LOS DELINCUENTES CONTENTOS

Por Guillermo Cherashny

No nos equivocamos al señalar que Nilda Garré, puesta en su actual cargo por el periodista militante Horacio Verbitsky, tiene una idea muy particular sobre seguridad. Por contrario sensu, ella cree que la inseguridad es obra de la Policía Federal. Además, como le toca ser el ariete del oficialismo en la confrontación entre el gobierno nacional y la jefatura de gobierno, su segundo objetivo sería “tirarle un muerto a Macri”.

Así llegamos a que anteayer, en una charla conjunta, Verbitsky y Garré le dieron duro a la Federal, sosteniendo que cuando se habla de que una comisaría “recauda bien” es que esta dependencia actúa como una mafia que le “vende” protección a los comerciantes. También sostuvo la ministro que se producen luchas por determinados negocios entre varias tribus de la institución.

Los delincuentes víctimas

Si bien es cierto que sectores de la policía pactan con delincuentes, ésta es la excepción y no la regla. En realidad, la mayor parte de los delitos los cometen las grandes bandas y miles de delincuentes autónomos que, por lo visto, no figuran entre las preocupaciones de Garré.

Verbitsky, fiel al credo progresista, sostiene que la delincuencia tiene su origen en la pobreza, para lo cual hay que terminar con ésta para que se reduzca el delito. Se trata de un verdadero disparate, porque son numerosos los países pobres que cuentan con bajas estadísticas delictivas. Pero el absurdo mayor fue el anuncio de que al día siguiente la Policía Federal dejaría de custodiar los hospitales porteños, entre otros edificios públicos. Es una verdadera invitación al robo o para llevar delincuentes baleados sin que la policía se dé cuenta.

Cabe recordar que cuando Macri fundó la Policía Metropolitana, Aníbal Fernández y la Policía Federal le hicieron una guerra sin cuartel al designado jefe de policía, comisario Jorge “Fino” Palacios, que se desarrolló durante varios meses. Apenas superada esta crisis, Aníbal Fernández perdió el control de la seguridad, llegó Garré y le pasó el trapo a buena parte de la oficialidad de la Federal. Los delincuentes, contentos.