viernes, 21 de agosto de 2020

OYERON, PERO NO ESCUCHARON

OYERON, PERO NO ESCUCHARON Malú Kikuchi (22/8/2020) La diferencia entre “oír” y “escuchar” es significativa. Según el diccionario de la *RAE, “oír” es percibir con el oído y “escuchar” es prestar atención a lo que se oye. El 17 de agosto durante el impresionante banderazo en todo el país, el gobierno de los Fernández oyó, pero no escuchó. Como toda protesta organizada y protagonizada por ciudadanos, los reclamos fueron múltiples. La desesperante situación del país así lo exigía. No había nadie que liderara. Fue una marcha en libertad y por la libertad. Pero lo que más se escuchó fue un NO rotundo a la reforma judicial. La reacción de los Fernández pos banderazo ha sido curiosa. Haciendo oídos sordos al clamor de la ciudadanía, el Presidente dijo en su casi diario discurso: “No nos van a doblegar los que gritan”. Por su lado, la vicepresidente ordenó a las comisiones del senado tratar la reforma. De parte de Cristina era esperable, forma parte de su personalidad; huye hacia adelante y por regla general se equivoca. Le pasó con la 125, le pasó con la democratización de la justicia, esta última su gran preocupación. El resultado es que varios senadores de las comisiones no tuvieron tiempo de leer el proyecto de ley de la reforma, pero lo votaron igual. La semana que viene es evidente, contabilizando los 42 senadores que obedecen a Cristina, que la media sanción de la ley será aprobada. Queda la esperanza, no la certeza, que pueda ser rechazada en diputados. Juntos por el Cambio, los lavagnistas y la izquierda votarán en contra. ¿Bastará? ¿Cómo votarán los diputados de los partidos provinciales? Se sabe que el gobierno nacional está ofreciendo cargos en los nuevos juzgados a crearse, a parientes de los gobernadores. El viejo sistema K, látigo y billetera. El trabajo está en manos de Sergio Massa y de Máximo Kirchner. El proyecto de reforma judicial ya ha sido declarado anticonstitucional por la Cámara del Crimen y por una Cámara Civil y Comercial. Falta que lo haga la Corte Suprema de Justicia, que todavía no se ha expedido. La pregunta más acuciante es, ¿los representantes y los jueces, oyeron o escucharon? Porque el banderazo no fue protagonizado por algunas personas del PRO que gritaban su descontento por haber perdido la elección presidencial. Fueron los ciudadanos que votaron por Macri, los que votaron por Espert, los que votaron por Gómez Centurión, probablemente muchos de los que votaron por Lavagna y muchos de los que votaron por la dupla Fernández. La cuarentena que no es cuarentena pero sí lo es, y de todos modos, se llame como se llamare, es obligatoria, se ha convertido en algo insostenible. La economía se desploma, el desempleo crece, la pobreza se multiplica, la inseguridad es abrumadora, y en el medio, la reforma. Hoy, un poder judicial que sí necesita ser reformulado porque funciona mal y no da respuesta a los problemas de las personas, es una quimera en tiempos turbulento. La reforma judicial no tiene nada que ver con los problemas impostergables de la gente que no saben cómo va a sobrevivir. Los problemas judiciales de Cristina Fernández no pueden estar por encima de las necesidades de los ciudadanos de la Argentina. Cristina es sólo una ciudadana más entre 45 millones de otros ciudadanos, con los mismos derechos y obligaciones. La impunidad de CFK no debe ni puede poner de rodillas al poder judicial. Es imprescindible que el gobierno, conformado por sus tres poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, escuchen a la gente. No alcanza con oír. Hay muchas maneras de ser sordos, y esta, la de no escuchar los reclamos de la gente, es peligrosa. *RAE: Real Academia Española

Vivo en Arg - El adiós a Daniel Rabinovich - 21-08-15

miércoles, 19 de agosto de 2020

EL PÁNICO DE LA RESERVA FEDERAL NORTEAMERICANA.

