viernes, 31 de julio de 2020

ELPRECIO DE LA PRESIDENCIA Y “TODO CAMBIA, TODO CAMBIA”

ELPRECIO DE LA PRESIDENCIA Y “TODO CAMBIA, TODO CAMBIA” Malú Kikuchi (31/7/2020) La vicepresidente de la Nación se ha mandado hacer una reforma judicial a su medida. Sobre una intención fallida de Néstor K, que quería llevar los juzgados penales federales de CABA a 46, cuestión de diluir el poder de Comodoro Py, la desempolvó y le sumó a su abogado Alberto Beraldi. Se supone que en este mundo todo tiene un precio, la presidencia de Alberto Fernández, basada en los votos de CFK, tenía como precio que ésta zafara de todos sus problemas penales. Que son serios y muchos. La reforma judicial era imprescindible para la libertad de ella y su familia. La reforma es necesaria, pero… 1º, no es el momento en plena pandemia. La gente, la que votó a Fernández por dos y la que no los votó, tiene otras prioridades: no contagiarse el covid-19, sobrevivir a la terrible crisis económica y a la creciente y por lo visto imparable inseguridad. La reforma judicial se debe hacer en un país en paz y de ser posible en salud y sin default. Ahora no. Pero Cristina necesita salir del tembladeral de sus causas penales, ya. Y en medio del desastre que es la Argentina de hoy, puede que la gente que tiene otros problemas, no registre el cambio. Aumentar fiscalías y juzgados, parece simple, pero una fiscalía cuesta $4 millones por mes y un juzgado $9 millones ídem. Hay que multiplicar y sacar cuentas. Por supuesto que esa reforma va al congreso, por supuesto que el senado la votará “sin cambiar una coma”, a la orden de CFK. Por supuesto que todo dependerá de diputados. Si los votos de Lavagna y algunos provinciales no aceptan la reforma o le cambian algunos artículos o muchos o todo, de ellos dependerá. Con mayoría simple la reforma se acepta. El problema más serio está en la posible reforma de la Corte. Para que el precio de la presidencia no sea tan burdo y visible, Alberto F nombró un consejo (o comisión, le hubiera hecho gracia a Perón) de expertos para estudiar 4 temas: Nº de jueces de la Corte, el Consejo de la Magistratura, juicios por jurado y el Ministerio Público. Lo que le importa a CFK es el Nº de jueces en la Corte; quiere aumentarlo. ¡Qué razón tenía la Negra Sosa cuando cantaba “todo cambia, todo cambia”! Cuando Néstor K redujo la Corte de 9 jueces a 5 (Menem la había ampliado de 5 a 9) en el 2006, la senadora CFK fue la autora del proyecto. Solo hay que buscar el discurso en youtube. Ahora necesita más jueces. El consejo de expertos, todos ellos con prestigio, está compuesto por 11 abogados, 8 de ellos PJ. Alberto Beraldi, Carlos Arslanian y Enrique Bacigalupo (lleva 40 años viviendo en España, fue Procurador del Tesoro de Cámpora y se exilió), los 3 son penalistas. Es obvio que el derecho penal obsesiona a CFK. El Nº de mujeres está respetado, el federalismo también. Esta pobre y maltratada Argentina que en 16 años con 2 presidentes PJ, hizo pasar al supremo Tribunal de Justicia de la Nación de 5 miembros a 9, 1990. Fue la “mayoría automática”. Y de 9 a 5 otra vez. Y la autora del proyecto de volver los jueces de la Corte a 5, ahora necesita que sean más. Eso de tratar a la Corte como si fuera de goma, la estiran y la achican y la quieren volver a estirar. No es serio. Nadie va a tomar en serio un país que no paga sus deudas y cambia sus reglas de juego rompiendo contratos. Que cambia su sistema de justicia y lo hace a través del mismo partido político, y peor aún, con los mismos protagonistas. Perdón, protagonistA.

martes, 28 de julio de 2020

CON LAS CUARENTENAS OUTSIDE ¿QUIENES SERÁN LOS MÁS VULNERABLES?

CON LAS CUARENTENAS OUTSIDE ¿QUIENES SERÁN LOS MÁS VULNERABLES? Supongamos que para el próximo trimestre, un poco antes o después, se presenten dos escenarios a saber; el primero que una vacuna aniquile los devastadores efectos del covid y nuestro mundo empiece a reedificarse, comenzando por reciclar a seres humanos y cosas por igual. O en su defecto, corrido el velo e impotencia de eliminar masivamente al bichito, con mascarillas, distanciamiento social y extremas medidas de higiene, nos vemos en la necesidad primaria por sobrevivir, manteniendo al virus como un incómodo acompañante. ¿Quienes serán entonces, en cualquiera de ambas hipótesis los que se encontrarán en aptitud de adaptarse más velozmente a las reglas sociales que gobernarán a la Humanidad toda?. Entiendo como oportuno disparar algunas ideas sobre ello al aire, ya que antes o después, todos tendremos que rendir un exámen de adaptabilidad a nuevas y por demás inciertas condiciones de vida. Hay quienes se encuentran íntimamente convencidos que en uno u otro supuesto, el dinero virtual será el neo patrón monetario, al que, seguramente le asignarán diversos evaluativos, conforme la región geográfica de la que trate, eliminando así el concepto del físico. Si ésto se torna en una realidad, bueno, infiero que en todo el arco del Primer Mundo, será más rápido y armónico someternos a esa forma de efectivizar transacciones de bienes y servicios. Pero ¿y en el resto como lo harán?. África en su integralidad absoluta exceptuando a la Unión Sudafricana será un menudo intríngulis, asumiendo que hoy sin modificaciones tan vertiginosas, de por sí es bastante complejo y difícil, civilizar mínimamente a más de setecientos millones de gentes en estado tribal. En Asia, salvo el sureste, tendremos un inconveniente similar, sobremanera en la porción árabe que, no se encuentra mucho más avanzada que los negros afro. Y ulteriormente en América Latina que, mayormente padece un retraso tecnológico en igualdad al madurativo bastante notorios ambos, las circunstancias no serán, por cierto, muy diferentes. Con esta sucinta descripción, creo, podemos dar por redondeado el ítem de dificultades transaccionales dinerarias. Pero existirán otras, y del todo contrapuestas, esto es por ejemplo, acerca la nueva y universal pobreza estructural. En este plano y por contrario inverso, los más arriba apuntados, seguramente se encontrarán con mejores reflejos para circunstancias que, a primera vista no serán receptadas de muy diferente manera a sus cotidianas y harapientas realidades; las mismas que tuvieron por siglos. Doy por sentado que, conjugar estas dualidades nada fácil ni rápido será. Pero necesariamente deberán de armonizarse, toda vez que la una será imposible que subsista sin la otra. Un soberano paradigma al azar será la suerte de los trabajadores temporeros en todo el cordón interior de la europa occidental. Dentro de poco o nada, deberán ser los mismos nativos de esos países, quienes por necesidad extrema reemplazarán a esos jornaleros extranjeros que perciben paniaguados salarios. De igual forma que la receptación de refugiados provenientes en su mayoría del áfrica subsahariana tanto en Italia como España en particular. En otra dirección, tantos cambios vertiginosos e inesperados, no serán dúctiles. Y en un último plano, la tan auspiciada robótica pues, sufrirá la misma suerte que las anteriores con un efecto adicional retardatario, por cuanto si de algo muy seguros podemos estar, será respecto de los inmensos sobrantes de mano de obra ociosa y en vacancia. Por lo que todos aquellos que, muy exultantes se sintieron cuando creyeron que toda literatura fantástica volcada copiosamente por Hollywood, sería un hecho a corto plazo, deberán de metabolizar este mero holograma. Me preocupa y sobradamente mi propia Patria: Argentina, en la que, el gigantesco manto de una pestilente e irredenta oligofrenia colectiva nos ha castigado severa e implacablemente. Porque curiosamente, en ella anida una facción minoritaria que podría fácilmente habituarse a las nuevas condiciones de intercambio, las criptomonedas y cualquier otra condición a la que deban de sujetarse. Empero, hay otra y desafortunadamente, integrante de esa misma porción rescatable intelectualmente que, no lo hará porque sus numerarios ya se encuentran demasiado contaminados por esa baratura de la política, barriobajera y mediocre por la que incluso están dispuestos a ofrendar sus vidas. En vocablos propios de nuestro argot criollo, son demasiado pelotudos, no por deficiencias neuronales, sino por algo más siniestro, como haber hipotecado sus cocientes intelectivos en favor de la caja boba televisiva, su mal gusto y compartimientos estancos tan vulgares y de bajo coste. Sobre todo los provenientes de las fuentes periodísticas y de opinión. Para mis compatriotas, ese escollo, en numerosos casos será imposible de sortear; por las callosidades que se han generado en sus cerebros. Es bastante amargo de contemplar, porque de no haberse afanado a valores tan de saldos, se hubiesen podido recuperar en mayor cantidad. Y les brindaré sobre ello un mínimo aforo. Mientras en el resto del mundo -al menos en el más civilizado-, se debate en el cómo, cuándo y porqué esos nuevos y desconocidos rumbos paradigmáticos serán absorbidos, en mi Argentina, se destacan esmerados ¿pedorristas?. Equivalentes espásticos a sueldo del oficialismo y también otros, asalariados de la oposición, se desgarran las vestiduras, acusándose unos a otros, de como Kretina Kirchner espiaba a sus némesis durante su autarquía. Y secuencialmente los de Macricio Macri hacen lo propio cuando este idiota fue presidente. Así de anacrónico, municipal y espeso es el enrarecido clima que allí se vive. En el plano de ciertas equivalencias, el plexo periodístico & político de mi país, mucho aparenta, a mí cuanto menos, a estos imberbes milleniums de aquí, en la vecina New York. Que subyugados y embelesados con la aplicación Robin Hood, han desembolsado en el último trimestre, más de setenta mil millones de dólares en la compra de acciones de empresas ya fallidas, en la pueril creencia que sus mínimos históricos ya no se devaluarán nuevamente. Pero como sea, retornando a lo sustantivo, me asoman dudas, demasiadas e in respuestas, con referencia a... CON LAS CUARENTENAS OUTSIDE ¿QUIENES SERÁN LOS MÁS VULNERABLES?. Cordialmente Carlos Belgrano.-

