lunes, 16 de mayo de 2011

SCIOLI VUELA


ELECCIONES 2011
Cristina le devuelve alas a Scioli, ¿qué hará Massa?

Cristina irá por su reelección que incluye la de Daniel Scioli en el territorio bonaerense, según el autor. Y ha comenzado una cuenta regresiva que obliga a Sergio Massa a algunas definiciones.

por CLAUDIO M. CHIARUTTINI

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata, Radio El Mundo). Mientras Cristina Fernández se victimiza (fue insólita la explicación de la suspensión del viaje a Paraguay), en José C. Paz, dejó en claro que ella buscará la reelección sólo si se saca de encima el lastre que implica Hugo Moyano y que no aceptará condiciones ni presiones en la elaboración de las listas. Esto implica buscar un nuevo gobierno con el peronismo como socio minoritario y con los gremios ausentes de las listas y prescindibles en el armado electoral.

El choque era sólo cuestión de tiempo.

La Casa Rosada resolvió acelerarlo ante

> el estancamiento en las encuestas,

> la creciente polarización con Ricardo Alfonsín que se observa por el oportuno reacomodamiento de la oposición y

> la necesidad de ganar votos en la clase media para asegurarse, según creen, el triunfo en primera vuelta.

Nada ha cambiado en el armado electoral del gobierno en los últimos 6 meses. La Presidente de la Nación dice que no se muere por permanecer otros 4 años en el cargo, pero está dando todos los pasos para no perder el poder que tiene y conseguir todo el poder que busca.

El matrimonio Kirchner tiene en su ADN el juego político.

Cristina Fernández nunca pensó en irse a El Calafate a esperar nietos. Desde la muerte de su esposo está llevando a cabo la tarea que el santacruceño no pudo ejecutar: reemplazar al peronismo por un cristinismo que tendrá

> los valores del montonerismo,

> la praxis de un patrón de estancia,

> la adicción al poder y

> la cercanía de los negocios.

Si Cristina Fernández no se presenta quedará como una traidora de sus seguidores.

Por eso, entre derrumbar a Hugo Moyano, vaciar al peronismo y tener que soportar la crítica perpetua de sus militantes, no hay duda acerca de la elección que realizará la Presidente de la Nación: seguir en el cargo.

Tres son las causas posibles por las que Cristina Fernández no se presentaría a la reelección:

> enfrentar a todo el peronismo unido (rama política y gremial, juntas),

> que las encuestas adelanten un peligro de derrota o

> un problema de salud.

Por ahora, ninguna de las tres condiciones parece configurarse, pero se alienta los rumores de una salud endeble como salida de emergencia.

La detención de Gerónimo Momo Venegas fue el inicio del cerco a Hugo Moyano. Desde entonces, el secretario General de la Confederación General del Trabajo intentó instalarse como socio 50/50 en la negociación electoral. En el fondo, sus ambiciones de poder aceleraron la pelea.

Ignorante de la maniobra, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, trató de culpar a sectores no vinculados con Hugo Moyano y varios medios oficialistas implicaron a los empresarios en las amenazas presidenciales.

Tarde ellos entendieron que Cristina Fernández marcó la cancha y delimitó con quiénes quiere y con quiénes no quiere gobernar 4 años más. Que se entienda: su exhibición de debilidad fue una demostración de fuerza.

> Bajar el Proyecto Recalde que quiere distribuir ganancias empresariales entre los trabajadores,

> no anunciar un plan de 17.000 viviendas para gremios amigos de Hugo Moyano (previsto para marzo),

> frenar los giros del APE (Administración de Programas Especiales, que financia tratamientos de enfermedades costosa a las obras sociales),

> eliminar el proyecto político personal del camionero y sometiéndolo a Daniel Scioli en Buenos Aires

son parte de un proceso para vaciarlo de poder.

Así, tal como la oposición alentó la imagen del “Ogro Moyano” para exhibir lo peor de las alianzas y prácticas del gobierno, la Casa Rosada levanta ahora el mismo símbolo para mostrar que el 2do. mandato de Cristina Fernández será diferente si se lo saca de encima.

¿Quién no recuerda que en 2007 Cristina Fernández dijo que sería totalmente distinta a Néstor Kirchner en el poder?

¿Quién no recuerda qué ella dijo que respetaría a las instituciones, echaría a Guillermo Lassie Moreno, dialogaría con la oposición, que ella no gobernaría a través de DNU?

Ahora hace exactamente lo mismo: con la cabeza de Hugo Moyano promete un 2do. mandato totalmente diferente de lo visto hasta ahora.

Hugo Moyano es un sindicalista poderoso. Este año, la cosecha movilizará fletes por US$ 6.220 millones, el grueso, será facturado por vehículos donde el camionero posa su poder.

Por eso Cristina Fernández tuvo que alentar una cumbre entre gremios barrionuevistas, duhaldistas, los Gordos y algunos aliados del propio secretario general de la CGT para preparar un movimiento sindical en su contra.

¿Entenderán el sindicalista y el gobernador de Buenos Aires que, obedeciendo las órdenes de la Casa Rosada, están sentenciando a muerte al peronismo tal como lo conocemos?

