domingo, 17 de abril de 2011

JUSTICIA


¿Y LA JUSTICIA?

Por Malú Kikuchi


Definiciones de justicia hay muchas, interpretaciones, más. Pero todos tenemos en claro que la justicia es darle a cada quien, lo suyo. Es la concepción que cada época y civilización tiene del bien común, es un valor cultural y una necesidad imperiosa para poder convivir.

Para Platón todas las virtudes se basan en la justicia y la justicia se basa en la idea del bien común (un mundo armónico). Santo Tomás sigue la idea de Platón y la refuerza con las virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

La justicia legal pertenece al ámbito del poder judicial de la nación, eso es lo que nos explica la Constitución Nacional que divide al gobierno en tres poderes igualmente necesarios, que deben controlarse entre si. A partir de la sección III, del artículo 108 de nuestra CN, se establecen los alcances, naturaleza y duración del poder judicial.

Todo lo anterior pertenece a un mundo ideal, del que la Argentina está cada día más alejada.

Como para muestra basta un botón, ahí van tres botones, que nos deben avergonzar.

Botón I. Hechos. El domingo 15/11/1992, en La Plata, provincia de Buenos Aires, el odontólogo Ricardo Barreda asesinó a su mujer, a su hija menor, a su suegra y a su hija mayor. Lo hizo usando una escopeta que le había traído de regalo su suegra desde Europa.

Hechos. Después de recoger los cartuchos, desordenar la casa para simular un robo, se subió al auto, arrojó la escopeta y los cartuchos en un canal, fue al cementerio a “visitar a sus padres” y luego se encontró con su amante, Hilda Bono, en un hotel alojamiento. Más tarde comió pizza, dejó a la novia, y volvió a su casa. Llamó una ambulancia y a la policía.

Hechos. Fue condenado en juicio oral y público, ante la mayor audiencia de la historia penal argentina, a reclusión perpetua (30 años), por triple homicidio calificado y un homicidio simple. Hace 2 años fue “premiado” con arresto domiciliario, a cumplir en casa de su novia actual, “la Pochi” y por esas cosas de nuestro poder judicial, que el 2 por uno, que la sentencia no estuvo firme hasta tal año y otros vericuetos que no tienen nada que ver con la justicia, desde el 29/3/11, Barreda está libre.

Hechos, Cumplió menos de 20 años, de los cuales sólo 18 en la cárcel. Asesinó a su familia, incluyendo 2 hijas. No sólo nunca se arrepintió sino que confesó, “lo volvería a hacer”. Barreda está libre, se supone que todo de acuerdo con la ley. Esto no tiene nada que ver con la justicia.

Botón II. Hechos. Francisco Álvarez, 59 años, paraguayo, pastor evangelista, en el 2000, entre abril y agosto, abusó reiteradamente de 2 menores de 14 y 16 años, en la iglesia de “Jesús es el camino” en Barrio Parque San Martín, Merlo, provincia de Buenos Aires.

Hechos. El Tribunal Oral Nº 4 de Morón, condenó a Álvarez a 18 años de prisión. El Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires, le reduce la pena a la mitad, sólo 9 años, aduciendo….

Hechos. “Las menores (abusadas ¡en una iglesia, y por un pastor!), vivían en comunidades en las que el nivel social acepta tener relaciones a muy baja edad y además ya habían tenido relaciones con otros hombres”.

Lo que traducido al argentino básico y cotidiano, quiere decir que si las chicas son pobres, se las puede abusar; y si ya han tenido relaciones previas, también se las puede abusar. Permiso del poder judicial para abusar menores pobres y también, ya que estamos, para violar prostitutas. Esto no tiene nada que ver con la justicia.

Botón III. Hechos. Se reservan fechas y nombres para salvaguardar la identidad de los menores. Fernando G, 40 años, ingeniero (dato muy importante), de buena presencia (dato también muy importante), separado, con domicilio en City Bell, provincia de Buenos Aires, es periódicamente visitado por sus dos hijos de 5 y 6 años.

Hechos. Se comprueba que el ingeniero de buena presencia abusa de sus hijos en las visitas que estos le hacen a su domicilio. Juzgado por el Tribunal Oral II de La Plata, es sentenciado en 2010, a 14 años de prisión.

Hechos. Familiares, amigos, compañeros de trabajo y vecinos, juntan 714 firmas asegurando que Fernando G. es una buena persona. La Cámara Penal Platense, sala III (Alejandra Villordo, Laura Lassage), deciden que: “Es ingeniero (¿?) y buen vecino, persona querida y apreciada en el ámbito social en que se desenvuelve”, “que causó buena impresión”, por lo tanto “le conceden arresto domiciliario con salidas laborales”. Esto no tiene nada que ver con la justicia.

Está tan alejado de la justicia como del sentido común. Pareciera que desde el poder judicial, en los 3 casos de la provincia de Buenos Aires, alguna super estructura fuera del código penal, le diera permiso a los asesinos para asesinar familiares, a los abusadores para abusar (adolescentes pobres) y a los ingeniero para violar a sus hijitos, porque son ingenieros y tienen buena presencia.

No sólo no es justicia, es decididamente discriminatorio en los dos últimos casos. En uno, por ser pobres se las puede vejar, en el otro por ser de una clase media educada, se puede violar a los hijos. En el caso Barreda, pareciera que asesinar a su familia no es razón suficiente para purgar una condena de por vida.

¿Qué le pasa al poder judicial bonaerense? ¿El seudo garantismo ha llegado tan lejos como para obviar al código penal? ¿O simplemente el poder judicial ha sido vaciado del concepto de justicia?

En octubre votamos. El poder judicial forma parte del gobierno. Al votar, piense. Estará eligiendo personas que a su vez van a elegir a los jueces de los que va a depender nuestro sistema de justicia.

Hoy hay poder judicial, lo que no hay es JUSTICIA. De Usted depende.

“Señora de los ojos vendados
Que estás en los tribunales [..]
Quítate la venda y mira
Cuanta mentira.
Señora de los ojos vendados [..]
Actualiza la balanza
Y arremete con la espada,
Que sin tus buenos oficios,
No somos nada”.

Oración a la Justicia, María Elena Walsh.

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