domingo, 24 de marzo de 2019

HASTA OTRO CARNAVAL.

HASTA OTRO CARNAVAL. por Gustavo Aroldo Publicado el 24 de Marzo de 2019 Madrugada del Domingo 24 de marzo de 2019. La murga vuelve a la esquina del galpón. Un mar de abrazos y festejos da por terminado otro verano de carnaval. Ayer fue el último corso del año pero dentro de unos días se volverán a juntar para pensar lo que harán en el próximo festejo. Cada vez que termina el último corso, trajes, galeras, bastones, estandartes, bombos y lucecitas vuelven al altillo, donde entran en una silenciosa pausa hasta que vuelven a la vida en los primeros ensayos. Es extraño lo que ocurre, porque las casas ya no tienen altillos. Ni paredes tan anchas como la que tiene el galpón al que cada cuatro o cinco años, le blanquean las paredes con cal. Cada nueva mano tapa un grafiti, que reflota en cada lluvia intensa haciendo un poco confusa la lectura, pero que parecen haber quedado como grabados a fuego en la memoria de la pared. Se lee muy en el fondo un “Viva Perón” pintado a brocha negra, y como si fueran distintas capas, aparece un poco más nítido “ERP Venceremos” ya en rojo más desgastado que el negro del primer grafiti. Luego se superponen varios más, como Partido Intransigente, (este en negro y rojo), “Solidaridad Socialista” y “Malvinas Argentinas”. Para el que desconoce la historia, se le dificulta leer que palabra va con cada frase. Seguramente algún extranjero podría leer “Solidaridad Intransigente por Malvinas Argentinas”. Lo que está bien claro, son los últimos dos. El anteúltimo (ya escrito en aerosol) reza: “Fuerza CFK”, que fue reemplazado por el que hoy luce el galpón que dice: “J.J.Urquiza es de la B, Los de Siempre” en celeste y blanco. La historia fue quedando plasmada en esas paredes del galpón, y en el inconsciente colectivo que hoy forma cada barrio. Y lo paradójico del destino es que la esencia del barrio se mantiene a pesar del paso de los años. El galpón, la murga, el club, todo está en su lugar, Alguna vez, ya hace 43 años, el comunicado Nro. 1 de la Junta Militar era el puntapié inicial para que la murga no se pueda reunir más. Ya no iba a hacer más corso. Era peligroso andar con el pelo largo, pintarse la cara o reunirse con tres amigos en una esquina. Así como la murga perdió el corso, unos años después Jota Jota perdía la cancha en Caseros. Y otra paradoja del destino, nuestro club que era uno de los lugares donde se realizaban los bailes de carnaval más importantes del partido de Tres de Febrero, ya no nos pertenecía. El 21 de Septiembre de 1980, el Coronel Raúl Schweizer nos sacaba la cancha en Caseros. Hace 43 años, nos quisieron dejar sin voz, y “hubo que pasar a la clandestinidad” para pensar día a día como íbamos a juntar peso por peso, o austral por austral, para que Jota Jota salga la cancha a jugar por los puntos. El silencio cubrió el altillo donde se guardaban secretamente los bombos de la murga, el mismo silencio que se hizo años después, incluso en democracia cuando los representantes de nuestra Comisión Directiva reclamaban los terrenos que nos pertenecían en la Municipalidad de Tres de Febrero. Sin embargo, el sacrificio, el trabajo en equipo, la solidaridad y los valores de gente de bien tarde o temprano dan sus frutos. Ante todos los pronósticos, y ante la última paradoja del destino, hoy 24 de Marzo de 2019, Jota Jota re-inaugura su cancha con una particularidad: será el campo de juego más grande en la historia del club y será local por primera vez en su historia en su cancha, en la Primera B Metropolitana. El murguero ahora despinta su cara solamente por un rato, porque el carnaval sigue. En unas horas más tenemos cancha nueva. En unas horas más volvemos a ser locales, en el mismo partido que nos vio nacer hace ya más de 80 años. El viejo galpón nos vera salir en caravana, como lo hicimos antes del primer grafitti. No guardamos los bombos todavía, porque hoy en Jota Jota tenemos mucho más por festejar.

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