sábado, 31 de enero de 2009

PIOJOS


La Nueva Provincia - 31-Ene-09 - Opinión

por Roberto Aizcorbe
La modorra estival y la falta de noticias agravaron la polémica de judíos versus árabes, totalmente irreal en nuestro país, donde ambas comunidades viven en paz; muchas veces, en los mismos barrios comerciales.

Como es usual, las minorías parciales de ambos lados empiojan la cuestión; unos, por confundir a los argentinos de religión judía con el Estado de Israel, y los otros, por atribuir un carácter antisemita a todas las críticas que el ejército de Jerusalén recibe...

En el medio, el elenco de la Casa Rosada hace el rídículo, pretendiendo imponernos a la totalidad de la población una actitud "políticamente correcta", que, en realidad, es hipócrita y ni siquiera podía ser compartida por María José Lubertino, la titular del curioso INADI aplicado a inculcarnos la buena conciencia.

Lubertino admitió que existe una campana antisemita fundada (opinó) en la violencia ejercida por los militares israelíes contra poblaciones civiles en la franja de Gaza, pero el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, salió a desmentirla, tácitamente, afirmando que se perseguirá sin piedad a los que critiquen a todo judío.

En el medio, cayó un obispo católico-integrista, Richard Williamson, que vive aquí, a quien se acusa casi de criminal de guerra, por atreverse a declarar a un diario sueco que hubo apenas 200/300 mil judíos asesinados en los campos de concentración nazi.

En realidad, el ejército israelí hace la guerra por el único método conocido: matar enemigos. Si los guerrilleros se ocultan atrás de las poblaciones civiles, lo que ocurre es una enorme desgracia. Pero el tranquilo argentino de religión judía, que no emigró a Israel y participa como nosotros de la realidad nacional, no es responsable de esa desgracia. Por una parte.

Por la otra, no es necesariamente antisemita quien expresa su dolor por eso, aunque sí los que se entregan a excesos o agravios callejeros. En fin, los terceros no estamos obligados a comulgar con la cifra de 6 millones de muertos en los campos de concentración nazi, como tampoco admitimos los 30.000 "desaparecidos" que usa la propaganda oficialista

¿Por qué tendríamos que hacerlo si es cierto que hay libertad de opinión y nuestra versión histórica es distinta? Por lo demás, que hayan matado a 10 judíos por sólo serlo, o que hayan fusilado a un solo "montonero" sin proceso, ya califica los hechos como crimen de guerra...

Pero algo es cierto: si los judíos deben evacuar Israel, nosotros tenemos que volver a Europa y dejarle el país a Evo Morales. Viceversa: si la discriminación normal (porque vivir es discriminar) se torna violenta, entonces también van a atacar a las comunidades originarias y eso no le conviene a ninguno, aunque tampoco es justo silenciar por ley las opiniones, favorables o no, o las antipatías y simpatías individuales...

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