miércoles, 6 de abril de 2011

TEMPORADA ALTA


Buenos Aires de temporada alta
Por JUAN SALINAS BOHIL

Mientras Barak Obama acaba de lanzar su precandidatura a Presidente para las elecciones de noviembre de 2012, esperando recaudar unos 1.000 millones de dólares para gastos de campaña -unos 250 más que lo obtenido en 2008- seis meses antes de la elección aquí se desconoce si Cristina Fernández se presentará para el tercer período de gobierno "nacional y popular". No es esa la única diferencia con los países del Norte de América. A Michael Bublé, un famoso cantante canadiense que vino a casarse a Buenos Aires con una actriz argentina, le robaron la mujer; mejor dicho, le robaron a la mujer, le robaron en la casa mientras la pareja estaba en plena fiesta de casamiento. Hubo que ver la cara del canadiense por televisión en la puerta de la vivienda violada al lado de la que había pasado a ser horas antes, su esposa. No entendía nada. ¡Welcome to Argentina, Michael! Con seguridad no estaba informado que tiempo atrás, en este mismo ombligo del mundo bolivariano le habían hecho la cartera a la hija de Bush, y que Obama todavía espera sentado que le devuelvan una valija que, en vivo y en directo para todo el mundo, le limpiaron en Ezeiza bajo la atenta mirada del canciller argentino.

Aprovechando las bondades del paquete turístico también llegó Hugo Chávez para recibir un premio militante en la facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata. El acto contó con la presencia de los embajadores de Irán, Cuba y Bolivia; lo más digerible de la izquierda argentina (Hebe, Estela y Milagros) y del líder del grupo paragubernamental Quebracho, al que por fin las autoridades decidieron sacar del gris oscuro de sus actividades y lo blanquearon con cal frente a tan granado auditorio. Como es su costumbre, Chávez habló, habló y habló, se inmiscuyó una vez más en asuntos internos de Argentina al apoyar la reelección de Cristina Fernández y, al igual que la Presidente, condenó el bombardeo aliado a las tropas de Khadafi, colocando una vez más impúdicamente sobre el tapete las relaciones carnales que mantienen desde hace años la Casa Rosada y Venezuela.

Pero el tour ofreció muchas atracciones. Se cumplieron 20 años de la Convertibilidad y Domingo Cavallo reapareció una vez más para autoelogiarse, echarle lodo a sus continuadores y dar una sarta de consejos de lo que, según él y solo él, habría que hacer en materia económica. También Martín Lousteau, el ex ministro de la 125 y el tren bala, presentó un libro, mientras Martín Redrado, el ex del Banco Central, buscó las luces de los estudios televisivos para presentarse políticamente en sociedad y nada se sabe por el momento de otro ex económico, Roberto Lavagna. Con tantos desocupados a la espera de una nueva oportunidad es que políticamente incorrectos como acostumbramos, pero feroces defensores del modelo bolivariano que ayudaron con su esfuerzo a construir, nos preguntamos: ¿qué haremos si vuelven?

Hubo también otro paro de los trabajadores de subterráneos pero esta vez fue más ameno que en otras ocasiones, porque mientras cientos de miles de pasajeros quedaban sin ese esencial medio de transporte, los muchachones de los dos gremios dueños del servicio competían en eso de ver "quién escupe más lejos" y a prudente distancia unos de otros, se amenazaban, insultaban y gesticulaban al mejor estilo barrabrava que es, en definitiva, lo que deberían ser. Decimos "deberían ser" porque entendemos que un buen final para la parodia que están construyendo desde hace años es que de una vez por todas desagoten tantas ansias reprimidas y problemas existenciales sin resolver y se agarren de una vez por todas a las trompadas y patadas en un lugar público que podría ser un estadio de fútbol (no descontamos que pueda haber alguno que otro arañazo) y donde los espectadores, al precio de un billete de subte, puedan presenciar el espectáculo que sería transmitido por la Cadena Oficial de la Felicidad en horario de protección al menor. El ganador se llevaría todo lo recaudado y la presidencia de la empresa con lo que, inferimos, se terminarían los conflictos.

El tour por Buenos Aires tuvo también otros atractivos como el anuncio que hizo el líder de la CGT con un mes de anticipación acerca de la realización de un acto el 29 de abril para festejar el 1º de mayo, cambio lógico si se entiende que el Día del Trabajo cae en domingo. Fue precisamente Arturo Jauretche, uno de los pilares del movimiento "nacional y popular" quien escribió que para espanto y desconcierto de los marxistas, la clase obrera argentina no se avenía a cantar" La Internacional" sino "Los muchachos peronistas", marchando en mangas de camisa en lugar de usar el tradicional mameluco color azul obrero. Con nuestras grandes limitaciones en la comprensión del campo popular, porque como hemos dicho en alguna oportunidad al mejor estilo Jorge Telerman, somos algo afrancesados, pensamos que ningún obrero que se precie va a abandonar un domingo un buen asado en compañía de su familia y amigos para concurrir a una manifestación.

Y como a la confusión general es bueno confundirla un poco más, Nilda Garré, quien oficia de ministro de Seguridad, cambió a 47 jefes de comisarías de las 53 existentes pertenecientes a la Policía Federal, y ordenó dejar sin custodia cientos de lugares públicos comunales que hasta el momento prestaba esa fuerza, medida que fue dejada sin efecto a las 24 horas. Asimismo, desde la explanada de la Biblioteca Nacional, sede principal de los "intelectuales" oficialistas agrupados en una entidad de empleados estatales llamada "Carta Abierta", lanzó un "Plan de Participación comunitaria", que no se sabe bien qué cosa es pero al aclarar que va a firmar convenios con instituciones educativas para "capacitar a la gente" en materia de seguridad a través de acuerdos con la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo y la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, se disipa la niebla y se entiende que es otro ensayo marxista en su estrategia sin tiempo hacia la obtención total del poder. Resulta obvio que la guerrillera de los 70 no se encuentra en la actualidad al frente de la Policía Federal ni estuvo hasta hace poco al mando de las Fuerzas Armadas por casualidad; y que Argentina se encuentra junto a Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador por causalidad. Así le gusta a la Presidente fundamentar sus explicaciones.

Sin embargo, tanto el show de Moyano como el medido desvarío de Garré podrían interpretarse como un intento de inyectarle a la opinión pública una sobredosis de mayor bullicio para que olvide el exhorto de la justicia suiza que involucraría al camionero en operaciones de lavado de dinero y el bloqueo a "Clarín" por parte de activistas gremiales que fueron filmados exigiendo más de dos millones de dólares para terminar con sus actividades gansteriles. Es mucho dinero. Sean buenos y explíquenle a Bublé cómo funciona aquí la cosa. Pero que no se divorcie. La chica no tiene la culpa.

No hay comentarios: