martes, 11 de agosto de 2020

LA UTOPICA REFORMA JUDICIAL ARGENTINA

LA UTOPICA REFORMA JUDICIAL ARGENTINA Como letrado fui y aunque hace mucho, demasiado, abandoné la práctica activa, aun lo soy, esta vez echaré unos párrafos sobre el plan de Alberto Fernández respecto a la ampliación de la competencia federal en lo criminal con más jueces. Infiero a modo de exordio y previo a otros tópicos, que sumar comensales adicionales a los cotos de caza ya existentes y férreamente defendidos, el único efecto a producirse será que, la torta deberá de ser seccionada en porciones más pequeñas; sólo eso. Siempre y con exultante fervor, he adherido al ideario de mi querido Maestro -Eduardo Aguirre Obarrio-, quien desafortunadamente ya ha partido. Él predicaba que en vez de ampliar la maraña legislativa, aumentando su adicionalidad, más óptimo sería que las leyes existentes se aplicasen con probidad moral y con apego. Si el último gobierno militar, entre otros injustos, estableció la pena capital para supuestos de homicidios a integrantes de las Fuerzas Armadas y las de Seguridad, tal precepto no debió derogarse, toda vez que su vigencia hubiera detenido o al menos atemperado, la pandemia criminal en perjuicio de esos Servidores Públicos. La desbaratada ley 20.840 que reprimía la Subversión Económica tampoco, puesto que su normado tornaba inaplicable tanto la exención de prisión como asimismo el beneficio excarcelatorio. Y con su vigencia, tantas manadas de paridos por el orto, desde 1984 hasta hoy hubiese legitimado que todos estos bribones, expertos en vaciamientos de instituciones financieras, se hubiesen fumado al menos tres o cuatro años tras las rejas. Entre ellos, Diego Guelar -ex embajador plenipotenciario de Macricio en China, quien junto a su hermano se llevó hasta los bidets empotrados en el ex Banco del Oeste. Los ejemplos que podría citar amén de estos pre indicados son múltiples, incontables. Pero ello, es decir los vacíos legales que tantas modificaciones dejaron estancos, con más el sesgo abolicionista de todas las normas punitivas por igual, formaron juntos la supresión de penas ejemplarizadoras y por demás disuasivas. El Presidente consultó con un puñado de onanistas -a fuer de sus dictámenes-, de los que no emergieron más que paparruchas. Ninguno de los convocados aconsejó al Primer Mandatario sobre algo que clama por corporizarse como vigente, esto es, la oralidad instructoria. Su inexistencia es la exclusiva causante de la ralentización, por lo general infinita de todos los procesos. En otras palabras, en homenaje a quienes no conocen demasiado acerca de estas lides de la abogacía ¿de qué utilidad son los debates y/o juicios en el Plenario, si la Instrucción se detuvo años y décadas antes de elevar las actuaciones para ello? Si alguna modificación, cuanto menos en lo procesal, debe hacerse sin dilación ninguna, es exclusivamente ésa. Lo demás, y bastante sustantivo, es acerca de las cualidades que un magistrado en esos fueros debe de contar para que lo siga siendo y por ende permanezca en el cargo. Hace demasiados años ya que no litigo en Argentina, pero por lo que leo sobre la abrumadora mayoría de orates y badulaques que tienen la custodia de la dación de justicia, ninguna reforma procedimental sería óptima si quienes deben de aplicar su normativa, son ignorantes, holgazanes y viles. Precisamente merced a ese indicativo fue que no hace tanto tiempo le cursé directamente a Fernández en una suerte de carta abierta, mi sugerencia para que sin ninguna dilación, dispusiera que todo el Poder Judicial de la Nación sea declarado "en comisión". Y que cada uno de estos mayoritarios monigotes revaliden títulos en concursos por oposición y sobre todo públicos. Acompañado por un escaneo integral de sus antecedentes de moralidad. El carcinoma penal no lo podrá extirpar el Presidente ni nadie, de acentuarse la permanencia de tantos ñoquis entogados. Que, por si fuese insuficiente, son leguleyos, y además van en constante procura de coimas. Ambas navegantes en aguas jurisdiccionales de una haraganería sin fronteras. Hasta lo del covid, un poco más de justicia en vacancia, habría sido una manchita adicional a un desdentado tigre en cautiverio, pero ahora, renunciar a esa modificación ultimatoria de esta omertá, cuyo predominio geográfico está situado en Retiro y por demás en Talcahuano 550, ha mutado en suicida. Debemos contar con judicantes que se endeuden para salir adelante, si sus salarios -los oficiales- son excluyentes de esas diez lucas gringas que todo juez federal, percibe tras bastidores como emolumento no remunerativo. Manzano y Nosiglia, juntos lo implementaron en 1984 y no lo ha derogado ni Dios. Casi como epílogo baste insistir que trunco y rígido como rulo de estatua permanecerá este desborde jurisdiccional, de no tornarse en oral la investigación preliminar de un crimen y si esta nueva regla no se confía a individuos probos y ágiles. No necesitan ser juristas de nota, porque los que había se encuentran todos fallecidos. Con que sean decentes y dinámicos, el objetivo esencial será alcanzado. Y ya sí -juro que lo último-, con turnos rotativos las 24 horas. Para reprimir el delito, eso de los feriados, es inaudito en un mundo moderno. Lo opuesto y en vigencia, bien propio de sociedades con fuerte predominio de retrasos cognitivos es; como la nuestra. Aquí en USA, un anti social es apresado en flagrancia y la policía distrital, antes de las siguientes seis horas, debe hacerlo comparecer al Juez de la circunscripción. En las previas a ese exiguo cuarto de día, la oficina del Fiscal -equivalente a nuestros timoratos jueces de Instrucción- decide si impulsa o no la acción. En Argentina, los turnos son virtuales, esto es, ningún poli consulta al Secretario del juzgado en turno de madrugada o a altas horas de la nocturnidad, de no ser un hecho muy grave. Y si lo hace, ese requerido Actuario, en calzoncillos, con halitosis y desde su dormitorio, ordena sin consulta ninguna al magistrado, las diligencias preliminares. En póstumos términos, en materia represiva, sin incomodidad alguna, podemos trasladarnos en tiempo y espacio a los aposentos de Alfonso "el sabio" , cuando avocado estaba a la redacción de sus Partidas. Si el Presidente desea -como bastante bien encaminado se encuentra- entronizarse hacia la posteridad, que acepte nuestros reiterados y desinteresados consejos. Para evitar así... LA UTÓPICA REFORMA JUDICIAL ARGENTINA. Cordialmente Carlos Belgrano.-

No hay comentarios: