sábado, 16 de noviembre de 2013

NARCOTANGO

EL *NARCOTANGO Calendar noviembre 16, 2013 | Posted by Malú Kikuchi Por Malú Kikuchi (17/11/2013) Y un día, como en los cuentos, la bella durmiente despertó. No fue el beso de un príncipe que le estaba destinado desde siempre el que la volvió a la realidad, fue una dosis de cocaína, éxtasis, heroína o paco. A elección. La bella durmiente es la sociedad argentina que advierte, muy a destiempo, que el país, la nación, eso intangible y precioso que en la infancia escolar se llamaba Patria, se ha convertido en territorio narco. Con permiso de alguien. De algunos, de muchos, y de alguien de muy arriba que ha permitido que esto suceda, mientras la sociedad se ocupada de los escándalos de Tinelli, el divorcio de turno de la farándula (hoy Wanda Nara ocupa horas de radio y TV, artículos enteros en los medios escritos) y se discute el último escape de la cárcel en remise de presos comunes, y ni una línea sobre los ancianos presos políticos, algunos detenidos con razones y la mayoría porque sí. Pero de los temas serios, ni una palabra. Ni de los mayoritarios medios oficiales, ni de los pocos medios independientes que quedan. Pero del presupuesto ya aprobado para el 2014, cuestión de evitar en lo posible demasiados problemas económicos; del cambio del código civil (que Dios nos asista si se aprueba) y del narcotráfico, hasta hace unos días, nada. El silencio se pudo deber al miedo, fácil de entender ante un gobierno que amenaza y cumple con sus amenazas, y esto no es una justificación, es sólo una explicación, igualmente imperdonable. O se debió a que no estaban enterados, igualmente imperdonable; o porque no le dieron la importancia enorme que tienen estos temas, lo que es igualmente imperdonable. Y si es imperdonable en el periodismo, lo es infinitamente más en el gobierno. Al decir gobierno implico a los tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial. Probablemente en grados muy distintos de desinformación (difícil, pero no imposible), o a sabiendas, pero mirando hacia otro lado, cuestión de no involucrarse con tipos pesados, de armas llevar y usar; o simplemente, complicidad. Los 3 poderes son indispensables para convertir un país de paso de la droga, en un país de narcos en sólo una década. Aunque empezó antes, pero entonces el ritmo era lento, casi de tortuga y ahora es más rápido que *Usain Bolt. Sin algún tipo de connivencia desde las alturas, y no me refiero a los vuelos narcos que se han hecho dueños del cielo argentino, el narcotráfico en los niveles a los que ha llegado en el país, es imposible. Desde el gendarme desplazado de su trabajo para patrullar un conurbano bonaerense que desconoce, por lo tanto no lo hace bien, ya que no es el trabajo para el que se ha entrenado, pasando por el policía mal pago y mal visto por la sociedad (con el debido lavado de cabeza de los medios), que se hace el distraído o colabora; pasando por prefectura y cualquier otra fuerza de seguridad. Sin el permiso de sus superiores, de algunos de ellos, esto no es posible. A su vez los superiores de las fuerzas de seguridad necesitan fiscales y jueces amigos. Todos necesitan de leyes blandas, “garantistas”, de jueces de la corte que digan por TV “¿a quien le ha hecho mal fumarse un porrito alguna vez?”, y de ahí en más, llegamos a los ministros, a algunos de ellos, y la pregunta del millón (en US$ cotización blue), ¿quién nombra a los ministros? ¿La presidente está enterada, no quiere enterarse, no le importa, está de acuerdo? ¿Cómo saberlo? De la presidente no sabemos nada más que lo que ella nos permite conocer, que es muy poco. Si ni siquiera hemos visto su diploma de abogada, siendo tan simple mostrarlo alguna vez por la muy usada cadena nacional. No tenemos noticias directas dadas por los profesionales que la atienden cada vez que tiene un problema de salud. Todo es secreto. Todo lo maneja sola, lo decide sola, ¿cómo saber si sabe del mundo de los narcos que nos invade y nos aterroriza? Un mundo que enferma nuestros hijos y nuestros nietos; un mundo que amenaza nuestro futuro. Quiero, necesito creer que la presidente es ajena al narco tráfico. Pero apenas vuelva a ejercer el gobierno debe hacerse cargo del problema que tiene muchas aristas y debe ser atacado desde todos los ángulos al mismo tiempo. Se necesita decisión política, sociedad vigilante y exigente; leyes rigurosas de cumplimiento efectivo; Iglesias, todas, alertando; fronteras estrictamente cuidadas. Fuerzas de seguridad adiestradas, confiables y debidamente pertrechadas. Educación explícita en las casas y en las escuelas sobre los daños irreversibles que provoca la droga. Instruir a los jóvenes con valores, sin ponerles precio. Y así, con todo ese arsenal en marcha, estaremos comenzando a defendernos de una guerra que venimos perdiendo por goleada, sin habernos enterado que existía hasta ayer. *Desde los 80 y más abiertamente a partir de los 90, en los estados del noroeste mexicano, Sinaloa, Nueva León, Tamaulipas y cruzando la frontera en el suroeste de EEUU, se pusieron de moda los narco corridos que exaltan a los cárteles y a sus jefes. Para no ser menos, desde el 2003, Argentina tiene su NARCO TANGO, grupo musical liderado por Carlos Libedinsky, cuyo último álbum ha sido grabado en 2013. Ya no nos falta nada, ¡ni el “narcotango”!

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