sábado, 25 de julio de 2020

POSPANDEMIA.

Hacia la pospandemia, entre respaldos y sospechas Gradualmente, el país va asimilando la idea de que tendrá que convivir con la amenaza del Covid19 mucho más tiempo del que puede durar una cuarentena. Argentina ya lleva casi cuatro meses de parate y todavía no ha atravesado el demorado pico de la pandemia, que algunos proyectan ahora para entrado el mes de agosto. Aún después de que se supere esa emergencia mayor, tendrán que prolongarse las medidas de control. Los pronósticos más optimistas aseguran que podría contarse con (al menos) una vacuna antes de diciembre, pero desde ese momento hasta que se pueda aplicar masivamente no hay un instante sino varios meses. Es evidente que ningún país puede vivir esa espera encapsulado y sin actividad. Habrá que combinar el proceso de reapertura de la plena de la actividad con formas de distanciamiento responsable y una vigilancia constante sobre la evolución de los contagios. A esta altura, una parte creciente de la sociedad parece más preocupada por las perspectivas que deparará la pospandemia que por las cifras cotidianas que transmiten los infectólogos. En ese marco hay que interpretar el incipiente activismo de los sectores de la producción, tanto sindicatos como organizaciones empresariales. Los gremios sienten los efectos de la parálisis impuesta por la pandemia en empleos caídos, en salarios encogidos por las circunstancias y por los previsibles efectos de la inflación (la actual y la que, por ahora reprimida, se desencadenará en los próximos meses); los empresarios, por las firmas quebrantadas, los insumos importados encarecidos o escasos, el consumo restringido y el crédito internacional obturado por la situación de la deuda. La deuda, el gobierno y los empresarios La previsión de una etapa difícil está contribuyendo a que se afirmen actitudes sensatas y colaborativas. La reciente reunión entre titulares de grandes empresas y líderes sindicales es, quizás, un signo de que se empieza a entender el fondo de una situación que reclama consolidar una plataforma de reformas sobre la que pueda actuar el sistema político, eludiendo la trampa de las grietas y la confrontación estéril. En el campo de la negociación de la deuda en sede extranjera se han producido algunos hechos prometedores. Contrariando lo que vaticinaban -o alentaban- renombrados analistas (quizás demasiado influidos por la fanfarria de los fondos acreedores), la pulseada con estos no parece fatalmente destinada a terminar en los tribunales de Nueva York sino, más bien, en un acuerdo. Eso es lo que palpitan los mercados y por ese motivo subieron en Wall Street las acciones de empresas argentinas y cayó el índice de riesgo. El grupo de acreedores duros que capitanea el fondo Blackrock ha perdido algunos aliados, pese a la estrategia cuasi cartelizadora que despliega Larry Fink, el número uno de Blackrock. “Actúa con una agresividad que no tiene sentido” -definió Hans Humes, conductor del fondo Greylock, al apartarse del Comité de Acreedores de Argentina, del grupo de los duros. Humes consideró que la oferta hecha por el gobierno argentino “es suficientemente buena”y que es más negocio aceptarla que pleitear. El pool de fondos que lidera Blackrock, después de rechazar la oferta argentina (que equivale a un valor presente de 53,5 dólares por cada 100 de valor nominal) hizo una contrapropuesta reclamando 55,7 dólares por cada 100 de valor nominal. El gobierno advirtió que no modificará su oferta económica , pero se mostró dispuesto a reconsiderar ciertos criterios jurídicos relacionados con las cláusulas de acción colectiva a aplicar en los nuevos bonos, un tema que para los fondos parece ser más decisivo que los 2,2 dólares de diferencia económica. Los mercados apuestan ahora a que habrá acuerdo porque resulta difícil creer que los bonistas se lanzarán a un juicio por una diferencia de 2,2 dólares y también porque consideran que el estado argentino está negociando de buena fe, lo ha demostrado con sucesivas flexibilizaciones y se declara dispuesto a una más (que incluye el punto jurídico y, quizás, algunos centavos más en la oferta propiamente dicha). “Un juicio sería negocio para los abogados, no para los bonistas”, sentenció el CEO de Greylock al tomar distancia del núcleo duro que acaudilla Larry Fink. El empresariado local, al que los analistas más escépticos suelen atribuir una postura negativa frente a los negociadores estatales, salió a tomar la palabra sin intermediarios. El llamado G 6 (el grupo de mayores entidades empresariales: reúne a la Unión Industrial Argentina, la Asociación de Bancos Argentinos, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios , la Cámara Argentina de la Construcción, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Sociedad Rural Argentina) emitió un documento en el que señala que “la Argentina consolidó una propuesta que compatibiliza las posibilidades de crecimiento con el cumplimiento de las obligaciones contraídas, además de reducir las erogaciones futuras (...) el diálogo entablado y la oferta presentada muestran la voluntad del país de despejar las incertidumbres del horizonte financiero (...) ahora, se requiere que los acreedores externos cooperen con un esfuerzo final para concretar la reestructuración consensuada". La perspectiva triste Los analistas locales inclinados a profetizar un default con consecuencias judiciales sacan conclusiones anticipadas de sus propios vaticinios. Deducen que, condenado por esa situación, el gobierno no podrá cerrar su negociación con el FMI y quedará aislado de cualquier financiamiento de envergadura para resistir la crisis y procurar una recuperación. “Dependerá exclusivamente de la ayuda china”, agregan algunos para sumar alarma política al ominoso paisaje que describen. La pospandemia sería, desde esa perspectiva, un cuadro signado por la alta inflación, la consolidación del proceso recesivo, el crecimiento de la pobreza y la desocupación (también de la inseguridad), en fin, una situación de extrema dificultad para el ejercicio del gobierno que tendría reflejos electorales muy negativos para el oficialismo el año próximo. Claro está, esa cadena de razonamientos requiere, para empezar a manifestarse, que se cumpla el primer pronóstico. Que por ahora no pasa del estado conjetural. Esa arquitectura hipotética se apoyó, en principio, en otra sospecha no confirmada: la de que en el corazón del oficialismo reinaba la pulsión defaulteadora, motorizada por la señora de Kirchner, con o sin la coincidencia del Presidente. En esta columna, registrando por cierto que hay sectores oficialistas que rechazan la negociación con los acreedores, sostuvimos una mirada distinta. Decíamos, por caso, en la primera semana de junio: “En 2016 Cristina Kirchner no avaló las negociaciones con los bonistas; el respaldo opositor fue facilitado por la entonces habilitada “avenida del medio” del peronismo alternativo por la que transitaban Sergio Massa, Miguel Pichetto, Juan Schiaretti… y también Alberto Fernández… Esta vez, aunque muchos kirchneristas rezonguen o se opongan, la señora de Kirchner está adentro. Quizás en el límite...pero del lado de adentro de una política antidefault (para decepción de sus duros...y de los de enfrente)”. Que tanto el Presidente como la vice estén jugando con firmeza a resolver la situación de la deuda y respalden la negociación que ejecuta el ministro Martín Guzmán es un dato más del que ahora toman nota los mercados y una obstrucción en aquella cadena de razonamientos que prevé la judicialización del default. La pandemia y el Titanic Que el tema deuda encuentre una solución negociada en las próximas semanas y que, a partir de ese hecho, se facilite la conversación con el FMI (que ha venido desarrollándose discretamente por cuerda separada) no equivale a que encarar la pospandemia y atravesarla vaya a ser un paseo. Ni mucho menos. Lo que supone consumar esos pasos (acreedores, FMI) es que el Estado va a contar con fuentes de financiamiento distintas y no sólo dependerá de la emisión; que las empresas argentinas (empezando por las más competitivas) podrán acceder más razonablemente al financiamiento del mercado. Pero eso no resuelve automáticamente la herencia que dejan la suma del estancamiento añejo (heredado) y la parálisis determinada por la pandemia ni los nuevos desafíos que plantea la aceleración del cambio de época determinada por la crisis global que impuso el coronavirus. La Argentina que emergerá de esta etapa va a tener que encarar simultáneamente reformas largamente postergadas y situaciones de emergencia para cubrir las necesidades inmediatas de aquellos a quienes la crisis deja a la intemperie. Y deberá hacerlo con recursos muy acotados y en un estado de mucha fragilidad política. La pandemia dejó a la vista la debilidad y desorden que reinan en el Estado. Si la cuarentena tuvo que empezar tan precozmente (y luego necesitó extenderse hasta lo intolerable) fue porque había que generar un tiempo indispensable de preparación para que el sistema de salud se pusiera en condiciones de afrontar el desafío del virus: había que armar desde instalaciones de terapia intensiva hasta, lisa y llanamente, hospitales; había que conseguir insumos y poner en marcha laboratorios de análisis. Quedó claro que el Estado no ha provisto ni agua ni cloacas a grandes contingentes de nuestra población; ni qué decir de internet y el acceso a redes y dispositivos que en situaciones como esta (¡y en la vida actual!) son indispensables para la comunicación, la instrucción, el comercio. La precariedad del Estado se agrava por la división que reina en sus gestores políticos: la grieta que avanzó en el país en los últimos años obstaculiza una gestión cooperativa y responsable de los esfuerzos colectivos. Los esfuerzos por construir un sistema de autoridad representativo y plural, colaborativo y eficiente chocan contra la acción de intereses particulares y de fracciones extremas y facciosas que disparan un mensaje de odio, sospecha, revancha o exclusión. En las condiciones dramáticas agudizadas por la pandemia, esas acciones son como pasos de baile en la cubierta del Titanic; discusiones estériles que ocurren mientras la sociedad se independiza paulatinamente de las instituciones, desobedece las instrucciones (la circulación de personas (durante la última etapa de la cuarentena “dura” fue desafiada por la mayoría de la población del AMBA) o se defiende peligrosamente por mano propia ante el déficit de seguridad estatal. Apostar al futuro uso político-electoral de esas tendencias es jugar mezquina y aventuradamente con fuego. La situación crítica, que se abrirá plenamente en la pospandemia pero que ya estamos atravesando, requiere más que nunca la consolidación de un centro político fuerte, plural y colaborativo, que amplíe a nivel nacional los pasos que ya practican los ejecutivos de la Nación, de las jurisdicciones del AMBA y las provincias. Los instrumentos de participación serán útiles si contribuyen con responsabilidad a fortalecer esa construcción. El Consejo Económico y Social que propuso en su momento el Presidente puede colaborar en el diseño de políticas de largo plazo, que ayuden a definir un horizonte compartido y alienten la esperanza y el espíritu de cooperación. Los actores empiezan a exhibir su voluntad de intervenir. Se trata de contenerlos y conducirlos. Jorge Raventos

