viernes, 30 de octubre de 2020

GRABOIS, ARTIGAS, LA CÁMPORA Y LA LEY


 

CARTAS MARCADAS.


 

por Enrique Guillermo Avogadro

 

“Por todas las ofensas que me has hecho,

a cambio del dolor que me quedó”.

   Antonio Aguilar

 

Con una misiva ridícula pero muy sonora, Cristina Fernández intentó inútilmente despegarse de los innumerables fracasos que ha cosechado, en todos los campos, el más doliente viudo de su marido. Es, precisamente, aquél a quien ella, con un pase de magia que muchos calificaron en su momento como genial, designó por Twitter como Presidente, mientras se reservaba todo el poder. Esa tan despreciable como habitual actitud de la PresidenteVice fue ratificada con su conspicua ausencia –y la de su hijo- en el acto de entronización de la estatua de Néstor Kirchner en el vestíbulo del centro cultural que lleva, impropiamente por cierto, su nombre.

 

El real afectado, acusado de tener un gabinete que no funciona, no tuvo más remedio que apechugar el desaire y tergiversarlo de imaginario apoyo. Aunque muchos de los ministros han sido puestos allí por la Vice, lo real es que son una caterva de torpes e inoperantes, comenzando por el propio Martín Guzmán quien, para intentar frenar el incendio devastador que la cuarentena infinita está provocando en los ya secos pastizales de la economía, sumado a la falta de confianza en la moneda nacional, no se le ha ocurrido mejor idea que emitir bonos en pesos, pero atados al dólar oficial (cuya corrección es necesariamente inminente), que pagarán 15% de interés anual cuando en el mundo la tasa se parece a 0%.

 

Tanto se ha escrito sobre el tema de la carta marcada de esta tahúr que no amerita dedicarle mucho más espacio, salvo para referirse al curioso pedido -¿otra orden?- a Alberto Fernández para que convoque a un gran acuerdo nacional a todas las fuerzas empresariales, sindicales, sociales y, llamativamente, los medios concentrados. Con cualquier otra firma, la esquela hubiera debido ser aplaudida sin dudar, pero quien ahora pide tal concertación es la misma persona que tanto ha profundizado la grieta que divide a la sociedad argentina, y que tanto ha perseguido al capital y a la libertad de prensa. ¿Estará buscando que, a cambio, se le ofrezca la impunidad que sus sicarios no consiguen obtener en tribunales?

 

Sin cejar en su batalla contra la Justicia y en su objetivo último de modificar la composición de la Corte Suprema, los soldaditos de Cristina continúan avanzando contra el Procurador General interino, Eduardo Casal, en el Congreso y en la Comisión Bicameral del Ministerio Fiscal. Hasta ahora, el kirchnerismo dice pretender que se designe al actual Juez federal, Daniel Rafecas, para ocupar el cargo; pero muchos sospechamos que, en realidad, están reeditando el proceso que, después del público rechazo a la candidatura del impresentable Daniel Reposo, Cristina Fernández logró su verdadero objetivo: designar a la militante Alejandra “Giles” Carbó con amplio consenso de la oposición.

 

Quien dice creer que así sería es Elisa Lilita Carrió, que se desmarcó de Juntos por el Cambio y propuso apoyar la candidatura del cuestionado Juez, a quien ella misma denunciara ante el Consejo de la Magistratura por haber desestimado, in limine, la denuncia del asesinado Fiscal Alberto Nisman contra la actual dueña de la Argentina por el pacto con Irán; como tantas otras veces, salió a demoler una construcción política a cuya construcción tanto contribuyó, pero ahora parece haber caído en el delirio.

 

Mientras la Corte Suprema continúa discutiendo interminablemente el fallo que deberá decidir la suerte de los tres jueces desplazados por el Senado a pedido de Cristina Fernández, la Justicia finalmente se puso las botas en dos casos peligrosos; por supuesto, me refiero a los desalojos ordenados en las tomas de Guernica y Santa Elena, en Entre Ríos. En ambas, tanto como en las invasiones de los “maputruches” (¡gracias, Jorge Lanata!) en la región de los lagos del sur, quedó al desnudo el auspicio oficial y la participación de altos funcionarios nacionales en los ilícitos; sin embargo, los magistrados asumieron el rol que la Constitución les impone y actuaron con coraje cívico, una virtud que parece faltar en algunos de los supremos.

 

El otro frente de combate es la Cámara Nacional Electoral, para integrar la cual el oficialismo está cerca de designar al Juez federal Daniel Bejas; este magistrado es un lacayo de Juan Luis Manzur, el Gobernador de Tucumán, pero además fue el eterno abogado de José Alperovich, el actual Senador, de licencia por las denuncias de abuso sexual contra su sobrina. Para elegir a Bejas, quien dice ser el Presidente de la Nación lo privilegió sobre Alejandra Lazzaro quien, además de haber obtenido un mejor puntaje en el concurso, hubiera debido ser escogida por ser mujer para respetar la paridad de género que tanto proclama y promueve Alberto Fernández. Una vez más, los principios enunciados ceden ante las necesidades del oficialismo probando que el Presidente es un groucho-marxista de la primera hora.

