lunes, 6 de abril de 2020

¿MÁS PANDEMIA o SANIDAD MUNDIAL?

¿MÁS PANDEMIA o SANIDAD MUNDIAL? Amigos: Irónicamente, todos los integrantes del G 7 son quienes enfrentan los efectos más devastadores de este bicho. ¿Porqué?, quizás debido a que, las epidemias, en esos países siempre estuvieron asociadas a desnutrición, ausencia de higiene, hambre y demás déficits culturales y además regionales de lugares a conveniente y prudente distancia, vgr, Asia, Oriente Medio, Latino américa y África. O sea, por lo general, distantes de los grandes centros europeos y va de suyo, norteamericanos. En los que la globalización, pero muy por encima de ello, el incremento del poder adquisitivo al chino medio, le otorgó desde hace unos veinte años cuánto menos, viajar por fuera de su área. Por ello, no es casual que, la estampida de contagio se presente e incluso con cierto sesgo de furia en Europa y aquí en EE UU con equivalente dramatismo. Algunas voces acá en mi barrio, dejan deslizar la hipótesis que, el Pato Donald, sabedor de los estragos que, con inaudita velocidad se aproximaban, nada hizo para su temprana prevención. Quienes tales deducciones atisban, lo atribuyen a una estrategia electoral que, infiriendo su casi imposibilidad reeleccionista, este irresponsable, previa consulta a infectólogos, ya devenidos en mercenarios, le pronosticaron una extensión mínima de todo un año calendario, antes de poder siquiera controlar vacunatoriamente las consecuencias de esta tragedia global. Y con dicha data, hace casi un mes atrás, ninguna medida compatible con alguna suerte de barrera sanitaria ordenó, muy a sabiendas de cuánto dolor y congoja habría de acarrear su necesidad de hegemonía personal. De tal temperamento y sin las implicancias electoralistas, se adhirieron todos los demás. En otras palabras, Trump, al modo de ver de bastantes y prominentes habitantes de esta vecindad, son de la idea que él, es el directo responsable por la irradiación del virus. Al menos en este hemisferio occidental. En realidad no lo podemos afirmar con la suficiente certeza, pero no menos cierto es que, en su primera aparición ante los Medios, cierta mofa gestual se desprendía de su rostro, cuando le restó trascendencia a la posibilidad ni remota que este flagelo, tocase suelo norteamericano. Mientras su propio Secretario de Salud, sentado casi a su lado se agarraba la cabeza, sin poder dar crédito a lo que escuchaba. Ahora, ha trascendido que, sus mayores denuedos, no son combatir los inevitables contagios, sino disfrazar la cantidad de decesos. Que, incluyendo a la mayoría de los sin papeles/indocumentados sólo en New York, ya superan los setenta mil cadáveres insepultos. Y dicen que, algo más dantesco acontece en Los Ángeles y gran parte de South California, en donde residen doce millones de inmigrantes hispanos ilegales. Que, no están censados y menos contabilizados. Y se calcula que excedieron ya las cien mil muertos. Pero claro, al carecer de identificación y merced al mutismo y temor reverencial de parientes y amigos, los bulldozers los acumulan en fosas comunes en lo profundo y más apartado del desierto del Mojave. Le resta mucho territorio yermo y árido aún para proseguir. Imagínense, casi por completo Arizona y Nuevo México, como para sepultar a millones más. Establecer una fecha aproximada para que, se produzca una reacción en cadena terráquea, entendemos que, inoportuno todavía lo es. Pero no se encuentra lejano, el tiempo en que, la Población Mundial Genérica, advierta hasta dónde se la está conduciendo como una piara de cerdos al matadero. Inferimos que, este orate e inquilino de la White House, antes o después, deberá sentarse en el banquillo, para ejercitar su defensa y justificar su no adhesión al Protocolo de Kyoto. Ni haber implementado, al menos, el comienzo del cese del envilecimiento del oxígeno que, sus amigos industriales vejan diariamente. Toda vez que, como decenas y cientos de miles de opinantes somos de la idea que, la historia recordará siempre que alguien quede para narrarla que, éste