sábado, 28 de julio de 2018

MONOPOLIO DE LA POLÍTICA

El intocable monopolio de la política Por Dardo Gasparré 28 de julio de 2018 @dardogasparre En la línea telúrica de discutir acaloradamente en los medios y las redes cualquier tema importante o no hasta que se lo lleva a su nivel de intrascendencia, ahora se debaten los casos de aportes irregulares a la campaña de la gobernadora María Eugenia Vidal y de afiliados falsificados —"truchos" en jerga gutural— en Cambiemos y los Frentes del peronismo bueno y no tan bueno. Ambos temas son graves y van contra la ley, pero mueve tristemente a risa que se debatan estos casos seriamente, como si fueran una excepción, un hallazgo único, como el agua en Marte, o como si se tratasen de situaciones desconocidas cuyo descubrimiento tomara por sorpresa al sistema, lo conmocionara y lo indignara. En realidad, se está en presencia de uno de los tantos actos de hipocresía y cinismo de la política nacional. Las disposiciones constitucionales corporativas inspiradas por Raúl Alfonsín en 1994, que formalizaron la entronización de los partidos como capataces de la democracia, concepción socialista si las hay, fueron luego perfeccionadas con la ley de partidos políticos, las reglas de financiamiento de las campañas y la ley de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, (PASO), una concepción fascista que paradojalmente redondea el pensamiento alfonsinista. Ese paquete de escamoteo de la democracia fue perfeccionado por las reglamentaciones, cuando no por el simple accionar de los punteros patoteros funcionales, tolerados como auxiliares de la militancia. El robo de boletas obliga a imprimir una cantidad tan grande que los partidos pequeños no tienen chance alguna de financiar su impresión, aunque luego se les reintegre el monto, por caso. Dentro de ese mecanismo de prestidigitación política, ocupan un lugar central el número mínimo de afiliados requeridos y las reglas de financiamiento de los partidos, concebidos y pulidos para impedir sistemáticamente la creación, la subsistencia y la participación de nuevos partidos, o de los más pequeños residuales que todavía penan por mantenerse con vida, a veces con formatos tan graves como el alquiler o la venta del sello partidario. El monopolio de los partidos —o más precisamente el de los grandes partidos o los llamados movimientos— execra cualquier idea de elegir diputados por distrito, y reacciona con furia y saña ante la sola idea. Sostiene que ese método favorecería a las facciones mayoritarias, como si no fuera eso lo que ocurre ahora, donde tienen asegurado ese privilegio por la ley y la Constitución. "Si alguien quiere postularse, puede formar un partido distrital y presentarse a elecciones, hace falta solo cuatro mil afiliados", es la respuesta más escuchada ante esas quejas. Tal argumento podría rebatirse casi instantáneamente con la simple pregunta de por qué hace falta un partido para postularse, lo que será refutado de inmediato con la explicación tautológica de que eso es lo que dice la ley y es igual para todos. Pues justamente, no es igual para todos. Cualquiera que haya intentado seguir el consejo y formar el partidito se ha enfrentado a los requisitos de todo tipo, al escrutinio minucioso, obsesivo y obstructivo de oficinas especializadas en verificar todo el tiempo la cantidad de afiliados, con datos específicos que no se piden para ninguna otra gestión, oficinas cuyo objetivo es que no se creen los partidos, o que si obtienen su personería, la pierdan a la siguiente inspección, que será más ensañada. Salvo que se trate de las alianzas que inventan todo el tiempo los grandes partidos dueños del sistema, que tienen aparentemente la suerte de no ser sometidos a semejante escrutinio. Véase por ejemplo, la enorme velocidad con que la señora de Kirchner inventó su Unidad Ciudadana, que tuvo que cumplir menos requerimientos que para formar un partido y postularse para intendente de Huinca Renancó. La resultante es que los individuos que no quieren caer bajo la esclavitud ideológica, política o ética (¿antiética?) de un partido monopólico tienen pocos caminos posibles. Comprar o alquilar un partido de papel existente, con el riesgo de que se caiga la personería en la primera inspección, o recurrir a los vendedores de afiliados o formadores de partidos, que por una módica suma consiguen afiliados como si fueran troles y los venden llave en mano. Dos procedimientos precarios, indignos, ilegítimos y que repugnan a la gente de bien. Cuando se llega al financiamiento, el problema es igual. Los grandes partidos siempre son mejor tratados por sus pares y aun por los jueces electorales con más benevolencia que un señor que quiere formar un partido para poder postularse como diputado por Capital Federal. Como además al no estar divididos subdistritalmente las grandes provincias requieren entre 170 mil y 240 mil votos, aproximadamente. Eso implica, dicen los expertos, alrededor de quinientos mil dólares de costo para poder competir con chances de éxito. Solo alguien con una gran fortuna personal o un inescrupuloso podría conseguirlo. Los grandes partidos han logrado solucionar mágicamente la disyuntiva. De modo que esta pirotecnia es hipócrita y cínica como se consigna al comienzo. O sea que no va a pasar demasiado. Es algo similar al caso Odebrecht. Hay tantos coimeros locales, tan multipartidarios, que se seguirá discutiendo y hablando hasta que las responsabilidades se diluyan, o hasta que el único culpable sea un prestanombres, un doleiro autóctono, un corcho flotando a la deriva en un mar de humo, sin conexión, aparente o probada, con la política. A este panorama se debe agregar que a los contribuyentes empresarios y sindicales a las campañas les conviene mucho más aportar a los partidos grandes (en general aportan a varios caballos con chances) y en general en negro, para no ser identificados, y porque "pedir para el partido" esconde el eufemismo de "robar para el recaudador". No se puede robar en blanco. Eso también explica los costos estrambóticos de las campañas publicitarias, cuando además existe una confiscación de espacio a los medios privados para esos fines. Con lo que tampoco conmueven las lágrimas de cocodrilo ni el rasgar de vestiduras de los políticos que se beneficiaron y se benefician de una legislación que ellos mismos han hecho y defienden a muerte, que les regala el control total de la democracia, de la que se erigen en propietarios, y al mismo tiempo una rentabilidad permanente garantizada, y no solo en sueldos, repartijas, viáticos, chocoarroz y similares, nepotismo y ñoquis. Para los ciudadanos, en cambio, este simple error de manejo y discreción de los operadores de los partidos, incluyendo el grave error de destapar la olla, debería ser un llamado a la reflexión. Porque no solo desnuda y trae de nuevo sobre el tapete los efectos económicos del gasto de la política, sino que muestra situaciones mucho más graves. Que las minorías no están adecuadamente representadas, presupuesto esencial de la democracia. Que existe un entramado cuasimafioso en el que de una u otra manera hay una complacencia, tolerancia e hipocresía que configura un corporativismo político inaceptable y contrario a la Constitución y a los principios republicanos. Que la corrupción de la política es multipartidaria y que eso conlleva a que lo sea también toda la corrupción en general, con cualquier aditamento. Que no se ha producido ninguna de las reformas políticas que los partidos, en especial Cambiemos, prometieron que serían sus banderas de lucha y su legado. Apenas se discutió un tema menor como el formato del voto, que se abortó, con perdón del término, en otro debate inocuo e intrascendente que terminó en muy poco y que tampoco abarcó los temas esenciales. Que en este esquema, la ciudadanía se siente cada vez menos representada en su multiplicidad de requerimientos, necesidades, opiniones y expectativas, por lo cual esas inquietudes se terminan canalizando en movimientos de presión poco democráticos, no siempre representativos y no siempre encuadrados en la racionalidad que requiere cualquier decisión que afecte a la sociedad. Ante el miedo justificado a ser deslegitimizados por su falta de representatividad y vocación de servicio y su exceso de ambición, los legisladores tienden a ceder ante esos grupos, con lo que se llega a una situación de ruptura del orden social, asistencialismo brutal y ruinoso, abolicionismo y cesiones territoriales, y una deseducación generalizada por falta de autoridad moral. Cuando, en la crisis de 2001, el clamor era "que se vayan todos", rápidamente hubo una campaña (en el peor sentido del término) en muchos medios para explicar que tal grito de lucha era antidemocrático. Eduardo Duhalde, el mayor factótum del sistema en ese momento, rápidamente sacó sus grupos de piquetes y matones a mezclarlos con la protesta popular para crear temor y copar la calle, lo que logró, y con ello arriar la bandera del rechazo generalizado y bastante merecido a la clase política. Lo que ocurre hoy es solo un pequeño descuido, un desliz del monopolio de los partidos, que, sin quererlo, les han hecho recordar a los ciudadanos que las promesas de cambios para mejorar y garantizar la democracia y el republicanismo no se han cumplido. En eso sí hay una férrea política de Estado que continúa con todos los gobiernos. Se soluciona formalmente debatiendo y acusándose, investigando en el Congreso y la Justicia, despotricando y señalando con el dedo en el tribunal de los medios y el panelismo, en todas las radios, en los programas de chimentos y en los supuestamente serios. Hasta que llegue a su nivel de intrascendencia e indiferencia. Entonces surgirá otro tema igualmente grave e igualmente inútil de discutir. Lo explicó muy bien el gran teórico comunista Milovan Djila, en su libro La nueva clase, de 1956, apelativo con que apostrofó a los jerarcas comunistas que habían prometido el bienestar general y vivían como sátrapas reinando sobre pueblos empobrecidos. Lo explicó mejor George Orwell en su gran novela política Rebelión en la granja, donde los chanchitos destituían a los humanos bípedos para empoderar a los cuadrúpedos. Pero luego, en el secreto de sus grandes fiestas, bailaban dificultosamente en dos patas como señal de distinción.

