sábado, 2 de abril de 2011

BOLUDOS


¿LE CUENTO?; NO NOS TOMAN POR BULUDOS…”SEMO BULUDOS SEMO”.



Seguramente Ud. es la excepción, ¡ni me lo diga!. Le hablo del resto, que es bastante numeroso, con el valor agregado de los que se pasan pa´ este lado, excepción hecha de ese gran amigo bolivariano que tiene como vecino y con el que estableció una estrecha relación, al punto que la gente del “rioba” ya empezó a hablar lo que en otros tiempos se daba en llamar, boludeces. Ahora, y como todos nos hemos pasado al gremio de los boludos sin retorno, a la cosa se la dejó de ver como una boludez…es como que la mierda no tarda en echar raíces en nuestra idio- singracia frágil y permeable a todo lo que sea “más pior o huela a podrido”.

Y “semo boludo semo”, justamente porque no tenemos la capacidad de darnos cuenta que “a la corta”, la mierda nos va a tapar a todos, así alguno suponga que le va bien, habida cuenta del dinero que le llueve como agua del cielo, sin darse cuenta que ese dinero no tiene valor, y que en cuanto el boom de la soja se detenga, deberá “poner no menos de diez” para poder hacerse de un mísero dólar. Porque el campo como siempre, no obstante la Mesa de Enlace y el Gobierno, es el encargado de “sostenerlo todo” o hacer posible que ello ocurra. El dinero que hoy le sobra, y Ud que lo tiene lo sabe mejor que “naides”, salvo se trate de un empedernido miserable, carece de valor hasta en la República hermana de Bolivia. Nuestro peso en definitiva, carece de valor intrínseco e internacional, así lo internacional, se encuentre más que estrechamente ligado a lo nacional. Fíjese además, que en Buenos Aires Ciudad, un simple cafecito servido en pocillo chico, le sale en cualquiera comercio de segunda o tercera categoría, la módica suma de 9 mangos, algo así como 2 dólares con 25 ctvs de dólar, y ese mismo café, servido en un lugar de privilegio en el exterior, lo paga un dólar con treinta y cinco centavos de dólar. ¿Comprende?. Me dice que no comprende un jocara. Me encomiendo y le encomiendo entonces a San Cachanosky, para que se lo explique con lujo entendible de detalles, y esa matemática auxiliar que con tanta destreza maneja..

Pero esto no es lo más importante, cuando menos para quien le habla. Lo importante tiene que ver con un supositorio enorme que nos han metido a través del único lugar por donde se introduce un supositorio, con capacidad hasta de habernos dejado huérfanos de la más elemental condición de país. No existe país en el mundo que no reconozca a sus Instituciones….”no es posible un país sin Instituciones”, y estos se las han devorado , inyectándoles además, el veneno letal del odio y la venganza, y hasta la apestosa fragancia de la mierda que les es inherente…a ellos, obviamente.

Y “semo boludo semo”, porque permitimos que los sátrapas dirigentes sindicalistas, que viven como ladillas aferrados a la parte más velluda de los obreros desde donde se nutren con su sangre, se la sigan llevando con la pala de la voracidad y la insatisfacción; porque permitimos que “un tirano sicópata Bolivariano”, vuelva a instalarse en nuestro país, utilizándole como tribuna, para volver a exhalar por la boca, el impostado sonido de una voz con la que agrede “a quien o quienes se le canten “, encolumnando detrás de su patética figura “onda Khadafi”, a miles de idiotas por elección, y millones de boludos por omisión. Caso contrario, en lugar de invitarle, deberíamos haber adoptado la sabia decisión de sacarle del territorio a “patadas en el culo”.

Y “semo boludo semo”, porque al valor de la vida, ya prácticamente le asignamos un valor secundario, y la lectura de los ciudadanos inmolados por día, civiles o uniformados, la hacemos “a la corrida” y sin detenernos un instante, dando el más amplio y grande crédito a la “eficacia” del supositorio “que supimos consumir”.

Y “semo boludo semo”, por un montón de cosas más que Ud. tiene tan claras como yo, solo que posee una increíble resistencia instalada en la bolsa que contiene sus atrofiados testículos, única circunstancia capaz de hacer posible que se haya hasta desnaturalizado su original condición de hombre masculino, convirtiéndose en una suerte de zombi con “caja de una sola velocidad” y escasa posibilidad de maniobra. Dicho en otros términos, un simple “sorete que camina”.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com

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