domingo, 17 de noviembre de 2013

EMPLEADOS DE LA REINA

Insólito silencio de los cortesanos Lorenzetti y Highton ante los desvíos K al Código unificado Muy deslucido final de época han emprendido Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco. Casi tan antipático como el de Mercedes Marcó del Pont y el resto del por directorio en la historia del Banco Central. En ese contexto, regresa Cristina Fernández de Kirchner, con su gente pidiéndole que castigue los 'desvíos' y ratifique el rumbo. Muy interesante el texto del autor para su programa por Radio El Mundo. "¿Será este mecanismo el que usarán para forzar una reforma de la Constitución Nacional para incorporar las modificaciones hechas por el nuevo código unificado y buscar un nuevo mandato para Cristina Fernández? No hay que descartarlo. Además, este sistema ya fue útil para alcanzar una legislación para desguazar al Grupo Clarín. ¿Cómo no va a ser útil para cumplir la consigna “Cristina Eterna”?". por CLAUDIO M. CHIARUTTINI CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). No hay espacio para un regreso “paulatino” y tibio de Cristina Fernández. Más allá de lo que digan los médicos, la familia de la Presidente de la Nación y la propia mandataria, la presión interna y externa es inmensa, y regular anuncios puede ser contraproducente para un entorno que la recibe sosteniendo, casi en forma eufórica, que su imagen positiva no ha parado de crecer desde que cayó enferma. No es casual que a pocas horas del regreso de Cristina Fernández, el miembro de Carta Abierta, el consultor Ricardo Rouvier, diera a conocer una encuesta indicando que Cristina Fernández tiene 52,5% de imagen positiva, recuperándose desde 41,2% que tenía en septiembre pasado. Sin duda un curioso “respaldo” a la Presidente de la Nación quien, gracias a su militante Rouvier confirma que ella tiene mayor aceptación de la opinión pública cuando está convaleciente o no habla en actos oficiales que cuando es protagonistas central del escenario político argentino. Cristina Fernández no puede volver sin reconfirmar su liderazgo. Su ego se lo prohibe. Casi por consejo médico, Cristina precisa ensalzar su propia figura. Hoy, el oficialismo está dividido en 2 bandos, con diferentes posiciones sobre cómo se debe gestionar los próximos 2 años, y los roces ente ambos grupos han encendido las internas ministeriales. Las 'palomas' (¿recuerdan que Jorge Rafael Videla y Roberto Eduardo Viola eran las 'palomas' del 'Proceso'?) quiere peronizar la gestión, volver a seducir intendentes y gobernadores y eliminar a La Cámpora o los grupos más cristinistas de la 1ra., 2da. y 3ra. línea de la función pública. Es el regreso al 1er. kirchnerismo, el que construyó Néstor Kichner. Por su parte, los 'halcones' (¿recuerdan que Luciano Benjamín Menéndez y Ramón Genaro Díaz Bessone, ahora recuperado por el ministro Agustín Rossi, con sus 'actas del Proceso', eran los 'halcones'?) insiste con asegurar que las urnas fueron mezquinas porque se frenaron las reformas de fondo que se realizaron entre 2005 y 2011. Son esos grupos los que promocionan como futuros ministros de Economía a Axel Kicillof o Aldo Ferrer (¡Aldo Ferrer!), y ubican a Guillermo Moreno al frente del Banco Central, con acuerdo del Senado (¿?). Mientras el primer grupo es gradualista y cuasiortodoxo en las medidas que recomiendan, el ultrakirchnerismo quiere poner el acelerador, desdoblar el dólar, frenar la caída de las reservas con acciones policiales y perseguir a cada operador que “huela” sospechosamente. Es lo mismo que han hecho los últimos dos años y no ha tenido resultado, pero mágicamente, creen que en esta oportunidad tendrá un efecto totalmente distinto. Un trabajo conocido durante la semana muestra que, desde 2008, cuando se desató la crisis internacional, Brasil incrementó sus reservas en US$179.000 millones; Chile en US$23.000 millones; Perú en US$36.000 millones; México en US$97.000 millones; Colombia en US$22.000 millones; y Uruguay en US$12.000 millones. Por el contrario, la Argentina perdió reservas por más de US$30.000 millones en igual lapso. ¿Quiénes son los equivocados? La tasa de fuga de divisas pasó de 8% anual a 23% anual y la p{esidente del Banco