BY TRUMP

BY TRUMP Amigos: Por lo que he leído, oído y visto en esta última semana, mucho me llamó la atención que el público en general y el periodismo en lo particular, nada sustantivo se está cuestionando respecto a este hongo venenoso covid con más sus devastadores efectos, salvo reseñas casuísticas y cortoplacistas sobre su geométrica expansión. Observé y con bastante asombro, que magazines, informativos y editoriales por igual, ni un ápice han volcado, por ejemplo, sobre las demoras, intrigas e incertidumbres con relación a la milagrosa vacuna aún en pendencia de resultados ciertos. Bien, por las mías he reunido suficientes datas; las suficientes como para bosquejarme una mera composición de lugar. Y éstas son que no importa cuál de los carteles farmacéuticos se imponga en la carrera por su obtención, toda vez que cualquiera sea, procederá a elaborar industrialmente un placebo, que como toda ficción, nada benéfico le otorgará a los inoculados. Sin embargo, todo me indica que en sentido inverso, ciertos aspectos serán del todo certeros. El primero, que todo el avance logrado por la ingeniería genetista desbaratará los notorios avances que nos prodigó el descubrimiento del ADN. Ya que conforme lo que consulté con muy renombrados virólogos en la Columbia University, todas las que se encuentran en estudio y en aras de un próximo lanzamiento al mercado, desnaturalizan y tornan en incierta nuestra identidad genética y con mayor proyección que nuestras huellas digitales. Pero al parecer, no satisfechos con borrar nuestros vínculos familiares sanguíneos, lo más florido y granado de la nanotecnología se ha consorciado con estos truhanes laboratoristas, a los efectos de lograr con éxito que un micro chip sea insertado y forme parte de la dosis vacunatoria. Con ello, cada uno de nosotros que entusiasmado concurra velozmente para recibir el antígeno neutralizador del virus, sólo obtendrá la pérdida de su mapa biocelular y además, pasará a ser una suerte de robot y perteneciente al sistema, que lo sabrá todo acerca de cada quien. Hasta ahora y sin el preciado aporte que me brindaron los que saben todo, me sentía un tanto desorientado sobre la razón cierta del porqué se disparó esta pandemia. En otras palabras, percibía que conocemos las secuelas destructivas de este bacilo, pero en lo absoluto las razones que motivaron su activación. Veo ahora y con denodada consternación lo que en verdad guió a la Casa Blanca y a Beijing que, no dudo, actuaron de consuno para esparcir esta neo plaga bíblica. De una manera casi idéntica a como lo retrató el grabador belga Félicien Rops en su carbonilla Les Sataniques creo que en 1882. Estimados todos, el aparato nos está desafiando con una apuesta; la mayor de todas las épocas. Gates, Buffett, Soros, Wall Street y la banca mayorista neoyorkina nos ha arrojado el guante en un acto demostrativo de un poder supra terrenal. Y debemos de reconocerles que cuanto menos hasta hoy, sus planes no sufrieron alteración alguna, ni aparenta que se encuentren con dificultades, por lo menos inmediatas. En el paralelo, este Pato Donald a través de la NSA está infiltrando miles de hombres de paja en el núcleo más concéntrico de las comunidades afro y las latinas, para incentivarlos en más atentados a departamentos policíacos en toda la Unión. Una segunda falange, concretamente el colectivo LGTBIQ se encuentra en boxes y precalentamiento para sumar más anarquía contestataria. Con inminentes epicentros en las californianas San Francisco y Sacramento, la texana El Paso, y en el circuito de los Grandes Lagos, Detroit, Milwaukee y Cleveland. Después, y antes del 2021, el efecto multiplicador se expandirá en no menos de cuarenta Estados. Lo que nos acredita que las minorías cuando entre ellas se entrelazan, mutan en aplastantes mayorías. Este escarmenado y teñido Presidente lo está dirigiendo a su entera satisfacción ya que su as en la manga será arribar a Noviembre con una inaudita efervescencia popular, que al gringo promedio y moderado le hará muchísimo temer en el desteñido desembarco de un demócrata. Y de no ser suficiente con ello, recurrirá a Moscú para meter la mula -fraude-. Siempre existieron, existen y existirán espejos a lo largo de la historia. Cuando en enero 30 de 1933, el señor Hitler se asomó, luego de asumir a la ventana de la Cancillería, le sopló al oído a uno de sus promotores -Von Papen- de aquí jamás me sacarán con vida. Quizás éste de aquí anhele emularlo y ¿por qué no? Después de todo, se encuentra en el último tramo de su vida y como el todopoderoso que cree ser, tal vez, también desee terminar como Roosevelt y que lo velen en el Capitolio. Cuando se ingresa en el templo de los megalómanos, los límites se diluyen, desaparecen. Pero lo cierto es que un nuevo cuatrienio para este big one, está a punto de esclavizarnos a todos los terrícolas. Y por ello no debemos de desdeñar que sintonice lo acaecido con sus homólogos Putín y Xi Jinping, que son ya consagrados vitalicios. Como sea, cuanto nos acontezca tendrá el sello de origen... BY TRUMP. Cordialmente, Carlos Belgrano.-