Lejos o más bien lejísimo de concluir esta inerte batalla contra el covid, con un sembradío de esperanzas falsas respecto de vacunas que, lo único que habrán de acarrear a la Humanidad es y lo será aún más en los venideros meses, de una aplastante desazón, creo, ha llegado la hora que, analicemos juntos, los devastadores efectos que esta maldita y diabólica Pandemia hace y hará en el plano económico a nivel global. Un paper comenzó en la madrugada de hoy a circular aquí en WDC, atribuido a los asesores más cercanos y fiables de Jerome Powell. En dicho documento, estos consumados y solventes monetaristas, han plasmado los fundados temores que, desde hace algunas semanas han invadido a su Jefe. Con marcado sesgo en lo atinente al sorpresivo, imprevisto e insensato emisionismo que dicha Autoridad Monetaria, envío a los Mercados por orden directa de Trump, a quien consideran un inveterado e irresponsable apostador serial. Según estos informers, la pantagruélica cantidad de tres billones de dólares fueron impresos desde el 23 de marzo pasado y hasta la pasada semana, equivaliendo a un sesenta y cinco por ciento (65%) del circulante antes en existencia, tanto dentro como fuera de USA. Como ya he reseñado y si mal no recuerdo, varias veces, el autoatentado del 911, tuvo como único propósito que Bush jr, le arrancase al Capitolio, los seiscientos mil millones, para financiar una excursión bélica contra Hussein y sus virtuales almacenes de armas bacteriológicas. Cuando, en realidad, los destinó para un salvataje corporativo a sus amigos de Wall Street y obturar así los desmanes de las hipotecas sub prime. Vemos ahora que, sin implosiones programadas como las desdichadas en las Twin Towers, este iracundo inquilino de la Casa Blanca, aumentó la circulación monetaria de la divisa verde, en un quinientos por ciento (500%). Y se apresta a emitir cuanto le haga falta para asegurar su reelección, lo que descuento conseguirá, en virtud a lo debilitado y vulnerable que impresiona su oponente Demócrata. Esta rauda y fugaz narrativa, empero, tendrá sus inexorables consecuencias, toda vez que desde el otro lado del Atlántico, la Eurozona deberá actuar en consonancia con esa sobreimpresión, para obsequiar a sus cuasi famélicos pobladores. Las que, unidas indisolublemente habrán de acarrear ni más ni menos que la bancarrota del sistema capitalista. Principiando por el circuito de las Bancas Mayoristas, ergo, acá, Goldman Sachs, Wells Fargo, Citibank, JP Morgan y en China, el HSBC y el ICBC con más otra decena de supranacionales. La crisis del viernes negro del 29, tuvo ribetes bastante similares, por cuanto el generador de aquel y éste fueron los mismos: exceso de confianza. Pero el del último año de los Veinte, pudo superarse con bastante facilismo, porque lo que hoy conocemos como la sociedad de consumo masivo desembarcó recién en la economía con el fin de la segunda guerra mundial. Y porque la pobreza extrema, era en esos remotos tiempos, mejor aceptada por las Mayorías que, en general, tal pertenencia tenían. Pero hoy, la pirámide se invirtió, puesto que todos quienes conocimos el confort de lo suntuario, los bienes de uso descartables y sobremanera la ilusoria plasticidad de las tarjetas de crédito, no habremos de habituarnos tan fácilmente a lo que sí hicieron nuestros ancestros. Quienes, en interminables hileras, concurrieron diariamente por un magro plato de sopa que otorgaban los campamentos del Ejército de Salvación, entre 1930 y 1935. Después, se armó lo de la Guerra y comenzamos todo nuevamente. Descuento que, una sinonimia y casi simétrica con aquel tan inutil baño de sangre, se presentará ante nosotros, no solo por la inmediatez de una escalada armamentista y su correlato de pleno empleo. Sino porque frente a la caída del sistema financiero, la inexorable desembocadura de un episodio bélico de larga duración, determinará como elemento defensista que, el mundo, al menos el de este lado, tendrá que manejarse con un nuevo tipo de títulos circulatorios que, entiendo, no serán otros que, los cupones de racionamiento. Después de todo, en el Reino Unido, funcionaron sin dificultades entre 1939 y 1954. Un análisis más académico que, éste mío, del todo rupestre y cuneiforme, leí ayer de una autoridad en erudición -Alasdair Macleod- de Goldmoney.com. Quien expresó iguales temores de los que bastantes párrafos despaché desde el pasado año y principios del corriente, sobre la inminencia del sepulcro del dólar como patrón monetario internacional. Si la Civilización occidental caerá como aconteció en Roma primero y Bizancio después, va de suyo, es de mi absoluta ignorancia, pero mucho me lo temo por la notoria asimetría entre los doscientos cuarenta millones de norteamericanos y los un mil cuatrocientos de chinos (seis a uno). Exhibiente que, si este demente y residente de la vieja casona de la Pensilvania Av, alocadamente tiene el propósito de apoyarse en el punto de no retorno, no será como las aventuras policiales de Korea y Vietnam. Esta vez quizás, se cumpla la profecía de Albert Einstein, quien nos anticipó que, en las postrimerías de la Tercera Guerra no existirán las actuales armas, solo piedras y ramas. Sinceramente, un escenario post pandémico, si tal estadío es finalmente alcanzado; circunstancia a la que mucho dudo se arribe, dejará tantas secuelas como sucedáneas de los derrumbes industriales y financieros que, atisbar una salida tan hostil como el ascendente enfrentamiento entre Washington y Beijing no me suena como nada descabellado. En pocos días o tal vez semanas, veremos que proporcionalidad y ciclópea estatura tendrá... EL PÁNICO DE LA RESERVA FEDERAL NORTEAMERICANA. Cordialmente Carlos Belgrano.-

