jueves, 24 de julio de 2014
FALSOS DERECHOS HUMANOS KAKAS
POR EMILIO GUILLERMO NANI. Opinión.
OTRAS VOCES
http://www.lanueva.com/opinion-impresa/770625/los-derechos-humanos-k-.html
Los derechos humanos “K”
24/07/2014 00:22 por Emilio Guillermo Nani Por Emilio Guillermo Nani
para La Nueva
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El 25 de mayo de 1973, el Congreso Nacional, con sus integrantes –oficialistas y opositores-, aplaudiendo y de pie, votó en forma casi unánime la liberación de cientos de terroristas detenidos y condenados o sometidos a proceso, al mismo tiempo que disolvió al tribunal que los estaba enjuiciando.
El país entró así en un período sangriento donde la oposición se manifestó impotente. El 23 de diciembre del 2001, el mismo Congreso –con otra composición, pero con igual muestra de sumisión- también aplaudió de pie el anuncio de un presidente provisional de que la Argentina entraba en default, llevando al país al estado en que estamos frente a las Naciones serias del mundo.
Este mes, con el voto de oficialismo y oposición -y la disidencia explícita de solo siete valientes legisladoras-, Diputados aceptó incorporar nada menos que como “emblema” patrio al ahora devaluado pañuelo de las Madres de Plaza de Mayo, un símbolo que hoy representa el “vamos por todo” y la división de los argentinos.
Un solo diario nacional se atrevió a señalar una gran verdad: que, cuando el gobierno les tira encima a los “derechos humanos”, la oposición no se atreve a reaccionar por más que sepa que, en verdad, esos derechos humanos no son tales. Una verdad digna de ser analizada, sobre todo cuando se perciben hoy signos de temor en los llamados organismos de derechos humanos K.
Durante los años de esta “década ganada” oímos y leímos que medios de comunicación, políticos e intelectuales repetían que si había algo positivo que reconocer a Néstor Kirchner, ello era su proclamada “política de derechos humanos”.
Transcurrida ya con creces dicha década, son muchos los ciudadanos argentinos que han comprobado la falsedad de esa afirmación, pues, más allá de la política de revancha sesgada articulada por juicios arbitrarios manejados por jueces corruptos, los verdaderos derechos humanos han sido no solo olvidados, sino además soslayados deliberadamente.
Así, en materia de Inseguridad, se impuso la política de la “sensación”, dándoles la espalda a los varios miles de muertos anuales por hechos violentos, a los que acompañaron muchísimos más heridos, no solo en su cuerpo sino también en su espíritu, por la injusta pérdida de seres queridos.
Esta política de dar la espalda fue reiteradamente consentida por jueces que, lejos de estar a la altura de su tarea (frase usada por Néstor Kirchner para justificar la expulsión de la Corte menemista), han avalado culposamente, so pretexto de un mal entendido “garantismo”, el crecimiento del índice de criminalidad y la proliferación del narcotráfico, un nuevo flagelo que está destruyendo a gran parte de nuestra juventud; juventud cuyos “derechos humanos” son cacareados, pero nunca atendidos por quienes tienen la obligación de hacerlo.
Nos preguntamos además si no constituye un derecho de todo ciudadano el poder usar medios de transporte que lo trasladen como un ser humano y no como ganado, o el lograr ser atendido en hospitales donde, más allá de los sacrificados médicos, se pueda brindar una asistencia digna, con insumos e infraestructura mínimamente adecuadas.
O el viajar por calles, avenidas y rutas preparadas para evitar accidentes fatales. Y son miles las víctimas generadas por esta desidia estatal que, ante cada suceso resonante (caso accidente de Once), proclama que eso no solo no tiene que ver con los Derechos Humanos, sino que además no sería competencia alguna del Estado nacional.
No podemos dejar de mencionar a la sufrida clase pasiva, víctima del latrocinio del Estado sobre la ANSES, de las mafias de los medicamentos que nutren el PAMI, de feroces asaltos cometidos por cobardes delincuentes que se valen de la debilidad de los más viejos, y obviamente de míseras mensualidades luego de una vida de sacrificio y trabajo.
Y en cuanto a la política que nutrió la jactancia tanto del gobierno como de sus aplaudidores, la misma se limitó a publicitados juicios a militares y civiles donde se pisotea a la Constitución, campea el prevaricato y se veja a presos ancianos, que en algunos casos llevan más de una década detenidos sin condena, y a lograr cooptar organizaciones que se dicen de derechos humanos, hoy devaluadas e investigadas por graves delitos.
Mientras tanto, los terroristas que causaron centenares de víctimas en los 70 –víctimas para las cuales los derechos humanos no existen- se han visto no solo librados de culpa y cargo por esta Corte Suprema, sino además beneficiados con pensiones graciables y/o cargos políticos de todo tipo.
Por eso, creemos que los ciudadanos llanos (los que somos convocados una vez cada tanto a concurrir a las urnas a votar y luego somos olvidados hasta la próxima elección) debemos desempeñar un papel republicano más activo, no solo eligiendo con sumo cuidado a quien le depositaremos nuestra confianza como electores, sino además demostrándoles a todos los que aspiran a tomar el gobierno en diciembre de 2015 que, si no toman conciencia de que enfrentan ahora a una sociedad ansiosa de saber que en el futuro gobierno no usará los derechos humanos como cínica bandera política o de revancha, sino que los defenderá como primordial medida de gobierno, no solo no los acompañaremos con el voto, sino que les exigiremos día a día que encaren sin demora todas las medidas urgentes y reparadoras que se enrolan en el campo de los verdaderos derechos humanos, evitando así que el miedo, el odio y la división continúen atentando contra la unidad de los argentinos y, en definitiva, contra la salud de la República.
Emilio Guillermo Nani es presidente del Movimiento por la Recuperación de la
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