viernes, 24 de julio de 2020

“ESTAMOS EN GUERRA LOS DELINCUENTES Y NOSOTROS”

“ESTAMOS EN GUERRA LOS DELINCUENTES Y NOSOTROS” Malú Kikuchi (25/7/2020) La frase del título la dijo un ciudadano argentino residente en el Barrio Los Naranjos, situado en Machwitz, provincia de Buenos Aires. Parece ser así. La inseguridad viene asolando al país desde hace tiempo. Se cimenta en el aumento de la pobreza, la falta de trabajo y el seudo “garantismo”. Cuando termine, algún día lo hará, esta eterna y errada cuarentena, las cifras más amables sostienen que de cada 2 argentinos, 1 será pobre. O sea que por lo menos habrá un 50% de pobres, sin calcular los indigentes. No es que un pobre deba delinquir, pero lo hará. Comer es imprescindible. Lo mismo con los desempleados que formarán legión dentro de ese universo de pobreza. La ayuda estatal tendrá un límite, es inevitable. Si se, suma la desesperanza ante un futuro que no será mejor, los empujarán al delito. Dinero fácil de conseguir a punta de pistola. Matar o morir. Y el seudo “garantismo”. Es un mote que indigna, garantistas son aquellos que creen y respetan las garantías establecidas en la Constitución Nacional. Estos discípulos de Zaffaroni son simplemente abolicionistas del Código Penal. La Argentina desde hace 30 años enseña esta aberración. Año tras año se reciben abogados en todas las facultades de Derecho del país, con la mente enferma. Los victimarios son las víctimas y las víctimas son los victimarios. Hay algo muy retorcido en esta falsa premisa. El delincuente pasa a ser una víctima de la sociedad, maligna y “burguesa”. El poder judicial, vaciado de justicia y mayoritariamente enviciado con el “garantismo” y la corrupción, trata a los delincuentes con excusas y a las víctimas con dureza. El actual gobierno liberó presos, sin custodia ni tobilleras y con un patronato de presos cerrado por cuarentena. Fueron alrededor de 2.500, que por obvio que parezca, algunos ya volvieron a delinquir. El autor del disparate fue el juez de Casación bonaerense Víctor Violini, que firmó excarcelaciones y domiciliarias. La Corte Suprema bonaerense revocó la orden, pero no se buscó a los presos. Todo esto sucedió gracias al gobierno que busca desesperadamente la impunidad para ciertos personajes. Para llegar a conseguirlo necesita empezar por el escalón más bajo de la sociedad, cuestión de llegar al más alto sin que la población se sorprenda. La pandemia ayuda para este fin. En pocos días hemos tenido episodios terribles con 3 jubilados, en principio personas fáciles de dominar. El caso de Jorge Ríos (71), en Quilmes, asaltado 3 veces durante la misma noche, terminó matando a uno de los ladrones. Eran 5, todo de la barra de Quilmes, uno de ellos, preso liberado por el covid-19. Otro jubilado (81), asaltado por 3 delincuentes de noche en su casa del Barrio Peralta Ramos en Mar del Plata, mató a uno de los delincuentes (que hacía 2 días había salido de la cárcel, por covid-19). Y el caso inverso, el propietario de una gran casa en el Barrio Los Naranjos, asesinado por un desconocido. Lo encontraron desnudo y maniatado. Es ahí que otro residente del barrio dijo a los periodistas que, “estamos en guerra, de un lado los delincuentes, del otro nosotros”. “Le pagamos al gobierno por seguridad y la inseguridad nos mata”, dijo otro residente. La conclusión fue que a falta de justicia había que tomarla por mano propia. No es un buen mensaje. La civilización de un país transita desde la ley de la selva hasta un poder judicial prestigioso y basado en la ley. La Argentina está haciendo el camino inverso. Es peligroso. Pero el primer instinto del ser humano es el de conservación. Ante la posibilidad de morir, matar. Mientras todo esto sucede, los ministros de seguridad de la Nación y la Provincia de Buenos Aires, pierden el tiempo en discusiones inútiles. Pobreza, desempleo, garantismo, presos sueltos, sociedad encerrada, jueces corruptos, la tormenta perfecta para la impunidad de los K. Dijo el poeta dominicano Manuel del Cabral, “El juez, mientras descansa limpia sus anteojos. ¿Y para que los limpia si el sucio está en el ojo”.

sábado, 18 de julio de 2020

PANORAMA NACIONAL- ÚLTIMOS 7 DÍAS.

