LOS GARABATOS....

LOS GARABATOS DE LA DESMESURA
REMEDIOS, ALLANAMIENTOS Y TERROR OFICIAL


Tres horas duró el allanamiento del Policlínico Bancario el viernes 11, ordenado por el juez federal Norberto Oyarbide en el marco de la mega investigación por la causa de la mafia de los medicamentos "truchos". Setenta policías federales tomaron parte del mismo, buscando documentación que avalara dicha requisitoria. Aunque trascendió que por orden de Paula Aballay, pareja del líder sindical de los bancarios Juan José Zanola mucha de la misma fue retirada días atrás, se pudo comprobar la existencia de varias historias clínicas truchas y muestras de medicamentos oncológicos y para el tratamiento del SIDA falsificados.
"El cerco se cierra sobre este hombre (Zanola), y no puede seguir haciéndose el desentendido" , declaró el magistrado interviniente en la causa y puntualizó que lo citará a declarar en la mayor brevedad posible. Además, dejó en claro que tomó esta decisión entre otras cuestiones por un escrito que le hizo llegar la viuda de Damián Ferrón, uno de los empresarios asesinados en la matanza de General Rodríguez hace un año, donde describe con profusión la relación entre su malogrado marido y el nombrado sindicalista. Cabe recordar que su camioneta fue hallada incendiada sugestivamente a 4 cuadras del nosocomio ubicado en el porteño barrio de Flores.
Pero esto es sólo una pequeña parte de una sorda contienda virulenta donde se juega, entre otras cuestiones, el futuro político de aliados importantes de los Kirchner, y de ellos mismos. La misma tiene una ofensiva sobre la controvertida Ley de medios K, y la otra como destino manifiesto los sindicalistas aún adictos a la pareja totalitaria que nos maltrata desde arriba.
Por eso, es preciso inferir que Zanola sólo es una punta de iceberg, el inicio de una serie de indagatorias que llevarán ante el juez federal de marras a otros como él implicados en la citada mafia, el lavado de dinero en la campaña de CKF y el mencionado triple crimen.


Muchas manos en un plato

Un mes atrás, para muchos avezados analistas estos acontecimientos distaban bastante de ser reales. Aunque los mismos parecían no estar en la órbita de ninguno de ellos, existía un par de vías de información que le llegaba a Oyarbide.
Por un lado, proveniente de la ex ministra de Salud, Graciela Ocaña, enfrascada en una guerra abierta contra los abusos provenientes de las obras sociales sindicales. Y por el otro, la conducción interna del Banco Nación, opuesta históricamente a la conducción zanolista. Pero ambos seguramente no imaginaron que luego se conformaría una ensalada donde confluirían además de Zanola, Héctor Capacciolli, Ferrón, Bina y Forza.
Demasiados nombres pesados en un plato fuerte del cual ciertos comensales seguramente no saldrán para nada indemnes.

Fernando Paolella
TRIBUNA