El Arca de Noé - Iva Zanicchi 1970 HD español.wmv

Elio Roca - El Arca de Noe

sábado, 15 de agosto de 2020

ESTRABISMO CONCEPTUAL.

Panorama político nacional de los últimos siete días De simplificaciones, moderación y banderazos “Todo problema complejo tiene una solución simple...que habitualmente es falsa”. La frase es de Umberto Eco y castiga con ironía la tendencia al reduccionismo de muchos relatos que pretenden explicar asequiblemente un tema, pero en verdad lo tergiversan y confunden o, simplemente, relatan otra cosa. En Uno y el universo, Ernesto Sábato da un ejemplo: “Alguien me pide una explicación de la teoría de Einstein. Con mucho entusiasmo, le hablo de tensores y geodésicas tetradimensionales. -No he entendido una sola palabra –me dice, estupefacto”. Después de varios intentos en los que incorpora a su explicación “aviadores y disparos de revólver” y y todo tipo de peripecias y termina exluyendo totalmente geodésicas y coordenadas, su amigo se alegra: “¡Ahora sí entiendo la relatividad!”. Sábato le responde: ”Sí , pero ahora no es más la relatividad”. “Hay más cosas, Horacio…” La simplificación-reduccionismo-tergiversación reina desde hace algunos años entre nosotros y se extiende desde la política a otras definiciones que quedan infectadas por el mismo síntoma. En una nota publicada ayer en Infobae, el politólogo Santiago Eneas Casanello, señala con agudeza: “En la alienación de las redes sociales y del periodismo político se sigue considerando al cristinismo jacobino o al macrismo más extremista como los grandes marcadores de agenda. ¿Pero hasta qué punto? Estrabismo conceptual, flojera reflexiva, amor por el show de la pelea. Si en el podio de los políticos más populares no están ni Cristina ni Macri. De hecho, están entre los más impopulares. Los de peor imagen. La serie Macri y Cristina en el país de la grieta vendió. Te da títulos.” Forma parte de la simplificación relatar los temas como si se tratara de un match en el que hay una parte buena y otra mala. Tercera opción: excluida. Depende de cuál lado esté el relator de la situación, toda postura diferente de la aquella que él favorece es identificada sin más con la otra (es decir, con el mal). Veamos un caso de estos días: en una reunión del Grupo de Lima -un conglomerado de 12 países de la región del que Argentina forma parte- once de los miembros suscribieron una declaración que cuestiona las próximas elecciones parlamentarias de Venezuela (“La realización de elecciones únicamente para la Asamblea Nacional no representa una solución política y, en cambio, podría agravar la polarización en una sociedad que ya está dividida”) y propone, en cambio, “ establecer un gobierno de transición inclusivo que posibilite que en el país se lleven a cabo elecciones libres y justas tan pronto como sea posible”. Argentina se abstuvo de firmar esa declaración. Un diario de Buenos Aires -enfrentado con el oficialismo, al que atribuye rasgos “chavistas”, sintetiza el hecho así: “El Gobierno argentino ha convertido al país en miembro de distintas agrupaciones con las que disiente profundamente. Participa para firmar en contra”. Pero el gobierno no firmó en contra. No firmó. Se abstuvo. Del otro lado, un diario que simpatiza con el gobierno de Nicolás Maduro tituló: “Argentina respalda las próximas elecciones en Venezuela. Cancillería toma distancia del Grupo Lima”. Una vez más: lo que hizo la representación del país fue abstenerse de firmar una declaración. No tomó distancia “del” Grupo de Lima, sino que fijó una postura propia “en” el Grupo de Lima, lo que supone ratificar su pertenencia. En rigor, el secretario de Política Exterior, Pablo Tettamanti, diagnosticó que "la no participación electoral (propuesta por partidos opositores a Maduro) profundizará la fractura político-social en Venezuela y marginará a importantes sectores de la ciudadanía que quedarán sin representación política", al tiempo que sostuvo sostuvo que "la vía electoral es el único modo de establecer un camino consensuado”, denotando así una coincidencia con los objetivos fijados por el Grupo, aunque desmarcándose de la táctica que la mayoría del Grupo de Lima alienta. Resulta sorprendente como se puede decir lo mismo desde veredas político-periodísticas