de esperanza en esperanza.
-¿El mayor problema de la Argentina?
-El default moral.
No vacila siquiera.
-¿La economía?
-Siempre igual, los que tenemos para comer vamos a seguir comiendo pero los que tienen planes ‘descansar’ o trabajar esos sacaron visa a la pobreza eterna, no salen más de la miseria. El gobierno necesita que se mantengan pobres para siempre. Eso ya no cambia en la Argentina.
-¿Los empresarios?
-Tan culpables como la dirigencia política. Un día se besan con Alfonsín, después se abrazan con Menem, aplauden a Duhalde y ahora están con Kirchner. Me acuerdo que una vez el presidente de Telecom. Me dijo: “Neustadt yo no vendo moral, vendo teléfonos”.
-¿Libertad de prensa?
-No hay y me consta. Fue un error de Menem derogar el artículo 45 de la Constitución en el ‘94, hoy hay grandes monopolios, negocios, quizás libertad de empresa pero no libertad de prensa. Basta ver como se las ingenian para poner avisos aquí y allá, todo da lo mismo.
-¿Educación?
-Pongo y me pongo cero.
-¿Latinoamérica?
-Un fracaso.
-¿Europa?
-Un milagro. Millones de muertos y ahí están todos juntos, judíos, franceses, alemanes…
-¿Los Estados Unidos?
-El país más importante del mundo. Puede que no sean muy espirituales pero para eso también tienen el consumo. Si les falta, lo compran. Todo lo consumen.
-¿Derechos Humanos?
-Me gustan más los deberes humanos
-¿Un prócer?
-Juan Bautista Alberdi.
-¿Cromañón?
-Una postal de la Argentina.
-¿La oposición?
-No la veo. Escucho voces sueltas. Todo es el peronismo pero Perón murió y no se dieron cuenta.
Ricardo López Murphy?
-El se mira al espejo y sabe que tiene la imagen del hombre fuerte, del hombre que puede, del guerrero pero tiene que tener la sabiduría de Winston Churchill, si sabe esperar su momento, llega.
-¿Mauricio Macri?
-Si quiere hacer política tiene que dedicarse a la política, no puede estar ardiendo Cromañón y él esquiando en Aspen. Tiene que dejar de dirigir a Boca, un equipo que pierde y además no todo el país es de Boca. A la política hay que dedicarle todo el tiempo. Es un hombre joven con muchas cualidades, si hace política, el futuro puede ser suyo.
-¿Elisa Carrió?
-Uh! Es la mejor radióloga de la Argentina. Nadie la pinta mejor. Ahora, yo ni loco me haría atender por ella…
-¿Cree en el contrato moral?
-No. Para que haya un contrato moral tiene que haber dos morales y en la Argentina no hay ninguna.
-¿Los argentinos?
-De Gaulle tenía un cartel en su escritorio que decía ‘si no me trae la solución es parte del problema’. Los argentinos somos 36 millones de problemas.
-¿Carlos Menem?
-Hizo la mitad de lo que debía hacer… No comparto el modo sí el objetivo. No era un mafioso.
-¿Eduardo Duhalde?
-Dicen las malas lenguas que es corrupto. No lo sé.
-¿Raúl Alfonsín?
-El reflejo del argentino medio. Un misterio, no lo entiendo. Un día firma pactos con Menem y luego se abraza con Kirchner. Es un enigma.
-¿María Julia Alsogaray?
-Yo no sé si pecó o no. Tuvo su oportunidad de hacer cosas, le perdí el rumbo cuando terminó su gestión y no logré todavía que nadie me explicara por qué estuvo presa ella sola y no Bauzá, Alderete, Matilde Menéndez, por ejemplo. No entiendo… ¿Por ser mujer, por ser el exponente del liberalismo…?
-¿Martín Balza?
-Yo creí que era un idealista pero canjeó ideales por una embajada. Me confundí.
-¿Fuerzas Armadas?
-Qué triste, cuánto rencor están volcando en generaciones que no tienen nada que ver. Quieren que las nuevas generaciones carguen con culpas que no tienen y los llenan de rencor. Eso a la larga termina mal. Tanto rencor, tanto revanchismo termina mal.
-¿Roberto Bendini?
-¿Bandini? Un procesado que compraba regalitos para casamiento con fondos del Estado, con la plata de Doña Rosa. Un procesado que quiere procesar a todo el Ejército. Un capataz del presidente, nada más. Se tiene que ir. (Nota de editor: Lo fueron)
-¿Justicia? El silencio es interminable. Lo interrumpe solamente el ladrido de su perro, entonces, sonríe y me dice: “Hasta el perro se indigna. La Justicia no tiene siquiera ministerio tiene misterio. Hay un misterio de Justicia. Cuando era joven, una vez una chica me dijo: ‘Puede dejar de hacerme la corte’, se entiende, no?”
-¿Seguridad?
-¿Qué es eso?
-¿Los ’90?
-Cambiaron el país, tuvimos sueños, pudimos comprar un auto sin tener que pagarlo primero y esperarlo para que al final te cambiaran el precio, los jóvenes pudieron viajar, conocer el mundo, las parejas pudieron comprarse su casa, pudimos hablar por teléfono, estudiar, se terminó con la inflación. La inflación robó la juventud de muchos en la Argentina, a mí me robó años la inflación…
-¿Los ’70?
-Una época de caos, pasado, pasado…
-¿Una esperanza? -Racing.
-¿Dios? -Todo.
-¿Un deseo? -Ver otra Argentina.
Nos quedamos hablando. Algunas anécdotas muestran que a Bernardo no se la contó nadie, la vivió y –guste o no– sus palabras tienen el fragor de la experiencia. Se presta a las tomas fotográficas sin cuestionamientos. Neustadt estaba dispuesto al diálogo pese a que la noche anterior se había sometido a tres implantes de muelas: “El odontólogo es el único que me deja con la boca abierta”- bromeó.
Para terminar, se me ocurre sugerirle otro nombre:
-¿Bernardo Neustadt?
-Un exitoso fracasado.
No pude ocultar mi sorpresa: -¿Cuál es el fracaso de Bernardo Neustadt?
-No haber podido cambiar la mentalidad de la gente.
-Siempre fue un hombre exigente para con los demás y para consigo. ¿Lo dejaron solo?
-No, la gente me sigue, me apoya….
Su casa tiene un cartel que reza “Tiempo Mío” pero sé que en ella tengo las puertas abiertas. “Aquí vive un periodista” se lee en las rejas. Y me atrevo a decir que allí vive ‘El’ periodista.
Esta entrevista fue realizada un día gris, en un otoño característico, el calendario marcaba “05 de Julio de 2005” pero las fechas son siempre arbitrarias. ¿Acaso el pasado 7 de Junio de 2008, Bernardo se nos fue? No. Apenas si ha viajado, se ha “mudado de esperanza” como me decía él y está esperándonos.

Un sueño se cumplió: Racing sigue en primera división. Bernardo lo está festejando. Y no cabe duda que nos a ayudado a pensar, y sigue haciéndolo al dejarnos, sin mezquindad, tanta cosecha. No lo dejamos ni lo dejaremos solo. Tampoco él nos ha dejado. Y al olvido le ganó hace tanto…
Por mi parte, sólo resta agregar:
¡GRACIAS BERNARDO!

No hay comentarios: