viernes, 12 de junio de 2009

TILINGA LOS CHINOS NO TE QUIELEN MAS


pelea entre el gobierno y los autoservicios asiáticos
A Clistina, los chinos no la quelemos más
Los supermercados minoristas pasaron de aliados a enemigos de la Casa Rosada. El enojo oficial fue por el fracaso de la canasta de 120 productos con rebaja, publicitada antes de las elecciones. Las partes se echan culpas.
Alejandro Bercovich
12.06.2009 Despilfarro. Moreno gastó miles de pesos en publicitar una canasta inexistente.

El idilio entre el Gobierno y los dueños de autoservicios de origen asiático se terminó. Los “chinos” pasaron de ser los principales aliados, entre los comercios de consumo masivo, al campo enemigo por no haber ofrecido a sus clientes la canasta económica que promocionó Guillermo Moreno, con un 20% de rebaja en 120 productos. El objetivo oficial era convertir esos descuentos en un arma electoral, pero finalmente quedaron en un mero afiche publicitario. Por eso el secretario de Comercio bajó a los orientales de la “mesa de carnes” que reúne en su despacho a dueños de frigoríficos, supermercadistas y carniceros. Los chinos lo acusan de haber optado “por las grandes cadenas multinacionales” a la hora de intercambiar ofertas al público por beneficios para las empresas.

Con más de 5 mil locales en todo el país, la mitad concentrados en la Capital y el conurbano, los súper chinos se convirtieron en parte del paisaje urbano durante los 90. Tras la crisis de 2001, también se consolidaron como factor de poder. En la Capital hay uno cada nueve manzanas. Y en muchos barrios de clase media y populares –incluso en villas de emergencia– son la única opción de la población para abastecerse de bienes de primera necesidad.

La Cámara de Autoservicios Propiedad de Residentes Chinos (CASRECH) se sumó siempre a los acuerdos de precios que propuso la administración Kirchner, desde que Felisa Miceli los inauguró a fines de 2006. Pero ahora su jefe, Miguel Calvete, dispara munición gruesa contra el Gobierno por su “abandono” del sector.

“Estamos de acuerdo con la política económica, pero parece que a Moreno ahora le sirve más canalizar las ofertas a través de los híper y supermercados y no de las 130 mil bocas que tiene el canal tradicional, incluyendo a los almacenes de barrio y locales más chicos”, dijo Calvete a Crítica de la Argentina. Desde el mes pasado, su cámara dejó de estar invitada en las reuniones semanales donde se monitorea el precio de la carne y se negocian los descuentos que fomenta el Ejecutivo en otros rubros de la canasta básica.

–¿Usted sugiere que el Gobierno incentiva la concentración del comercio en manos de los grandes jugadores? –inquirió este diario.

–En este punto sí, se está concentrando la economía. Los comercios chicos y medianos son los que le dan de comer al 70% de la población. Pero es más fácil acordar con los ejecutivos de tres o cuatro multinacionales que con miles de comerciantes chicos –disparó Calvete.

El enojo oficial se debió al fracaso del acuerdo para vender la canasta económica de 120 productos antes de las elecciones. El paquete incluía lácteos, panificados, harinas, aceites y artículos de limpieza e higiene. La mayoría era de segundas marcas, pero también había otras ignotas, como el atún Okey, las conservas El Dique y Cónico, los pañales Kalindays y el papel higiénico Myhogar.

Tal como contó este diario un mes atrás, la canasta nunca se vendió completa porque los chinos no conseguían esos productos en sus proveedores habituales. El público tampoco conocía las marcas y por eso la demanda no apareció.

En la Casa Rosada bendijeron el pacto entre el secretario de Comercio y la cámara que agrupa a los comerciantes porque esperaban verla en las góndolas antes del 28 de junio. Moreno incluso gastó varios miles de pesos en publicitarla, mediante afiches en la vía pública y una importante campaña de avisos en los medios de comunicación.

La otra entidad que agrupa a los comerciantes chinos es la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y Países del Sudeste Asiático (Cedeapsa), que preside la abogada mendocina Yolanda Durán. Nacida hace poco más de un año y con menor cantidad de asociados, pocas veces se sumó a los acuerdos oficiales de precios.

Calvete igual no cierra las puertas a un eventual nuevo acercamiento. “Diálogo hay, pero siempre y cuando todos salgamos beneficiados. Los autoservicistas chinos somos comerciantes, como los almaceneros. Y si no nos cierra la ecuación costo-beneficio no vamos a vender un producto”, aclaró.

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