PROFECÍA

El silencio de CFK y la profecía autocumplida Por Emiliano Rodríguez - 28/07/2018 La encrucijada política del momento Hasta los militantes más fervorosos se lo preguntan por estos días. Los que dicen entender el juego y los otros también. ¿Dónde está Cristina (Kirchner)? Fuera de micrófono, allegados a la expresidenta deslizan que la estrategia elegida para la ocasión, para este tramo de la incipiente campaña electoral, es permanecer en silencio. Mantener un perfil bajo, aunque siguiendo de cerca las desventuras del Gobierno que lidera Mauricio Macri. El jefe de Estado al que se negó a traspasarle el mando presidencial hace casi 1.000 días (falta poco más de un mes para que se cumpla ese período). Dos años y medio después, Macri transita por horas complejas al frente de la Casa Rosada, aunque parece decidido a seguir adelante hasta las últimas consecuencias con sus planes de ajuste. A los anunciados aumentos en las tarifas de energía eléctrica y gas, previstos para septiembre y octubre próximos, se sumaron en las últimas horas retoques por demás significativos en la estructura de asignación de subsidios familiares que otorga el Estado. El Gobierno también eliminó un régimen diferencial que alcanzaba a más de 100 mil chicos de provincias de la Patagonia y de algunas zonas, pobres, del norte argentino. Además, dispuso morigerar los efectos de ese placebo de deducciones permitidas para el impuesto a las ganancias. Y como si todo esto fuese poco, confirmó un incremento en boletos de transporte público de pasajeros en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Un anuncio tras otro, sin respiro. Sin margen para recuperarse y con el arco opositor casi en su conjunto aun discutiendo sobre el nuevo rol que cumplirán las Fuerzas Armadas. Escudo Norte El jueves pasado, sin ir más lejos, muchos de ellos marcharon hasta el Ministerio de Defensa para protestar contra la decisión de Macri de involucrar a militares en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo. En el Congreso, el massismo y el peronismo "dialoguista" pidieron una sesión especial para el próximo 8 de agosto a fin de tratar todos los proyectos presentados para derogar el decreto presidencial que habilita a las Fuerzas Armadas a intervenir en asuntos de seguridad interior. Organismos de derechos humanos y referentes del kirchnerismo, por su parte, llevan la voz cantante a la hora de cuestionar la iniciativa macrista. Pero hace siete años, en julio de 2011, era la mismísima Cristina Kirchner la que anunciaba en Santiago del Estero el programa "Escudo Norte", que implicaba la instalación de radares en la frontera argentina con Bolivia, Paraguay y Brasil para intensificar, presuntamente, la lucha contra los narcos. "Confiamos en que puedan defender y cuidar la frontera para impedir que la Argentina sea un país víctima del narcotráfico, como pasa en otros países", decía la por entonces presidenta. El plan oficial preveía sumar a las tareas de prevención dos aviones Pucará, cinco helicópteros y ¡270 uniformados del Ejército Argentino y de la Fuerza Aérea! Hoy se rasgan las vestiduras por el decreto presidencial. En la Argentina, está claro que el componente ideológico a muchos le nubla la mirada (aún). Y también su capacidad de análisis. Marchan porque suponen que Macri utilizará a las Fuerzas Armadas para reprimir posibles manifestaciones contra el ajuste. No tanto en las próximas semanas, sino hacia fines de año, cuando algunos estiman -o quieren creer- que podría producirse cierto alboroto social en la Argentina en el caso de que el plan económico que impulsa la Casa Rosada continúe generando estragos en la ciudadanía. Marchan -o marcharon- porque suponen -o suponían- que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ordenó a Macri abrir las puertas de los cuarteles. El Fondo Monetario o Estados Unidos. Para que salgan los militares, a controlar las calles y/o a aplicarle "mano dura" a la población. Salen a marchar porque lucubran -quizá- que la derecha en el país se regocija con la posibilidad de que todo eso ocurra. Pero cuando Cristina Fernández de Kirchner dispuso que parte de las Fuerzas Armadas patrullaran la frontera norte en 2011 no les resultaba tan descabellada la propuesta. El componente ideológico entra una vez más en acción. El silencio y la profecía Los militantes la extrañan. Según averiguó la agencia Noticias Argentinas de fuentes cercanas al kirchnerismo, el silencio de "la Jefa" comenzó a generar cierta intranquilidad. O impaciencia, mejor dicho. Algunos consideran que es el momento de salir a hablar, de mostrarse, de abandonar la estrategia de perfil bajo. Otros entienden que al Gobierno aún le puede ir peor. Por consiguiente, es necesario continuar esperando antes de abandonar el ostracismo, por más coyuntural que sea. En medio de la tensa espera, alguno por ahí se la imagina puertas adentro planeando un discurso contundente, rodeada de sus hijos y su gente de confianza. O bien revisando viejos álbumes de fotografías, envuelta en nostalgias de poder y escuchando músicas de otra época... ¿Quién sabe? Lo cierto es que en el círculo de allegados a la actual senadora nacional consideran que Cristina será candidata en las próximas elecciones presidenciales. En 2019. Porque "tiene los votos". Seguramente se refieren a los que obtuvo en los comicios del año pasado, cuando perdió frente a Cambiemos en la provincia de Buenos Aires. Una estrategia "de silencio" similar a la de Cristina lleva adelante por estos días Sergio Massa, aunque sin "los votos" que (en teoría) atesora la ex mandataria. En cambio, el salteño Juan Manuel Urtubey sí opta por salir a hablar. Por opinar de coyuntura nacional. Y procura hacer equilibrio en esa delgada línea que separa a la crítica razonable y constructiva de la reprobación meramente proselitista. Mide bien Urtubey, atención. Pero Macri también medía bien cuando comenzó su gestión. Después, comenzó su gestión... Y la cosa se complicó. Ahora, el peronismo, si bien aún debe resolver sus asuntos internos, parece tan, pero tan cerca de desempolvar esa especie de máxima con la que suele vanagloriarse. Y asegurar, una vez más, que únicamente el Partido Justicialista es capaz de gobernar la Argentina. Claro que les gusta mencionarlo. Una frase que, por cierto, hasta de panfletos partidarios habría quedado desterrada después de los 12 años de kirchnerismo en la Argentina si no fuese por los desaciertos del gobierno de centroderecha de Macri. Resulta ahora que el peronismo se pelea por volver. Porque olfatea que tiene por delante una oportunidad impensada hasta hace apenas unos meses. Una chance de resurgimiento que el propio Gobierno le otorga, mientras procura ordenar las cuentas del Estado. Lo intenta, se esmera en pos de lograrlo. Pero si llegara a fracasar, todo el esfuerzo desarrollado en estos meses terminaría reducido y consumido en una (especie de) profecía autocumplida. Una más en la Argentina. Con Macri como objeto de análisis político -sociológico y hasta psicológico- a futuro. Con Macri como artífice. Como partícipe necesario, como protagonista. Aunque profecía autocumplida al fin. Vaya encrucijada...

RECESIÓN

La recesión ya llegó… ¿cuánto durará? Por José Calero - 27/07/2018 La gran duda Con la sospecha de que la Argentina ya entró en recesión, la duda de inversores, empresarios y consumidores es determinar cuál será la profundidad de la caída y por cuánto tiempo se extenderá. Estimar con algún nivel de precisión esa respuesta parece una tarea más digna de un mago que de un cúmulo de expertos en economía consultados a diario por hombres de negocios que quieren hacer algún tipo de proyección confiable en una Argentina la mayoría de las veces impredecible. El cimbronazo provocado por la sorprendente devaluación de mayo y junio, que nadie vio venir, dejará secuelas de una magnitud aún difícil de medir. Las principales estadísticas, como el Estimador de Actividad Económica (EMAE), reflejan que el derrumbe comenzó. También ratifican que la Argentina es "agrodependiente", ya que la caída superior al 30% en la producción agrícola arrastró a la baja de la actividad económica en el quinto mes del año. El abrupto descenso del 5,8% de la economía en mayo, la más profunda desde julio de 2009, refleja la magnitud de un fenómeno que dejará secuelas imposibles de predecir por ahora. Desde Johannesburgo, donde participó por invitación de la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), el presidente Mauricio Macri terminó de dar el visto bueno para que se anunciaran el viernes los aumentos de tarifas de colectivos y trenes. Los nuevos ajustes son del 30% en el primer caso, y de hasta el 70% en el de los ferrocarriles, lo cual representará un nuevo golpe para el bolsillo de los usuarios. Es otra señal muy clara de la decisión oficial de profundizar la magnitud de un ajuste que busca preparar el escenario para poder concretar en el 2019 un recorte que debería alcanzar los $200.000 millones en el caso de la Nación, sumado a otros $100.000 millones que deberán aportar las provincias. Buena parte de ese megarecorte se afrontará con podas de subsidios y mayor presión tributaria, como la anunciada en el caso de Ganancias, y en las asignaciones familiares. Desde ahora, un matrimonio que trabaja en relación de dependencia solo podrá deducir cargas familiares en uno de los sueldos. Esto debería incrementar la recaudación por Ganancias, un impuesto con alta evasión en la Argentina, al que el Gobierno, y también el FMI, consideran clave con vistas a fortalecer los ingresos fiscales y alcanzar el equilibrio de las cuentas en el 2020. Además, el equipo económico es consciente de que el escenario recesivo impactará sobre la recaudación del IVA y otros impuestos ligados al consumo en la segunda mitad del año. Para el director de la consultora Macroview, Pablo Goldín, la Argentina "ya entró en recesión en el segundo trimestre del año". El especialista señaló que en el país las recesiones "no duran menos de nueve meses o un año", por lo que estimó que al menos hasta la salida del verano de 2019 no se podrían esperar noticias alentadoras. Pero agrega un dato clave: "Lo que debemos mirar no es solo la duración, sino la profundidad, y esta recesión que arranca en el segundo trimestre es muy probable que sea más fuerte que las de 2014 y de principios del Gobierno de Macri, porque a los desequilibrios macroeconómicos de los últimos tiempos, como la devaluación y la suba de tasas, se le agregó la sequía". Sostener la recaudación es vital para el objetivo de achicar el desequilibrio de las cuentas públicas. Previendo dificultades, la AFIP lanzó un plan de pagos para los contribuyentes con deudas producto de las dificultades que ya se empezaron a sentir con fuerza en rubros como el comercio y la industria. La AFIP sabe que buena parte de la fuerte suba en la recaudación está vinculada al alza de precios que llevó la inflación al 16% en el primer semestre, y que cerraría el año por encima del 30%. Todo indica que el alza del 3,6% del PIB en el primer trimestre fue la última buena noticia del año. En lo que resta del 2018 la baja se iría acelerando mes tras mes, con caídas en rubros que hasta ahora vinieron creciendo, como la industria automotriz y la actividad inmobiliaria. Si bien el Ministerio de Hacienda encabezado por Nicolás Dujovne aún confía en cerrar el año con una mejora casi imperceptible, todo indica que lo más probable es que el Producto Bruto cierre incluso en terreno negativo. La expectativa está puesta en que la cosecha de la próxima campaña, acompañada por una mejora climática y rumbo a los 120 millones de toneladas, provoque un efecto "derrame" que ponga a la economía de nuevo en terreno positivo durante el año electoral. Al menos es lo que espera Macri, quien buscará ir por la reelección para consolidar un modelo económico que, por ahora, está dejando demasiados sinsabores para la gente de a pie.

PANORAMA. TRUCHOS........