 

El domingo 8 de noviembre volveremos a salir a la calle para reclamar por la libertad y la República, por el respeto a la Constitución, la división de poderes, el respeto a la propiedad privada y la garantía de la seguridad ciudadana, y a exigir un justo castigo para la escandalosa corrupción de la asociación ilícita que organizara Néstor Kirchner y que encabeza Cristina Fernández, rodeada de hijos, testaferros y cómplices de toda índole incluyendo, sin duda, a los más connotados empresarios del país. 

 

Bs.As., 31 Oct 20

Enrique Guillermo Avogadro
Abogado

viernes, 23 de octubre de 2020

ARGENTINA . Q.E.P.D


 

ARGENTINA . Q.E.P.D.

por Enrique Guillermo Avogadro


“Miserables aquellos que vacilan cuando la

tiranía se ceba en las entrañas de la Patria”.

Esteban Echeverría


La Nación, si es que alguna vez existió como tal y superó la etapa de mero consorcio, ha muerto. Y los autores de ese asesinato histórico somos todos, en alguna medida, porque hemos votado, y seguimos haciéndolo, a incapaces o a ladrones. Hace 75 años que la Argentina despoja a sus habitantes, cuyos ingresos no han parado de caer en ese prolongado lapso, cualquiera fuera el signo político en cada década. Hemos defraudado a propios y extraños, esos que, en 1919, nos imaginaban rivales de los Estados Unidos como país líder y lo hacían constar en las enciclopedias. En 2020, nos hemos quedado sin moneda y sin Estado, si recordamos que éste no sólo ha abdicado de sus más esenciales obligaciones –monopolio de la violencia, justicia, seguridad, educación, salud, relaciones exteriores, defensa nacional- sino que ha sido poblado por sátrapas que medran en sus canonjías.


Tal vez tengan razón quienes sostienen que es harto difícil que nos encaminemos a un régimen tiránico y genocida como el que padece Venezuela de la mano de Nicolás Maduro; las razones son varias: distinta composición social, una economía en la cual el Estado puede controlar su única riqueza (el petróleo), el respaldo de los militares narcotraficantes y contrabandistas al poder, el control de la oposición, etc.. Pero el siglo XX dejó en nuestra memoria, grabadas a fuego, otros hechos que, quizás, resulten más aplicables a nuestra actualidad.


En 1973, por ejemplo, las organizaciones terroristas que acompañaron a Héctor Cámpora a la Casa Rosada ocuparon centenares de oficinas públicas y empresas privadas; ¿se parecen a las ocupaciones de las municipalidades de Junín y Olavarría de esta semana? Las violentas tomas de terrenos en La Plata, Guernica, Santa Elena y Villa Mascardi (Río Negro), toleradas por jueces cobardes, con el claro patrocinio de funcionarios nacionales y que nos están poniendo al borde de un enfrentamiento armado, ¿tampoco nos recuerdan a aquella época? Y sabemos bien cómo terminó. Ceferino Reato, cerró su más reciente libro, “Los 70”, con una frase: “Ese pasado no debiera ser nuestro futuro”; sin embargo, así es.


Las cifras oficiales de contagios y fallecidos por millón de habitantes, que nos han colocado en el podio mundial, prueban el rotundo fracaso de la política adoptada por el Gobierno para combatir la pandemia; y esos números, de por sí trágicos, han sido puestos en duda en los círculos académicos internacionales, que han excluido a nuestro país de las estadísticas serias. Lo grave es la verdadera demolición que la interminable cuarentena ha producido –y lo seguirá haciendo- en la economía nacional, que ha llevado a la sociedad a soportar un 50% de pobreza, al cierre y fuga de empresas y a la masiva desocupación; a ello se suman otros padecimientos generalizados, como la inseguridad cotidiana, la pérdida de contacto de los chicos con la escuela, la emigración de sus hijos, etc.


La PresidenteVice permanece muda, pero impone su propia agenda política a través de sus secuaces. A ella se debe la vergonzosa conducta diplomática que, mientras se abstiene ante la condena internacional por la catástrofe de los derechos humanos en Venezuela con la burda excusa de la no intervención en los asuntos internos de ese país, favorece descaradamente a Evo Morales y a su MAS y ataca a quienes ocupan legalmente el poder en Bolivia. Con ello pretende recrear una América del Sur en la cual, como confesó abiertamente quien dice ser el Presidente, extraña a Rafael Correa, a Luiz Lula da Silva, a Dilma Rousseff, a “Pepe” Mujica y a Hugo Chávez, o sea, a los integrantes del Foro de San Pablo.


