sábado, 28 de julio de 2018
RECESIÓN
La recesión ya llegó… ¿cuánto durará?
Por José Calero - 27/07/2018
La gran duda
Con la sospecha de que la Argentina ya entró en recesión, la duda de inversores, empresarios y consumidores
es determinar cuál será la profundidad de la caída y por cuánto tiempo se extenderá.
Estimar con algún nivel de precisión esa respuesta parece una tarea más digna de un mago que de un cúmulo de expertos en economía consultados a diario por hombres de negocios que quieren hacer algún tipo de proyección confiable en una Argentina la mayoría de las veces impredecible.
El cimbronazo provocado por la sorprendente devaluación de mayo y junio, que nadie vio venir, dejará secuelas de una magnitud aún difícil de medir. Las principales estadísticas, como el Estimador de Actividad Económica (EMAE), reflejan que el derrumbe comenzó.
También ratifican que la Argentina es "agrodependiente", ya que la caída superior al 30% en la producción agrícola arrastró a la baja de la actividad económica en el quinto mes del año. El abrupto descenso del 5,8% de la economía en mayo, la más profunda desde julio de 2009, refleja la magnitud de un fenómeno que dejará secuelas imposibles de predecir por ahora.
Desde Johannesburgo, donde participó por invitación de la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), el presidente Mauricio Macri terminó de dar el visto bueno para que se anunciaran el viernes los aumentos de tarifas de colectivos y trenes. Los nuevos ajustes son del 30% en el primer caso, y de hasta el 70% en el de los ferrocarriles, lo cual representará un nuevo golpe para el bolsillo de los usuarios.
Es otra señal muy clara de la decisión oficial de profundizar la magnitud de un ajuste que busca preparar el escenario para poder concretar en el 2019 un recorte que debería alcanzar los $200.000 millones en el caso de la Nación, sumado a otros $100.000 millones que deberán aportar las provincias. Buena parte de ese megarecorte se afrontará con podas de subsidios y mayor presión tributaria, como la anunciada en el caso de Ganancias, y en las asignaciones familiares.
Desde ahora, un matrimonio que trabaja en relación de dependencia solo podrá deducir cargas familiares en uno de los sueldos. Esto debería incrementar la recaudación por Ganancias, un impuesto con alta evasión en la Argentina, al que el Gobierno, y también el FMI, consideran clave con vistas a fortalecer los ingresos fiscales y alcanzar el equilibrio de las cuentas en el 2020.
Además, el equipo económico es consciente de que el escenario recesivo impactará sobre la recaudación del IVA y otros impuestos ligados al consumo en la segunda mitad del año. Para el director de la consultora Macroview, Pablo Goldín, la Argentina "ya entró en recesión en el segundo trimestre del año". El especialista señaló que en el país las recesiones "no duran menos de nueve meses o un año", por lo que estimó que al menos hasta la salida del verano de 2019 no se podrían esperar noticias alentadoras.
Pero agrega un dato clave: "Lo que debemos mirar no es solo la duración, sino la profundidad, y esta recesión que arranca en el segundo trimestre es muy probable que sea más fuerte que las de 2014 y de principios del Gobierno de Macri, porque a los desequilibrios macroeconómicos de los últimos tiempos, como la devaluación y la suba de tasas, se le agregó la sequía". Sostener la recaudación es vital para el objetivo de achicar el desequilibrio de las cuentas públicas.
Previendo dificultades, la AFIP lanzó un plan de pagos para los contribuyentes con deudas producto de las dificultades que ya se empezaron a sentir con fuerza en rubros como el comercio y la industria. La AFIP sabe que buena parte de la fuerte suba en la recaudación está vinculada al alza de precios que llevó la inflación al 16% en el primer semestre, y que cerraría el año por encima del 30%.
Todo indica que el alza del 3,6% del PIB en el primer trimestre fue la última buena noticia del año. En lo que resta del 2018 la baja se iría acelerando mes tras mes, con caídas en rubros que hasta ahora vinieron creciendo, como la industria automotriz y la actividad inmobiliaria. Si bien el Ministerio de Hacienda encabezado por Nicolás Dujovne aún confía en cerrar el año con una mejora casi imperceptible, todo indica que lo más probable es que el Producto Bruto cierre incluso en terreno negativo.
La expectativa está puesta en que la cosecha de la próxima campaña, acompañada por una mejora climática y rumbo a los 120 millones de toneladas, provoque un efecto "derrame" que ponga a la economía de nuevo en terreno positivo durante el año electoral. Al menos es lo que espera Macri, quien buscará ir por la reelección para consolidar un modelo económico que, por ahora, está dejando demasiados sinsabores para la gente de a pie.
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