Señor Director:
Hace tiempo que intentan engañarnos descaradamente con las cifras de la inflación y de los índices más importantes que rigen la economía nacional. El instituto encargado de realizar las mediciones ha perdido toda credibilidad y ya casi ningún argentino cree en sus conclusiones. Nos engañan también cuándo expresan que los miles de millones de dólares recaudados por medio de las injustas retenciones e impuestos distorsivos que violan el sistema federal se distribuyen entre los más pobres.
Esto no es real y por el contrario presenciamos que la riqueza es distribuida entre una porción pequeña y más pudiente de la población nacional, comúnmente conocida como los amigos del poder.
Si bien la inseguridad no ha sido enfrentada debidamente por el gobierno estimo que todos estos nuevos y sorpresivos secuestros y amenazas conocidos en las últimas horas hacia militantes de derechos humanos que acusan a quienes paradójicamente no vieron, al igual que el polémico y nunca aclarado secuestro de Jerez son maniobras poco serias tendientes a crear en la población incertidumbre en cuanto a que la democracia podría correr peligro cuando lo único que corre peligro es el supuesto éxito de una gestión que comienza a hacer agua por todos lados y qué apelando a una obsesión desmesurada intenta un último manotazo de ahogado con el objetivo de hacer menguar la responsabilidad que les cabe por haber llevado al país a una situación social y económica que no saben cómo solucionar y es gravísima.
Alejandro Olmedo Zumarán.
olmedozumaran@hotmail.com
sábado, 3 de mayo de 2008
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