jueves, 4 de julio de 2013

LOS MERCADERES

Los mercaderes de la emancipación nacional Por Nicolás Márquez Que alguien se preste a sumar sus aplausos y su voto al oficialismo a cambio de un beneficio patrimonial o de un cargo burocrático eventual, importa una actitud propia del indecoroso oportunismo criollo. En efecto, ser kirchnerista por conveniencia, puede ser una conducta moralmente reprochable, aunque crematísticamente entendible. Pero que alguien ideológicamente honesto y ajeno al goce de las mieles del poder sea kirchnerista por verdadera convicción, indudablemente se constituye en un adherente genuino, pero también en un idiota útil. Ocurre que apoyar alegremente a un gobierno “nacional y popular” identificado con el socialismo latinoamericanista o el “anticolonialismo”, pero que a la vez los cabecillas de esta epopeya pretendidamente “emancipadora” son todos multimillonarios sospechados de una mega corrupción que sólo ha logrado disfrazar judicialmente el sobreseedor serial Norberto Oyarbide, ya deja esto de ser apoyo a un proselitismo cívico estimable para convertirse en un indisculpable servilismo a merced de las mafias que acumulan capital mientras canturrean combatirlo. Números “very grossos” ¿A cuánto asciende la fortuna del matrimonio Kirchner tras tantos años de latrocinio? En el año 2003 (al momento de asumir) y con motivo de todos los negociados que habían hecho en el sur, el matrimonio ya se podía dar el lujo de justificar en blanco un patrimonio de 7.000.000 de pesos, el cual comenzó a crecer a toda marcha desde que la pareja ocupó la Casa Rosada. Ya en el año 2011 Cristina declaró ante la Oficina Anticorrupción tener una fortuna de más de 79 millones de pesos dentro de la cual se encuentran 27 propiedades: seis casas, doce departamentos, seis terrenos y tres locales. Además, es la accionista mayoritaria en tres sociedades anónimas: Los Sauces S.A. (dueña del hotel boutique Los Sauces), CO.MA S.A., y Hotesur S.A. (a través de la cual explota el hotel Alto Calafate) y 19 plazos fijos[1]. Pero al año siguiente (2012), conforme la última declaración existente al momento de escribir estas líneas, su patrimonio ascendió a 82 millones. Vale decir, sólo contabilizando las declaraciones juradas el aumento patrimonial desde el año 2003 al momento de escribir estas líneas sido de 1.172%. Ninguna duda cabe que Cristina tiene sobrados motivos personales para considerar a este tiempo transcurrido como una “década ganada”. ¿Cómo hizo la Presidente y su difunto esposo para amasar tamaña fortuna en un lapso tan corto? Con poco éxito, la encargada de intentar develar el misterio fue la propia Cristina al pretender justificar el asunto en la Universidad de Harvard (una de las poquísimas veces que la Presidente se expuso a preguntas sin conocer previamente el contenido de las mismas), cuando una alumna de dicha entidad le preguntó cómo hizo para multiplicar su fortuna de 7 millones en el 2003 a 79 millones (la alumna se quedó corta en la cifra porque en verdad la fortuna declarada era de 82 millones) y Cristina, visiblemente molesta le mintió de esta manera: “nuestro estudio jurídico fue exitoso, si he tenido un crecimiento en mis bienes es porque he sido una exitosa abogada y ahora soy una exitosa Presidenta”[2]. Que Cristina amasó esa fortuna ejerciendo la profesión de abogada es algo confirmadamente falso, porque más allá de la controversia vigente en torno a la existencia de su presunto título universitario, lo cierto y comprobado es que desde el año 2003 a la fecha ni Cristina ni Néstor ejercieron como abogados ni tributaron honorarios por ningún concepto en ese lapso. Es más, en verdad ambos vivieron con el sueldo de funcionarios públicos desde 1987 a la fecha. Si la inmensa fortuna amasada entre el 2003 al 2012 de Cristina fuese legítima y explicable: ¿Por qué le mintió a la alumna entonces en torno al período específicamente preguntado? Pero acá no termina la novela, porque en este desmesurado y veloz enriquecimiento sólo estamos tomando en cuenta la menor parte de la fortuna, es decir sólo lo declarado en blanco por el matrimonio en cuestión: ¿A cuánto asciende el monto si sumamos la plata ilegal depositada en las bóvedas obtenida gracias al tropel de testaferros y socios que habrían prestado sus nombres para simular las riquezas de la familia presidencial? Va de suyo que no podemos dar una respuesta exacta y categórica al respecto, sin embargo, según una investigación, al patrimonio declarado habría que multiplicarlo por una cifra espeluznante: las sociedades anónimas de las que son socios ocultan un patrimonio 1700 veces mayor”[3]. Néstor y la resignación cristiana Tiempo atrás, Néstor Kirchner había brindado un reportaje televisivo y al ser consultado sobre su sospechoso patrimonio y especialmente sobre sus tierras en el Calafate, este nos ilustró con la siguiente explicación poniendo de manifiesto, entre otras cosas, su intensa vida espiritual: “Yo gracias a Dios, desde que estoy en la política, más que acrecentar mis bienes personales, fui para atrás, no me pasa lo que a otros dirigentes que a partir de haber entrado a la política políticos o no tenían fortuna, o no tenían nada y yo tengo absolutamente todo declarado cuando fui intendente, cuando fui gobernador las tres veces…y compramos que tiene una hectárea, en mi Provincia (no en Miami ni en Montevideo ni Nueva York) que es un terrenito que me costó 27 mil pesos, que Dios quiera pueda hacer una casa para compartir con mi familia en el Calafate (ciudad turística por excelencia en mi Provincia a la cual amamos), y los compré de cara a la sociedad pagando los impuestos como corresponde…¿sabes qué pasa? Algunas veces cuando no se puede voltear o mancillar a alguien desde la idea de le acción muchas veces se les ocurren este tipo de cosas que yo las acepto cristianamente (…) a veces la política tiene este tipo de agravios y descalificaciones que yo las absorbo con absoluta resignación cristiana”[4]. En realidad, en un país normal Kirchner y su mujer probablemente lo que tendrían que haber aceptado con resignación cristiana o mundana hubiese sido como mínimo, la cárcel. En pocos días saldrá al mercado “La farsa nacional y popular”, el nuevo libro de Nicolás Márquez y Agustín Laje. Puede colaborar a financiar su edición comprándolo a precio promocional: envíenos un correo solicitando más información a colaborar@laprensapopular.com.ar [1] http://www.perfil.com/contenidos/2011/08/24/noticia_0017.html [2] “He sido una exitosa abogada y soy una exitosa Presidenta”, dijo CFK. Perfil. 28-09-12. http://www.perfil.com/politica/-20120928-0002.html [3] Álvaro H. de Lamadrid. El pingüino emperador. Editorial Pluma y Papel. 2011. Página 217, 218, 220 [4] Fragmento de una entrevista a Néstor Kirchner, realizada en la ciudad neuquina de Zapala en el año 1999. Ver video en: http://www.youtube.com/watch?v=5YYsq7eNpkQ&feature=youtube_gdata_player

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