sábado, 11 de mayo de 2019
VIAJE EN EL TREN FANTASMA HACIA EL TÚNEL DE LA MUERTE.
VIAJE EN EL TREN FANTASMA HACIA EL TÚNEL DE LA MUERTE.
El jueves pasado, la inefable, inextinguible, impoluta, austera, inklaudikable, konvincente, humilde, kategórika, ¿abogada? ¿exitosa? ¿arkitekta? ¿konduktora? Porota, presentó su memorable libro SINCERA-MIENTE, en una feria (la del libro por supuesto aunque no pareciera), y ante una multitud impresionante adentro y afuera, "reunida espontáneamente" para akompañarla en un akto de tanta trascendencia para el futuro de los que aun podemos vivir en este país, en evolución imperturbable hacia la nada.
Por supuesto lo hizo, debidamente "producida" como es su costumbre especialmente cuando aparece ante kadenas, con prolijas extensiones ad hoc, porciones distribuidas estratégikamente de pintura aplikativa y cierta dosis habitual de kolágeno, todo ello a fin de suavizar su imagen normal de bruja ya pasada de años.
Se dirigió a la "entusiasta e ilusionada konkurrencia" muy modosita y kontenida, explicando entre otras kosas su principal argumento "de yo no fuí" y "sus ideas" (¡¡¡¡sokorro!!!), para reskatar a nuestra dekadente argentina del abismo al cual "de ninguna manera ella y su eternauta konsorte fueron responsables" de precipitarnos .
Para ello entre otros temas de gran profundidad conceptual, refirió su admiración por un tal Gelbart, quien fué uno de los tantos dirigentes sátrapas de los años 74 y 75 (¿porqué se fué tan lejos?).
Seguramente porque era aquella la época y oportunidad en la conducción del país, de su admirado y "benemérito tío Campora", quien entre otras hazañas, y merced a un decreto memorable e histórico, dejó en inmediata libertad a dos mil trescientos subversivos mercenarios condenados, que habían asesinado, robado y coaccionado, para imponer sus ideas colonizadoras al pueblo argentino.
Tan significativa fué dicha admiración, que su hijo primogénito, el esforzado y sacrificado trabajador de play station Máximo, en homenaje a tan digno prócer echado a patadas por Perón; creó la organización de vagos, desocupados, bolicheros y vividores conocida como "la cámpora", que hoy se ha transformado en su principal sostén político y fuerza de choque para lo que venga.
Aquellos "jóvenes idealistas" liberados sin pagar sus fechorías, al regresar de improviso a esa libertad tan particular, se sintieron que la ciudadanía les daba la razón y por ello renovaron con mas entusiasmo todas aquellas prácticas asesinas en las cuales habían sido entrenados en Cuba, Libia, Argelia, Líbano y otros centros por aquellos tiempos, "de retiro espiritual para la maldad".
Surgió así la hoy desnaturalizada "guerra civil" de los años 70, que obligó al empleo constitucional y luego de facto, de nuestras FFAA.,para evitar la creación de la nueva Cuba de América del Sur.
Ese recuerdo fué realmente emocionante y hemos podido contemplar como muchos asistentes (as) lloraban al recordar páginas tan paradigmáticas de nuestra historia. No surgió claramente si esas lágrimas eran traídas para tal fin o aparecieron así de pronto.
Muchas figuras del jet set ubicadas especialmente en la segunda y tercera fila tenían un entrenamiento especial para ello.
Inclusive no pasó desapercibido cierto guiño de simpatía a Donaldo y su política, por si las moscas. No ví llorar a nadie en ese momento.
Al contemplar la figura de los asistentes a la comentada presentación, especialmente aquellos (as) ubicados en las primeras filas, debo confesar (obviamente una percepción muy particular mía), que difícilmente un acto ¿literario? político pueda convocar a una cantidad tan caracterizada de fantasmas (espantos) de diversas extracciones políticas, judiciales, sindicales, empresarias, culturales, periodísticas, faranduleras, piqueteras..........todos ellos representantes de esta particular sociedad argentina, que se aprestan e ilusionan con poder succionar las últimas energías vitales de este decadente país, bajo una nueva conducción de la Porota.
Era obvio su versatilidad para competir por las sonrisas mas amplias y visibles cuando ella recurría a expresiones algo graciosas, o sus lágrimas ya referidas en otros pasajes y por supuesto los consabidos aplausos reiterados, hasta de pié, para apoyar "sus concepciones y directivas estratégicas" y apelaciones emocionantes.
Obviamente que con la revisión de estas imágenes prolijamente registradas, podrán en pocos días la Porota y sus acólitos entre otros; los Fernández (¡¡¡ahora amigos y compinches de nuevo!!!); el gran estratega sacrificado y casi agotado Máximo; Guillermito Moreno (experto en trompadas, prócer de la argentinidad y patriota incomparable); el cuervito Larroque (especialista en planes no trabajar); el inmutable y semi desfachatado Ponscioli, el chinito Zanini y hasta el "ilustre pelotudo" Parrili; confeccionar "las listas" en alguna de las cuales deberá figurar Kondorita; para seguir poblando así nuestros inmensos y privilegiados círculos de parásitos políticos que buscan su pensión completa generosa de por vida.
Cerca de ellos y por ahora convenientemente apartados pero listos para agregarse, subyacen otros impresentables instrumentados por el revivido Dr Frankestein Duhalde (cien millones de rupias) y su gordita Chiche (manzanera inmortal), quienes son nada mas y nada menos que el prontuariado, adaptable y maleable Lavagna y el todo terreno Picheto.
Sergio Massa con su natural claridad de conceptos difusos y voluntaristas y su reconocida capacidad de travesti político, también espera agazapado para sumarse en oportunidad emocionado, a quienes le aseguren una porción apetecible de la torta.
Pues bien y volviendo al título de la nota, ésta parece ser la tripulación del tren fantasma en el cual estamos casi embarcados y que partirá en pocos meses para introducirnos con alegría y festejos apropiados, en el túnel de la muerte.
He resistido la tentación al concebir este escrito para no alargarlo demasiado, de efectuar un análisis filosófico, histórico y político del tema trascendente del Contrato Social, al cual aludió "tan espontánea" y suelta de cuerpo la Porota, quizás porque algún apuntador le aconsejó mencionarlo como "argumento de oportunidad".
Solo decir que se trata de un acuerdo entre partes para lograr la unión, solidaridad, respeto mutuo de derechos, paz interior, coherencia política, convergencia de esfuerzos todo ello hacia el progreso y bienestar general. La Constitución Nacional es un instrumento pero no el único para llegar a ello.
En realidad en el concepto algo primitivo de dicha Porota y sus secuaces, se trata del Kontrato Social, en el cual ellos se reservan el derecho de representar y opinar en nombre de todos los protagonistas involucrados y velar por su felicidad, según sus particulares concepciones morales y materiales.
Un Argentina particular dispuesta a devorar y engullirse a todos los que no crean en sus verdades inmutables. En otras palabras; UNA ARGENTINA CANÍBAL.
Por lo menos, sí, lo veo yo.
FRANCISCO CERVO
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