sábado, 2 de abril de 2011
AL SOLDADO
AL SOLDADO DESCONOCIDO DE MALVINAS
Héroe desconocido de Malvinas,
mi pobre héroe, mi pequeño héroe:
No tenías edad para la vida
y la tuviste para la muerte.
Volviste por la puerta de servicio:
Los argentinos no quisimos verte.
Ahora sabes lo que no sabías:
no se agradece al militar que pierde,
(tampoco se agradece al sacerdote,
ni al cirujano, si el enfermo muere).
¿Qué nos pasa muchacho, qué nos pasa
que no queremos héroes?
Estudiamos (sin ganas) las hazañas
de San Martín, de Güemes,
pero ¿héroes ahora? ¿en este tiempo
de “rock and roll”, de “coke”, de “shopping center”?
¡Qué deuda que tenemos contraída
contigo, mi pequeño combatiente!
Deuda casi impagable de vergüenza,
de estudio y de trabajo diligentes,
de apasionado amor al terruño
que nos cayera en suerte.
Deuda de seriedad y transparencia,
deuda de hablar y de mirar ¡de frente!
¡Qué compromiso de limpiar el fondo
toda la chantería del ambiente!
Desde el olvido donde te pusimos,
míranos con piedad y ¡sé indulgente!
Nicolás Jorge Dragone
Fundación Cultura et Labor
Revista Disenso – Nº 8
Buenos Aires – Argentina
Junio de 1996
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