Central sostuvo el viernes que fue por el pago de deuda externa pública. Quizás por eso, los 'halcones' del oficialismo cree que Mercedes Marcó del Pont ha cumplido su ciclo y debe ser reemplazada. El ultrakirchnerismo necesita una Cristina Fernández también para frenar el renacimiento del peronismo. La pelea en la Provincia de Buenos Aires por el control del Partido Justicialista fue perdida por la Casa Rosada. Los Barones del Conurbano, muchos de los que perdieron las elecciones en octubre, negociaron con Daniel Scioli que el alcalde de La Matanza, Fernando Espinosa, será el nuevo titular del peronismo bonaerense, mientras que La Cámpora y el kirchnerismo fueron relegados a puestos secundarios, levantando la furia de los 'halcones' del cristinismo, que creía totalmente controlado el mayor aparato político del peronismo. Daniel Scioli intenta hacer igual que Cristina Fernández en el pasado: jugar en toda la cancha al mismo tiempo. No sólo reflota el Partido Justicialista de Buenos Aires, sino también, negocia con el massismo el Presupuesto provincial 2014, analiza cambios en el Gabinete para airear la gestión y ampliar su plataforma de acuerdo en el distrito, ensaya un guiño a Miguel Ángel Pichetto para que avance en una supuesta fórmula presidencial y apoya la discusión de una “Ley de Derribo”, coincidiendo con Sergio Massa y haciendo otro guiño, esta vez, hacia la clase media que quiere escuchar medidas para combatir el narcotráfico. Cristina Fernández no puede aparecer “paulatinamente” porque, mientras Daniel Scioli y Sergio Massa avanzan en sus respectivos armados políticos, el oficialismo ve como se debilitan los dos precandidatos para ser “herederos” de la Presidente de la Nación. Así, mientras el intendente de Tigre visita Neuquén y Chubut, Jorge Capitanich debió soportar una división entre sus legisladores y Sergio Uribarri ve cómo las cuentas provinciales comienzan a crujir sin el apoyo del Tesoro Nacional. El ultrakirchnerismo, ante el fracaso notable de La Cámpora y Unidos y Organizados, reflota la Corriente de la Militancia, conformada por el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini; y el ministro de Defensa, Agustín Rossi, y ya analizan un gran acto para celebrar el regreso de Cristina Fernández a la Casa Rosada. No es el único grupo oficialista que apuesta a realizar un acto masivo para celebrar: todos quieren mostrar la recuperación de la Presidente de la Nación como el reinicio de un proceso político que recibió una golpiza en Octubre, pero que no está muerto. Por eso, la consigna “Cristina Eterna”, vuelve a escucharse en los despachos oficiales. La demostración de fuerza que confirmará el “regreso” con todo el brillo de Cristina Fernández será la aprobación de la modificación y unificación de los códigos Comercial y Civil que, con tanto esmero y ego personal, prepararon los cortesanos Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco, obra por la cual, quizás, habrían decidido dar un giro en sus fallos sobre la Ley de Medios Audiovisuales, de acuerdo a algunas especulaciones. Es cierto que la Casa Rosada ha retirado de la reforma muchos artículos que había agregado a mitad de año, y que desvirtuaban lo que habían tratado de redactar la pareja de cortesanos luego de caminar por todo el Poder Judicial, y eliminaron otros que incomodan a la Iglesia Católica, en especial, porque no quieren crear un frente de tormenta con el papa Francisco. Sin embargo, hay suficientes cambios ideológicos en el texto que se aprobará en dos semanas en Diputados como para asegurar que es una reforma encubierta de los artículos pétreos de la Constitución Nacional. En las sesiones de la reforma constitucional de 1994 se definió que los primeros 42 artículos de la Constitución Nacional no deberían ser modificados nunca más. Por eso se los llamó “pétreos”. Pero la reforma y unificación de los códigos Civil y Comercial, por ejemplo, dan preferencia a los derechos colectivos sobre los individuales, justo lo contrario de lo que dice nuestra Carta Magna. Y eso es sólo un ejemplo. Es insólito que los 2 cortesanos que estuvieron detrás del texto original de la unificación de códigos no digan nada ante las desviaciones que introdujo