Panorama político nacional de los últimos siete días La batalla de los aportantes truchos y la reforma militar Ayer, sábado, el oficialismo bonaerense regresó a sus ejercicios de timbreo en el distrito, buscando el contacto directo y la proximidad con los ciudadanos (a quienes la jerga del Pro, forjada en lides municipales, suele designar como “vecinos”). A la cabeza del ejercicio se ubicó ayer la gobernadora María Eugenia Vidal. La pormenorizada denuncia sobre falsos aportantes a la campaña electoral de Cambiemos en la provincia tiene un costado obvio, que es el impacto negativo sobre la gobernadora, la figura política mejor vista por la opinión pública. Ella tiene adversarios, competidores y enemigos y todos ellos -cada uno en su medida- tienen sus motivos para regocijarse con el incidente y tratar de capitalizarlo. Más allá de ese ángulo, propio de los tironeos de la política, hay sin embargo otro aspecto que quizás valga la pena analizar en el affaire de los pseudoaportantes. El listado de contribuyentes ficticios no es sólo un caso de falsificación (seguramente tapadera de aportes de origen sospechoso), sino probablemente un caso de manejo ilegal de datos oficiales. La nómina en cuestión está integrada mayoritariamente por beneficiarios de subsidios que administra la ANSES, lo que hace muy presumible que la fuente proveedora de esos datos se encuentre en ese organismo. La discusión sobre el manejo transparente de la información privada en manos de organismos del Estado se planteó dos años atrás a raíz de una resolución gubernamental ( 166 E/2016, firmada por el jefe de gabinete, Marcos Peña), que autorizó un convenio entre Anses y la Secretaría de Comunicación Pública. Muchas voces de la oposición se alzaron entonces, sospechando que el gobierno utilizaría la información pública con fines electorales. Flotaba en el aire por esos días el caso de los vínculos entre Facebook y una firma privada que había empleado los datos privados de los usuarios de aquella red para, entre otros fines, influir políticamente sobre ellos. El jefe de gabinete rechazó aquelas críticas y aseguró que no había “una vocación de utilización electoral" de los datos de ANSES. La Justicia no investiga por el momento la fuente de los datos incluidos en la nómina de aportantes truchos. ¿No debería hacerlo? En rigor, si hubiera en funciones un Ombudsman del Ciudadano (o defensor del pueblo), la custodia de la información privada en manos del Estado (y en casos, de particulares) debería ser una de sus preocupaciones. Si es cierto, como se asegura, que “todos los partidos mienten sobre sus aportes”, habría que ver si todos ellos presentan nóminas falsificadas con nombres de beneficiarios de servicios de ANSES. De paso, podría investigarse si, así como se presentan listados falsos de aportantes también se hacen listados falsos de afiliados para conseguir personerías electorales. Y si es así, si los datos provienen de información privada en manos del Estado. Que el ajuste no nos pode la intimidad. Más allá de la intención Otro rubro que, paradójicamente, tiene que ver con el ajuste: el gobierno acaba de anunciar directivas para el funcionamiento de las Fuerzas Armadas. Esa iniciativa, abjertamente resistida por una parte de la oposición, despierta escepticismo entre algunos de propios simpatizantes de la coalición oficialista. Hay distinguidos columnistas que celebraron el ascenso de Mauricio Macri a la presidencia para quienes la propuesta de reforma militar constituye “otra cortina de humo” (el “otra” alude a, por lo menos, un antecedente: la apertura del debate sobre el aborto). Según esa interpretación, el gobierno agita temas diversionistas para que la sociedad no preste atención a su punto débil (la economía) ni a las medicinas que está aplicando (el ajuste que, en esta interpretación, incluirá un nuevo tajo a los haberes previsionales). Más allá del juicio sobre la intención de la Casa Rosada, habría que admitir que la discusión del rol que el país reserva hoy a las Fuerzas Armadas resulta algo demasiado importante para encogerlo al tamaño de un subterfugio. Actualmente los militares están desprovistos de una misión claramente definida y, si tuvieran alguna más o menos plausible, carecerían de los medios y las estructiuras para llevarla a cabo: sus aviones no tienen combustible para asegurar el adiestramiento de los pilotos, sus naves se hunden en puerto o naufragan trágicamente después de mantenimientos dudosos y negligencias organizativas. Las Fuerzas Armadas, que ya venían alarmantemente desfinanciadas, se encuentran ahora incluidas en el paisaje general de ajuste que afronta el Estado. La reforma que, ya avanzado su tercer año de mandato, propone el gobierno de Mauricio Macri aún no está demasiado clara, pero parece encaminarse en un rumbo razonable. En principio, procura remover la muralla conceptual que obligaba a las Fuerzas Armadas a prepararse para guerras que ya no se libran (Estado contra Estado) y las anula para las peleas reales en las que están en juego la soberanía nacional y la paz interior (que tienen que ver con la defensa frente a mafias y organizaciones violentas no siempre tan claramente vinculadas a Estados, y a la defensa de recursos naturales del país). Esta anulación o neutralización de funciones de las fuerzas ha tenido lugar a través de algunos instrumentos jurídicos (por ejemplo, el decreto 727 reglamentario de la ley de Defensa del régimen K, que restringía sus posibilidades de acción a enfrentar agresiones de “ otra fuerza armada respaldada por un Estado”) pero sobre todo al concepto que divide artificialmente la seguridad de la defensa, la agresión externa de la interior. CFK ya lo hizo En esta columna hemos señalado reiteradamente que “la globalización disuelve los conceptos de afuera y adentro: las organizaciones del delito transnacional no son ejércitos que se congregan en las fronteras para lanzar desde allí alguna ofensiva: actúan en redes transnacionales para las que las fronteras son un leve obstáculo; se deslizan a través de ellas como la peste(...). La gran muralla entre asuntos interiores y asuntos externos que concibió el consenso de los años 80 se ha vuelto irrelevante. Defensa y seguridad se entrelazan”. En rigor, aquel consenso que surgió a partir de la dura experiencia de la dictadura, bien podría concentrarse hoy en un punto: la prohibición del uso de la fuerza armada en la política interna. El gobierno de Macri no propone transgredir ese punto. La sociedad (y el balance de fuerzas político) por otra parte, no lo permitiría. Las definiciones generales hasta el momento conocidas sólo plantean, así sea tardíamente, actualizar la misión (y adecuar las estructuras) de las Fuerzas Armadas a una nueva realidad y sacarlas del rincón penitenciario al que las empujó el régimen K y del que, paradójicamente, empezaron a salir en los últimos años del gobierno de la señora de Kirchner, cuando ella urdió un compromiso con el hoy desplazado general César Milani que - dejando,una vez más, las intenciones aparte- cumplía esa función. Por cierto, modernizar conceptos,definir objetivos y proponer nuevos diseños organizativos son pasos necesarios para que el país recupere plenamente a sus Fuerzas Armadas. Pero esos pasos no bastan: la cuestión presupuestaria es una materia de resolución indispensable. Quizás al ministro Nicolás Dujovne la reforma militar anunciada por el Presidente lo haya sorprendido a contrapierna: él venía trabajando con ánimo de recorte y esta iniciativa requiere lo contrario, disposición a invertir y gastar. Pues si bien las fuerzas cuentan en su patrimonio con muchas tierras e inmuebles que una racionalización reformista seguramente sacará a la venta, para sostener una reestructuración seria de la Defensa el Estado tendrá que invertir sumas mucho más altas que el producto de esas operaciones inmobiliarias. Ajuste no es necesariamente sinónimo de poda. Jorge Raventos

SUGERENCIAS

¡Señores, a cambiar! "Los hombres se cansan de su propio entusiasmo". Hilaire Belloc Trataré, esta vez, hacer propuestas constructivas, algunas bastante sencillas, a un Gobierno al que, sin arrepentimiento, elegí. Comienzo por el propio Mauricio Macri: aprovechando la excelente consideración que tiene su gestión en el mundo, reconstruya simultáneamente todo el sistema ferroviario nacional, de pasajeros y carga, y concesiónelo; se trata de un elemento fundamental para el desarrollo del país, sea por la imprescindible reducción en los costos logísticos, sea por la conservación de la maltrecha infraestructura vial, sea por la protección del medio ambiente. China, por ejemplo, estará dispuesta a acompañarlo en esa tarea. Tuvimos, años ha, 47.000 kilómetros de vías férreas, y hoy sólo quedan 6.000; el peronismo, en su etapa menemista, fue el responsable de su sistemática demolición. Si esta recomendación fuera escuchada, miles de argentinos sin preparación, y muchos que la tienen, encontrarían trabajo de inmediato, en un momento especialmente complicado para el empleo, y se reactivaría la industria de la construcción. Al Ministro de Modernización, Andrés Ibarra: soy consciente de la imposibilidad legal de despedir a los cientos de miles de inútiles premiados por el kirchnerismo con empleos públicos a costa de nuestros impuestos; más, si le sumamos el duro presente de la economía y la consecuente dificultad para que ese personal superfluo sea absorbido por un mercado de trabajo menguante. Le sugiero, simplemente, seguir pagándole el sueldo pero mandarlo a casa; ahorrará problemas (actúan como quintacolumna) y dinero (café, teléfono, robos hormiga, ocupación de espacio, etc.) y mejorará la atención al ciudadano; además, tendrá menos presión a la hora de negociar los aumentos de salarios. A Carolina Stanley, cuyo cargo –Ministra de Desarrollo Social- no envidio, le pido que avance en la bancarización de todos, todos, los planes y subsidios sociales. Resulta indispensable para terminar con los punteros que los intermedian y que, con amenazas, arrean a los más pobres a los piquetes cuyos objetivos ignoran y que nos torturan a diario. Tiene, pese a las malintencionadas afirmaciones de Monseñor Jorge Lozano, la sensibilidad suficiente para tomar a su cargo las actualizaciones que correspondan, sin necesidad de negociarlas, bajo extorsión, con los caudillos kirchneristas que sólo buscan medrar, económica y políticamente. Y controlar que esos beneficios tengan efectiva contraprestación laboral y educativa. A Jorge Triaca, Ministro de Trabajo, le sugiero que deje de tener contemplaciones con los caciques sindicales, entronizados en sus cargos desde hace décadas. Avance con auditorías integrales sobre todas las organizaciones, sean o no amigables, puesto que muchas de ellas se han transformado en verdaderos emporios económicos de propiedad de sus caudillos, que cometen todo tipo de delitos y tropelías para conservar el poder. Sé que el riesgo es alto, especialmente ahora, ya que podrían acceder al control elementos trotskistas, pero la historia de los últimos setenta y tres años prueba que puede ser peor la permanente extorsión a la que los actuales dirigentes “de derecha” han sometido a la sociedad. A Claudio Avruj, Secretario de Derechos Humanos, le exijo que, como prometió el Presidente de la Nación, termine con el “curro”; debe dar a conocer, sin más, la lista completa de quienes hayan recibido indemnizaciones del Estado por la presunta violación de sus derechos. Hemos gastado por ese concepto cifras siderales, que superan los tres mil millones de dólares, y merecemos, aunque sólo sea como contribuyentes, conocer el destino de esos fondos. Y, por supuesto, debe dejar de actuar como querellante en las pantomimas que, bajo la forma de amañados juicios de lesa humanidad, siguen persiguiendo a los militares de los 70’s por el sólo hecho de haber vestido uniforme; debiera darle vergüenza que sus subordinados aplaudan que se le deniegue la prisión domiciliaria a los presos políticos, mientras se concede a tipos como Facundo Jones Huala, el violento mapuche separatista, cuya extradición a Chile ya debiera haberse otorgado. A Germán Garavano, Ministro de Justicia, le recomiendo acelerar en la cobertura de los cargos judiciales, una vez que reciba las ternas que debe envíarle el Consejo de la Magistratura, para mejorar el mal servicio que hoy presta el Poder Judicial a la comunidad, y seguir insistiendo en la creación de nuevos juzgados federales en lo criminal y correccional, para evitar que las veletas togadas que acompañan los vientos políticos desde Comodoro Py sigan haciendo de las suyas. A Patricia Bullrich, Ministra de Seguridad, cuya gestión aplaudo de pie, le pido que aplique a rajatabla, junto al Gobierno de la Ciudad, el protocolo dispuesto para el ejercicio del derecho a la protesta en el espacio público, y avance en la denuncia judicial de las actitudes subversivas, provengan éstas de los organismos de derechos humanos, de las organizaciones sociales (las intensificarán a fin de año) o de los araucanos. E impulse fuertemente la sanción de la “ley de derribo”, un elemento fundamental que ha probado su eficacia disuasora en la lucha de Brasil contra el narcotráfico. A Oscar Aguad, Ministro de Defensa, le sugiero explicar muy claramente el nuevo diseño de las fuerzas armadas, para adecuarlas a un escenario en el que ya no existen hipótesis de conflicto con los países vecinos ni se justifica el despliegue territorial que resultó indispensable para la integración del territorio nacional en los albores del siglo XX. Pero, también, que medite sobre qué garantías ofrecerá al personal militar para evitar que corra la suerte de los dos mil ancianos que hoy se pudren en las cárceles de todo el país por cumplir las órdenes del Poder Ejecutivo; debiera conversar ya mismo con sus pares para poner fin a esa inicua persecución, so pena de ver desobedecidas las instrucciones que imparta. A Alfredo Rubinstein, Ministro de Salud, sólo que renuncie. No puede permanecer en su cargo después de no recordar haber prestado el juramento hipocrático ni, menos aún, luego de impulsar tan fuertemente la ley del aborto; que un médico, cuya misión natural es salvar vidas, se manifieste a favor del asesinato resulta demasiado ominoso. A Hernán Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios, le pido que, sin recortar la libre expresión que reina hoy en la televisión y en las radios oficiales, haga dos cosas: exponga claramente las obras que el Estado está realizando en todo el país y no permita que desde esas plataformas, que pagamos con impuestos, se siga insultando a las autoridades que hemos constitucionalmente elegido. Una cosa es la libertad y otra, muy distinta, son las manifestaciones destituyentes del obsceno “club del helicóptero”. A Alejandro Finocchiaro, Ministro de Educación, le encarezco escuche los consejos de Alieto Guadagni, un hombre esencial a la hora de la planificación que esa materia requiere en todos sus niveles. Como dije, algunas de estas sugerencias son importantes y, otras, bastante elementales pero, si se siguieran, creo que el humor de la sociedad, hoy triste y pesimista, mejoraría enormemente. Bs.As., 28 Jul 18 Enrique Guillermo Avogadro Abogado

viernes, 27 de julio de 2018

¿FFAA?

