lunes, 4 de abril de 2011

A MI SABLE


¡¡ NO HAY QUE SACARLO SIN RAZÓN,NI GUARDARLO SIN HONOR !!

“A MI SABLE”

(Del Cnel. (R) Ernesto Day Linares)

Los dos aquí, a la Querencia,

fuimos a dar, compañero,

querido sable, ladero,

de mi vida militar,

que te puse a descansar

colgadito en el armero.

Te recibí de las manos

de mi tata...el Coronel,

y recuerdo el día aquel,

como si fuera el presente,

que tenía, de subteniente,

de ilusiones...un tropel;

Y se nos fueron cumpliendo,

más cuenta yo me voy dando

que fue justo el día cuando,

tornarte tu acero en alma

para hacerme un “hombre de armas”

y juntos vivir andando

Alcanzamos a vivir

plenamente sin soslayo

esa carga... ¡como rayo ¡

que hasta el aire estremecía

de aquella Caballería,

todavía de a caballo.

Y cambiamos muchos fletes

en nuestra hermosa aventura,

¡ Vida linda ! ...vida dura,

que yo feliz encaraba

sabiendo que siempre estabas,

colgando de mi montura.

Pero el progreso impiadoso

la puerta, de una patada,

nos golpeó una madrugada,

con la noticia que hería:

nuestra arma se llamaría

¡ Caballería Blindada !

Y se llevó nuestros fletes

por esa simple razón

que, por más explicación,

no aceptamos de momento,

y entraron al Regimiento...

¡ los motores en acción !

Ya no se oían relinchos,

¡ Fue brava la adaptación !

Pero sí...........a la tradición

no la dejamos de lado,

así es que al frío blindado

...¡ le dimos un corazón !

Del suelo patrio anduvimos,

casi todos los confines,

muchas personas afines

y amigos fuimos dejando,

cada vez que iban llegando

de los destinos, los fines.

Maniobras del litoral,

operativos del norte,

estuvimos en los montes,

la pampa, la cordillera

y en la etapa granadera

¡ también fuiste mi soporte !

¡ Cuántos soldados formamos !

Aún guardamos la emoción,

de recibir un montón

de jóvenes que llegaban

y que en defensa se armaban,

según la Constitución.

Más llegaron nubarrones,

sobre nuestra sociedad

y llegó la atrocidad,

retorcida como cimba:

¡ salvarse de la “colimba” !

pasó a ser la prioridad.

Lograrlo no conocía

ni límites ni fronteras

un año a la Patria era,

un tiempo que se perdía;

por eso sólo la hacía,

quien “palanca” no tuviera.

Así la desprestigiaron,

hasta llevarla al abismo

Allí ganó el pragmatismo

que, con ceguera de potro,

decía: ¡ que lo hagan otros !

¡ no hay tiempo pa’l patriotismo !

¡ Que vayan allí los pobres

y que aprendan a leer !

¡ No se puede obedecer

a aquel de menor cultura !

Barrer, levantar basura

¡ sólo eso haz de aprender !

“Si hay guerra, que no va a haber,

que se hagan otros matar,

yo soy bueno pa’estudiar...

soy más útil trabajando...

y no voy a estar lustrando,

las botas de un militar”

Pero ¿ el peor de los males ?;

¡ llegó el individualismo !

“¡ Aquí me importo yo mismo !

¿ eso de Patria ¡ es un vicio !

...la vocación de servicio...

¡ igual que el nacionalismo !

Y si aún resultaba poco,

en esas mentalidades,

Surgieron ¡ barbaridades !

En políticos, gente, prensa:

“¡ la cuestión de la Defensa !

...es sólo de militares”

Burgués justificativo,

tan lejano a lo viril

como cercano a lo vil,

expresando algo como esto:

“ Si lo hago...........¡ qué dirá el resto!

¡ pensarán que soy un gil !”

“Pero si zafo..........¡ qué orgullo !

¡ Cómo me voy a jactar !

¡ Cómo lo habré de gastar !

al que lo metan adentro,

y he de salir a su encuentro

para poderlo gozar !”

¡ Qué locura de suicidas !

¡ Barbaridad !....si uno observa.

¿ Corolario de esa jerga ?

Su supresión se destaca,

¿ si hay guerra ?... nos harán "acá"...

pues no tenemos reserva.

¡ Cuánto nos tocó vivir,

mi viejo sable gastado !

Tuvimos entremezclado

ese sabor del cuartel,

con la vivencia ¡ tan cruel !

de aquellos “golpes de estado”

Desde épocas remotas

que se tomó por costumbre,

sacarle al arma el herrumbre

volteándolo al que gobierna

para sentir esa...¡ eterna

ovación de muchedumbres

Siempre existió un general

con tremenda sed de bronce ,

que escuchaba aquellas voces

de políticos contrarios,

que aparecían a diario

por los cuarteles, entonces.

Le calentaban el mate

y le hacían el tamal

de la “reserva moral”

que conservaba el país

y después...como perdiz...

¡ rajaban pa’l matorral !

y ahí quedábamos...¡ solitos !

y aquél que nos requería,

después nos aborrecía

pues quedaba bien, con eso.

¡ Si hasta una vez fuimos presos,

por Azul y Olavarría !

Nuestra harta generación

¡ menos mal que se cansó !

