“TRATANDO DE RECORRER NUESTRA HISTORIA”
Indagando en el Google encuentro: Bernardino Rivadavia Ex Presidente de la Nación Argentina.
“… Que en 1824 fue nuevamente nombrado ministro por el general Gregorio Las Heras, sucesor de Rodríguez, pero rehusó el cargo para trasladarse a Inglaterra. Regresó en 1826 para ser elegido por el Congreso primer presidente de la República Argentina. Y por iniciativa de Rivadavia, el gobierno contrató en 1824, un empréstito con la firma inglesa Baring Brothers por un millón de Libras. El empréstito se contrataba con el objetivo de crear pueblos en la frontera con el “indio”, fundar un Banco, construir una red de agua y un puerto”.
“Pero descontadas las comisiones los gastos de emisión y varias cuotas adelantadas, llegaron a Buenos Aires sólo 570.000 libras, la mayoría en letras de cambio sobre casas comerciales británicas en Buenos Aires propiedad de los gestores del empréstito”. *Pero la deuda se asumía por el total: 1 millón de libras*”.
“El dinero del empréstito, por diversas circunstancias, no se destinó a la construcción de obras públicas como había sido previsto, pero se dilapidó en gastos improductivos”.
“Para 1904, cuando se terminó de pagar dicho crédito, la Argentina había abonado a la Casa Baring Brothers la suma de 23.734.766 pesos fuertes”.
Es decir que Bernardino Rivadavia, con el ejemplo, nos enseñó a pedir empréstitos extranjeros por un monto elevado para realizar ciertas obras. Sin interesar si se recibe menos de ese monto y no se realiza las obras programadas aunque se malgasta el dinero recibido; como tampoco importa el monto total que se paga, aunque sean interés sobre interés (anatocismo) ni el tiempo en que se demora en cancelarlo.
Y de esa forma entramos en “la calesita de la Deuda Externa” o en el camino de la “Deuda Permanente”, para seguir siendo un país subdesarrollado. Ruben Peretti
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