¿FFAA? Malú Kikuchi (27/7/2018) ¿Tenemos Fuerzas Armadas o sólo son la carcaza de debilidades desarmadas? Lo segundo, es más exacto. Pero hay 70.000 personas que están dentro de estas Fuerzas. Ganan poco y no tienen una función clara. Argentina se debe un debate serio sobre si quiere o no tener FFAA. Hay pocos países en el mundo que carecen de ellas y dependen de otros países para defenderse en caso de ser necesario. Países con territorios chicos. En el supuesto caso (muy probable) de querer FFAA, es evidente que no pueden seguir en el estado actual. Mantenerlas mal y sin objetivo (las hipótesis de conflicto hoy son inexistentes), es una situación surrealista. Historia con luces y sombras. El Regimiento de Patricios hizo posible el 25 de Mayo apostado en las 4 esquinas de una plaza barrosa, impidiendo la entrada de los españoles, mucho más numerosos que los criollos. Son previos a la Nación y la hicieron posible, desde Belgrano a San Martín, pasando por casi todos nuestros próceres. En el siglo XX, a partir de 1930, fundaron, sin fundarlo, el partido militar. En 46 años, 6 golpes militares. 1930 derrocaron a Yrigoyen, 1943 a Castillo, 1955 a Perón, 1962 a Frondizi, 1966 a Illia, 1976 a *Isabel Perón; un golpe cada 6 años y 6 meses. Demasiado. El accionar durante el Proceso aún está en discusión. Alfonsín 1988, con las leyes de Defensa Nacional y la de Seguridad Interior y el decreto Nº 1691 de Kirchner de 2006, las FFAA pueden actuar: “sólo en caso de agresiones externas, perpetradas por FFAA de otros estados”. ¿Mientras tanto, qué hacen? Si hay un ataque de terroristas extranjeros, que obviamente no pertenecen a FFAA oficiales de ningún otro país, no pueden actuar. ¡El paraíso soñado por cualquier terrorismo! El decreto parece hecho a propósito. Nuestras FFAA no pueden hacer nada al respecto. No pueden adiestrarse porque no hay $$$ para ello. La Marina tiene sólo 2 barcos navegables. El ARA San Juan demostró la precariedad del submarino y lo incompetente de la jerarquía. La Aeronáutica tiene 20 helicópteros de la guerra de Vietnam, comprados a EEUU y modernizados por Lockheed-Martin, que no vuelan por falta de combustible. Los pilotos no cumplen el mínimo de horas requerido. En cuanto al Ejército, desmoralizado, con armas inservibles y con escasas municiones, ni siquiera sale a la calle con uniforme. Y eso se debe al fenomenal lavado de cerebro, desde los gobiernos y los medios de comunicación, demonizando a las FFAA después del Proceso. Acusando a todos los uniformados de “genocidas” y permitiendo que las ONG de DDHH, manejen en gran medida la opinión pública del país. Es difícil que un decreto de Macri pueda derogar dos leyes y otro decreto. La oposición en el congreso no lo va a permitir. Pero las FFAA, si es que queremos tenerlas, tienen que modernizarse, adecuarse al siglo XXI, estar bien pagas y tener funciones específicas que cumplir. Así no va más. No sé si custodiar fronteras es la misión ideal de las FFAA. Le corresponde a Gendarmería. Pero si es razonable que se ocupen del terrorismo, de los narcos (con el tiempo se unirán como en otras partes), y de la seguridad. Puede que a los integrantes de las FFAA, en particular a los del Ejército, estas misiones les parezcan inadecuadas, que no les corresponden. En otros tiempos, así fue. Estos son tiempos nuevos, con funciones nuevas. Lo más importante es volver a incluir a las FFAA en la sociedad de la que forman parte, que dejen de ser los parias de la Argentina; los 70 quedaron muy atrás, los juicios no fueron en muchos casos, justos. Todo lo contrario. Basta de que paguen justos por pecadores. Las FFAA son imprescindibles, pero las FFAA, armadas, entrenadas, modernas, sin ser señaladas con el dedo, lejos de las locuras de mamá Hebe, del Perro Verbitsky, de la Cámpora y de toda la progresía. El primer paso se ha dado. De la madurez del congreso, de su patriotismo (si es que lo tienen ante un año electoral), dependen que las FFAA, aún a pesar de ellas, vuelvan a la sociedad, que aunque no lo sepa, las necesita. *Isabel Perón, es María Estela Martínez Cartas de Perón.

Pacificación Nacional Definitiva: LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE LA ESTUPIDEZ

Pacificación Nacional Definitiva: LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE LA ESTUPIDEZ: “Estoy acá porque queremos saldar la deuda con las Fuerzas Armadas de la democracia" Mauricio Macri, Campo de Mayo. 23/07/2018 ...

Pacificación Nacional Definitiva: AL FIN SE DIERON CUENTA…

Pacificación Nacional Definitiva: AL FIN SE DIERON CUENTA…: EDITORIAL Luego de tener un 9 de Julio sin desfile militar, parece que el Gobierno se dio cuenta de que las Fuerzas Armadas aún existe...

jueves, 26 de julio de 2018

LA ESTUPIDEZ

LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE LA ESTUPIDEZ “Estoy acá porque queremos saldar la deuda con las Fuerzas Armadas de la democracia" Mauricio Macri, Campo de Mayo. 23/07/2018 Cabría decirle al presidente que no hay Fuerzas Armadas de la democracia. Las Fuerzas Armadas son de la Nación, no de un sistema de gobierno, y si él cree que la democracia tiene alguna deuda con ellas, es porque, no la democracia, sino aquellos que la usufructúan- la infame casta política que supimos conseguir- solo intentó desde 1983, en el mejor de los casos, ningunearlas y en el peor, destruirlas. Hoy nadie, en su sano juicio podría desmentir la frase de Edmond Thiaudière: “La política es el arte de disfrazar de interés general el interés particular”; lo acaba de confirmar el presidente con este sainete dirigido por él mismo en Campo de Mayo, porque el plan de reconversión de las Fuerzas Armadas es solo eso, meter en la cabeza de los argentinos que es de interés nacional que el personal militar cuyo nivel de eficiencia está dado por su capacidad de aniquilar al enemigo deba esperar la orden de un juez para tirar un tiro al tratar de allanar un bunker narco. Nadie sabe quien ha “ideado” este plan ni- fuera de vacías generalidades- en que consiste; si hay militares comprometido con él, probablemente estén tratando de despegarse de manera urgente, porque este plan solo podía ser urdido por un ministro, lacayo de su ignorancia en temas de defensa y que, con tal de demostrar que alguna neurona se mueve es su cerebro no tuvo mejor idea para justificar el ítem de la cyber defensa que dar como ejemplo la presunta injerencia cibernética de Rusia en los resultados electorales de USA. Si la declaración de este ignorante no tiene un rápido reclamo diplomático de Rusia, es porque ya ni siquiera el tovarich Putin nos tiene en cuenta. En medio de este palabrerío vacuo al que el mago de la botella que supimos conseguir en diciembre de 2015 nos tiene acostumbrado se yergue como un túmulo funerario de las esperanzas que los argentinos teníamos de volver a ser el país que alguna vez fuimos, la realidad de nuestras Fuerzas Armadas. Sin hipótesis de conflicto mientras los países vecinos, Chile y Brasil, llevan adelante políticas de defensas serias y realistas ante un mundo que va por los recursos naturales de los países débiles y subdesarrollados, con las Malvinas ocupadas por el inglés quien, cómplice de cuanto corsario pesquero quiera hacerse de dinero fácil, contribuye a la depredación de nuestra plataforma continental, al tiempo que apoya y colabora con los secesionistas mapuches del RAM. Alguien debería decirle al presidente que gracias a las acciones llevadas contra las Fuerzas Armadas por todos los políticos que se vienen sucediendo desde 1983, la Argentina hoy existe solo porque Chile y Brasil no han decidido lo contrario. JOSE LUIS MILIA josemilia_686@hotmail.com

