INTERROGANTE

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¡Se la tiro porque es de “actualidá”!. Boquita le gana a Ríver, jugando pésimamente mal. Según las encuestadoras, el oficialismo gana las elecciones en primera vuelta, gobernando maliciosamente mal.

Sin embargo, existen diferencias sustanciales. Lo de Boquita, se ha convertido en una sana costumbre. Lo de las encuestadoras, nos muestra inmersos en la más perversa de las costumbres.

Le aclaro que “al fulbo” no le doy un gramo de pelota, y un resultado deportivo, mal puede modificar para bien o para mal mi estado de ánimo. Esto no quita el que prefiera que Boquita le gane a Ríver, en cambio del viceversa, ¿comprende?.

Años ha, sin embargo, festejaba este tipo de episodios. Ergo: el resto de las noticias no calaban tan profundamente en mi espíritu. Para entonces, mi Argentina se debatía entre los países emergentes; la vida tenía un valor imposible de dimensionar; las reuniones entre amigos eran frecuentes; no existía el estigma constante de la degradación de los valores, esos que nuestros viejos se encargaron de inculcarnos a través del ejemplo o de la oportuna pateadura en el culo.

Mi Argentina se encuentra en el mismo lugar; continúa recibiendo la bendición de las cuatro estaciones, alérgicos al margen; conserva lugares paradisíacos; cobija gente valiosísima, íntegra, leal, y por sobre todo, digna.

Como es posible que una manga de sátrapas hijos de puta, se hayan apoderado de nuestras voluntades, de nuestros días, de nuestros sueños, sería la pregunta.

El probable que la respuesta, debamos empezar a buscarla en la interpretación que hace posible que el resultado de un Boca-Ríver, ocupe por días las primeras planas de periódicos, estaciones radiales y televisivas, con la participación hasta de sociólogos y los nunca ausentes “especialistas en…”, relegando a un segundo y hasta tercer plano, la muerte violenta de un semejante inocente.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com