será un cambio de Era. Como en su momento lo fueron, primero la caída de Roma y diez siglo después, la Constantinopolitana. Nos falta saber casi todo. Quien o quienes gobernarán el Planeta cuando Sabe DIOS esto concluya. Ni cuales serán los términos de intercambio monetario. En fin, bajo que, nuevas reglas habremos de regirnos. Sin embargo, asumiendo lo prematuro de cuánto sigue, debemos aprestarnos para metabolizar que, todo lo que conocemos, incluso las normas sociales, pues, serán otras. ¿Peores?, no lo creemos. ¿Mejores?, es probable. Ya que, todo indica que, las deidades crematísticas irán evaporándose y más velozmente de lo que, las mayoría imaginan. Los grandes magnates, acaso sigan ocupando los titulares de los Medios, pero no para destacarse por sus abigarrados y hasta obscenos enriquecimientos, sino para apresurarse en demostrarse entre ellos cuán magnánimos son con sus espurias fortunas. Los Sheiks del Golfo Arábigo, ya anticipamos hace mucho, mutarán sus abominables palacios por tiendas & camellos. Que, con el derrumbe cotizatorio del crudo, será bastante antes de lo que tiempo atrás supusimos. Es curioso siempre, y jamás he podido ponerme a salvo de mi asombro, sobre las jugarretas que, el Destino nos tiene previstas a todos los Mortales. Inimaginable nos hubiera parecido hace no mucho tiempo atrás, suponer que, ni los predicamentos de Marx y Engels, ni la expansión sanguinaria soviética con sus blindados y sumergibles Polaris, se impondrían. Muy en el fondo, por ese espíritu gregario del Hombre respecto a no compartir su riqueza. Circunstancia ésta, ínsita, en la superficie o lo profundo de nosotros mismos; todos. Y ahora, vemos que, todo será diferente, sin estar en aptitud que, será esto o aquéllo lo que, se tornará desuetudo. Un día, allá lejos y hace tiempo, diría que, unos cincuenta años atrás, cuando visité por vez primera, la ciudad de mis antepasados maternos -Flossenbürg-, conocí a un sujeto muy especial. Era veterano del Regimiento de Paracaidistas de la Luftwaffe que, desalojó a los Cuerpos Coloniales Británicos de Creta en 1940. Me relató un montón de sus recuerdos de esos días, inclusivos de sus quince años de cautiverio en la URSS, cuando cayó prisionero en las puertas de Volvogrado y que, no he de reproducir ahora. Pero sí, la respuesta que me brindó a una pregunta muy concreta que le formulé: ¿Como es la guerra?. Me tomó bastante fuerte de uno de mis hombros y sin soltarse me dijo a secas... Exactamente igual a la Paz, pero mucho más intensa. "El Samaritano y Piadoso lo es más y el malvado también se potencia en igual o superior intensidad". Les traje a colación esta tan añeja y recóndita viñeta personal, porque comienzo a palpitar que, en los meses y años por venir, veremos precisamente eso. Esto es que, la Bondad se resaltará y la avaricia y todo tipo de podredumbres mundanas lo harán en proporcione casi simétricas. Sin embargo, confío que, la Gorgona de la corrupción y sus múltiples y mitológicas cabezas, confío que, aunque lentamente en un principio, finalmente se extinguirán. Junto a los Paraísos Fiscales que, amonedan tanto dinero, tan malhabido como ensangrentado y clandestino, por sus orígenes en el mercadeo de estupefacientes, coimas, tratas de personas y ventas de armamentos. Esos que, cobijan el atesoramiento a tantos granujas, clérigos y bribones Presidentes y Ex de nuestro pestilente Tercer Mundo. Un principio de sana crítica me impulsa a creer eso. ¿O será una mera ingenuidad de nuestra parte?. Quien sabe. Empero, como premio consuelo, al menos ya algo hemos ganado. La gente será más limpia y cuidará más su aseo personal y domiciliario. El universo hospitalario tendrá de cualquier modo un rango de mayor privilegio y espero que, la promiscuidad sexual reciba la necesaria atenuación. Sin perjuicio de todo lo hasta aquí apuntado, las dudas nos sobrecogen, esas que, rodean a la ambivalencia y dualidad con la interrogancia de si lo que se avecina será... ¿MÁS PANDEMIA o SANIDAD MUNDIAL?. Cordialmente Carlos Belgrano.-

No hay comentarios: