jueves, 13 de diciembre de 2007

EL CRIMEN

Escribe: Néstor Sappietro

La Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que cerca de 7 millones de pibes hubieran podido salvar sus vidas. EL CRIMEN“...Hubieran podido salvar sus vidas”, la frase es la prueba más contundente del homicidio. Deja el alma herida de tristeza y el puño apretado de impotencia. La prueba de la codicia aparece en los detalles de la información que destacó el vicedirector general de la OMS, Howard Zucker: «En los países en desarrollo varios millones de niños fallecen cada año por enfermedades de fácil curación, mueren por algo tan simple como la diarrea y la deshidratación porque no tienen acceso a medicamentos seguros, eficaces y a un precio accesible”. El sacrificio de millones de pibes lleva en la solapa el egoísmo del llamado primer mundo y la voracidad de los laboratorios, cómplices del genocidio. Zucker señala que la diarrea se puede tratar mediante la hidratación por vía oral con sales de cinc, «pero las empresas farmacéuticas tienen poco interés en fabricar este producto cuya demanda escasea en los países desarrollados». La lógica de los dueños de la vida y de la muerte no habilita a vislumbrar ninguna mejora para el futuro. EL DESAFÍOSin embargo, como un desafío eterno a los asesinos del mundo, el hombre común sigue empecinadamente ofrendando vida. En el imperio del abandono cada pibe que nace es una señal de resistencia.Por esa razón, la escena no dejará de repetirse. “Pensá en algo lindo antes de dormirte”... insistirá el padre... y después, en su cama, antes de dormirse; el hombre se animará con un manojo de esperanzas; y él también soñará... Un día en el que no mueran niños de pura desidia.Un día en el que los pibes del olvido tengan la posibilidad de alcanzar el gol mágico; la mirada de la compañerita de jardín que por fin descubre su existencia; la figurita que completa el álbum; la fábrica de chocolate con las puertas abiertas para empacharse a gusto...Un día en el que lo natural no parezca una utopía. (*) Publicado en Ape, Agencia Pelota de Trapo.

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