ARGENTINOS CON HAMBRE

De: Francisco Benard Era entrada la noche en la calle Arenales,en el medio de la gran avenida que hay entre Carlos Pellegrini y Cerrito. Una cola enorme de gente, de edad avanzada, de mediana edad, jóvenes y también niños. Todos esperaban que alguien que estaba al frente del canasto con alimentos, los repartiera. Esto sucede todas las noches en dicho lugar. Lo que les cuento es una imagen repetida que se ve en la Iglesia del Socorro todas las mañanas. Personas de todas las edades haciendo fila para bañarse en los modernos baños que fueran construidos al lado de la Iglesia para atender a la gente necesitada.Las panaderías y confiterías cercanas colaboran activamente donando ricas medialunas o tortillas de crema. Todos son solidarios con el prójimo pero apenas alcanza para satisfacer las necesidades de todos ellos,que son enormes. No se trata de los únicos lugares. En las proximidades de mi departamento, ubicado en la calle Arenales al 900, en la puerta del supermercado sucede algo parecido. Mujeres con niños en los brazos, para despertar un poco el sentimiento de los transeúntes, solicitan a quienes ingresan una caja de arroz o de harina, o bien tallarines para alimentarse. El ciudadano tiene miedo.La necesidad es una fuente de "problemas", ya sea porque "molestan" a los clientes y vecinos, o porque permanecen agrupados pidiendo a veces de una manera que hasta resulta violenta. Si esto ocurre en pleno barrio de gente de clase media alta, como será en la Provincia de Buenos Aires o en otros lugares. Hay personas que viven en una situación "infrahumana", en un estado de necesidad total, buscando comida entre los contenedores de "basura" Esto pasa en un país como Argentina que puede producir alimentos para cuatrocientos millones de personas. Es necesario que tomemos conciencia del problema que nos aqueja. No resolveremos todos los casos, pero ayudemos , como podamos, para que no haya tantos argentinos con hambre y no permitamos que algunos mueran por desnutrición. El Papa Francisco ha pedido que los gobiernos combatan el hambre y la pobreza, los gobernantes deben tomar conciencia que la corrupción debe terminar porque ya es insoportable. franciscoambenard@gmail.com