jueves, 9 de agosto de 2018
MACRICURROS
Argenpapers: la familia Macri
Por Santiago O´Donnell - 09/08/2018
Negocios, negociados y política
Entre los Panama Papers la presencia del mandatario quedó limitada a Fleg Trading. A la offshore bahameña no declarada en la que se desempeñó como directivo se agregó la aparición de Kagemusha desde el Registro Público de Panamá, sobre la cual tampoco existían indicios en sus declaraciones juradas. El nombre del Presidente no volvió a aparecer —al menos hasta que este libro ingresó en imprenta—, pero a la sociedad montada con la ayuda de Mossack Fonseca le apareció una melliza llamada Karter Properties Limited. Una serie de 51 documentos identificados entre los Panama Papers, cinco meses después de que la filtración viera la luz, mostraba la curiosa y familiar relación entre Fleg Trading y Karter Properties.
Para comprender la vinculación entre ambas sociedades es útil retroceder al comienzo de la historia, más precisamente al nombre del intermediario contratado por los Macri para sus menesteres offshore, Santiago Lussich Torrendell. Sus credenciales universitarias lo presentan como contador público y licenciado en administración de empresas, pero, si bien cumplió esas funciones, su rol durante la inmersión de la familia Macri en la red de las guaridas fiscales es el de un facilitador. Las IBC bahameñas, Fleg Trading y Karter Properties, son sólo dos de las 52 empresas offshore en las que ofició de mediador para crearlas y mantenerlas. El estudio uruguayo figura como el cliente 9304 de Mossack Fonseca y, de acuerdo con las bases de datos de los Panama Papers, es intermediario en empresas radicadas en reconocidas guaridas fiscales como Nevada, Islas Vírgenes Británicas, Seychelles y Panamá. Desde Uruguay, Lussich Torrendel ofició de nexo entre las necesidades comerciales de los Macri y la creatividad del estudio Mossack Fonseca. Por eso, cuando fue citado a declarar en la investigación sobre Fleg Trading, el facilitador aseguró: “Yo no la constituí y tampoco el estudio del cual soy socio principal, en tanto no nos dedicamos a constituir sociedades”. Antes de proceder a desvincular al presidente Macri de cualquier irregularidad, como hizo cada uno de los testigos citados por el juzgado y la fiscalía, el uruguayo consideró necesario precisar cuáles eran las funciones de su estudio: “Nuestras actividades giran en torno a asesoramiento fiscal, presentación de declaraciones juradas, pagos de impuestos, auditorías, contabilidades para clientes más chicos, balances de sociedades y también asesoramos sobre la confección de estados contables, preparamos liquidación de sueldos, tenemos un departamento de recursos humanos, sacamos residencia legal para los clientes que lo solicitan y a pedido de clientes los contactamos con los estudios que venden sociedades tanto locales en Uruguay como en el exterior”. Un facilitador con todas las letras.
Hechas las precisiones, el uruguayo utilizó su declaración testimonial para despegar al Presidente de cualquier irregularidad. “Quiero dejar en claro que la sociedad no es de Mauricio Macri, porque a mí me la pidió Franco Macri, y que en ningún momento tuve contacto con Mauricio Macri, ni en ese entonces ni hasta ahora”, aseguró Lussich Torrendell. Consultado por la fiscalía, el facilitador reconoció que antes de ofrecer su testimonio conversó con Ricardo Rosental, el abogado defensor de Mauricio Macri en la causa.
Entre el cardumen de 52 empresas offshore que tuvieron a Lussich Torrendell como intermediario, lo que distingue a Fleg Trading y a Karter Properties es que juntas hacían todo. Juntas contestaban su correspondencia, juntas le facturaban sus abogados, juntas hacían trámites, juntas pagaban sellos y timbres. Fleg Trading era de los Macri, y Karter Properties estaba controlada por los Nocella, la familia encabezada por Giorgio, amigo y socio de Franco. A diferencia de la dinámica elegida por los Macri, el italiano no figuraba en el directorio de la empresa offshore que tenía como único directivo a Pier Andrea Nocella, su último hijo y productor cinematográfico.