FUERZAS ARMADAS

Fuerzas Armadas… ¿populismo o República? PorFederico Andahazi - 26/07/2018 Los argentinos tenemos una relación compleja y traumática con nuestras FFAA. El siglo 20 estuvo signado por la participación del ejército en la política nacional, hasta el punto de tomar el gobierno por la fuerza. El golpe del ‘30 que impuso a Uriburu, escoltado desde el estribo del auto que lo llevaba a la Casa Rosada por un joven oficial Juan Domingo Perón; el golpe del ´43, que llevaba el germen del peronismo; el golpe del ´55 que derrocó a Perón, el del 62 que volteó a Frondizi, el del 66 que se llevó puesto a Illia y, por último, el golpe de 1976 que sumió al país en una profunda oscuridad. Después de aquella dictadura las FFAA quedaron completamente desprestigiadas a los ojos de la sociedad. Si bien el Ejército ya no es el mismo, todavía quedan otras rémoras: hasta antes de ayer estaba comandado por el general Milani y el Secretario de Seguridad de la Nación era Sergio Berni, un militar vinculado con los sectores carapintada que apoyaron al kirchnerismo. Es decir, el mismo kirchnerismo que hoy se opone a la intervención de las FFAA tuvo en dos cargos claves a militares que se ocuparon de intervenir en política interior, incluso de manera ilegal. El decreto de Macri viene a contestar una pregunta: ¿Queremos o no queremos FFAA?En cualquier caso, es completamente inviable mantener una estructura ineficiente, obsoleta e inútil. Hay unos veinte países que decidieron no tener FFAA. Tienen acuerdos regionales para ser defendidos por otras naciones. En ese grupo y con distintos regímenes están Panamá, Costa Rica, Granada y Liechtenstein. En nuestro país la Ley de Defensa Nacional y la Ley de Seguridad Interior de 1988 delimitaron el accionar de la FFAA a la defensa y marcaron las excepciones en las que podrían actuar en seguridad interior. Pero el decreto 727/06 de la gestión Nilda Garré determinó que las FFAA solo actuarían contra agresiones externas de FFAA de otro Estado. Esto les impediría actuar, por ejemplo, contra el terrorismo. O sea, una hipótesis de conflicto por fuera de la realidad internacional contemporánea. Hoy casi no quedar guerras como las que conocimos hasta el siglo XX entre dos ejércitos regulares. Una de las últimas fue, precisamente, la guerra de Malvinas. Macri acaba de derogar el decreto 1691 de Kirchner y modificó en varios puntos el decreto 727. El presidente no quiere a las FFAA patrullando, según dijo el ministro Aguad ayer, sino para trabajar en temas de terrorismo, narcotráfico, ciberdefensa, cuidado de fronteras y asistencia social en catástrofes. La respuesta de Macri a la pregunta acerca de si queremos o no tener FFAA es: “Sí, tengamos FFAA”. Ahora bien, hay que depurarlas, profesionalizarlas definitivamente y, sobre todo, despolitizarlas. No hablo de lo que puede quedar de 1976. Me refiero a la estructura política que dejó el kirchnerismo: un ejército al servicio del famoso proyecto “nacional y popular”. Recordemos la historia reciente: Cesar Milani, el jefe del ejército del gobierno kirchnerista, manejaba una agencia de inteligencia paralela. Esto fue denunciado por Nisman antes de su asesinato y declarado por Stiuso, después, en la causa “Nisman”.Por supuesto tenía órdenes y presupuesto directamente de Casa Rosada. La hipocresía del kirchnerismo al oponerse al decreto es proverbial: en 2012 se reveló que Gendarmería hizo trabajos de espionaje de dirigentes sociales, dirigentes rurales y opositores: espiaron y monitorearon más de mil organizaciones. La inteligencia se desarrolló de 2004 a 2012, previo al llamado “Proyecto X”y fue, en todos los casos, ilegal sin orden judicial. Una vez más el cinismo del discurso “progresista”: ahora se espantan, cuando fueron los responsables del espionaje ilegal y la política de los carpetazos. Por otra parte, ¿cuántos topos dejaron en las FFAA los tres gobiernos kirchneristas?Recientemente salió a la luz un espía acreditado como periodista en Casa Rosada. (Juan Manuel Illescas).15 Minutos antes de irse, el kirchnerismo dejó un ejército propio antes de irse en todos los estamentos del Estado: ñoquis, gente puesta para boicotear y para obstruir cualquier medida de gobierno. ¿Cuánta gente quedó en las FFAA de la estructura paraestatal que montó Milani? ¿Cuántos agentes de inteligencia militar operan hoy dentro de las fuerzas de seguridad? Este problema no se trata de izquierdas o derechas. No se resuelve sólo con discursos encendidos. Evaluar esta situación pensando en que la derecha es represiva y la izquierda garantiza los derechos humanos es una falacia que arrastramos desde el siglo pasado. ¿Existen estados más represivos que el de China, norcoreana o el régimen venezolano?Ahí tenemos un dramático ejemplo de las FFAA trabajando para sostener un régimen antidemocrático, represivo con presos políticos y fusilamientos de opositores. Si buscamos ejemplos en países democráticos encontramos que en Europa Francia hace uso de sus fuerzas de defensa en apoyo a la seguridad interior. En España las FFAA actuaban en la amenaza terrorista de ETA, que tantos años los asoló, y también fue considerada la posibilidad de que interviniera frente a la reciente secesión de Cataluña. Para saber qué FFAA queremos, tenemos que tener en claro otra cosa: que país queremos.El riesgo es que un eventual futuro gobierno populista pueda utilizar este decreto para reprimir, tal como sucede hoy en Venezuela.

HABLAN DE ABORTO

Lo que no se dice cuando se habla del aborto Por Eliana Toro - 26/07/2018 No es "aborto sí, aborto no".Tampoco lo es "aborto legal vs clandestino". La discusión, lamentablemente, es mucho más básica, tanto que asusta y mientras esté acompañada por este revival de la Edad Media que se está viviendo últimamente, como toda discusión en la que intervenga la religión, no tiene salida ni solución posible. Impera la ignorancia sobre el conocimiento, las opiniones personales sobre los fundamentos científicos, la pseudociencia sobre la ciencia, el fanatismo fundamentalista y mucho, muchísimo machismo. Y el aborto es un tema demasiado importante para tratarlo desde una base tan hecha pelota. Los argumentos "pro vida"-mote que se acuñó el propio grupo y que le queda enormemente grande; tanto que en Estados Unidos los llaman "anti choice"o "illegal"-está inundados de preconceptos y falacias. Algunas: 1-Confusión en la definición entre feto y bebé que se soluciona con un diccionario. 2-Ignorancia sobre el límite de semanas que propone la ley de IVE. (En el marketing usan la foto de un feto de 22 semanas, cuando la ley propone hasta la 14, y a veces directamente usan la foto de un bebé ya nacido). 3-Inesperada defensa irrestricta sobre la "vida"y «el derecho a la vida».La vaca cortada en pedazos que te comiste a la parrilla el domingo también estaba viva un día antes. Si la vida es un valor absoluto, el Estado debería desarmar sus fuerzas armadas (a las que encima les da el beneficio de la duda)y derogar todas las leyes de legítima defensa. Ni el país ni la sociedad respeta "la vida",no es un derecho fundamental en nuestra escala de valores ni uno que cuidemos. 4-Argumentación falaz de que porque el feto tiene ADN humano debe ser protegido indiscutiblemente. La muela del juicio que te estaba infectando y que decidiste sacarte y un médico te dio el OK también tenía ADN humano, tuyo. Tus amígdalas, tu apéndice. Tu menstruación, tu semen. También las uñas y el pelo que decidiste cortarte. El ADN no es un factor a proteger ni lo fue nunca. No podría jamás. Es ilógico. 5-La falacia de que el feto es una persona en potencia y por eso debe ser conservado y protegido sin restricciones. En el momento que se afirma que es «una persona en potencia» ya se está admitiendo al mismo tiempo que no lo es. Además, hay otro grupo de células que tienen la capacidad de convertirse en persona y que no son conservadas ni protegidas indefinidamente: los embriones congelados descartados en la transferencia embrionaria de la fecundación in vitro para evitar embarazos múltiples en el cuerpo de la mujer. ¿O se pretende también derogar la ley 26.862? Aquí nos damos cuenta que lo que hace falta es una reglamentación clara sobre cuáles son las características que debe tener un ser para considerarlo digno de derechos. (Si salís con la carta de "desde la concepción", volver al punto 5 por favor). ¿Entonces? ¿Cómo avanzamos o decidimos si estamos así de empantanados? Insisto, la discusión no es el aborto, no somos tan progres. Es mucho más básica y medieval que eso. Acá la discusión es la mujer y el sexo, aunque usted no lo crea. Créanme: aún no hemos superado ese punto tan básico y terrenal para plantearnos cuestiones tan avanzadas como el inicio de la vida. El aborto no es el problema, el problema es qué pasa cuando para la mujer el embarazo lo es. Entonces salta el medievalismo: 1-"Cierren las piernas":¿Por qué? ¿Cuándo debería abrirlas entonces? ¿No deciden las mujeres sobre cuándo y con quién abrirlas o cerrarlas?Si ellas no deciden entonces alguien decide por ellas. ¿Quién entonces? ¿El hombre? ¿La Iglesia? ¿Solo los hombres tienen permitido disfrutar del sexo? ¿Las mujeres solo para procrear, ¿no? ¿Vieron? La cuestión era mucho más retrógrada de lo que pensábamos. 2-"Bueno, entonces que se cuiden": Ningún método anticonceptivo es 100% efectivo. Por ende, una mujer puede quedar embarazada incluso cuidándose. El método más efectivo es el preservativo y hasta el Dr. Albino admite que es "poroso". ¿No vamos a discutirle a Albino, ¿no? 3-"Enseñen educación sexual en los colegios... o bueno, mejor no": A los adolescentes en el colegio se le muestran hilarantes videos de cómo en China hacen cremas con fetos, pero no se les habla lo suficiente sobre sexo, menstruación o métodos anticonceptivos. Aún la Iglesia tiene mucho poder en la Educación, sobre todo católica, y evita sobrehumanamente este tipo de charlas. Piensan que la educación sexual es un Kama Sutra, cuando es la educación más básica que se debe y puede enseñar a esa edad, en la que empiezan a incursionar en sus primeras experiencias sexuales les guste o no a sus padres, abuelos o iglesia. 4-"Entonces por las dudas cierren las piernas": Volver al punto 1. Me atrevo a cerrar con una autorreferencia. Hasta hace 15 años, mi postura era contra el aborto. Mi frase era "si se legaliza el aborto, entonces que se legalice la pena de muerte".Me bastó una charla personal con un genetista para modificar totalmente mi postura desde la ciencia. En el año 2016 sufrí un accidente que dejó muy mal, y con un factor degenerativo, una de mis piernas. Los médicos me recomendaron enfáticamente no quedar embarazada, ya que mi rodilla no soporta peso y casi no tiene flexión. Si el método anticonceptivo que utilizo, uno de los más seguros y que tiene un 99% de confiabilidad, fallara, debería interrumpir voluntariamente mi embarazo. Debería solicitar un préstamo de 20 mil o 30 mil pesos para hacerlo. Ubicar el más pasable de los lugares ilegales para efectuarlo. No reclamar ninguna medida de seguridad ni higiene porque entiendo que es una práctica clandestina. Y luego rezar para que nadie me haya visto hacerlo y correr el riesgo de ser denunciada penalmente e ir presa por haberlo hecho. Abrí las piernas con mi marido de hace 10 años, me cuidé, pero quedé embarazada y no puedo seguir con él. "Hacé 9 meses de reposo y atravesá el embarazo",me llegaron a recomendar algunos cuando les planteé esta hipótesis. ¿Pero, y si no quiero? ¿O soy un envase? ¿Ah, nadie me había preguntado? Perdón.

REGRESO DE CRISTINA ?