A la vez, continúa su inmunda ofensiva contra la Justicia y la Procuración General, a los que pretende colonizar con sus sicarios, como Alejo Ramos Padilla, para obtener tanto la impunidad para sus cuantiosos delitos cuanto la venganza contra quienes osaron procesarla y juzgarla, como Carlos Stornelli. Ya consiguió anular la Oficina Anticorrupción, ocupada por Félix Crous, que dejó el rol de querellante en los procesos en que ella y sus cómplices están justamente acusados, y pretende desplazar al jefe de los fiscales, Eduardo Casal, tal como ya logró –con el timorato silencio de la Corte Suprema- con los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli.


Pero, claro, nada es gratuito y el Poder Ejecutivo está pagando el precio. A esas conductas obedece la profunda y terminal crisis en que está sumido el país, que carece de moneda propia y de reservas líquidas, y que no recibirá un solo dólar en inversión directa hasta que todo salte por el aire. Hoy las apuestas en los mercados internacionales se refieren hasta cuándo soportará la economía antes de producir una fortísima devaluación del peso y caer en la hiperinflación; y en los mentideros políticos se discuten las distintas alternativas ante la acefalía presidencial.


Si Alberto Fernández, incapaz de gobernar y carente de reemplazo para sus torpes ministros, decidiera renunciar, ¿asumiría Cristina Fernández el cargo efectivo? Si esa hipótesis se diera, no aparecerían soluciones mágicas para los innumerables problemas y, por el contrario, éstos se agudizarían enormemente debido al visceral rechazo que su figura concita en la sociedad –su apreciación no supera el 30%- y en el mundo entero, con las obvias excepciones de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Rusia e Irán. Además, ¿estarán dispuestos los gobernadores, intendentes y hasta el aceitoso Sergio Massa a tolerar que La Cámpora se haga con todo el poder?


Es difícil que renuncie a su proyecto dinástico, que necesita que su hijo Máximo Kirchner sea elegido Presidente en 2023; pero, más allá de lo difícil que resulta imaginar un tiempo tan lejano en un país tan destruido, hoy aparece como altamente improbable que se concrete, no sólo por la escasísima valoración general que acredita su heredero, sino porque el vendaval salvaje que se avecina también se lo llevará puesto.


Bs.As., 24 Oct 20




Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
Tel. (+5411) ò (011) 4807 4401

LA ARGENTINA DESMEMBRADA



 

LA ARGENTINA DESMEMBRADA

Malú Kikuchi  (24/10/2020)

Un país, para ser considerado como tal en la comunidad de naciones, necesita imprescindiblemente contar con un territorio y con una moneda. La Argentina 2020 no  controla su territorio y carece de moneda. En estas condiciones, ¿puede el gobierno sostener que la Argentina es un país?

No, no puede. Y al no poder no se sabe si el terror a lo que vendrá lo tiene paralizado o si la embestida agresiva de la vicepresidente contra el poder judicial, el único poder que le queda por domesticar, no le permite pensar algo, aunque sea mínimo, para evitar la caída de la Argentina al abismo.

Desmembrar es “separar los elementos que conforman un todo (un país), o perder progresivamente la unión entre ellos (de un país)”. El gobierno del FdT, si no lo propicia y pareciera que lo hace, de hecho lo está permitiendo. Dos casos emblemáticos lo prueban, el Sur y Formosa.

Hace unos días, la banda de terroristas que se declaran mapuches, cortaron la ruta nacional 40, cuando la toma del Foyel (a 73 km de Bariloche), la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras fue a verificar que se cumpliera la ley y un mapuche le gritó “Usted no es autoridad mía”.

Mapuches revolucionarios llegados desde el sur chileno no reconocen que parte de la Patagonia es territorio argentino. Lo es desde que el General Julio A. Roca en 1879, cumpliendo con la ley Nº 947 (4/10/1878) del congreso nacional, conquistó el Desierto para la Argentina.

Desde entonces le pertenece al país, se respeta la Constitución Nacional de 1853 con sus reformas y se veneran sus símbolos patrios. Y todos los nacidos en su territorio son argentinos, van a escuelas argentinas, gratis para ellos y se vacunan y curan en hospitales argentinos, gratis para ellos.

La camioneta de Carreras fue apedreada por los terroristas, eso es menos grave que desconocer la autoridad argentina. El gobierno nacional no ha dicho una palabra al respecto. El Presidente habla casi todos los días para decir…que la culpa de todo la tiene Macri y el covid-19; de esto, nada.

El FdT ¿está dispuesto en nombre del Foro de San Pablo y del Grupo de Puebla (Alberto F es el presidente de este último) a ceder a los terroristas mapuches 1.768.000 km2 , que fueron los que Roca conquistó para engrandecer la Argentina? Si piensan hacerlo, que lo digan. Ahora.