Panorama político nacional de los últimos siete días El diálogo, la batuta y el lápiz rojo En el poblado universo de los comentaristas de la actualidad argentina parece últimamente prevalecer una interpretación: la grieta política se ha ensanchado, el poder gira alrededor de dos extremos (encarnados por Cristina Kirchner y Mauricio Macri) y el centro del espectro naufraga entre la debilidad, la impotencia y la tensión que ejercen los bordes confrontativos. Que la grieta está presente y sus polos recíprocamente encendidos es innegable. Pero ni su presencia ni su intensidad son novedosas: se trata de rasgos que han marcado a fuego los últimos años. Más bien por el contrario, lo que empieza a entreverse en la realidad política es un paulatino movimiento -cauteloso pero constante- hacia el centro, el diálogo y la moderación, Un vértice de esa tendencia es la sostenida coincidencia en la lucha contra el coronavirus de autoridades nacionales, provinciales y comunales del oficialismo y de la principal oposición, ejemplificada por la reiterada fotografía compartida por el Presidente, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador bonaerense Axel Kicillof. Que siguen juntos en esta pelea, pese a los constantes vaticinios de ruptura. La atracción del centro En las últimas semanas hubo más gestos en el mismo sentido. Observemos algunos: - Altos dirigentes de Juntos por el Cambio (María Eugenia Vidal, Jorge Macri, Cristian Ritondo, Rogelio Frigerio, Nicolás Massot, Néstor Grindetti y hasta Miguel Pichetto) tomaron distancia del precipitado documento suscripto por su propia coalición (inspirado por Patricia Bullrich y, aparentemente, Mauricio Macri) en el que se caracterizaba el brutal asesinato de un ex secretario de Cristina Kirchner como un crimen político y se insinuaban responsabilidades oficialistas. Sergio Massa impulsa en la Cámara de Diputados una ley destinada a castigar enérgicamente atentados contra la producción rural como la destrucción de silobolsas o los incendios deliberados (una clara señal que busca desactivar las prevenciones del campo) - Un documento firmado por todos los excancilleres vivos de la democracia (que los fallecidos Dante Caputo y Guido Di Tella seguramente también habrían suscripto) se pronunció a favor de mantener la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo en manos de un latinoamericano, ante la decisión de Donald Trump de postular para el cargo a un halcón de su gobierno. "Sostener el consenso histórico sobre la presidencia del BID significa la reafirmación de la amistad de los países de América y la rica tradición hemisférica y multilateral, en la que los Estados Unidos aportó, en el caso de BID, un ejemplo de igualdad y equidad institucional, por décadas" sostuvo el texto, remarcando que “la cooperación hemisférica es un activo a preservar en estos tiempos críticos y alentamos a todos los países del hemisferio a mantener el legado de la relación multilateral en el continente”. Se trató de una expresión de unidad y moderación que, al tiempo que tiende puentes hacia Estados Unidos, sostiene un acervo propio latinoamericano, Tan significativo como el texto es el hecho de que el documento marca un punto de alejamiento de la grieta; fue elaborado por iniciativa del peronista Jorge Taiana y el radical Adalberto Rodríguez Giavarini y sumaron sus firmas Susana Ruiz Cerutti, Domingo Cavallo, Carlos Ruckauf, Rafael Bielsa,, Susana Malcorra y Jorge Faurie, es decir, ex cancilleres de Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando De la Rúa, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Kirchner y Mauricio Macri.. - El representante argentino ante los organismos internacionales en Ginebra, Federico Villegas, manifestó durante una reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU la postura del gobierno de Alberto Fernández sobre la situación en Venezuela. Haciéndose eco del informe de Michelle Bachelet y "ante la grave crisis política, económica y humanitaria que padece Venezuela, el representante argentino instó a "una negociación política inclusiva basada en los derechos humanos y en la restitución de los derechos políticos" en ese país. Sostuvo además que la Argentina coincide "en que solo el orden constitucional, la democracia y el estado de derecho harán posible garantizar el pleno respeto y el ejercicio de todos los derechos humanos en Venezuela". Con un hecho el gobierno descolocó a los halcones confrontativos que suelen acusarlo de ser “aliado de Maduro”. Y lo hizo sin que su gobierno renunciara a los principios que viene sosteniendo. Como leyó Villegas, “la búsqueda de una salida pacífica, política y negociada liderada por los propios venezolanos, a través de elecciones inclusivas, transparentes y creíbles" y la convicción de que "no son el aislamiento, las sanciones, ni la estigmatización el camino apropiado para salir de esta crisis”. - Del borde izquierdo de la grieta hubo quejas contra Fernández. Un vocero informal de ese sector, el comentarista Víctor Hugo Morales, se declaró disgustado y desilusionado por la posición sobre Venezuela sostenida por el gobierno. Dos días antes, Fernández había sido cuestionado por otra vocera informal de ese costado: la señora de Bonafini. La dirigente de Madres de Plaza de Mayo se irritó porque el gobierno había convocado a líderes empresariales el 9 de julio ( “ Usted sentó en su mesa a todos los que explotan a nuestros trabajadores y trabajadoras, y a los que saquearon el país. Lo más grave de todo: a los que secuestraron a muchos de nuestros hijos e hijas que luchaban por una Patria liberada”, imputó en una carta) y también porque el Presidente había recibido a los dirigentes parlamentarios de Juntos por el Cambio (“Es como acostarse con cocodrilos”, dijo). “Bonafini le marca la cancha al Presidente”, imaginaron algunos medios que no quieren a una ni al otro. La señora de Bonafini no es una dirigente política y carece de poder para marcar ninguna cancha. El motivo por el que su figura, incluso deteriorada por actitudes imprudentes o declaraciones desubicadas, mantiene vigencia, es porque evoca la acción desplegada junto a muchas otras madres en las graves condiciones de la tiranía del Proceso. El Presidente le respondió privilegiando esa condición. - Si a la señora de Bonafini le molestaron aquellos invitados de Fernández, a muchos del otro lado de la grieta los contrarió que el Presidente no la censurara con acritud. Pero en su cordialidad, Fernández no eludió una definición política centrada en la moderación: “En la mesa de este presidente (...)se sientan todos y todas, porque esa es mi responsabilidad”. Es un mensaje que va más allá de la señora de Bonafini. Otras exclusiones - Las reuniones del Presidente con los bloques legislativos de la oposición -una gestión del presidente de la Cámara Baja, Sergio Massa, con la colaboración del jefe del bloque oficialista, Máximo Kirchner- constituyeron una positiva señal de diálogo político, aunque tuvieron un trámite controvertido. Los legisladores de Juntos por el Cambio amagaron un rechazo y reclamaron concurrir separados del resto de los bloques, un requisito que no cayó simpático entre los discriminados, pero que el gobierno admitió. También quisieron incluir en la visita a representantes del Senado, razón por la cual, para mantener cierta simetría en la reunión, también el oficialismo sumó senadores propios. La oposición no pudo mantener la unidad en la concurrencia: el subbloque que responde a Elisa Carrió no quiso ser de la partida ("La CC-ARI siempre estará dispuesta al diálogo, si éste es sincero y sin mentiras”, adujeron sus líderes). Con todo, de una y otra parte se habló con franqueza, se cruzaron algunas recriminaciones pero hubo un primer compromiso de tratar en breve la moratoria impositiva que programa el gobierno, el presupuesto y de mantener un diálogo legislativo ordenado. Ese diálogo ya discurre muy aceitadamente fuera de bambalinas. En la Cámara de Diputados se van tendiendo plataformas de un cuerpo central del sistema político. Mesa sin un cubierto - Quizás el testimonio más elocuente de que no son los extremos los que tienen la batuta en la actualidad fue la convocatoria a formar una mesa de diálogo nacional que brotó del Club Político Argentino, un núcleo intelectual que evolucionó a la vera de Juntos por el Cambio, contó con un fuerte empujón de sectores empresariales y de prensa y consiguió algunas firmas peronistas (Eduardo Duhalde, Eduardo Menem) que le permitieron lucir una dosis de pluralismo político. Que la lista de firmantes incluyera a verdaderos puntales del sector duro de la oposición (no sólo Patricia Bullrich), prueba que la lógica de la situación empuja a pelear por ocupar el centro más que a luchar desde las alas. La estrategia detrás de este documento parece orientada a invitar (o a presionar) a Fernández a apoyarse en la oposición (política, mediática, empresarial) y a romper con el kirchnerismo. Se propone un diálogo y se reclaman acuerdos, lo cual es un movimiento hacia el centro. Pero la conversación ofrecida tiene excluidos. Subproductos de esta actitud se escuchan declaraciones que le reclaman al Presidente que “use la lapicera” (¿o el lápiz rojo?). El gobierno no rechaza el diálogo, pero no está dispuesto a aceptar las condiciones que le demandan los extremos o el dialoguismo excluyentes. Dirigir una orquesta A esos sectores, a quienes lo acusan de dialoguista tanto como a quienes le reclaman que “use la lapicera” y a quienes puedan discutirle “la batuta” pareció responderles el Presidente el último viernes, en la conferencia donde anunció la flexibilización de la cuarentena, cuando apuntó: “Ayer escuché a Lula decir que un director de orquesta tiene que hablar con todos sus músicos” e insistió en que “el diálogo hay que tenerlo con todos”. Dos puntos: quien no puede hablar con todos los músicos no da la talla. Tener una batuta en la mano no alcanza. Mensaje a varias puntas. Para encarar una convocatoria amplia (más abarcadora y abierta que la mesa que hoy le piden) Fernández espera, seguramente, que crezca más un centro moderado sobre el que pueda apoyarse y que se diluyan o aíslen los condicionamientos que ahora se prefiguran. Entretanto, el diálogo posible ya está desarrollándose, particularmente en su espacio institucional adecuado: el Congreso. La propia declaración surgida del Club Político Argentino lo enuncia: “es el Congreso de la Nación el ámbito adecuado para pactar consensos”. Y hasta hay una coincidencia con la fuerza de Elisa Carrió, para la cual "El Congreso de la Nación es el ámbito democrático, plural y central donde se debe dialogar, plantear y debatir las iniciativas para emprender la reconstrucción que el país necesita".Lógicamente, ese ámbito está regido por las reglas de las mayorías y las minorías que fija el sistema democrático. Recordando a Frondizi Alberto Fernández se esfuerza por el equilibrio. Quizás para entender el paciente tejido del Presidente haya que recordar la lucha de otro gran equilibrista, Arturo Frondizi, y los esfuerzos que tuvo que desplegar durante su presidencia en busca de conseguir integración en un país que estaba violentamente trabajado por la grieta peronismo-antiperonismo, así como por la que internacionalmente determinaban la guerra fría y la presencia en el continente de una Cuba dependiente de la Unión Soviética. El jefe de lo que sería el desarrollismo llegó a la Casa Rosada con la ayuda de votos prestados (los del peronismo), es decir con compromisos establecidos con el orientador de esos votos, Juan Perón. De otro lado tenía una oposición política (aastilla del mismo palo radical) que lo deslegitimaba por haber conseguido ese apoyo y una oposición militar antiperonista, que lo amenazaba con la forma extrema de la ingobernabilidad, el golpe de estado y que lo instaba a mantener (o incrementar) la proscripción del peronismo. En el contexto de la guerra fría, sus intentos de mantener una política internacional moderada e independiente eran jaqueados por quienes lo acusaban de ser procomunista mientras la izquierda lo denunciaba por negociar con capitales extranjeros y los grupos ultras le armaban guerrillas. En esas condiciones Frondizi trabajó para crear una base de sustentación (formada por una mezcla de situaciones electorales, coaliciones de hecho, creación de nuevas fuerzas económicas, negociaciones constantes con los llamados factores de poder y grupos de interés) para poder desarrollar su programa: una Argentina industrializada, con autoabastecimiento energético, vinculada al mundo, política y físicamente integrada. Tenía un programa. La tensión de la época impidió que se constituyera un centro desde el cual contener con eficacia a los extremos intolerantes. El equilibrio que construyó trabajosamente Frondizi se rompió cuatro años después de iniciada su presidencia. Esa experiencia terminó con su caída. Jorge Raventos

