miércoles, 14 de diciembre de 2016
COMPRENDER
NO QUEREMOS COMPRENDER
No queremos comprender lo que explica el artículo “EL ESTRIBILLO DE LA DEUDA HEREDADA” Por Héctor GIULIANO (4.12.2016).
En efecto, haciendo un pequeño extracto del mismo, tenemos que desde hace 40 años (desde el Proceso), hasta ahora, todos los gobiernos nos dijeron que “el actual gobierno no está tomando deuda pública nueva sino pagando o renovando deuda existente que no contrajo”.
Pero la cosa no es así, ya que si bien cada uno fue pagando, también se fue endeudando cada vez más. Así vemos que:
La deuda heredada por el Gobierno Militar en Marzo de 1976, era de 8.500 MD - 5.300 Pública y 3.200 Privada – y al fin del Proceso (1983) había subido a los 44.000 MD.
La administración radical Alfonsín elevó esta deuda a 62.000 MD (1989).
Durante la gestión Menem el monto de la deuda prácticamente se duplica, llegando a 122.000 MD en 1999 (pese a los ingresos por las Privatizaciones)
El gobierno de la Rúa incrementa este stock de deuda a 145.000 MD, que tal era el saldo al momento de la crisis y default en Diciembre de 2001.
La administración Duhalde, luego de aumentos de la deuda por unos 30.000 MD para cubrir la pesificación asimétrica después de la salida de la Convertibilidad y de realizar pagos a Organismos Financieros Internacionales (OFI), lleva el stock de la deuda a 152.000 MD.
Y el saldo que deja el gobierno del matrimonio Krirchner, a fines de 2015, es de 234.200 MD, (incluyendo los 11.500 de holdouts). A pesar del Megacanje Kirchner-Lavagna 2005-2010, del pago de 9.500 MD al FMI, del reconocimiento de deudas con punitorios por 9.800 MD con el Club de París, y habiendo pagado, según se nos dijo, 190.000 MD (cuando en realidad constituían en su gran mayoría refinanciaciones de capital y no amortizaciones netas).
Ahora el gobierno Macri, con varias inconsistencias que impiden evaluar el aumento exacto de la deuda que se está produciendo dio al 30/6/16 una deuda de 258.900 MD. (Siendo solamente una hoja de “Avance preliminar”-sin desagregado de planilla alguna).
Por lo tanto con los datos oficiales disponibles, se ignora el monto actual de la Deuda Pública del Estado Central, pero viene aumentando.
Como también se cuenta con una información oficial poco clara y concreta de la Deuda Intra-Estado (en pesos) que se viene licuando fuertemente por efecto combinado de la macro-devaluación y la inflación locales.
Por lo tanto estando ya cerca del fin de 2016 no se tiene una información oficial precisa sobre la deuda emitida en lo que va del ejercicio por parte de la administración Macri, pero aparte de refinanciar total y sistemáticamente los vencimientos de capital con nuevas deudas se está colocando además deuda nueva adicional en función de lo previsto por el presupuesto del corriente año y las ampliaciones autorizadas para el arreglo con los holdouts.
En síntesis desde hace 40 años en la Argentina se reitera en cada gobierno que se declararan víctimas de la herencia recibida (deuda), pero también todas contrajeron nuevas obligaciones que incrementaron el saldo del endeudamiento del Estado. Algo que sigue ocurriendo también hoy.
Por lo tanto si analizamos sin ninguna bandería política y sin interés personal dicho artículo, nos dice que de una vez por toda se debe auditar la deuda (aunque es algo que no nos gusta hacer, por eso dejamos adormecer en algún cajón la resolución del *Juicio Olmos*) y además debemos arreglar con los acreedores una forma acorde con nuestra capacidad de repago. Conceptos, estos, muchas veces repetidos, pero que no queremos comprender.
Ruben Peretti
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