Hace menos días, ante el escándalo de los varados formoseños que no pueden entrar a su provincia, por orden de su eterno gobernador (1995 hasta hoy) Gildo Insfran, cuando la CN permite el libre tránsito entre provincias, contestó que, “Formosa no es Argentina”. Alberto F. mudo.

Formosa dejó de ser territorio nacional por ley Nº 14.408 presidencia de J.D. Perón y fue provincia el 15/6/1955. Pero Formosa forma parte del territorio argentino dese 1884, por decisión del Gral. J.A. Roca, botín de la guerra de la Triple Alianza (1865/1870), guerra en la que él combatió.

Roca perdió en esa guerra a su padre y a dos de sus hermanos, y así como le incorporó al país la Patagonia lo hizo con el Chaco y Formosa. Esta última provincia, que sí es argentina, cuenta con 72.066 km2, y se supone que el gobierno nacional no querrá cederla a ningún otro país. ¿O sí?

Alberto F., su jefe de gabinete, su ministro del interior, ni su vice, nadie dice nada. Si pretenden que la Argentina vuelva a tener el tamaño previo a Roca, que saquen cuentas. El territorio continental tiene 2.780.400 km2, si le restan los km2 que le sumó el Gral. Roca quedarían  solo 940.344 km2.

¿Están dispuestos los argentinos de “bien”, y si se habla de Patria todos son de “bien”, a desmembrar su territorio en pos de alguna loca ideología de reivindicaciones indigenistas, comunitarias o religiosas? Si detrás del desastre económico y la cuareterna, se esconde este horrible plan, hay que hacerle saber al gobierno que se equivocó de país. La Argentina no debe, no puede ser desmembrada. Está prohibido.

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sábado, 17 de octubre de 2020

VIRTUALISMO : ÚNICA VERDAD ???


 




Panorama político nacional de los últimos siete días

¿La única verdad 

es la virtualidad?

Para algunos observadores, los actos (reales y virtuales) con los que el peronismo celebró ayer un nuevo  aniversario de su jornada de irrupción histórica pertenecen a la misma categoría que los banderazos que vienen sucediéndose en los últimos meses. Sin embargo, las diferencias entre ambos fenómenos no residen sólo en el número de participantes o en que los festejos del 17 de octubre tuvieron el aliento del gobierno y sus aliados, sino principalmente en que estos fueron la reivindicación de una identidad política (por más diversidad de colores  que se pueda encontrar en ella), mientras que el rasgo dominante en los banderazos, el  que atraviesa su abigarrada composición es, más allá de que cuenten con el respaldo de políticos opositores, su disgusto con la política; principalmente con el peronismo, por cierto, pero con éste como quintaesencia de la política, en general.         

Cara y ceca del cualunquismo

Los banderazos son una expresión activa del creciente malestar de sectores que sienten que sus ahorros se evaporan, que su futuro se oscurece  y no perciben autoridad ni rumbo confiables. Son primordialmente manifestaciones de rechazo que tampoco visualizan ni descubren alternativas que seduzcan. 

El hecho de que buena parte de los involucrados en esas  movilizaciones opositoras pertenezca a la vasta esfera sociológica que llamamos clases medias ha inducido a algunos sectores de la oposición política a ensayar un relato y una, digamos, épica de la clase media que, en pos de atraer a estos indignados, incurre en un seguidismo de su impronta antipolítica,algo  que deriva  en un especie de qualunquismo recocinado. Inmediatamente después de la Segunda Guerra, un humorista animó en Italia un partido demagógico que llamó “de l’uommo qualunque”  (del hombre común)y que, antes de disolverse, tuvo su cuarto de hora de popularidad escarneciendo a los políticos y  agitando la consigna "Abasso Tutti!" ("¡Abajo todos!") medio siglo antes del “Que se vayan todos” criollo de principios del siglo XXI.

En las fuerzas orgánicas de la oposición hay dirigentes que se niegan a coquetear con ese cualunquismo y ni participan en los banderazos ni los estimulan. Es el caso de las corrientes moderadas del Pro -encarnadas por supuesto por Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, pero también por Rogelio Frigerio, Diego Santilli, Cristian Ritondo o Emilio Monzó, por citar a los más conspicuos-; y en la misma actitud se anota una figura de Juntos por el Cambio que no elude precisamente la confrontación, como Elisa Carrió. 

Los moderados saben que todavía faltan meses hasta que las urnas ofrezcan una vía constructiva para que la oposición pueda crecer como alternativa y temen que las rebeldías a destiempo degeneren en situaciones caóticas.

Así, contra lo que piensan con imaginación conspirativa algunas corrientes del oficialismo, los banderazos no son emanaciones orgánicas de la oposición política. 

En lo que coinciden con los actos del 17 de octubre  es en que el peronismo también experimenta un malestar originado en la ausencia de autoridad.

Ayer, como parte de las conmemoraciones peronistas, Alberto Fernández viajó a la isla de Martín García para recordar el período en el que Juan Perón fue marginado allí por sus propios camaradas,  para ser finalmente rescatado y proyectado definitivamente al estrellato por la movilización popular  del 17 de octubre de 1945.