¿El regreso de Cristina? Escrito por Carlos Berro Madero El gran filósofo catalán Jaime Balmes, escribió en su tiempo sobre las “imposibilidades”, clasificando las mismas en: a) absolutas o metafísicas b) naturales; c) morales u ordinarias y d) de sentido común. Apelando a dicha clasificación, consideramos que el eventual regreso de Cristina Fernández a la Presidencia de la Nación (si decide postularse en un acto de testarudez política), cumple satisfactoriamente con los requisitos negativos de al menos dos capítulos de ella: las morales u ordinarias y la del sentido común. “La imposibilidad moral u ordinaria es la oposición al curso regular de algunos sucesos”, señala Balmes, “y se trata del eventual “auxilio” para una causa extraordinaria o imprevista que tiende a torcer el curso normal de los mismos”. En el escenario actual, no parece haber nada de imprevisto, ni extraordinario, ni anormal, en las vicisitudes que afronta Cambiemos, porque el hecho de que sus funcionarios deban luchar con una situación económica espantosa no es más que la consecuencia del delirio de un kirchnerismo rapaz y corrupto que trató de hacernos creer (como algunos otros gobiernos antes, seamos sinceros), que se puede vivir de dádivas y subsidios proporcionados por un “Estado de bienestar sin restricciones”. Esto no significa que el camino elegido sea el más eficaz, pero después de tantos años de frustraciones, se percibe al menos que hay “voluntad humana” de cambiar el rumbo. El tiempo dirá si se hará COMO ES DEBIDO. En cuanto a las imposibilidades del sentido común, “hay imposibles de los cuales no puede decirse que lo sean con imposibilidad absoluta, ni natural; y, no obstante, vivimos con certeza de que lo imposible no se realizará porque un vicio virtuoso es un imposible absoluto, ya que es como si el vicio fuera y no fuera vicio al mismo tiempo”,sostenía Balmes. Hay quienes intentan jugar con las necesidades de mucha gente desconcertada y temerosa, lanzando nuevos globos de ensayo (¡hasta cuándo!), con la insinuación de que “Cristina será candidata y puede ganar”, queriendo transmitir un mensaje político “potente” (¿). Son los políticos que mueven como siempre los hilos del ilusionismo; a los que se suman, entre bambalinas, ciertos empresarios y sindicalistas, que ya no tienen cómo “empollar”sus negocios al calor de un gobierno que intenta cerrar algunas “filtraciones”dentro del esquema del poder. ¿Qué puede tener de alarmante que la señora Fernández presente su candidatura?Además, ¿lo hará en realidad cuando su tradicional soberbia le haga saber que su regreso es casi imposible? En segundo lugar, ¿será posible cambiar la imagen de quien sigue siendo un alimento político que sólo produce indisposiciones gástricas en quienes no pueden “digerirla”? Está por verse. Creemos que el anuncio temprano de su eventual candidatura presidencial no responde más que al interés de los que no soportan haber quedado en medio de la ruta sin vehículo para transportarse. Son ellos los más interesados en propalar las conclusiones de sus “fumatas” internas, tras abandonar el poder en 2015 y haber perdido el rumbo político y gran parte del favor popular. Habría que recordarles que el curso ordinario del tiempo “no vuelve ni tropieza”, como señalaba Góngora, quien advertía que hay quienes suelen atribuir a sus deseos mucho más que lo que la realidad indica con su sola presencia, PARA TERMINAR VIENDO FINALMENTE LO QUE NO HAY EN ELLA. El cambio que sospechamos llegó para quedarse -aunque no sepamos aún en qué dirección marchará y si el actual Presidente será su adalid-, depende del planteamiento de estas cuestiones, que deberán resolverse de cara al futuro sin utilizar la épica de un discurso político que nos inundó por años. Lo que se percibe sí es que, desafortunadamente, mucha gente se empeña en cambiarle la silla de lugar al ingeniero Macri cada vez que se sienta a comer. Nuestra opinión: estamos convencidos que lo único positivo de una eventual candidatura de Cristina para confrontar con la coalición gobernante, es que indicaría claramente si estamos dispuestos a sepultar un pasado de conductas colectivas inaceptables Y COMPROBAR SIMULTÁNEAMENTE CUÁNTA GENTE ESTÁ DISPUESTA A ACOMPAÑAR EL CAMBIO QUE RECLAMA, MIENTRAS PERMANECE SENTADA EN UNA CÓMODA POLTRONA. Si no se entreviera una voluntad popular firme de terminar con la corrupción y los eufemismos de la política, de nada servirá que gobierne Macri, Cristina o Juan Montoto. A buen entendedor, pocas palabras. Carlos Berro Madero carlosberro24@gmail.com

PORTEÑOS

En qué se diferencian los porteños de Buenos Aires del resto de los argentinos (y cómo influye eso en los famosos estereotipos del país) Daniel Pardo - Corresponsal de BBC Mundo en Argentina Las grandes avenidas, los cafés, las librerías y ese dejo europeo de Buenos Aires no siempre se ve en el resto del país. Más allá de la General Paz, la autopista que rodea a la ciudad de Buenos Aires, hay otro país. Aunque siga siendo el mismo. No en toda Argentina se baila tango. No todos los argentinos van al psicoanalista o gesticulan como italianos. No en todo el país impera la arquitectura neoclásica, ni cada esquina tiene cafés y librerías, ni hay protestas todos los días. Y no todos los argentinos entran en el famoso estereotipo que se tiene de ellos en América Latina, según el cual son arrogantes, egocéntricos o estafadores: si alguien es así —se cree— son los porteños, los habitantes de la capital. Pero además Buenos Aires hay varias: una cosa es la ciudad de 3 millones de habitantes, otra el suburbio conocido como "el conurbano" y otra la enorme provincia bonaerense, donde pueden pasar 400 kilómetros sin que uno vea un alma. Los matices pueden continuar, porque porteños introvertidos, honestos, humildes o generosos hay más de unos cuantos; podría decir que la mayoría. Pero partiendo de la salvedad de que todos los estereotipos son exagerados y perversos, es difícil negar que los porteños y la gente del interior no parecen del mismo país. El asado hoy es una costumbre de toda Argentina, pero en realidad salió de la Pampa y la zona central del país. Dos países A pesar de ser federal, Argentina es una de las naciones más centralizadas de América Latina. En el conurbano viven casi 16 millones de personas, un tercio de la población. En Buenos Aires están más de la mitad de los equipos de fútbol de la primera división, las disputas políticas locales son vistas como asuntos nacionales y el gobernador o gobernadora de la provincia es considerado el segundo político más poderoso del país después del presidente. La mayoría de trámites hay que hacerlos en la capital y para salir del país casi siempre hay que pasar por ahí. Los medios nacionales reportan el clima, los atascos y los crímenes de Buenos Aires, pero casi nunca los del resto del país. Desde el exterior la tendencia a asumir lo porteño como argentino es mayor aún: el tango, la pizza con aceitunas y cebolla, el saludo de beso entre hombres, el teatro de la calle Corrientes o las anchas avenidas se ven como argentinos, cuando en realidad son porteños. La diferencia entre capital e interior es una marca de origen: la independencia de Argentina, en 1810, en realidad fue la creación de un Estado llamado Provincias Unidas del Río de la Plata, en el que entraban Buenos Aires, la pampa y parte de Uruguay. Hasta 1860, cuando se emitió un decreto presidencial en busca de "uniformidad", la palabra "Argentina" y su gentilicio solo se usaban para referirse a Buenos Aires. Buenos Aires y las regiones cerca al Río de la Plata siempre han sido un país en sí mismo, quizá más parecidos a Uruguay que a los extremos norte y sur del país. El interior, en cambio, es varios países: uno medio vacío en la Patagonia, otro medio boliviano en las montañas del norte, otro medio paraguayo en el Chaco y otro muy cordobés en lo que algunos llaman en broma la República Independiente de Córdoba. "Se podía ser mendocino, salteño, cordobés, misionero antes de que la idea de ser argentino apareciera", escribe Martín Caparrós en El Interior, un recorrido del periodista argentino por 14 de las 23 provincias. Cada región tiene su propia dicotomía entre capital e interior, así como sus acentos, su cultura y sus injustos estereotipos: los cordobeses tienen fama de chistosos y burdos; los mendocinos de ordenados; los patagónicos de emprendedores; los chaqueños de violentos; y así. Con el desarrollo del país en dirección a Buenos Aires fue que "el Interior, plagado de diferencias, pudo unirse alrededor de su —justificado— deporte favorito: putear a los porteños", dice Caparrós. ¿Por qué los latinoamericanos hacen tantos chistes sobre los argentinos? Cómo se ven los unos a los otros No es que haya sentimientos independentistas como en España, pero para muchos argentinos lo que pasa en Buenos Aires es tan ajeno como lo que pasa en, digamos, Brasil. Alguien del interior le dice a Caparrós: "La postura frente a Buenos Aires es la postura frente al poder, la protesta contra el poder". Y otro: "En Buenos Aires a nadie le importa nada de los demás. En Buenos Aires si alguien se cae, los otros siguen caminando, pasan al lado y ni lo miran. Acá cuando alguien se cae todos vamos a ver qué le pasó, a ayudarlo". El periodista también cita a un médico porteño en el interior, que dice que lo peor de estar ahí es la "ignorancia y la pobreza", mientras que lo mejor es "la gente, la cordialidad, las ganas de recibirte, la palabra. Por supuesto que en el Interior también hay garcas (embusteros), pero la mayoría cumple con la palabra, eso les importa todavía. En la Capital nunca te van a tratar así, acá te tratan de primera". Los rasgos de la gente en el interior pueden variar en muchas formas con la fisonomía porteña. La coparticipación federal hace que, en términos económicos, las provincias dependan de la más rica de todas, Buenos Aires. Muchos porteños suelen quejarse de que sus impuestos financian provincias poco productivas, una opinión que fomenta el estereotipo del "vago del interior". Caparrós es de Buenos Aires, y escribe que "es probable que, para nosotros porteños, el interior sea más que nada un folclore: la zamba, la pobreza, el feudalismo, la pachorra, la inmensidad vacía —distintas formas de folclore". Y añade: "Solemos pensarlo como un espacio abierto, rural, salvaje, paisajístico, calmo. El Interior sería ese escenario bucólico donde la naturaleza reina todavía y los animales se pasean crudos por las praderas y los bosques". "Te da seguridad": la obsesión de las mujeres argentinas con ser rubias. Lo que los une Más del 90% de los argentinos viven en zonas urbanas, ciudades medias o grandes, lejos de ese paisaje rural. Pero como parte de esta serie de percepciones exageradas la capital se ve como lo cosmopolita, lo desarrollado, lo poderoso, mientras que el interior es visto como lo rural, lo salvaje, lo latinoamericano. Esa aparente división del país muestra, para el antropólogo social Alejandro Grimson, "una historia de desigualdad e incomprensión que se actualiza en momentos dramáticos. Muestra un país que vive mirando al Primer Mundo y entiende poco de las complejidades de la propia tierra y menos aún de los intereses de sus diversos habitantes". Grimson, en su libro Mitomanías Argentinas, matiza: "Hay argentinos que habitan una u otra Argentina, pero la mayoría vive mucho más en el medio, entremezclada, con alguna ilusión primermundista y otras latinoamericanistas". El peronismo y el fútbol son otros dos fenómenos que se expandieron por todo el país y generan una idea de unidad. La dicotomía entre Buenos Aires y el interior es histórica y estructural, pero hay fenómenos porteños como el fútbol o el peronismo que se reprodujeron en todo el país. El interior le dio a Buenos Aires la costumbre de tomar mate, pero Buenos Aires le dio al interior el fernet, una bebida italiana que se volvió distintiva de Córdoba. "Sabe a remedio": el día que intenté aprender a tomar fernet, una de las bebidas favoritas en Argentina. "El régimen militar (1976-1983), la guerra de las Malvinas (1982), la hiperinflación del 89 y la crisis del 2001 fueron crisis que se vivieron de manera simultánea en todo el país por actores heterogéneos y dieron la idea de que vivimos una misma historia", explica Grimson a BBC Mundo. Desde 1976, la pobreza, la corrupción política y la delincuencia se convirtieron en problemas comunes para la mayoría de los argentinos, quienes, además, respondieron a eso con la misma moneda y de manera casi homogénea: con protesta social. Esta amalgama también tuvo efectos en la cultura: fenómenos como la cumbia villera y el culto a la boliviana virgen de Copacabana se han ido propagando por todo el país hasta generar relatos comunes. Aunque la autopista General Paz esté en buenas condiciones, la división que propone parece cada vez más difusa.