viernes, 17 de julio de 2020

ABRAN LOS OJOS, CARAJO!!

¡Abran los ojos, carajo! por Enrique Guillermo Avogadro “Una vez más, desertamos de la historia y nos conformamos con la noticia”. Antonio Scurati Por favor, ¡entiéndanlo de una buena vez! Con el kirchnerismo puro y duro, ese que hoy manda en el país y que es el único que tiene un verdadero plan, por siniestro que sea, no se negocia ni se dialoga. Para quienes creen en los dogmas que emanan del Instituto Patria, cualquier discusión, cualquier disensión es una grave herejía contra una religión que sólo tiene una diosa que, como tal, es indiscutible en su figura y en su proceder. La única forma de desalojarlo del poder será derrotarla en elecciones, si ella nos permitiera llegar a las urnas y expresarnos sin trampas. Nunca he estado en contra del intercambio de ideas ni, mucho menos, de una propuesta concertada entre todas las fuerzas políticas para la monumental crisis socio-económica –no lo digo yo sino importantes oficialistas como el “barón” Mario Ishii o el ex Viceministro Emmanuel Alvarez Agis y expertos como Joaquín de la Torre o Miguel Angel Broda- que se disparará en nuestro país tan pronto salga de este confinamiento eterno que nos impuso un Presidente –en realidad, su mandante- interesado en hacerse de un poder omnímodo e inconstitucional y que ha sido cuestionado por los epidemiólogos más serios; carecía de un plan económico antes de la aparición global del Covid-19 y, a pesar de encerrarnos ya 121 días, su “gobierno de científicos” no ha conseguido siquiera esbozarlo. Pero, para que esas conversaciones se transformen en constructivas y habiliten acuerdos sobre políticas de Estado, se requieren dos elementos esenciales: tener ideas claras acerca de qué hay que hacer y el respeto irrestricto a las reglas de juego. Alberto Fernández invitó a los partidos políticos a una reunión y, con la única excepción de la Coalición Cívica, todos concurrieron; al día siguiente, muchos intelectuales y actores políticos, incluidos algunos importantes peronistas que no comulgan con el Gobierno, firmaron una carta pidiendo la constitución de una “mesa de diálogo”, una suerte de Pacto de la Moncla all’uso nostro, que a mi modo de ver constituye una verdadera ingenuidad, pues enfrente tiene a irreductibles fulleros. Salvo Elisa Lilita Carrió, toda la oposición aceptó participar, o pide hacerlo, en un juego en el cual Cristina Fernández pondrá el referí y cambiará las reglas y hasta la forma de la pelota. Debiera recordar, puesto que estamos en su cuarto período presidencial, que carece de principios morales, y no respeta su palabra ni norma constitucional alguna. La única consecuencia que podría generar ese inocente pedido de diálogo sería quitarle al Gobierno la responsabilidad exclusiva -redistribuyéndola entre todos, o sea, de nadie- que tiene sobre una crisis socio-económica que, preexistente, ha sido potenciada al infinito por la absurda cuarentena. Creo, y el incesante “fuego amigo” que recibe Alberto Fernández desde las almenas del Instituto Patria me da la razón, que la Vicepresidente ha decidido probar a propios y extraños quién manda e ideologizar aún más al Gobierno, sin asumirlo en primera persona. Si bien el objetivo primario de Cristina Fernández no puede ser otro que la definitiva impunidad y la “absolución de la historia” para ella y su familia, no descarto que, contemporáneamente, aspire a encabezar ese “cambio del mundo” que su mandado imaginó en su charla con Lula da Silva, al menos en la región. Si esto fuera cierto, tendría sentido el fracaso del Ministro de Economía, Martín Guzmán, en la renegociación de la deuda con los fondos, que impedirá al país acceder al FMI y a las empresas al Club de Paris para la financiación de las exportaciones europeas, ya que sólo nos quedaría China como proveedor de los indispensables recursos financieros; el pacto con Irán, el apoyo al tiránico régimen de Nicolás Maduro y las graves rispideces en las relaciones con EEUU y con los países vecinos van en ese sentido. Mientras tanto, su núcleo duro continúa avanzando sobre las leyes y la República, y el Presidente –sólo un débil y patético delegado- no quiere o no puede evitarlo: la adulteración de los reglamentos del Senado para la adopción de las resoluciones y el ninguneo permanente a los miembros de las bancadas opositoras, el proyecto de moratoria para absolver a Cristóbal López de sus robos al fisco, los desistimientos de las querellas de la UIF y la OA contra la Vicepresidente, los permanentes fallos favorables a ella y los dictámenes fiscales y libertades concedidas a sus más dilectos cómplices, la subsistente intención de expropiar Vicentín S.A. y de “democratizar” la Justicia aumentando con militantes el número de los ministros de la Corte Suprema y rellenando las vacantes de jueces federales penales, etc. Pero algo falló en la estrategia de dominación. Para su asombro, quienes nada queremos saber con ese plan de saqueo e impunidad disfrazado de “socialismo del siglo XXI”, tomamos pacíficamente la calle el 9 de Julio, esa misma calle que el kirchnerismo había convertido en exclusivamente suya por la inexplicable pasividad de las autoridades frente a las hordas de piqueteros pagados para convertir la ocupación del espacio público en una muestra de poderío. Y ya no la abandonaremos. Porque si estos canallescos avances continúan sin que la oposición y los jueces reaccionen y se pongan las botas, el 17 de agosto volveremos a demostrar nuestra profunda indignación cívica y nuestra intransigente vocación republicana. Bs.As., 18 Jul 20 Enrique Guillermo Avogadro Abogado Tel. (+5411) ò (011) 4807 4401 Cel. en Argentina (+54911) o (15) 4473 4003 Cel. en Brasil (+5521) 98128 7896

EL PODER, ¿ESTÁ EN LA ROSADA O EN EL INSTITUTO PATRIA?