Justamente la mayoría de la dirección sindical y de los gobernadores quisieron organizar el acto virtual de ayer en la CGT como prólogo de un ofrecimiento a Fernández de   la conducción del peronismo, un recurso destinado a rescatar su autoridad, que ha ido perdiendo peso e influencia en los últimos meses. 

A diferencia de los banderazos, la movilización del peronismo trató de fortalecer la política y el poder. Claro que el fortalecimiento no depende de ceremonias, sino de decisiones y acciones. El Presidente, en su discurso de ayer -fue único orador en el Salón Vallese de la CGT- recordó la historia del peronismo y anunció que ahora él empezará una nueva etapa. 

Las maduras y las duras

Si bien se mira, Fernández había empezado a emprender un giro en esa dirección antes del sábado 17. El gobierno reafirmó diez días atrás en la ONU su   respaldo al informe sobre derechos humanos en Venezuela elaborado por la chilena Michelle Bachelet. Lo hizo a pesar de que el tema reviste alta sensibilidad para los sectores más recalcitrantes e ideológicos de su coalición, como lo demostraron los cuestionamientos y recriminaciones de la ex embajadora Alicia Castro, del relator Víctor Hugo Morales o de los periodistas Roberto Navarro y Oscar Giardenelli. 

Lo cierto es que la postura sostenida por el gobierno no fue objetada ni por la señora de Kirchner ni por voces autorizadas del Instituto Patria.

La entrevista que  un domingo atrás el presidente Fernández concedió al portal El Cohete a la Luna, que conduce Horacio Verbitsky, es otra circunstancia significativa. La cordialidad de Verbitsky con el Presidente en una entrevista concretada inmediatamente después de que el gobierno votara en la ONU como votó, denota que un referente ideológico indiscutible de la izquierda kirchnerista, como él, puede comprender que el gobierno tiene hoy prioridades que obligan a admitirle concesiones. 

A buen entendedor, pocas palabras: se viene la negociación con el FMI (su misión de avanzada estaba justamente en Buenos Aires) y el indispensable arreglo con el Fondo requiere de la buena voluntad de Estados Unidos. Y Washington -mucho más en la atmósfera preelectoral- pide actitudes de firmeza frente a Maduro. Así, el giro de Fernández luce como inevitable, incluso para una parte decisiva del sector más ideologizado.

Preocupado por no fisurar su coalición, el Presidente practica esos pasos con cautela, midiendo meticulosamente las consecuencias. Es decir, tomándose mucho tiempo.

Hubo, con todo, otros hitos de un cambio en marcha. El Presidente asistió este año (virtualmente, como obliga la pandemia) al encuentro anual de IDEA, una cita que el kirchnerismo de paladar negro siempre eludió por condiderar a esa organización un vivero de neoliberalismo. Fernández marcó así una diferencia y su discurso buscó sintonizar con el espíritu empresarial, tratando de aventar las sospechas, juicios o prejuicios con que ese público observa al gobierno. Es dudoso que lo haya conseguido, aunque se le agradeció la intención.

Vaca muerta y vaca viva

En la misma línea, Fernández viajó a Vaca Muerta para anunciar desde allí el Plan Gas, una iniciativa que intenta alentar la inversión y sustituir con producción propia la importación de gas, de modo de generar "un ahorro por unos 5.629 millones de dólares y un ahorro fiscal de 1.172 millones de dólares hasta 2023". 

Dólares: esa música de fondo acompaña la preocupación y los empeños actuales del gobierno. El jueves se produjo una reunión clave en ese recorrido. Fue en el Palacio de Hacienda y estuvo su titular, Martín Guzmán, aunque la encabezó el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Del otro lado de la mesa estaba la conducción del Consejo Agroindustrial Argentino. En momentos en que hay sectores que quieren evocar el clima de 2008 y hablan de “una nueva 125”, el gobierno se encuentra con la amplia cadena productiva que se basa en la productividad agraria, reunida en un cuerpo del que participan todas las entidades de la Mesa de Enlace agropecuaria salvo la Sociedad Rural. A la reunión de ayer asistieron, por ejemplo,  el presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires; el coordinador de la Mesa Nacional de las Carnes; el presidente de CIARA,  la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina  y el titular de Confederaciones Rurales Argentinas. 

El Consejo ha presentado un plan destinado a  formular  una Estrategia Nacional Agroalimentaria, basada en incrementar la  productividad de las distintas cadenas agroindustriales y fomentar el agregado de valor, la generación de empleo y el crecimiento de las exportaciones. Esto aspira a generar un impacto social que se traduce en 210.000 empleos en sectores del agro y 700.000 en el total de la economía

Dólares y trabajo; razonablemente, el gobierno se ha abrazado a este proyecto y habría que esperar que de este vínculo surjan novedades que lo profundicen y que por esa vía aparezca la reacción política y la reactivación económica que la sociedad está esperando. Ya se aplicó una reducción de 3 puntos en las retenciones, que beneficia en principio, a los productos elaborados de origen agrario. No habría que sorprenderse si los estímulos se amplían y se incrementan. Con una devaluación en el horizonte, los alicientes  para liquidar exportaciones se disipan muy rápido.

