jueves, 15 de octubre de 2020

LOS BANDERAZOS TESTIMONIALES


 
LOS BANDERAZOS TESTIMONIALES
Amigos:
La presente Entrega va por mi cuenta, por cuánto esta vez al menos, ninguno de mis Editores me ha solicitado que, me adentre en nuestras cuestiones domésticas; de seguro porque el Caso Argentino a nadie, por lo menos aquí en USA, le importa un bledo, lo que nos sucedió, sucede y suceda.
Y elegí esta escueta y breve oportunidad, ya que es tan penosa la opinión que, sobre nosotros tienen en cualquier parte del planeta, que, me motiva; lo suficiente al menos, como para despachar algunas líneas.
Hace, si mal no recuerdo unos diez días atrás, tome conocimiento, merced a un video en particular, de los muchos que, viejos y entrañables amigos de allá, me hacen llegar constantemente, con igual sedimento amargo bucal que personalmente percibo con cada cosa que nos pasa.
Acaso por la pléyade de vulgaridades que, como Sociedad enfrentamos como un rebaño de pelotudos, sin distinción ninguna por
el grado académico/intelectual que podamos exhibir como cocardas individuales.
Y este fue, el de un conjunto de malvivientes que intrusaron el predio de la Escuela de Infantería de Montaña de nuestro Ejército, en las adyacencias de Bariloche.
No creo que haya superado el millar, esa gentuza K, que bajo la falsa reivindicación de ancestrales tierras de indígenas mapuches, en nombre de esa reconquista, dolosamente se apropiaron de setecientas hectáreas de una estratégica e invaluable Unidad Militar.
Bajo la directa y personal anuencia de otro hampón: el chivo Rossi, a quien le reintegraron la cartera de Defensa.
Esto es que, el dador/librador de unos ochocientos cheques sin fondos, en oportunidad de su meteórica carrera en la actividad privada y que debería ser el salvaguarda de los intereses y bienestar de las Fuerzas Armadas, instó a un grupúsculo de gánsters,
para su criminal propósito.
Y que, según la letra de la Ley, no ha sido más que otros de cientos o más miles de Traiciones a la Patria, en mérito al debilitamiento y mengua de, precisamente, el estado defensivo de la Nación Argentina, en un vértice limítrofe a Chile.
Ese fue el hecho doloso y antipatriótico de un simple empleado de Kretina, con entidad suficiente para que, cualesquiera de esas ratas de albañal -tejido zoológico inferior-, conformado igualitariamente por el juez federal de esa circunscripción, su Alzada y/o nuestros Padres de la Patria Senatoriales o los representantes populares, inmerecidamente denominados diputados, se aguarda aún que justifiquen sus obscenas dietas.
Todo lo descripto es una mera calificación criminógena y la omisión de auxilio a la Patria de los dos Poderes del Estado que,
en un país medianamente serio, hubiesen sido los clamantes eméticos para despanzurrar a un accionar subversivo enmarcado en una tipología penal autónoma.
Sin embargo, nada ni nadie de los miles de habitantes en las inmediaciones de ese punto turístico rionegrino, se hizo presente, a los simples efectos de repudiar un claro y meridiano ataque a nuestra soberanía.
Pero ello nada tuvo de impeditivo, para que cientos de miles de boludos y cobardes, se hayan dado cita agitando banderas argentinas en toda la Nación, el pasado día 12.
En virtud a lo grosero o más bien aberrante de la conducta colectiva de todos esos mierdas que, con sus chatas se pavonean en
espectáculos de podredumbre, voy a tomarme una licencia, tan contemplativa, estérril e inocua como las manifestaciones de
tantos idiotas.
Y tal vez, sólo por ello, permítanme y con el respeto más extremo defecar en todos y cada uno de...
LOS BANDERAZOS TESTIMONIALES.
Cordialmente Carlos Belgrano.

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