El intendente de Tigre, Sergio Massa, se ha convertido en una pieza dentro de la lucha del poder que se juega en el Partido Justicialista.

Hugo Moyano lo alienta para que se presente a gobernador para enfrentar a Daniel Scioli, quien busca desarmar el grupo de líderes municipales que apoyan a Massa (esta semana juraron fidelidad a Scioli, Pablo Bruera, de La Plata, y Luis Acuña, de Hurlinghan). ¿Se dejará usar el joven político cuando ni los sindicalistas ni la Casa Rosada lo consideran seriamente para administrar Buenos Aires?

Cristina Fernández amenaza con no presentarse a un nuevo mandato dado que el oficialismo perdería a su mejor y, hasta ahora, única candidata y cuenta con el temor de miles de legisladores, concejales, intendentes, gobernadores, artistas, periodistas, sindicalistas, empresarios y funcionarios que podrían perder sus suculentos ingresos o negocios para obligar a aceptar las condiciones presidenciales al vetusto partido justicialista y a los eternos gremialistas peronistas.

Así como en el pasado Néstor Kirchner destrozó al duhaldismo y creó el kirchnerismo a fuerza de billetera; hoy, su heredera, agita el peligro de perder esa misma billetera para consolidar su modelo político sin el peronismo y sin los sindicalistas, con los que nunca simpatizó.

Cristina Fernández ya tiene en claro que el armado político de Hugo Moyano a nivel municipal y provincial es endeble. Fracasó en Salta, lleva 3 candidatos que no miden en Neuquén y no logra controlar al Consejo Nacional del Partido Justicialista ni al Consejo Provincial.

Aislarlo dentro de la CGT es la mejor forma de reducir su peligrosidad. Sin embargo, todavía tiene bajo su control los camiones. Mientras los maneje, seguirá siendo un peligro, por eso la necesidad de avanzar con algunas causas judiciales. Con eso, se lo paralizará, esperan en la Casa Rosada.

Pero quién crea que Cristina Fernández no busca otro mandato debería recordar que

> su gente intentó seducir a Carlos Reutemann para lo acompañe en la fórmula presidencial,

> insiste en elegir al candidato del oficialismo para enfrentar a Mauricio Macri,

> alienta el armado de Martín Sabbatella en la capital federal y Buenos Aires,

> siguió de cerca la elección en San Juan (aunque no quiso mostrarse junto a José Luis Gioja ni antes ni después del triunfo) y

> se reunió con el candidato kirchnerista en Chubut para asegurar el éxito en la votación complementaria.

Incluso, se habría negociado con la comunidad qom de Formosa una alianza para enfrentar al gobernador Gildo Insfrán, que es repudiado por el cristinismo talibán.
También el gobierno opera con y sobre los medios para llevar agua para su molino.

Por ejemplo, toda la semana trataron de romper las relaciones entre Hermes Binner y Ricardo Alfonsín y alentaron las protestas del radicalismo bonaerense por las conversaciones con Francisco de Narváez asegurando que había una encuesta que demostraba que el empresario no aportaba nada al hijo de Raúl Alfonsín en la elección.

Pero el viernes 13/05, el gobierno se sorprendió ante el guiño de Hermes Binner al acuerdo en Buenos Aires, nuevas encuestas y negociaciones del candidato radical con Graciela Ocaña para que esté presente en su lista de diputados, dejando sin compañera de fórmula a Fernando Pino Solanas, lo que aumenta la peligrosidad electoral de Ricardo Alfonsín.

Como todo camino es bueno para sumar votos, Cristina Fernández ha retomado la vieja práctica kirchnerista de usar los problemas externos para polarizar en la política interna. Sólo así se entiende el enfrentamiento comercial con Brasil luego de haber solucionado, en parte, el problema con China para la venta de aceite de soja.

El argumento principal del gobierno es que la industria brasileña hace perder a la Argentina US$ 7.000 millones, reclamando un equilibrio en la balanza comercial imposible de lograr.

Por más que la Casa Rosada firme planes de desarrollo con sectores amigos (automotrices, autopartes, calzados, juguetes y laboratorios, entre otros), la competitividad argentina depende, cada vez más, de un tipo de cambio que está absolutamente atrasado, tal como reconoció, a regañadientes, José Ignacio de Mendiguren.

El gobierno puede negarse a defender a Techint de la competencia china (otro problema externo usado a nivel interno), pero la Casa Rosada se tuvo que rendir a mostrar los primeros datos económicos a un organismo internacional en 5 años, aunque se trate de los bancos y no del sector público, lo que confirma que, en otro mandato de Cristina Fernández, el crédito externo será clave para financiar el esfuerzo de mantener el poder.

Cristina Fernández está dando los pasos exactos que tenía planeados para asegurarse 4 años más de poder, sin condicionamientos y sin deberle nada a nadie.

Pero antes, su gobierno debería explicar

> quién quemó 5 trenes hace 3 semanas,

> quién perforó un tanque del Tango 01 (como publicó Ámbito Financiero y nadie del gobierno dijo nada) y

> porqué la Presidente de la Nación dice que tiene problemas de salud, como antes los tenía su marido.

Quizás, en el fondo, todo sea marketing electoral. La historia política argentina demuestra que victimizarse, siempre es negocio.

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