A decir verdad, el tiempo apremia. La brecha entre la cotización oficial del dólar y la del llamado “dólar solidario” supera ya con creces el 100 por ciento, y esa distancia presiona en el sentido de una devaluación que aceleraría la inflación y agravaría la ya dramática situación social que reflejan las últimas estadísticas sobre pobreza e indigencia. El cierre de esa brecha no se conseguirá a corto plazo por obra de aquellas líneas económicas, que necesitan tiempos de maduración, sino por la recuperación de confianza política, algo que está asociado a la capacidad  de fortalecer el poder legítimo.  de recuperar autoridad y expectativas.  El giro que se espera tiene que ver con ese fortalecimiento.   Habrá que ver si llega antes o después de que los hechos lo impongan. La única verdad es la realidad (repetía Perón).  

                                                Jorge Raventos

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viernes, 16 de octubre de 2020

EL GOBIERNO SIN RUMBO Y SIN LÍMITES.


 

EL GOBIERNO SIN RUMBO Y SIN LÍMITES

Malú Kikuchi  (17/10/2020)

El gobierno del FdT dirigido por Alberto y/o Cristina Fernández, pareciera no tener rumbo. En la OEA  votó a favor de Nicolás Maduro, en la ONU en contra; en el Grupo de Lima que exige elecciones limpias en Venezuela, Grupo al que pertenece el gobierno de los Fernández, se abstuvo. Y Alberto F. preside el Grupo de Puebla. Norte, Sur, Este y Oeste.

Pareciera que quiere imitar a Tupac Amaru (José Gabriel Condorcanqui), el que fuera desmembrado por 4 caballos hacia los 4 puntos cardinales. La Argentina defiende los DDHH, ¿sí o no?

Escuchando al canciller Felipe Solá se creería que es el ministro de un país abierto al mundo, tratando de negociar con todos los países para beneficiar al propio. Luego se escucha al Presidente y no se sabe si habla por boca de CFK o si se deja llevar por una trasnochada ideología zurda.

Una ideología vieja, que murió en el mundo civilizado el 9/11/1989 cuando cayó el muro de Berlín. Al gobierno le fascina el pasado e ignora el futuro. El ex canciller Taiana, hoy senador, para criticar a Macri se remontó al fusilamiento de Dorrego el 13/12/1828.  “Too much” diría CFK.

Es más fácil hablar de Dorrego que presentar un plan sólido, factible y creíble para los argentinos y para los acreedores. Pero eso requeriría ideas y este gobierno se maneja con ineficiencias y con ideologías. Por ahora la pandemia y la “cuareterna”, ayudan a disculpar el desastre argentino.

Hechos. Los empresarios (no son los malos, son los que dan trabajo) reunidos en el coloquio de Idea, creen en un 80% que el US$ seguirá subiendo,  en un 70% que la economía va a empeorar, que no mejorarán las exportaciones, que no vendrán inversiones y que no tendrán rentabilidad. El desempleo  ya alcanzó a 3.750.000 personas.  Los empresarios presagian más despidos.

Mientras se navega en un mar de dudas sobre casi todo, las usurpaciones  se multiplican. Tienen padrinos, en la provincia de Buenos Aires, Roberto Perdía y el Movimiento Evita. En el resto del país, Juan Grabois. Y el poder judicial que forma parte del gobierno, mira otro canal.

O da órdenes judiciales que los ministros de seguridad no cumplen. Y las usurpaciones fueron, son y serán un delito, salvo que se admita que este   es un gobierno comunista. ¿Lo es? Hechos.

En la usurpación de Villa Mascardi (2017) se frustró el desalojo por la muerte de Rafael Nahuel a manos de un gendarme y desde entonces entre 10 a 15 enmascarados se turnan para aterrorizar a los dueños de las viviendas. ¿Son intocables para la justicia? El Estado no existe.

Las usurpaciones a lo largo del corredor entre El Bolsón y Bariloche son diarias. El Estado no existe. La usurpación de la Manzana 287 en la entrada de Bariloche, está consolidada. Los terrenos usurpados al obispado de Bariloche, siguen usurpados. Ídem los del ejército. El Estado no existe.

En La Paz (Entre Ríos), un campo de Las Margaritas S.A. fue usurpado a la familia de Luis Etchevehere,  por un grupo que lo hizo en nombre de Grabois. Se usurpó un campo y se secuestró a los dueños  en el Foyel, a 70 km de Bariloche. Encapuchados que dijeron ser mapuches.

