jueves, 19 de agosto de 2010

NUESTROS VIEJOS





¡Que la plata vaya a los jubilados!

“Si no me ayuda mi hija, no sé cómo haría para vivir”. “Me gasto más de la mitad en remedios”. “De la carne a $28 hay que olvidarse”. “¿Qué hacemos con treinta pesos al día?”. “Trabajamos toda la vida, es desesperante terminar así”. “Aporté con la máxima categoría y me dieron la mínima”.

Estos lapidarios comentarios y reflexiones son los que esbozan permanentemente nuestros pobres jubilados. ¿Merecen tanta desprotección de un gobierno que se autodenomina “nacional y popular”?

Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad, señaló: “La vejez no admite biológica ni psíquicamente soluciones a largo plazo. Los jubilados se mueren en el camino… la solución tiene que ser ya”.
Y agrega: “La canasta básica del jubilado está en 2.000 pesos”, distanciándose tanto de la política aplicada por los Kirchner -que mantiene a casi 3 millones de jubilados con la mínima de $895, y a otros 2 millones cobrando $700-, como de la que propone la oposición patronal. Ésta última consiste en un 82% móvil del salario mínimo que está en 1.500 pesos, no del último sueldo, lo que, de darse, llevaría las jubilaciones a miserables 1.200 pesos.

“Algún día se podrá, hoy no se puede”, volvió a repetir Néstor Kirchner en referencia al 82%. “El país se iría a la quiebra”, agregó. Antes, Aníbal Fernández tildó de “demencial” la propuesta. ¡Mienten descaradamente!

¿Por qué no dicen que lo que pone en quiebra al país son los pagos puntuales de la deuda externa? O mejor dicho, ¿cómo pueden decir que no se puede dar aumentos dignos a los jubilados y el 82% móvil cuando le pagaron 10.000 millones de dólares de contado al FMI, reconocieron 19.000 millones de dólares con el último canje, quieren pagar los 7.000 millones al Club de París y destinan una cifra similar todos los años a los usureros internacionales a través del Presupuesto nacional que también votan los “opositores”?

¡Plata hay! Es evidente que si se suspendieran los pagos de esa deuda maldita habría plata de sobra para nuestros padres y abuelos. Pero eso no lo quieren los Kirchner, ni la UCR, Carrió, el peronismo disidente o Macri.

Todos aprobaron la apertura del canje que reconoció más deuda, y todos quieren seguir cumpliendo con ese endeudamiento que viene de la dictadura. Y si hacen propuestas para aumentar migajas, es sacando plata a otros sectores sociales, no de la deuda o de las ganancias patronales. ¡No puede ser que los 90.000 millones provenientes de la estatización de las AFJP vayan a pagar la deuda externa y a créditos y subsidios privados, y no a los jubilados! ¡Una vergüenza!

Los Bancos siguen haciendo fortunas. De enero a mayo de este año sus utilidades fueron de 3.938 millones de pesos, un 46% más que igual lapso del año pasado. ¿Alguien ha propuesto sacarle alguna tajada a estas ganancias millonarias para darle a los jubilados? No. El gobierno, a su vez, se niega a restituir los aportes patronales quitados en la época de Menem-Cavallo. Dice que “no se puede hacer ahora porque asustaría a los empresarios que están invirtiendo”, cuando desde 1989, con los tickets canasta -otro curro- dejaron de aportar 21.000 millones al sistema provisional (Página 12, 17-07)

¿Por qué no se grava la renta financiera y las mega especulaciones y transacciones millonarias en la Bolsa? ¿Si el gobierno no va a reestatizar Repsol y expulsar a la Barrick, por qué por lo menos no les impone un impuesto especial, igual que a los grandes propietarios de las mejores tierras, muchos de ellos extranjeros, para darle a los jubilados? Muy sencillo. Porque su modelo es para beneficiar a los grandes capitales, no a los jubilados ni a los trabajadores.

Lo dijo Franco Macri. “Este es el mejor gobierno que tuvo la Argentina desde Frondizi”. Cuando le preguntaron a quién votaría, si a Kirchner o a su hijo, fue claro: “Desde el afecto a Mauricio, desde la racionalidad, sin duda a Kirchner”. ¿Por qué? Porque este es un gobierno que facilita grandes negocios a estos personajes.

Franco Macri, desde su oficina en un piso 21 de Beijing, China, -donde tiene colgada una estatuilla de Mao representa a las 5 principales empresas chinas que hacen negocios por el mundo, quedándose con el 4% de sus ventas. Porcentaje-coima que incluye a los 10.000 millones de dólares que Cristina gastó comprando material ferroviario a la dictadura china.

A eso agreguemos que este gobierno nada modificó para evitar que quienes hoy se jubilan, lo hagan sólo con el 35-40% de su sueldo.

Son los Kirchner quienes, además, empujan a miles y miles de jubilados a la “industria del juicio”: ya hay 360.000 reclamos judiciales y otros 10.000 que se suman cada mes para que les restituyan lo que les robaron en estos años por la inflación. Tampoco obligaron a las patronales a blanquear trabajadores para tener más aportantes a las cajas, dejando al 40% de los trabajadores en negro.

Si las jubilaciones son bajas, igual pasa con los salarios. El sueldo promedio de los registrados asciende a $2.000, mientras la canasta básica llega a $4.600, según lo hizo saber Horacio Seguirá, del Observatorio Jurídico de la CTA.

Lamentablemente, ningún sector de la CTA ha llamado a movilizar para que se le de un aumento de emergencia a los jubilados y el 82% móvil. Tampoco la CGT. Ni por los jubilados, ni por los trabajadores.

El gobierno quiere adelantar $100 a los abuelos de la cuota que les corresponde por el aumento escalonado ya otorgado. Y posterga el Consejo del Salario Mínimo para evitar llevar el mismo de 1.500 a 1.700 pesos, para que si se aprueba la ley del 82% se calcule sobre el valor anterior. Una especulación mezquina, antipopular y vergonzante.

Es imprescindible impulsar que se reconozca el 82% móvil del mejor sueldo actualizado -no el que propone la oposición.

Y se exima a los jubilados del pago del transporte, medicamentos y servicios esenciales.


“Si a las tres de la mañana el virrey no ha renunciado, lo arrojaremos por la ventana de la fortaleza”. Gral Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano 1810.

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