Karter Properties, la melliza de Fleg Trading, quedó constituida el 5 de enero de 1999, cuando el hijo de Giorgio y único directivo de la empresa tenía 27 años. El domicilio informado para su funcionamiento fue el mismo que el de la offshore del mandatario argentino: Saffrey Square Suite 205, Bank Lane, Nassau, Bahamas. Desde entonces, Karter y Fleg fueron administradas en simultáneo. Los correos electrónicos de Mossack Fonseca que validan la relación entre ambas, muchos titulados “KARTER PROPERTIES LTD. & FLEG TRADING LTD. / CASE 1156969 & 1156970”, son de 2004 y 2005. La cadena de e-mails tiene como disparador el pedido conjunto del intermediario uruguayo por volver a dar de alta o “reactivar” a Fleg (Expediente 809627) y Karter (Expediente 810645). Los mensajes que circulan entre las oficinas de Uruguay, Bahamas y Panamá del estudio de abogados comienzan el 28 de septiembre de 2004. “REACTIVACIONES – ESTUDIO CR. SANTIAGO LUSSICH TORRENDELL”, reza el asunto del correo electrónico en el que se informa que el cliente solicitó una cotización para reactivar ambas sociedades. La respuesta no demoró en llegar: “US$2,230.00 cada una por los costos de reactivación de las sociedades Fleg Trading Ltd. y Karter Properties Ltd., respectivamente”. Tampoco tardó el visto bueno de los interesados. Fleg y Karter quedaron rehabilitadas antes de fin de mes. Los recibos internos de Mossack Fonseca con fecha del 30 de septiembre de 2004 revelan que cada operación demandó 1.510 dólares. “Luego de nuestro e-mail de esta mañana, te confirmamos que las sociedades en referencia fueron reactivadas en el Registro de Bahamas en el día de hoy”, indica uno de los correos de ese día.
Los recibos emitidos por el Bahamas Company Registry, el registro oficial de sociedades de esa jurisdicción, muestran coincidencias en fecha, hora y montos abonados por ambas empresas para mantenerse operativas en la guarida fiscal. Con fecha 18 de abril de 2001, las dos ingresaron la cuota anual de 250 dólares, el monto correspondiente a firmas con un capital entre 5.000 y 50.000 dólares. El recibo de Fleg Trading se emitió a las 10:51:51, y el de Karter Properties se imprimió menos de un minuto después, más precisamente a las 10:52:57. Las coincidencias se repiten año a año hasta el pago de 2004, cuando el camino de las mellizas parece separarse.
A diferencia de Fleg, no se conocen indicios que vinculen a Karter con las operaciones del Grupo Macri en Brasil. Karter no aparece en las bases de datos de la Junta Comercial del Estado de San Pablo. Tampoco hay referencias en los Panama Papers de cuentas o activos a cargo de Karter.
Hijo del mejor amigo de Franco Macri, Giorgio Nocella, fallecido en 2011, Pier Andrea Nocella nació en 1972 y, como su padre, se dedicó a la producción cinematográfica. Estuvo casado con una finalista de Miss Mundo Italia y suma créditos de producción en ocho películas filmadas entre 2009 y 2013. En general, sus trabajos conocidos fueron realizados por la empresa argentina Dock Sur Producciones. Los registros comerciales argentinos presentan a Nocella como único accionista de la empresa ubicada en Palermo Hollywood, donde no respondieron los llamados de los autores. La gran mayoría de sus trabajos recorre temáticas vinculadas con la Argentina, como la última dictadura o el fútbol. Contaron con la participación de reconocidos actores locales, como Hugo Arana, Víctor Laplace, Julieta Cardinali y Jorge Marrale, entre otros.