¿Mapuches? La mayoría de los mapuches, que no son demasiados, reclaman sus tierras a cara descubierta, y sería difícil creer que obedecen órdenes de Juan Grabois. Guernica, es otro tema. Mientras Kicillof negocia la salida pacífica, la gente de Perdía le mete otras familias en el predio.

O sea que ni el gobierno nacional ni los gobiernos provinciales, ni municipales, tienen autoridad suficiente para detener y desalojar usurpadores. Artículo 181 del Código Penal: la usurpación es un delito. Todo delito es punible. Después se verá qué se hace con las familias.

Personas que deberán ser atendidas por los ministerios de Desarrollo Social y Habitat. Pero las usurpaciones deben ser desalojadas. El gobierno debería trabajar en una reforma educativa, laboral, tributaria y con el país ya encaminado y sin inflación, recién entonces en una reforma judicial.

Entre la ideología de redistribución violenta de riquezas ajenas (no la de los funcionarios) y la imperiosa necesidad de conseguir impunidad para las familias K y Moyano, la Argentina se hunde todos los días un poco más, de la mano de un gobierno que obtuvo el 48% de los votos.

No alcanza  para ser un cheque en blanco que le permita hacer lo que quiera o no hacer lo que debe. Necesita un rumbo acorde a la Constitución Nacional y el límite es la ley.

Sabu - Vuelvo a Vivir, Vuelvo a Cantar

jueves, 15 de octubre de 2020

LOS BANDERAZOS TESTIMONIALES


 
LOS BANDERAZOS TESTIMONIALES
Amigos:
La presente Entrega va por mi cuenta, por cuánto esta vez al menos, ninguno de mis Editores me ha solicitado que, me adentre en nuestras cuestiones domésticas; de seguro porque el Caso Argentino a nadie, por lo menos aquí en USA, le importa un bledo, lo que nos sucedió, sucede y suceda.
Y elegí esta escueta y breve oportunidad, ya que es tan penosa la opinión que, sobre nosotros tienen en cualquier parte del planeta, que, me motiva; lo suficiente al menos, como para despachar algunas líneas.
Hace, si mal no recuerdo unos diez días atrás, tome conocimiento, merced a un video en particular, de los muchos que, viejos y entrañables amigos de allá, me hacen llegar constantemente, con igual sedimento amargo bucal que personalmente percibo con cada cosa que nos pasa.
Acaso por la pléyade de vulgaridades que, como Sociedad enfrentamos como un rebaño de pelotudos, sin distinción ninguna por
el grado académico/intelectual que podamos exhibir como cocardas individuales.
Y este fue, el de un conjunto de malvivientes que intrusaron el predio de la Escuela de Infantería de Montaña de nuestro Ejército, en las adyacencias de Bariloche.
No creo que haya superado el millar, esa gentuza K, que bajo la falsa reivindicación de ancestrales tierras de indígenas mapuches, en nombre de esa reconquista, dolosamente se apropiaron de setecientas hectáreas de una estratégica e invaluable Unidad Militar.
Bajo la directa y personal anuencia de otro hampón: el chivo Rossi, a quien le reintegraron la cartera de Defensa.
Esto es que, el dador/librador de unos ochocientos cheques sin fondos, en oportunidad de su meteórica carrera en la actividad privada y que debería ser el salvaguarda de los intereses y bienestar de las Fuerzas Armadas, instó a un grupúsculo de gánsters,
para su criminal propósito.
Y que, según la letra de la Ley, no ha sido más que otros de cientos o más miles de Traiciones a la Patria, en mérito al debilitamiento y mengua de, precisamente, el estado defensivo de la Nación Argentina, en un vértice limítrofe a Chile.
Ese fue el hecho doloso y antipatriótico de un simple empleado de Kretina, con entidad suficiente para que, cualesquiera de esas ratas de albañal -tejido zoológico inferior-, conformado igualitariamente por el juez federal de esa circunscripción, su Alzada y/o nuestros Padres de la Patria Senatoriales o los representantes populares, inmerecidamente denominados diputados, se aguarda aún que justifiquen sus obscenas dietas.
Todo lo descripto es una mera calificación criminógena y la omisión de auxilio a la Patria de los dos Poderes del Estado que,
en un país medianamente serio, hubiesen sido los clamantes eméticos para despanzurrar a un accionar subversivo enmarcado en una tipología penal autónoma.
Sin embargo, nada ni nadie de los miles de habitantes en las inmediaciones de ese punto turístico rionegrino, se hizo presente, a los simples efectos de repudiar un claro y meridiano ataque a nuestra soberanía.
Pero ello nada tuvo de impeditivo, para que cientos de miles de boludos y cobardes, se hayan dado cita agitando banderas argentinas en toda la Nación, el pasado día 12.
En virtud a lo grosero o más bien aberrante de la conducta colectiva de todos esos mierdas que, con sus chatas se pavonean en
espectáculos de podredumbre, voy a tomarme una licencia, tan contemplativa, estérril e inocua como las manifestaciones de
tantos idiotas.
Y tal vez, sólo por ello, permítanme y con el respeto más extremo defecar en todos y cada uno de...
LOS BANDERAZOS TESTIMONIALES.
Cordialmente Carlos Belgrano.