CARANCHOS DE MALVINAS

Los caranchos de nuestros muertos y heridos de Malvinas Por Horacio Sánchez Mariño 25 de julio de 2018 Una excelente obra cinematográfica puso al descubierto las prácticas abominables de algunas mafias que se dedicaban a cobrar seguros por accidentes. En Carancho, de Pablo Trapero, pudimos ver cómo estas organizaciones eran capaces de fraguar todo tipo de situaciones que obligaban a las empresas o al Estado a pagar indemnizaciones por lastimaduras o muertes forzadas. En los últimos años asistimos al decadente espectáculo de los caranchos trabajando sobre la carne de nuestros muertos y heridos de la guerra de las Malvinas. Todo se inició con la persecución ideológica de las fuerzas armadas utilizando los derechos humanos y los delitos de lesa humanidad en forma indiscriminada. La aplicación de estos conceptos sublimes, nacidos para defender la dignidad humana por el solo hecho de nacer, se aplicó en Argentina de manera tergiversada, al punto de generar una conspiración que traicionó a los combatientes de Malvinas y puso en cuestión una gesta nacional. La traición es aviesa porque hiere profundamente el honor y el prestigio de los denunciados. Es más lacerante porque los acusados son denunciados por algunos de sus soldados, pero lo más grave es que el propio Estado que los formó para defender a la Patria integra una parte central de esta ruin acción. El 17 de abril pasado, un fiscal de Tierra del Fuego solicitó al Juez subrogante de la causa la detención e indagatoria de veintiséis oficiales y suboficiales del Regimiento de Infantería 5 por supuestas torturas a soldados durante la guerra. Resulta llamativo que los veintiséis cuadros que el fiscal pretende imputar pertenezcan al mencionado regimiento. Esto no es casualidad. Esa unidad fue la que sufrió el mayor aislamiento logístico durante la guerra. El Regimiento se desplegó en Howard (para nosotros Puerto Yapeyú) en la Gran Malvina entre el 26 y 28 de abril de 1982, cuando el bloqueo aeronaval británico ya se había concretado. Todo intento de reabastecerlo fracasó. El buque Islas de los Estado fue hundido y tres helicópteros que intentaron cruzar el canal de San Carlos fueron derribados. Este implacable aislamiento es aprovechado en la acusación para esgrimir "hambre y desnutrición de los soldados planificados desde la conducción", argumento falaz que podría apoyar la tesis de que los británicos finalmente "liberaron" a los conscriptos de sus propios oficiales. Al conocer los detalles de lo que tuvieron que pasar aquellos valientes hombres para sobrellevar ese aislamiento afirmo que, en vez de ser juzgadas, las acciones del Regimiento 5 deberían incluirse en las páginas de mayor heroísmo de nuestra historia militar. La guerra es la situación más espantosa, cruel y exigente que un ser humano puede atravesar. Al peligro de muerte por la acción violenta del enemigo se suman las privaciones, el frío y las inclemencias de un tiempo que en ese teatro de operaciones fueron terribles. Nos espantan las escenas narradas de la guerra del Chaco, donde miles de valientes soldados murieron de sed, simplemente porque no había modo de hacerles llegar el agua. En el sitio de Filipinas muchos soldados murieron de hambre hasta que el general Mc Arthur pudo romper el cerco y liberarlos. Estos y tantos otros ejemplos históricos ilustran la crueldad de la guerra, los terribles sufrimientos de los combatientes. Un regimiento es una organización compuesta por hombres entrenados y con un equipamiento que les da un poder de combate y fuego importantes. De la misma manera que el regimiento 12 que combatió en Goose Green, como describe su jefe el teniente coronel Piaggi en su libro, estas unidades no recibieron el equipamiento ni la logística necesaria para sostenerse en la guerra. De regimientos solo tenían el nombre. En el caso del regimiento 5, disponía de una sola cocina de campaña que por falta de glicerina quedó inutilizada. La solución fue cocinar con tambores de 200 litros los cuales, a pesar de ser lavados reiteradamente, nunca se les pudo quitar el olor a gas oil. La única fuente de combustible existente en la zona era la turba seca que se conoce como muy pobre en energía, por lo cual la cocción era lentísima. Se podía cocinar sólo una vez al día. Cuando los víveres se terminaron, el único alimento disponible eran las ovejas del lugar. Se llegó a un acuerdo con los kelpers para que entregaran treinta y cinco ovejas faenadas por día, las que eran distribuidas entre las compañías según sus efectivos. Allí se las fraccionaba a razón de un trozo de cordero por hombre. Se ordenó que solo esa ración se entregara como alimento a todo el regimiento y desde el jefe al último soldado comían lo mismo. Por esta razón, la caza indiscriminada de ovejas estaba prohibida terminantemente, pues comprometía la única fuente de alimentación disponible. El liderazgo de su Jefe, el Coronel Juan Mabragaña, para administrar la alimentación y mantener cohesionada y en aptitud de combate a su unidad, fue encomiable. Muchos años debió realizar tratamientos a causa de la desnutrición que sufrió durante la guerra. El armado de la causa Desde el año 2007, las organizaciones de derechos humanos trabajan para convertir una gesta heroica y cargada de sufrimientos para todos los protagonistas en un relato infame sobre torturas a los soldados. La Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Corrientes, conjuntamente con el CECIM de la Plata, una organización que gozó de privilegios y prebendas durante el kirchnerismo, reclutó a soldados veteranos para que denunciaran a los oficiales y suboficiales por provocar hambre y torturas. A cambio, les ofrecieron recompensas económicas. Está filmada la confesión de varios sobre estos ofrecimientos, develando lo que alguien llamó "el curro de los derechos humanos". Sin embargo, solo un puñado de soldados aceptó hacer las denuncias. La gran mayoría se comportó con la hidalguía que se esperaba de hombres que ganaron esa condición en combate. El CECIM de la Plata es el abanderado de la inficionada memoria y justicia, pero es el único, ya que existen más de doscientas agrupaciones de veteranos que no comparten esa posición ideologizada. Ninguno de ellos niega su condición de soldados que defendieron a su Patria con heroísmo. Ninguno de ellos acepta el transformismo moral de presentarse como pobres chicos vejados por sus oficiales. Con respecto a la Justicia, existen dos fallos de tribunales superiores, la Cámara de Casación Penal y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se expidieron negativamente respecto del encuadramiento de los supuestos hechos denunciados como "delitos de lesa humanidad." Insistir en la acusación constituye un acto jurídico intolerable, una clara acción persecutoria obsesiva, incompatible con los deberes de un funcionario del sistema judicial. Los fallos de tribunales superiores son como los hechos, duros como piedra. Quienes insisten en soslayarlos seguramente desean distraer la atención lejos de sus propias falencias o lo que es peor, abren la sospecha de recompensas inconfesables. El 14 de junio, con el cese del fuego se perdió una batalla, pero no la guerra. Mientras se mantenga viva en el pueblo argentino la gesta de Malvinas, se sostendrá la voluntad nacional de recuperarlas. En ese contexto, el coraje y el espíritu de lucha de los hombres del Regimiento 5 que combatieron en condiciones misérrimas servirá de inspiración a las futuras generaciones. Las privaciones y sufrimientos de esos combatientes en un clima riguroso, aislados ante un enemigo muy poderoso, nunca los llevó a desear que la lucha terminara a cualquier precio. Todos querían ganar y cuando llegó la derrota un sentimiento de frustración arrasó su alma. Creo que todos los veteranos nos llevaremos a la tumba esa terrible sensación. Cuando llegaron los infantes al continente la frustración aumentó ante la indiferencia del Estado y de la sociedad civil. Seguramente todos sufrieron la misma frustración y la proyectaron sobre los que combatieron. Pero aun así nadie bajó la cabeza. A muchos sostuvo la mística de la gesta, la hermandad forjada en el combate y la adversidad. La legitimidad de la causa y el honor de haber combatido constituyeron el andamiaje moral que dio sentido a esas vidas. Hoy, ese orgullo es atacado. El buen nombre y honor es afectado en esos soldados que sienten el lacerante filo de la traición más vil: tratarlos como torturadores de sus propios hombres. ¿Dónde se fueron las horas compartidas, las charlas dándose ánimo, los tantos rosarios que rezaron juntos para que el Creador los protegiera? Aquellos que creen que es posible que en una guerra los oficiales torturen a sus soldados desconocen lo más elemental del fenómeno bélico. Allí, la camaradería se fortalece entre los hombres ante las situaciones límites ¿Es posible enfrentar a un enemigo que quiere destruirnos torturando al hombre que combate a nuestro lado? Solo ignorantes, mal intencionados o enemigos mortales de las fuerzas armadas pueden sostenerlo. Sin embargo, los perpetradores de esta traición son sólo una minoría. Y saben que no lograrán mancillar ni quebrar el espíritu de hombres rectos. A pesar del dinero que tienen, del poder comunicacional, de los apoyos internacionales de agencias ingenuas, nunca romperán la hermandad de los veteranos. No podemos soslayar, sin embargo, que la traición más grave proviene de agentes del propio Estado que favorecen la perversa acción de organismos que pretenden destruir a las fuerzas armadas y todo lo que ellas simbolizan. Esto debe terminar. En los Estados Unidos aquellos que atacaron a los veteranos como Jane Fonda, llamada despectivamente Hanoi Jane, debieron pedir perdón. El gobierno de Ronald Reagan desarrolló una vasta política de recuperación del respeto hacia los soldados y hace más de treinta años que las fuerzas armadas figuran en las encuestas como las instituciones más confiables. Aquí se ha dejado de medir, tal vez por temor a llevarse una sorpresa. En esta empresa está en juego el interés nacional. Además de los beneficiarios económicos, el Reino Unido y los kelpers son los más favorecidos por estas acciones miserables. No cabe duda que estas denuncias son el producto de las políticas llevadas adelante durante doce años por funcionarios corruptos, sospechados de traición a la Patria. Afortunadamente, los argentinos ya han advertido el gran negocio de los derechos humanos. Estas mezquinas maniobras son los últimos estertores de quienes mucho han ganado con la manipulación de la sangre de los muertos, los suyos y los nuestros. Es hora de que se ponga fin a semejante agravio a los protagonistas de una guerra donde se defendió el territorio nacional. El autor es coronel (R) del Ejército Argentino- Veterano de la Guerra de Malvinas. Oficial de Estado Mayor. Zona de los archivos adjuntos Vista previa del vídeo TRAILER de CARANCHO una pelicula de Pablo Trapero con Ricardo Darín y Martina Gusman. de YouTube