el kirchnerismo. Tanta parece ser la desesperación que tienen por ser calificados como émulos de Dalmacio Vélez Sarsfield que no les preocupa que la propia Constitución Nacional sea modificada por una ley. Desde el momento “cero” que se presentó el proyecto de Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco, la oposición debería haber levantado una barrera contra el tratamiento del texto. En especial cuando circuló la versión modificada por la Casa Rosada. Sin embargo, para no quedar mal con la Corte Suprema, los líderes opositores dejaron pasar el tema y, ahora, se encuentran sin los votos suficientes para evitar su aprobación. Como en el caso de la Ley de Medios Audiovisuales, el Gobierno usará una larga lista de entidades y asociaciones que supuestamente discutieron el texto aprobado por el kirchnerismo. Así buscan legitiman lo inconstitucional. Sin embargo, una lectura atenta de los participantes de esas reuniones confirmará que son casi todos partes de los colectivos oficialistas, agrupaciones cercanas a Justicia Legitima o de neto corte cristinista. ¿Será este mecanismo el que usarán para forzar una reforma de la Constitución Nacional para incorporar las modificaciones hechas por el nuevo código unificado y buscar un nuevo mandato para Cristina Fernández? No hay que descartarlo. Además, este sistema ya fue útil para alcanzar una legislación para desguazar al Grupo Clarín. ¿Cómo no va a ser útil para cumplir la consigna “Cristina Eterna”? Mientras el oficialismo avanzaba con la reforma de los códigos Civil y Comercial unificado, la oposición se entretuvo hablando de narcotráfico y “Ley de Derribo”, el radicalismo volvió a la práctica de desangrarse en una interna partidaria para dejar a Julio Cleto Cobos sin un solo cargo, pese a que tiene los votos; el PRO se cansó de explicar la estúpida frase de Jaime Durán Barba, el UNEN duerme el sueño de los justos (nadie puede negar que Hermes Binner es su líder) y el peronismo se concentró en su lucha interna. En 2008, luego del fracaso en el Congreso por la Resolución 125, la Casa Rosada nacionalizó Aerolíneas Argentinas. Ahora, con el regreso de Cristina Fernández, no hay que extrañarse que ocurra lo mismo con Papel Prensa, un activo que la Casa Rosada quiere sacarle al Grupo Clarín desde hace 4 años; un bien que no es alcanzado por la Ley de Medios Audiovisuales. Sin duda, esa será otra de las demostraciones de fuerza que veremos, en especial, luego de que Grupo Clarín y Grupo Techint quedaron aislados al fracasar el intento de relanzar la Asociación Empresaria Argentina o el G8. El almuerzo para relanzar el grupo empresario puede describirse como un desastre. La Cámara Argentina de Comercio se quejó porque dice que no fue un encuentro público, la Bolsa de Comercio se enojó porque fue invitada a último momento y la Unión Industrial Argentina fue sacudida por la participación de Héctor Méndez, su presidente, a la cumbre, sin pedir autorización a la Comisión Directiva. A su vez, la Cámara Argentina de la Construcción, la Asociación de Bancos Argentinos, la Bolsa de Comercio y la Asociación de Bancos de Capital Nacional (Adeba) rechazaron el texto duro de un comunicado de prensa que reclamaron la Asociación de Empresarios Argentinos, la Sociedad Rural Argentina y la Unión Industrial Argentina e impusieron una versión lavada que no decía nada. Fueron los grupos Clarín y Techint los que motorizan, desde septiembre pasado, el almuerzo que se hizo a comienzo de semana y, además, fueron los que impulsaron la creación de una “Mesa de Enlace” entre industrias, comercios y bancos, plan que se dio a conocer en el Coloquio de IDEA. Sin embargo, nadie quiere animarse aún a enfrentar al kirchnerismo. “Tienen demasiado poder”, aseguran en voz baja. Por eso, el regreso de Cristina Fernández no será “paulatino” ni tibio. Sí para los medios, sí para la opinión pública. Pero como en otros momentos donde el kirchnerismo y el cristinismo tuvieron que reconstruir poder, será en la acción política donde se denote el verdadero plan de la Presidente de Nación, es decir, si será el inicio de una “salida ordenada” o el intento de perpetuarse en el poder.

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