Los Panama Papers no ofrecen precisiones sobre por qué Lussich Torrendell realiza el pedido para dejar operativas en Bahamas a ambas empresas en 2004, y el intermediario uruguayo declinó dar su testimonio para este libro. Sin embargo, el resultado del proceso ofrece algunos indicios. Mientras que los Macri y el Grupo Socma siguieron al frente de Fleg hasta su disolución en 2008, Pier Andrea Nocella dejó su lugar en el directorio de Karter en marzo de 2005. En su reemplazo aparece un gestor uruguayo, Luis Vieira Merola, directivo al menos de ocho empresas en Panamá, incluyendo la que habría usado para comprar Karter, una offshore llamada Pafinet. La operación no permite descartar de manera concluyente que Nocella efectivamente se desprendió de la empresa o que la mantuvo a través de un prestanombre profesional como Vieira Merola.
Los hermanos
La offshore panameña BF Corporation fue activada en 2009 por Mossack Fonseca a pedido del estudio contable de Lussich Torrendell. Forma parte del cardumen, por lo menos, de 52 sociedades offshore donde los uruguayos que adquirieron Fleg Trading y Karter Properties figuran como intermediarios. Los Panama Papers no ofrecen precisiones sobre la historia de la empresa, pero una investigación realizada en Alemania por la Fiscalía de Hamburgo reveló que la empresa estaba controlada por Gianfranco y Mariano Macri. La panameña BF Corporation no estaba sola, sino que la acompañaba la uruguaya EQT y, entre ambas, administraban colocaciones bancarias y financieras en entidades alemanas. Estas firmas salieron a la superficie como parte de una investigación realizada por los hamburgueses sobre los vínculos del bancario de su país con los Panama Papers, donde se detectó la intervención de más de cincuenta ciudadanos argentinos que fue remitida a las autoridades locales. Los datos llegaron en septiembre, pero la información se conoció recién en diciembre cuando la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) realizó la denuncia.
Las empresas de los hermanos del Presidente ubicadas en guaridas fiscales estaban asociadas a una cuenta en el banco UBS Deutschland AG-Private Banking. Para Gianfranco, la operatoria con firmas offshore no era ninguna novedad: Le Mare A-18, Joy B-28, Serenity C-44 y Yoo H-45 son algunas de las firmas inscriptas en el Registro Público de Panamá, donde en 2016 desempeñaba cargos directivos junto con su familia. Mariano tampoco es un neófito en el tema, figura en el directorio de Fleg Trading junto a Mauricio y Franco. Entre la información suministrada por los alemanes aparecen como apoderados de BF Corporation los uruguayos Santiago Lussich Torrendell y Rodrigo y Santiago Lussich Rachetti. Maniobra que para los investigadores argentinos se trataría de una actuación para dificultar la identificación de los verdaderos dueños de la firma.
La pesquisa de los fiscales hamburgueses presentó un extracto bancario con movimientos en esa colocación por más de 1 millón de dólares durante el 19 de octubre de 2015. Seis días antes de la primera vuelta electoral que terminaría consagrando a Mauricio Macri, BF Corporation solicitó que sus fondos fueran transferidos a una cuenta en el Safra Bank, en Suiza. Los apoderados también ordenaron que se cerrara la cuenta en Alemania y que se destruyera cualquier correspondencia que tuviera en su poder el banco alemán: “Destroy all correspondence if any”, según figura en los registros de la entidad financiera analizados por la Fiscalía de Hamburgo. Desde el estudio uruguayo, los apoderados de la offshore BF Corporation señalaron que relocalizaban sus activos por “razones administrativas”.
El tío
En 1958, Franco Macri se casó con una joven oriunda de Tandil llamada Alicia Beatriz Blanco Villegas. Juntos tuvieron cuatro hijos: Mauricio, Sandra, Mariano y Gianfranco. En los ochenta se separaron, y según Franco, fue el único divorcio que le costó la mitad de sus bienes. Los Blanco Villegas siguen la tradición del campo argentino cimentada en el derrotero de los principales estancieros del país, con la salvedad de la irrupción del clan Macri en su trayectoria. Con más de 26.000 hectáreas, la familia figura entre los mayores terratenientes de la Argentina. En los Panama Papers, quien la representa es el fallecido Jorge Blanco Villegas.