Y allí nomás decidió:

no hacer más revoluciones...

¡ que aguanten sus cagadones

y aprenda quién los votó !

Pero allá por los setenta,

se vino otro desafío.

¡ Vos te acordás, sable mío,

y sabes que no es mentira ! ,

porque...........la gente se olvida,

después de pasado el lío.

Aparecieron los zurdos,

dentro y fuera e’ los partidos.

¡ Quién puta los habrá parido,

pero, con saña que asombra,

empezaron con las bombas

sin preguntar quién ha sido !

Nos mataron camaradas,

padres, hijos y mujeres.

Sembraron de padeceres

a muchos hogares criollos

¡ los carnearon como a pollos,

protegidos por las leyes !

¿ Nosotros ¡ fuimos maneados !

sólo podíamos mirar,

pero prohibido era actuar

con el “joven idealista”

que se había hecho comunista

a “modo de protestar”.

Sobrevino mucha muerte.

A algunos los agarramos,

pero después los soltamos,

ante el hecho inusitado,

de que algunos diputados

dijeron que...”¡ eran hermanos ¡”

Y volvieron a la carga,

mas cambiando de horizonte,

se metieron en el monte

jugando a las escondidas.

Y allí, montones de vidas

conocieron su recorte.

Hasta que...¡ al fin llegó el día ! ,

acordate ...en carnaval,

en que el gobierno, al bagual,

le desató la presilla

y allí supo la guerrilla

que...¡ le llegaba el final !

Y fue el monte tucumano,

testigo de la eficiencia,

con que al “Plan Independencia”

lo supimos aplicar

para hacerlos ¡ recagar !

sin dudas y sin clemencia.

Derrotados en el campo,

en la ciudad se escondieron

y se autoprotegieron

en las células urbanas

metidos bajo las camas

¡ a escabullirse, aprendieron !

Más los fuimos a buscar,

para su aniquilamiento ;

así, como de momento,

se lo llama al que fumiga

¡ pa’que no queden hormigas,

ni tampoco su excremento !

¡Cuantas noches de vigilia,

en mi memoria yo veo

esperando...el tiroteo...

la trampa...o el atentado...

¡ Cómo ya se han olvidado,

de ese terror al voleo !

Ya desde entonces comienza,

la campaña en contra nuestra.

al político le cuesta,

que el tiempo le haya pasado

sin morder algún bocado

mirando desde la puerta.

La mentira que esgrimieron

disfrazada de “mesura”

fue la más grande basura

traidora, infiel y hasta artera:

hicieron que apareciera

¡ de dementes la aventura !

Yo no robé, ni violé,

ni me apropié de chiquitos.

No torturé; ¡ ni un poquito !

yo solamente...¡ pelié !

y el pellejo me jugué,

contra el zurdaje maldito.

Como ocurre en toda guerra,

que sin duda ésta lo fue,

junto con vos lamenté,

tanta muerte de inocentes;

de ambos lados...¡ mucha gente !

que nada tenía que ver.

Comprendo a los familiares

de todo el que murió en vano,

y les extiendo mi mano,

¡ a los dos lados ! ...mi abrazo,

no, como hacen los payasos,

de los derechos humanos

Ya han pasado veinte años

y continúa la comparsa,

con esta tremenda farsa

de hacernos aparecer,

“origen de un padecer”

que ya es historia y distancia.

No me arrepiento de nada,

de lo que tuve que hacer,

ni lloro como mujer,

que quiere cobrar venganza

y ni el agravio me alcanza

de aquél que quiere...¡ joder !

Combatimos y vencimos,

en lucha que no empezamos,

solamente reaccionamos

con fuerza y con convicción,

ante la artera agresión

de esos perros inhumanos.

Y que quede bien en claro,

aunque repita en exceso:

¡ Yo no defendí al Proceso,

ni corrí al opositor !

luché en contra...¡ con honor !

del terrorismo perverso.

Fue parte de nuestra historia

que, como tal, es constante.

Y no dudo ¡ ni un instante !

que, sólo ver para atrás,

nos detiene más ...y más...

¡ hay que mirar pa’delante !

Un montón de apelativos

recibimos asombrados

de intelectuales “clonados”

que nos dicen: homicida,

torturador, genocida...

¡ Que sabrán sobre un soldado !

¡ Qué gusto da recordar !

lo que hicimos, sosteniendo

a los que estaban sufriendo

temblores, inundaciones

avalanchas, aislaciones,

cuando iba apareciendo...

Para el resto, eso no importa,

más vale echarlo al olvido,

debe seguir, sin respiro,

¡ darle duro al militar ! ,

si hasta debo soportar

que me mochen mi retiro.

Esta etapa de recuerdos

nos sirva pa’meditar

que ¡ no nos vio claudicar !

esa leyenda que tienes:

“¡ Sean eternos los laureles !”

de este bendito solar.

Seguiremos así, juntos,

y a recordarte yo vuelvo;

comentario que no huelgo

ya la tengas ¡ bien clarita !

¿ la Patria nos necesita ?

ahí nomás...¡ yo te descuelgo !

Habremos de separarnos

y en este juicio, no yerro:

mi viejo amigo de fierro,

que estará en mi vigilia

y te irás con mi familia...

...cuando termine mi entierro.

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