viernes, 10 de diciembre de 2010

EL DESMADRE


VOY A PROCURAR DECIRLE LO QUE CREO VA A PASAR, Y A CUYAS PUERTAS ESTAMOS.



Y si a lo que va a pasar de manera inminente tuviera que titularle, le llamaría DESMADRE TOTAL DE DIFÍCIL RETORNO. Pero todavía no se preocupe; me puedo y ruego equivocarme. Caso contrario, asistiremos a la gran tragedia Argentina de la que no se salvará nadie, o para mejor decir, solo los responsables de semejante desastre. Ocurre que no podemos hablar de casualidad sino de causalidad, producto de una gestión de gobierno criminal a la que no tuvimos los huevos de contener. El “no te metás”, el “yo argentino” y toda otra parafernalia similar, ha contribuido de manera determinante para que esto ocurra. ¡Sí; tiene razón, es como que lo doy por hecho!. Y le aseguro que jamás fui extravagantemente pesimista, ni optimista. Se trata simplemente de “hacer la lectura correcta” y por sobre todo, “caminar la calle”, incorporándole el ingrediente de “la observación”, para lo que soy mandado a hacer, producto de un largo ejercicio de vida.

Y tengo necesariamente que volver sobre un tema con el que le vengo rompiendo las pelotas, que de todas maneras solo le han servido para hacer posible el acto de la eyaculación, o servirán para rellenar algún que otro arbolito de Navidad.

Observe que el lento pero constante proceso inmigratorio que venimos padeciendo hace años, y le digo padeciendo en función de “lo que ingresa”, se ha convertido como por arte de magia en un vertiginoso proceso, direccionado hacia la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense. Y el proceso, que nada tiene que ver con el militar, se hace mucho más evidente en la Ciudad de la que Ud. y yo somos vecinos…porque la Ciudad “es más chica” y la evidencia, mayor. ¿Está claro verdad?. Y entonces pasa lo de Soldati; las Villas que ya están instaladas e incorporadas al paisaje deleznable, se encuentran “hacinadas” en población, y entonces, los encargados de la catástrofe, están dispuestos a “conquistar nuevos espacios”; ya no importa donde…ya no importa “de qué manera”. Forma parte de un plan perfectamente pergeñado, tendiente a incrementar “sustancialmente” el número de ciudadanos argentinos con derecho al voto, pero sin derecho a la “elección”. ¿Comprende?.

Y entonces, ¿qué se hace?. Simple. Se recurre a la naturalmente antipática presencia policial para supuestamente “impedir” que el nuevo asentamiento se concrete. ¡Y Ud. se la come!...perdone, se lo digo en la más pura acepción de la palabra. Y entonces, el muerto o la muerta, una más que lamentable pero previsible consecuencia, cuando se hace necesario utilizar “la fuerza” para llevar a cabo la tarea encomendada. Producido el luctuoso hecho, provenga de donde provenga, el personal policial que participó en cumplimiento de una orden judicial, sustentada por el Ejecutivo, es desplazado. ¿La idea?...buscar nuevos responsables y por sobre todo, desalentar el procedimiento. Algo parecido a lo que ocurre con los pilotos de la Fuerza Aérea, que masivamente abandonan su carrera, por no tener “aviones” sobre los que volar. ¿La tiene más clara ahora?. Bien.

Por otra parte, fíjese que de ésta manera, “se les dá de comer”, a quienes siempre han estado y están al acecho para “tomar la calle” y hacer de su vida y la mía, un verdadero “vía crucis”, que a la corta o a la larga terminará con su existencia, o lo que es peor, le convertirá en un “ente” o sujeto sin capacidad de razonamiento o posibilidad de reacción.

Y entonces, ¿qué es lo que va a pasar de manera inminente?. Ud. va a ser “tomado por asalto” en plena vía pública. Va a ser golpeado y despojado de lo poco o mucho que lleve consigo, por una horda o grupo de gente armada, que actuará libre e impunemente. Que hasta podrá llegar a provocarle la muerte, con una sustancial diferencia. Por su muerte no habrá manifestaciones masivas; en todo caso, lo harán sus seres más cercanos, en el ya repetido e inconducente “pedido de justicia”. Lo que no creo, es que alcancen las cámaras de los distintos canales de televisión, para registrar el episodio, que se habrá convertido en el “mero incidente” que Ud. bien pudo haber evitado “simplemente no asomando la nariz a la calle”. ¿Qué tuvo que llevar al nene al colegio?; ¿qué tuvo que hacer las compras de los elementos básicos con los que poder alimentarse?. ¡Y bué…debió medir las consecuencias!.

¡Acabo de enterarme que en la ciudad hay 18 villas y 26 asentamientos!. Ud. lo debe haber leído o escuchado; no pretendo darle la primicia. También sé que Ud. está indignado; que labura y laburó toda la vida para poder alquilar un dos ambientes en una de las denominadas “zona marginal”…porque además de las villas y los asentamientos, están las zonas marginales. En este momento, veo y escucho hablar a un ñato que dice “sentirse discriminado” - ¡y dale con la palabrita! -; por supuesto que hace referencia a “los compañeros” que no tienen un lugar donde vivir, y comprende su indignación…ocurre que él no tuvo “su suerte” porque jamás laburó, y no le queda otra alternativa que no sea “el cagarle la vida”. ¡Le cuento que el tipo se expresa bastante bien, o cuando menos sabe recitar perfectamente el libreto que está obligado a repetir.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com

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