EL PODER, ¿ESTÁ EN LA ROSADA O EN EL INSTITUTO PATRIA? Malú Kikuchi (18/7/2020) Era inevitable que sucediera. Sucedió. Empezó la guerra abierta entre el Alberto F y su Vice. Desde que CFK eligió su candidato presidencial, hecho inédito en la historia y se propuso ella como candidata a Vice, teniendo ambos explicitas diferencias, la semilla de la discordia estaba presente. Desde el comienzo se notó la tensión entre ellos. Los gestos desagradables de CFK hablando con Alberto el día de la asunción, los discursos y los tuits de ella, siempre enviando algún pinchazo para Alberto. Discusiones hacia dentro del espacio político del Frente. A partir del 9 de julio todo cambió. CFK se sacó la careta y declaró la guerra abiertamente. Pareciera que Alberto y su Vice tienen visiones antagónicas de la patria posible. CFK sueña con un chavismo populista de izquierda (para el pueblo, no para ella y su gente) y el Presidente no se sabe qué quiere ni hacia dónde va. CFK elogiando el artículo de Alfredo Zaia de Página 12 el lunes 13/7, que describía una economía cerrada y criticaba al empresariado que acompañó al Presidente el 9/7. Mamá Hebe, lenguaraz de CFK, con más brutalidad acusó al empresariado de crímenes inexistentes. Luego del encuentro virtual de Alberto con legisladores de Juntos por el Cambio, Mamá Hebe lo acusó de dormir con cocodrilos. Se sumó Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo, por regla general con más sentido común que Mamá Hebe. Y De Vido. Al que le contestó Juan Grabois. Un verdadero conventillo de sainete barato, que debería avergonzar a sus actores principales. Pero todo esto desgasta, roe la figura presidencial. Alberto quiere conciliar, es parte de su personalidad, su Vice no lo tolera. Una vez más el pueblo argentino en medio de una interna peronista. Hechos que recuerden los 70, no son buenos para nadie. Ezeiza, el desencuentro entre el PJ ortodoxo y el PJ de extrema izquierda, Perón debiendo aterrizar en otro aeropuerto y todo lo que siguió, y como terminó, aterroriza. Los tiempos no son los mismos… por ahora. Alberto no es el Perón de 1973 y Cristina no es montonera, pudo serlo en su momento y no lo fue, pero la situación es complicada. La Vice está esmerilando con lima de metal grueso a su Presidente. La pregunta es, ¿sólo le está “marcando la cancha” o pretende reemplazarlo? La contestación vendrá con el tiempo. Andrés Malamud, analista político, profesor en la universidad de Lisboa, Portugal, sostiene que las personalidades de ambos funcionarios son muy, pero muy distintas. Cuando CFK choca, redobla la apuesta, cuando AF choca, retrocede. Y basta recordar el caso Vicentín, donde el Presidente dio marcha atrás, aunque la senadora Fernández Sagasti, muy kirchnerista, sostiene que la expropiación sigue en pie. AF se animó a que la Argentina criticara a Venezuela en la ONU y le pidió que tuvieran elecciones transparentes. Tuvo que dar marcha atrás. Con el Memorándum con Irán fue igual. Tuvo que dar explicaciones ante la comunidad judía. Lo que criticó duramente fuera del gobierno, no puede hacerlo desde SU gobierno. Malamud dice que el ataque K responde a que van perdiendo terreno. Es difícil de creer. Y sostiene que seguirán los fuegos artificiales y algunos incendios reales, pero que no van a romper su sociedad porque se necesitan. Ella perdió las elecciones del 2013, 2015, 2017, sabe que sola no llega. Alberto sin los K, electoralmente no existe. Con el correr de los días eso puede cambiar. Depende de muchas cosas. La eterna cuarentena que fue un éxito al comienzo, hoy tiene que explicarla detalladamente para que sea aceptada. Depende del resultado. La economía en terapia intensiva y con malas perspectivas. La negociación de la deuda (9º default) en “stabd by”. Suponiendo que todo salga bien para Alberto F y la Argentina pueda tener un respiro. Aun así, la pregunta será la misma: el poder, ¿estará en la Rosada o en el Instituto Patria? Se aceptan sugerencias.

viernes, 10 de julio de 2020

ENTRE LA AMISTAD Y EL ODIO, LA ARGENTINA SIN RUMBO

ENTRE LA AMISTAD Y EL ODIO, LA ARGENTINA SIN RUMBO Malú KIkuchi (11/7/2020) La confusión es total. Es malo estar confundido y es peor si la confusión la genera el Presidente de la Nación. ¿Quién es Alberto Fernández? Más allá de ser abogado, político y ahora presidente, ¿quién es? ¿Es el que llama a la unidad, el que vino a terminar con la grieta? ¿Es que tiene como Roberto Carlos un millón de amigos, o el que se enoja y reacciona con violencia? Después de más de 7 meses de gobierno, la pregunta es acuciante. El día de la Independencia, en su discurso trató de “querido amigo” a ¡Gildo Insfrán!, a otros muchos más, entre ellos a Horacio Rodríguez Larreta. Un buen gesto. Pero cerró el discurso hablando de acabar con los “odiadores seriales”. ¿Con cuáles? ¿Con los opositores y con los propios, también? Eso no lo aclaró. Aclara poco, dice una cosa y hace otra. Eso lo aprendió de su maestro Néstor K. Pero esta semana empezó mal. Con la muerte de Fabián Gutierrez, ex secretario de CFK, declarante arrepentido de los bolsos que iban a Santa Cruz (se supone con dinero), Alberto F. se sacó. Un poco prudente mensaje de Juntos por el Cambio asociando la figura de Gutierrez con CFK, disparó una serie de disparates por parte del gobierno. Diego Leuco hablando al aire con Santiago Cafierno dijo que el móvil de la muerte era el robo y el jefe de gabinete se enfureció. Tuiteó un video al que adornó con emoticones de trompadas. Y el Presidente lo retuiteó. Lo hizo desde su sitio oficial. No hay que dejar que Alberto F cuando no puede dormir, tuitee. Tienen la misma mala costumbre Trump y Bolsonaro. Luego, para bajar los decibeles Alberto dijo que era una broma. El Presidente de una Nación no puede hacer bromas que impliquen violencia. Que ni siquiera rocen la idea de violencia. Trompadas afuera. Para no ser menos, Cafiero en otro tuit trató de “idiota” al Dr. Alejandro Fargosi. Evidentemente en el Frente de Todos no tienen conciencia del cargo. ¿Será por eso que no tienen cargos de conciencia? ¿Quiénes son los “odiadores” seriales, ¿los que insultan y mandan trompadas virtuales? También del lado de la oposición hay odiadores, son innegables, pero hoy no tienen la responsabilidad del gobierno, ni son funcionarios viviendo del erario público. De todos modos eso tampoco los justifica. Y si el gobierno y/o la oposición quieren adueñarse del banderazo del 9/7, se equivocan. Fue una manifestación espontánea en más de 70 lugares del país, en particular CABA, Rosario, Avellaneda y Reconqista (Santa FE, Vicentín), Córdoba, Tucumán y Mendoza. La gente fue llegando a los lugares emblemáticos después de ver a otra gente a través de los canales de TV. Expresaron sus quejas y sus esperanzas, tan variadas como personas había. Algunas se repetían. Se nombró la Constitución muchas veces, y calienta el corazón saber que los argentinos no han olvidado su contrato social. Hablaron de hambre, de libertad, del hartazgo de la cuarentena, de la justicia y la impunidad, de los valores, la corrupción, la falta de futuro. Y quizás la pancarta casera más prometedora, llena de esperanza, fue: “la gente ya no se calla”. Un país que tiene gente capaz de no callarse ante tanta injusticia, tanta impunidad, tanto cercenamiento de libertades individuales, tanto atropello a la Constitución, todavía es posible. Habría que pedirle al gobierno, al Presidente y a su Vice, que escuchen a la calle. La gente que salió el 20/6 y el 9/7, dos fechas patrias, lo hizo a sabiendas, porque quiso, consciente de sus derechos. Deben escuchar las quejas y los reclamos, antes de que ambos se conviertan en exigencias. Porque la paciencia tiene un límite. El 9/7 la gota que desbordó el vaso fue la domiciliaria de Báez. Ya no entran más gotas en el vaso. Expliquen qué plan de gobierno tienen, hasta ahora el plan político se reduce a la cuarentena y el económico a la emisión y a jugar con los acreedores. . Digan la verdad, aténgase a ella y actúen en consecuencia. Recuerden que el pueblo argentino puede parecer un rebaño de ovejas que se lleva mansamente al matadero, pero no lo es.

