No es tarea fácil llegar a comprender cuales son la prioridades del gobierno argentino para administrar fondos públicos incrementando las deudas del Estado.
El tren bala no es precisamente lo que la ciudadanía considera urgente, por el contrario, la ejecución de este proyecto no parece ser lo aconsejable en un país con déficit energético, que cuenta con un sistema ferroviario colapsado, con el fantasma de una inflación en ciernes que comienza a ser difícil de controlar y con índices de desocupación que han disminuido con "Planes Descansar", ya que es poco significativo el incremento de bienes de capital y por consiguiente no se han creado fuentes de trabajo genuinas.
La solución del conflicto agropecuario no sería definitiva sin un cambio profundo en la política, quienes crean que la causa del problema estriba en el aumento de las retenciones cometería un grave error conceptual. Si el gobierno lograra mantener la "movilidad" impositiva, no hay dudas que constituiría un verdadero triunfo del oficialismo pues lograría mejorar la recaudación con respecto a la existente antes del aumento de las "retenciones" . Negociando mal, ganaría de todas formas.
Los posibles acuerdos con los cuatro grupos agropecuarios son poco consistentes ya que lo que se logra con un ministro un secretario lo tira por la borda ¿falta de un plan o simplemente esa es la estrategia?. De todas formas los dirigentes de las cuatro entidades agropecuarias no podrían controlar a las "bases" ni a los "independientes" .
El problema supera el marco agropecuario, es el colapso o el triunfo del sistema, si el campo con todo el poder que han demostrado tener, resultara vencido ¿Que podrían esperar Jubilados, Ahorristas, las Fuerzas Armadas, los presos políticos, etc. todos los que son despreciados por el sistema?
Pero existe otro problema que no es menor que también debilita la tan precaria Democracia que se vive en Argentina, la decisión presidencial de reglamentar el Acceso a la Información Pública constituiría un nuevo avance sobre el espíritu republicano ¿Cual es el límite al incontrolable deseo de acaparar la suma del poder público?...
Independientemente de lo que suceda con los conflictos, todavía no estalló el reclamo popular por los precios, 2009 queda a muy pocos meses, contar con suficientes fiscales de mesa en las próximas elecciones otorgaría la tan deseada transparencia y podría ser el comienzo de un cambio en la historia.
Pero sobretodo tener memoria, no volver a votar a aquellos que hayan hecho escarnio de la ley y de la Constitución, de aquellos que aparentan discursos opositores pero que en realidad son más de lo mismo, pues en los momentos cruciales coinciden con quienes dicen combatir.
Horacio Guido Dupuy
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