sábado, 14 de octubre de 2017

CIRCULO ROJO

Panorama político nacional de los últimos siete días La celebración del círculo rojo y las tensiones que vienen En Mar del Plata, en las sesiones de IDEA pobladas de empresarios y ejecutivos entusiastas, el gobierno de Mauricio Macri recibió el espaldarazo del “círculo rojo”. El presidente atraviesa una etapa en la que esos ambientes lo ven unánimemente rubio y de ojos celestes, lo vaticinan ganador y lo imaginan como adelantado de una nueva era. La instrumentación del Cuco Hasta el domingo 22 el gobierno seguirà ejercitando una táctica electoral que le ha dado resultado: beneficiarse del rechazo que generan en la opinión pública el recuerdo de la gestión kirchnerista y las figuras de sus principales exponentes. La candidatura de Cristina Kirchner ha sido funcional a esa táctica, reiterando en la provincia de Buenos Aires el “efecto Anìbal Fernàndez” que en 2015 convirtiò en gobernadora a Marìa Eugenia Vidal y, en definitiva, determinò el triunfo presidencial de Macri. Hay sectores del gobierno que, engolosinados con el recurso, proponen seguir explotàndolo hasta 2019, con la esperanza de que una presencia activa de la señora de Kirchner en el escenario político mantenga viva la dispersión del electorado peronista y obstruya los procesos de renovación y reorientación que ya se insinúan en esas filas. Un costado implícito de esa inclinación tàctica es la preferencia por una Justicia morosa en los casos que involucran a la expresidente. “Cristina es políticamente màs útil para el gobierno en libertad que detenida” –resume un analista de fluida circulación por los pasillos del poder político. En un país que invoca la independencia de la Justicia esa presunta utilidad y aquella preferencia no deberían dar lugar a ninguna consecuencia directa. ¿O sì? En cualquier caso, la señora de Kirchner no ignora los beneficios mutuos de aquella predisposición estratégica y juega sus fichas en ese contexto. Los socios de facto se entienden por oficio mudo, no necesitan secreteos como los que intercambiaron futbolistas de Perù y Colombia en plena cancha el último martes para acordar un resultado que favoreció a ambos contendientes y perjudicò a terceros. Las expectativas de la propia tropa Màs allà de las condiciones que requeriría su concreción (manejo de factores judiciales, comportamiento de la propia involucrada, contención de imponderables) la táctica de la preservación del protagonismo en libertad de Cristina Kirchner tiene antagonistas en la propia cúpula de la coaliciòn oficialista. Y, si bien se mira, en una porción considerable de su público màs fervoroso. Es difícil imaginar por ejemplo que, asì se invoque la conveniencia política como argumento, Elisa Carriò coincida con cualquier tipo de procedimiento que opte por la morosidad judicial en relación con temas de corrupción. Màs bien por el contrario, ella empuja (por momentos, presiona) para que la Justicia actùe con energía contra los casos de corrupción, inclusive si eso puede resultar circunstancialmente incòmodo para el oficialismo: ella se ha pronunciado sobre temas que involucran a gente cercana al Presidente, como Daniel Angelici, el primo Angelo Calcaterra o el affaire del Correo Central; apuntò contra el titular de la Corte Suprema, (un movimiento que seguramente tendrá nuevos capítulos después del comicio); señala acusadoramente a Hugo Moyano, que mantiene buen diálogo con la Casa Rosada… “Basta de polarización” Si la posición que puede encarnarse en Carriò difiere de los sectores que pretenden seguir instrumentando en favor propio el protagonismo libre de la señora de Kirchner y su carácter de mala de la película , hay otras figuras influyentes de Cambiemos que, desde otro àngulo, priorizan la necesidad de una política de mirada màs larga, destinada a ampliar la plataforma de la gobernabilidad a travès de acuerdos con las fuerzas “constructivas”, en primer lugar el peronismo poskirchnerista (gobernadores, senadores, diputados, intendentes, sindicalistas). En la reunión de IDEA, el presidente de la Càmara de Diputados, Emilio Monzó anunció solemnemente: "Señores empresarios, tengan la seguridad de que se terminó la polarización que le hizo tanto mal a la Argentina ". Y prometió que su fuerza va a "trabajar para buscar todos los consensos necesarios con la oposición". A su lado, el radical Mario Negri, aseguraba que Cambiemos "no va a emborracharse con los resultados" y que es consciente de que "un voto de confianza no es un cheque en blanco". Desde esta perspectiva, inflar instrumentalmente a la señora de Kirchner para que divida al peronismo constructivo es considerado un procedimiento erróneo. Se trataría, más bien, de dar espacio para que el peronismo procese con naturalidad y cuanto antes sus diferencias internas y participe en plenitud del nuevo sistema político. Abierto a la colaboración con el justicialismo, este sector tampoco conforma a la tendencia que se referencia en Carriò, cuya prèdica anticorrupción a menudo se identifica con un cuestionamiento al peronismo en su conjunto. Administrar una victoria Despuès de emerger razonablemente victorioso de la elección del domingo 22 , el gobierno deberá empezar a dirimir pulsiones divergentes que al mismo tiempo que denotan vitalidad, revelan disputas. Esta etapa lo ubicarà en un punto en el que recibirà presiones de quienes -en virtud precisamente del éxito electoral- le reclamaràn que acelere el paso, que abandone el gradualismo, que profundice las reformas, que recorte el gasto, que baje impuestos, que baje las tasas, que corrija el valor del dòlar .. sin necesariamente tomar en cuenta que los objetivos de gestión siempre tienen prerrequisitos políticos que son los que los vuelven posibles o imposibles. Las urnas del 22 de octubre impulsaràn el debate no sòlo en el peronismo, que debe renovarse y redefinirse, sino también en un oficialismo en el que, superada la prueba de la elección de medio tèrmino, ya se empiezan a dibujar las pujas del 2019 y hasta las de la sucesión posterior. Jorge Raventos

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