miércoles, 25 de julio de 2018

DERECHO A LA VIDA

Ley de aborto: las palabras y el Derecho Santiago Castro Videla 24 de julio de 2018 En el debate que está teniendo lugar en nuestro Congreso con motivo de la ley de aborto se han escuchado exposiciones desde las más diversas ópticas, en general en un marco de pluralidad y respeto a la libertad de expresión. Ahora bien, independientemente de la posición personal que cada uno pueda tener sobre el tema tan grave que se discute, correspondería un pedido a los argentinos, y en particular a senadores y expositores en las audiencias de comisiones: reflexionen antes de cuestionar a quienes, para aludir al ser concebido que aún no nació (cualquiera sea su etapa de desarrollo), utilizan las expresiones "niño", "niño por nacer", "hijo por nacer", "persona", "persona humana" o "ser humano". Podrían estar negando la realidad normativa, base del Derecho nacional. Entre otras afirmaciones, se ha sostenido en el Senado: "Nosotros no hablamos de niños; hablamos de embriones porque estamos discutiendo otra etapa de la decisión de la mujer" (senadora Verasay); o bien que "puede llegar a ser un ser humano" y que "no decimos niño desde la concepción" (doctora Kemelmajer); así como también que "un embrión de 14 semanas no es un bebé, senadora, ni un niño. No es. La ley argentina no dice eso. Eso le quieren hacer decir" (Estenssoro). Sin embargo, la ley 23849 que aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño estableció con claridad las condiciones de su ratificación y dispuso que "debe interpretarse en el sentido que se entiende por niño todo ser humano desde el momento de su concepción y hasta los 18 años de edad". Podrá discutirse el carácter de reserva o declaración de su artículo 2º e incluso si, de ser una declaración unilateral, carece o no de efectos jurídicos en el Derecho internacional. En todo caso, es una ley sancionada por el Congreso de la Nación que está vigente, que se relaciona con un acto complejo federal de aprobación de un tratado, que luego fue declarado con jerarquía constitucional y que es suficientemente clara al respecto. Por su parte, la propia Constitución Nacional consagra la protección del "niño […] desde el embarazo" (artículo 75, inciso 23). Existen asimismo numerosas disposiciones legales vigentes en nuestro país (algunas sancionadas por muchos legisladores que hoy se encuentran en ejercicio del cargo) que aluden al ser concebido como "persona", "persona humana" o "persona por nacer" (Código Civil y Comercial, artículos 19, 24, incisos "a", 101, incisos "a" y 592 y ley 25929, artículo 2, inciso "d") o bien "hijo por nacer" (Código Civil y Comercial, artículo 574 y ley 25543, artículo 4). El artículo 19 del Código Civil y Comercial es particularmente claro en cuanto establece: "La existencia de la persona humana comienza con la concepción". Muchas otras leyes vigentes en nuestro país, a su vez, se refieren al respeto del "derecho a la vida" y la "integridad física" de la "persona humana" "desde la concepción", como las leyes 24004 (artículo 10, inciso b), 24301 (artículo 11, inciso a) y 24317 (artículo 10, inciso a). Por lo demás, la ley 24901 sobre personas con discapacidad reconoce a la "madre" y el "niño" por nacer derechos en pie de igualdad, utilizando precisamente esos términos. En efecto, establece entre las prestaciones básicas "preventivas" que "la madre y el niño tendrán garantizados desde el momento de la concepción, los controles, atención y prevención adecuados para su óptimo desarrollo físico-psíquico y social". Lo mismo ocurre con más de la mitad de las Constituciones provinciales, que garantizan expresamente el derecho a la vida de las "personas" desde "la concepción", utilizando expresiones similares. Y en el orden nacional hasta existe un "día del niño por nacer", declarado especialmente por decreto del Poder Ejecutivo (decreto 1406/98), vigente al día de hoy. Las palabras que se emplean para decir algo no son inocuas. Muchas veces los términos en el discurso se utilizan estratégica e intencionalmente al argumentar con el fin de transmitir desde el lenguaje mensajes alineados con las ideas que se defienden, para persuadir al interlocutor. En ese contexto, obviamente, cada uno es libre de utilizar las expresiones que desee, pero no puede negar a los demás lo que está escrito en la propia Constitución nacional o las leyes vigentes en el país. Por eso, la libertad de hablar como se desee no hace legítimo cuestionar a quienes ponen en evidencia esas negaciones o utilizan palabras o expresiones que, guste o no, son empleadas por nuestro Derecho vigente, que con claridad reconoce la personalidad, humanidad y el derecho a la vida de los niños por nacer desde la concepción. El autor es especialista en Derecho Público, profesor en la Universidad Austral. Ha publicado dos libros sobre regulación del Estado y derechos individuales.

ARGENTINA, NO QUIERO PERDERTE !!!!!!!!

SIGNOS DE CRISIS DEL MES DE JULIO 1. La perspectiva de que la evolución de la economía mejore se diluye 2. Se plantean escenarios de crisis · La oposición política fragmentada, ante las próximas elecciones, comienza a fusionarse intentando socavar los intentos del oficialismo por recortar el gasto público. En esa actividad no es ajena la Iglesia la cual emplea a los curas villeros y a la estructura de Pastoral Social como ariete para influir en la actividad política opositora. ¿Ayuda o complica al oficialismo? · Cabe recordar que recientemente el Papa Francisco nombró obispo, seguramente por ser “un pastor con olor a oveja” (y un poquito a pólvora también) al sacerdote Enrique Martinez Ossola, a quién en 1975, el entonces Superior de los Jesuitas del colegio Máximo de San Miguel padre Jorge Bergoglio supo darle protección por pedido del entonces obispo de La Rioja monseñor Enrique Angelelli. Ossola formaba parte por aquellos años de un grupo de de muchachos “en camino a ser sacerdotes que iban a profundizar sus estudios teológicos y realizar largos retiros espirituales” (seminaristas) Eran una veintena de religiosos que según el obispo riojano estaban en la mira de los militares. Entre esos seminaristas “se encontraba el joven ENRIQUE MARTINEZ OSSOLA, a quien en la reestructuración que viene realizando el papa en la iglesia Argentina, fue recientemente nombrado obispo auxiliar de Santiago del Estero (venía desempeñándose como vicario general de la diócesis de La Rioja). Recuérdese que las principales células de montoneros, se organizaron con jóvenes que militaban en la Juventud Estudiantil Católica de las universidades jesuíticas y con grupos juveniles que estaban con “Curas villeros” que militaban generalmente en “Solidaridad”) 3. La inflación (prevista en un 29/30% anual), la devaluación de nuestra moneda y el permanente aumento de las tarifas (mueve los precios hacia arriba) incrementa diariamente la pobreza (30% de la población y 50% de los niños menores de 14 años son pobres) 4. El salario no aumenta, y si lo hace, lo está haciendo por debajo de la inflación 5. Nada es seguro donde todo es posible. 6. La clase media está destrozada. Cada vez hay más villas de emergencia, más mendicidad en la calle y más analfabetos culturales (crecimiento demográfico asimétrico, cada pareja pobre tiene entre 3/4 hijos provocando un crecimiento demográfico casi 5 veces mayor que en las parejas no pobres...) 7. LA DIFERENCIA HOY ENTRE LA CLASE MEDIA Y LA BAJA, ES MÁS CULTURAL QUE ECONÓMICA. 8. El problema reside en la SOBREDIMENSIÓN DE LO TRES PODERES DE UN ESTADO MACROCEFÁLICO 9. Los datos estadísticos como las proyecciones económicas están mostrando cada vez con más claridad que la economía está entrando en una fase contractiva fuertemente recesiva 10. La cotidianidad estresante y depresiva nos va robando el futuro 11. El consumo se contrae. SERÁ ESTA LA VARIABLE MÁS AFECTADA EN LOS PRÓXIMOS MESES. 12. Los movimientos sociales y la oposición, profundizan los planes de lucha exhibiendo un peligroso plan desestabilizador 13. Seguimos manteniendo pautas de consumo incompatibles con nuestra actual capacidad de producción negándonos a discutir un programa de ajuste para reducir el gasto público (cantidad de trabajadores y planes) que NO TENEMOS FORMA DE EVITAR 13. Lo que resta del presente año seguramente será recesivo, con retracciones de todo tipo, salarios atropellados, caída del consumo, desilusión política, teorías conspirativas… ¿cuál será el límite de paciencia de la sociedad? ¿Cuándo el desborde social resultará imparable? 14. TODO HACE PENSAR QUE VIVIREMOS TIEMPOS DIFÍCILES CON UN SIGNIFICATIVO AUMENTO DE LA CONFLICTIVIDAD SOCIAL Argentina no quiero perderte La historia se funda en la conciencia y el amor que cada generación tiene por las generaciones que las han precedido, pero cuando el pasado se confunde con el presente, la pasión excede de tal forma a la razón, que la oscurece. Eso es exactamente lo que nos está pasando a los argentinos. Nadie puede negar que nuestra estructura social es hoy un todo funcional profundamente perturbado, como tampoco nadie puede negar que para eliminar esas perturbaciones se requiere una comprensión causal de todo lo que nos pasó y de lo que actualmente nos perturba. Todas nuestras instituciones cristalizan en la actualidad un compromiso de intereses específicos en conflicto. Reflejan necesariamente compromisos, victorias o fracasos convirtiéndolas con la subversión más completa en ideas y propósitos, en un verdadero infierno en miniatura. Estamos perdiendo con nuestro silencio e indiferencia a nuestra Nación. La metamorfosis es brutal. El país que hoy compartimos no es el que imaginamos; y el de mañana, sin un proyecto estratégico consensuado, será peor. No hay respeto por las leyes. No hay educación. No hay diálogo. La búsqueda de la excelencia se abandonó por completo. Nos hemos acostumbrado al atropello del poder político; a convivir con el corrupto, con el patoterismo y el embaucador, a vivir el hoy aquí y ahora, sin una visión de país que nos ilusione, que nos enamore. Los argentinos debemos ganar la victoria sobre el odio que tan fácilmente nació y tan ligeramente se difundió. Y para ello debiéramos volver a sentir orgullo de ser argentinos, compartir un desarrollo cultural sostenido, transitar por las calles sin piquetes, decidir qué comprar, qué libros leer, respetar al maestro, estadistas, no gamonales, conduciendo al país, economistas manejando la economía… Solo así podremos restaurar la calma y la paz social terminando con el odio y la crispación. Mientras alcanzamos esos objetivos, insto a todos aquellos que han sido honrados con el sillón del poder como legisladores, magistrados, funcionarios del ejecutivo y a toda la ciudadanía, a que mediten si su elección ha sido la acertada y si las obras y el pensamiento de quienes ejercen el poder nacional, provincial y municipal, han prestado, y/o prestan alguna utilidad a la patria, por lo menos en lo atinente a la tan mentada y nunca lograda (hasta hoy) reconciliación nacional, porque hasta donde yo sé, hay presos, procesados y proscriptos de un bando a quienes deberían tributársele elogios y respeto y en cambio se los ultraja del modo más cobarde e ingrato, mientras que del otro, habiendo cometido similares o peores hechos de violencia atentando contra los Poderes e instituciones del país, gozan de la libertad y hasta han sido indemnizados por el Estado nacional económicamente por las barbaridades cometidas Argentina: yo te quiero, Y NO QUIERO PERDERTE. En azul y blanco, Hugo Cesar Renes

Así Somos: Continúa alto el riesgo de incendio en toda la pro...

Así Somos: Continúa alto el riesgo de incendio en toda la pro...: Cordoba - La Secretaría de Gestión de Riesgo Climático y Catástrofes, a través del Plan Provincial de Manejo del Fuego, informó que el riesg...

martes, 24 de julio de 2018

CONFESIÓN

Si soy un depravado, que me perdone Dios. Silvio Pedro Pizarro MI CONFESIÓN En los últimos tiempos mi vida se complica !!! No obstante, agradezco a todos mis amigos que todavía se atrevan a relacionarse conmigo, a pesar de todos mis defectos. Nací blanco, lo que hace de mi un racista No voto a la izquierda, lo que hace de mi un fascista. Soy heterosexual, lo que hace de mí un homófobo. No apruebo el aborto libre, licencioso y gratuito, lo que hace de mí un femicida. Vivi en una sociedad predominantemente católica, lo que hace de mí un retrógrado. Yo reflexiono sin creerme todo lo que la prensa me dice, lo que me hace un peligroso reaccionario. Valoro mi identidad y mi cultura, lo que hace de mí un xenófobo. Me gustaría vivir con seguridad y ver a los delincuentes en la cárcel, lo que hace de mí un torturador. Quiero que no haya más piquetes, lo que me transforma en un represor. Creo que cada uno debería ser recompensado según sus méritos, lo que hace de mí un egoista antisocial. Estoy orgulloso de ser argentino, lo que atenta contra la libertad y el derecho a decidir democráticamente de los pueblos oprimidos. He sido educado en valores y principios, lo cual hace de mí un garca que se opone al bienestar social. Creo que la defensa de mi país es cosa de todos los ciudadanos, lo cual hace de mi un militarista asesino. He aquí una breve reseña de mi mala reputación...

Agustin Etchebarne - ¡Cada 5 Ñoquis Que Toma El Estado... Se Cierra Una ...

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Los tres consejos - Reflexiones de la vida

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