Leo Marini - Señora bonita

VALERIA LYNCH & Cacho Castaña - Por amor a vos

viernes, 9 de octubre de 2020

EL GOBIERNO INCITA AL DELITO


 



EL GOBIERNO INCITA AL DELITO

Malú Kikuchi  (10/10/2020)

El gobierno incita al delito, es una aberración en todos los sentidos, pero por desgracia, es una realidad. Incita al delito destruyendo la economía lo que deja a cientos de miles de personas sin trabajo. Incita al delito cuando no es capaz de desalojar tierras tomadas ilegalmente en Guernica y en el Sur.

En las tomas de la provincia de Buenos Aires hay una orden judicial de desalojo, orden que el gobernador pospone una y otra vez. Primero permitió la toma, infringiendo el artículo 181 del Código Penal, ahora desobedece una  orden judicial. Le cuesta creer que es un delito.

Y lo es. Desde la Constitución Nacional, artículo 17, “la propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella”. Los constituyentes no tuvieron en cuenta la posibilidad de tener un gobierno “progre” y populista, decidido a repartir generosamente… pobreza. 

En el Sur de país, es peor. Hechos. *El pueblo mapuche (“gente de la tierra”) no existe. No hay documentos históricos donde se hable de ellos hasta bien entrado el siglo XIX. C. Darwin en su encuentro con Rosas en Carmen de Patagones, 1833, describió tribus patagónicas y no los nombró.

Ni el Comandante Luis Piedra Buena ni el Perito Moreno, grandes conocedores de la Patagonia, los nombran. Ni los muchos viajeros europeos que exploraron la Patagonia, de Norte a Sur, de la cordillera al Atlántico, los nombran. Aparecen alrededor de 1832 con Calfulcurá en Carué.

Llegan desde Chile, son araucanos. Y los “mapuches” argentinos, en su gran mayoría respetan las leyes del país, los símbolos patrios y se sienten ciudadanos argentinos de etnia araucana. Gente de paz que resguarda sus costumbres y su lengua, como cualquier otro inmigrante que se integra.

Estas tomas intempestivas de tierras, todas ellas muy bien ubicadas, villa Mascardi es un paraíso, se deben a grupos que se proclaman mapuches, que reclaman tierras originarias y ancestrales (Mascardi nunca fue previamente habitada), eso dicen su chamán, la machi Betiana Calhuan.

Betiana no es un nombre mapuche. La machi tiene visones y mandatos del más allá. El grupito que maneja no es reconocido por las comunidades mapuches. Estos también vienen desde Chile y probablemente forman parte de grupos de izquierda muy radicalizados.

El 24/7/2019, en Caracas, República Bolivariana de Venezuela, una de las conclusiones del Foro de San Pablo fue la exasperación del indigenismo, para terminar con el consabido (sangriento y de dolorosa historia) “hasta la victoria siempre”. Más que mapuches son grupos castro/chavistas. La Gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, no puede con ellos.

Es imposible desalojar a 10 o 15 forajidos, encapuchados y violentos, que talan árboles, incendian cabañas, aterrorizan a los habitantes. Es imposible si la ministra de seguridad de la Nación mira hacia otro lado y el INAI que depende del ministerio de Justicia, apoya la toma.

El INAI, Instituto Nacional de Asistencia a Indígenas, cuyo vicepresidente es Luis Pilqueman, araucano, que fue detenido llevando una familia, araucana, en una camioneta del INAI (que pagan los impuestos del pueblo) hacia villa Mascardi. Nadie del INAI, ni la ministra de Justicia dijo nada. Pilqueman sigue en su puesto.

Con permiso del INAI una comunidad araucana, Millalonco Ranquehue tomó un predio de 700 has donde funciona la Escuela Militar de Montaña Tte. Gral Juan Domingo Perón. Presentaron la orden del INAI reclamando tierras ancestrales. El ministro de Defensa Agustín Rossi,  NS/NC.

También empezaron talando árboles. Dicen que los pueblos originarios respetan la ecología. Una prueba más de que son “los revolucionarios del siglo XXI”. Lo que aterroriza de todas estas tomas es la inercia, la falta de respuesta, la simpatía con que el gobernó nacional asiste a estos delitos.

¿Qué pasaría si cualquier argentino o extranjero con papeles  falsos se presentara como descendiente de querandíes reclamando desde la Plaza de Mayo con la Rosada, la Catedral, el Cabildo y los ministerios, hasta la quinta de Olivos? ¿Tendría el gobierno la misma actitud complaciente?

·      Hugo Martinez Viamonte, Periodista Diario Río Negro