martes, 7 de julio de 2020

DONALD TRUMP: KU KLUX KLAN

DONALD TRUMP: KU KLUX KLAN. Amigos: Hace unos treinta años, cuando me radiqué en WDC, frecuentaba un pub, en el que la cerveza draft era superlativa y entre los parroquianos, se distinguía uno del todo supremacista. Como me consideraba muy bisoño en las costumbres de los gringos, un día presencié una alocución de este sujeto respecto al repudio que todo norteamericano caucásico sentía por los afros. Luego de su acting, el barman me presentó con él, ya que deseaba interrogarlo en relación a su visceral desprecio por esa minoría. Como estos de aquí suelen hacer, me contestó con otra pregunta: ¿usted acaso tuvo el infortunio de contar a un negro como vecino a su medianera?. Le contesté negativamente e inmediatamente me apostilló, bueno, amigo, cuando le toque en desgracia algo similar, pregúntemelo nuevamente. Y me ilustró sin que se lo solicitase. Cuando usted vive con estos monkeys en la pared contigua a su dormitorio, le aseguro que, conciliar el sueño le será del todo difícil. Ponen la música dentro de sus casas con un volumen compatible con una gigante Disco. Si en la mañana siguiente, se le ocurre inquirirlos por ello, se ríen en su cara y en la siguiente noche los estertores de sus melodías se tornarán en ensordecedores. Y si los fines de semana en primavera o verano, comete la ingenuidad de saborear una bebida refrescante en el porche de su domicilio, presenciará los mismos bullicios, mientras a menos de diez metros de donde usted esté sentado, ellos lavan sus carros. Súmele las reyertas domésticas y a los gritos entre ellos, generalmente por las recriminaciones de las esposas a los maridos, cuando llegan a altas horas de la madrugada, generalmente totalmente ebrios. Y adicionele más griteríos explosivos cuando padres y madres por igual reprenden a sus hijos por notas escolares deficientes. Sinceramente amigo, absténgase de comprar una vivienda, cuando sus vecinos pertenezcan a esa etnia; son peores que estos mojados que provienen de México. Considero oportuno compartir esta breve viñeta con Ustedes, porque con los años y décadas comprobé que aquél racista no exageró demasiado en sus apreciaciones en relación a la convivencia con la gente de color. Pero mucho más allá de mi opinión personal, puedo asegurarles que hasta los más liberales y pro derechos civiles, si les rasgamos superficialmente sus epidermis, veremos un idéntico resultado. Y no será otro que, lo ardoroso de sus discursos en defensa de los descendientes de esclavos, van bárbaro en sus alocuciones y ponencias, pero en sus interiores, eso de convivir con ellos: jamás. Todo lo que, me permite inferir que, el norteamericano promedio, tenga o no posición tomada en favor o perjuicio de los negros, en el fondo cuánto más lejos mejor. Y quizás en ello reside esta monumental hipocresía popular sobre la irrestricta defensa de una raza que, a diferencia de cuantos provienen de ancestros indigenistas, generan un desprecio mayoritario que siempre será del todo insuperable. No tomaré partido por ninguna de estas facciones, pero después de todo, ya tuvieron un Presidente que puso bastante grisácea a la Casa Blanca, Colin Powell fue la mano derecha en Seguridad de un Republicano de paladar negro como Bush jr. Condolezza Rice, ocupó ni más ni menos que la Secretaría de Estado en el mismo período. Otra Rice, -Susan- fue la Consejera de Seguridad de Obama. Hollywood y todas las editoras musicales, cuentan entre sus más emblemáticas figuras taquilleras a actrices, actores y cantantes de igual origen. Me pregunto entonces ¿porque se quejan tanto sus defensores, acerca de una suerte de evidente e inexistente apartheid?. Están integrados con idénticos derechos y privilegios que los blancos desde los tiempos de Lyndon Johnson en 1965. Ergo, hace 55 años que votan y son votados, por todo lo cual, entiendo que estos gringos quejosos deben de sincerarse y aceptar o asimilar que, las diferencias raciales son moneda corriente en todo el mundo y desde todas las épocas. En la India, con toda la piedad y misericordia que generó el mahatma Gandhi, las ancestrales diferencias de sus Castas existen desde antes que EE UU fue colonizado a comienzos del siglo XVII. Pues entonces, creo y con toda humildad que, debería de convocarse a un referéndum federal y de su resultado apreciar que, la raza banca es en absoluto incompatible con la de los supuestos perseguidos y oprimidos. Y reflotar el plan de Albert Pike, cuyo busto acá cerca de mi domicilio, hace unos días fue derribado, y escindir a la Unión, otorgándoles a todos estos morochos, los mismos territorios soberanos que, ese General Confederado planificó, esto es, New México, Arizona y Utah. Si como todo me lo hace suponer, el Pato Donald se impone en noviembre con o sin fraude electoral mediante, hará precisamente eso. Y al así implementarlo, dejará que gran parte de la frontera con México, la defiendan sus nuevos moradores. Sus actuales, de ascendencia europea, serán indemnizados por sus activos en esos Estados y se podrán re ubicar sin dificultad ninguna en cualquier parte de USA. Será, conforme a mi modesto criterio, esa vía, la única y excluyente para concluir con la actual anarquía social que hoy nos invade a todos los residentes, seamos o no yanquis. Y a los escépticos, vaya un ilustrativo recordatorio. Cuando a O J Simpson lo estaban juzgando por el doble homicidio a su cónyuge y a su amante en primer grado en Los Ángeles, sus letrados se reunieron con el Alcalde y el jefe de policía y le exhibieron pruebas que si su Cliente resultaba condenado -con todas las indicios incriminatorios debidamente colectados-, los negros incendiarán la ciudad. Como esta data es de público y notorio, baste refrendarla como un simple ejemplo. Y para quienes, incluso con esta suerte de desordenadas reflexiones, sigan refugiándose en la renuencia, otro recuerdo. Los ex Estados Confederados, sepan quienes lo ignoran que, a pesar de arriar su bandera y escudos oficiales informalmente nunca se rindieron ni lo harán. Pero bueno, si algo de esto que bastante pergeñado ya lo está progresa, veremos una forma indisoluble en poco tiempo, o sea... DONALD TRUMP: KU KLUX KLAN. Cordialmente Carlos Belgrano.-