El tío del presidente Mauricio Macri aparece como el director de Conklin Pacific Ltd., registrada en las Islas Vírgenes Británicas el 2 de enero de 1997. Las acciones eran al portador, pero de los documentos se desprende que Blanco Villegas era el beneficiario final. La aventura con ese vehículo offshore no duró mucho. Al finalizar 1997, la sociedad comenzó los trámites para desactivarse. El 19 de octubre de 1998, Conklin se disolvió y fue adquirida por otra de su clase llamada New Charlotte Ltd. Un dato es clave: también firma como director Jorge Blanco Villegas. O sea, se vendió la sociedad a sí mismo.
En la liquidación final de Conklin, un documento detalla el capital de casi 12 millones de dólares. El balance de movimientos del año de vida dejó como ganancia unos 235.000 dólares. Una posibilidad es que Jorge Blanco Villegas haya utilizado la empresa como vehículo para alguna operación puntual por ese monto, aunque en el universo offshore las posibilidades son absolutas. Por la razón que sea, pagó 600 dólares a Mossack Fonseca como gasto operativo para disolver la compañía.
A nivel familiar, tras el acuerdo matrimonial entre Alicia y Franco, Jorge pasó a ser gerente general en las empresas del Grupo Socma y mantuvo un vínculo estrecho y directo con Mauricio. Además, seguía administrando la fortuna en campos y venta de ganado a través de triangulaciones excéntricas con Australia y países de Oriente Medio. El tío Jorge falleció en pleno invierno de 2011, poco después de haber sido anfitrión del casamiento de su sobrino con Juliana Awada en La Carlota, la estancia de la familia en Tandil. No alcanzó a ver a Mauricio presidente.
Jorge Blanco Villegas se casó dos veces y tuvo una hija, pero en su testamento probablemente también se acordó de sus sobrinos. Después su muerte, la riqueza declarada del Presidente argentino aumentó prácticamente al doble, de acuerdo con sus declaraciones juradas. Junto con la mamá del Presidente, Jorge comandó la fábrica de televisores Philco que, endeudada, debió venderse a Daewoo. Además, presidió el Banco Comercial y la UAM, que como Sevel fue concesionaria de la automotriz italiana Fiat en la Argentina. Fue el presidente de la Unión Industrial Argentina entre 1993 y 1997, año en que constituyó Conklin Pacific, la offshore que se autocompraría un año después.
El primo Angelo
Los datos remitidos por la Fiscalía de Hamburgo a las autoridades argentinas no estaban limitados a los hermanos del presidente. El paquete de información incluía maniobras dudosas canalizadas en el sistema financiero germánico a través de estructuras societarias controladas por otros 67 argentinos. Entre esos datos enviados al país por medio de la Interpol figura un directivo de IECSA, la histórica constructora vinculada con el Grupo Macri, en la cual Angelo Calcaterra, el primo del Presidente, aparecía como accionista controlante.
Quien figura en la información compartida por la Fiscalía de Hamburgo es el ingeniero Juan Ramón Garrone. El directivo IECSA aparece como beneficiario final de una cuenta bancaria a nombre de Somerset Capital Investment Ltd., con un saldo superior a los 500.000 dólares. La dirección comercial de la compañía está en Uruguay, pero su sede es las Islas Vírgenes Británicas. Además de IECSA, Garrone figura como directivo de otras firmas del grupo que encabeza Calcaterra, como ODS y Creaurban. La causa quedó radicada en el fuero Penal Económico y Tributario. La investigación no avanzó porque, si bien reconoció las maniobras no declaradas, Garrone lo hizo en el marco del blanqueo de capitales habilitado por el gobierno de Mauricio Macri. El empresario regularizó su situación al pagar una multa y los impuestos adeudados. Si bien las autoridades alemanas remitieron la información en el marco de una investigación vinculada con los Panama Papers, los autores no pudieron identificar a Garrone o a Somerset Capital Investment en las bases de datos montadas por ICIJ.
(*) Texto originalmente publicado en el libro “Argenpapers” de Santiago O’Donnell y Tomas Lutki
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