viernes, 8 de abril de 2011

FANTASMAS


LA UCR ANTE LOS FANTASMAS DE MASACCESI 1995 Y MOREAU 2003

Alfonsín también en crisis: Binner planea un frente con Solanas

Por el Dr. Carlos Tórtora

La tormenta escalonada que sacude a la UCR produjo en menos de dos semanas dos bajas: la renuncia de Ernesto Sanz a participar en la interna adelantada, que finalmente no se hará, y la resignación de Julio Cobos de su candidatura presidencial. Esta última decisión formaría parte de un acuerdo reservado entre el vicepresidente y Sanz, que se beneficia al quedarse con la exclusividad del espacio de centro derecha. En cuanto al vicepresidente, es probable que pronto reciba un reconocimiento. Sanz estaría dispuesto a impulsar un acuerdo de unidad en el radicalismo mendocino para que los dos candidatos a gobernador actuales, Roberto Iglesias y Alfredo Cornejo, den un paso al costado en favor de Cobos.

Una primera lectura de los últimos indicaría que Ricardo Alfonsín seguiría contando con viento a favor luego de que la UCR lo proclamara como candidato a presidente, aunque se trate sólo un gesto simbólico, porque sólo la primaria del 14 de agosto tendrá valor legal.

La centro izquierda hace su vida

Sin embargo, en las últimas 48 horas, en distintos sectores del radicalismo se encendieron las luces de emergencia. La razón es que toman cuerpo las versiones sobre la formación de un frente de centro izquierda que vaciaría al Acuerdo Cívico y Social. El mismo estaría encabezado por una fórmula presidencial armada entre el socialismo y el PRO. Esto es, Hermes Binner para presidente y Claudio Lozano como vice. El acuerdo se reflejaría en la elección porteña con la fórmula Pino Solanas-Graciela Ocaña para jefe de gobierno y vice. Luis Juez sería el otro eje de la coalición, que adquiriría importancia estratégica si se convierte en gobernador de Córdoba venciendo al kirchnerismo y la UCR en la elección del 7 de agosto.

En el caso de Binner, su situación es incómoda en la interna abierta del 22 mayo para definir los candidatos que intervendrán en la elección provincial del 24 de julio. El candidato binnerista a gobernador, Antonio Bonfatti, estaría siendo superado por Rubén Giustiniani. Si éste se queda con la candidatura a gobernador, Binner quedaría seriamente deteriorado. Su paso al frente como presidenciable podría tal vez servirle para levantar sus acciones y, de paso, hacerle ganar a Bonfatti la interna abierta.

Los preparativos para el frente de centroizquierda amenazan con desbaratar el armado que sustenta las pretensiones de Alfonsín. Si queda en soledad, es decir, sin aliados, podría debilitarse seriamente. Francamente alarmado, un senador radical graficaba la situación así: “si nos quedamos solos, Ricardo puede terminar como Masaccesi en el ‘95, con el 17% de los votos”. Y remató: “pero esto no es lo peor, porque también podría convertirse en el Moreau del 2003, con el 2,34%”. Salir terceros -por ejemplo, detrás de Mauricio Macri- sería una verdadera pesadilla para los radicales, porque no sólo perderían el status de liderar la oposición sino que podrían ingresar en una larga crisis interna. De más está decir que al kirchnerismo no le desagrada del todo la idea del frente de centroizquierda, porque profundiza la fragmentación opositora. Pero estas sonrisas serían a medias, porque Binner y Solanas también le restarían votos a Cristina.

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