enfrentadas. Y como “eso mismo” que se relata, al escamotear los matices, distorsiona los hechos y pretende forzar al observador independiente a optar por una de las dos versiones de “la ünica simple verdad”... que habitualmente es falsa, como advertía Eco. O Hamlet: “Hay más cosas en el cielo y la tierra, Horacio, que las que sospecha tu filosofía”. Tercero excluido Ese jueguito se reitera una y otra vez. La diputada Graciela Camaño votó en el Consejo de la Legislatura por la revisión de diez traslados de jueces federales consumados durante el gobierno que no cumplieron con el trámite dispuesto en la Constitución. Inmediatamente la diputada -que pertenece a la fuerza orientada por roberto Lavagna- fue acusada de haber pactado con el oficialismo. Considerando que su decisión era la que desempataba el tema, es probable que si hubiera votado diferente las acusaciones habrían provenido del otro lado y se habrían invertido. Ella, que no es “ni lo uno ni lo otro”, se limitó a hacer lo que estimaba correcto, con independencia. Al fundamentar su voto,dijo que el traslado de los diez jueces había “transgredido acordadas de la Corte Suprema de Justicia y el reglamento interno del Consejo de la Magistratura” y que a esos magistrados “se les dio un cargo superior que aquel para el cual habían concursado”. Desde el otro sector se han quejado de la Cancillería por haber avalado el informe de la encargada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bacellet, y hasta han sospechado del Presidente por congregar en alguna ceremonia a representantes de la Asociación Empresaria Argentina, el club del que son socios los dueños de las matores empresas argentinas. Pese a esos disparos cruzados, como señala Casanello en su texto, sólo reflejan la fiebre de un segmento transversal muy intenso y activo en redes y medios, pero de baja representatividad, algunos de cuyos exponentes “de la boca para afuera, se muestran fascinados por el sentido de convivencia y educación de los dirigentes en la orilla oriental (pero) por otro lado desprecian e insultan a quienes no piensan como ellos, o no son parte de su bando. Y sobre todo, son incapaces – por la incomodidad que les provoca - de reconocer algo que está sucediendo a nivel de subjetividad social y entre nuestros gobernantes: nos estamos convirtiendo, como no sucedió tal vez nunca, en uruguayos. Y ellos quedaron pedaleando en el aire.”Porque -sorprende el politólogo- “no fuimos a Venezuela, fuimos a Uruguay (...) estamos actuando, como lo suelen hacer, los uruguayos”. Es decir, dialogando, llegando a acuerdos o a desacuerdos con modos civilizados y cordiales. Converger en el centro Como venimos subrayando en esta columna desde hace meses, se va construyendo paulatina y discretamente un sistema político que se encuentra en el centro del espectro. La imagen de los gobernantes de distintas orientaciones compartiendo responsabilidades y conferencias de prensa, analizando seriamente los problemas, defendiendo los puntos de vista respectivos y también haciendo concesiones cuando es necesario, es una confirmación de esa “uruguayización” que describe Casanello en su artículo. En las últimas horas, en vísperas de una movilización que se cocina en las redes y se sazona en algunos comités, ha habido palabras “uruguayas”: Horacio Rodríguez Larreta destacó que él no va a participar y que su partido no ha convocado a esa marcha. Fue una manera de desmarcarse de las declaraciones de la presidenta del Pro, Patricia Bullrich, que sí ha convocado y que proclama que “el 99 por ciento” de sus afiliados participarán. Desde esos sectores suele atribuirse la moderación de Larreta a que, en su carácter de gobernador de un distrito, “está apretado” por el poder nacional o a que “se siente cómodo” con el peronismo. Una vez más, se extreman los argumentos para que sólo queden en pie dos posturas: la de “los malos” y la de los propios; cuando alguno de estos muestra independencia se lo describe como instrumento del bando pérfido. Federico Pinedo, una de las figuras consulares del Pro, expresidente provisional por unas horas, no es sin embargo un gobernante en ejercicio como Larreta, sino un político moderado, que comparte la posición sensata de aquel: “ mi rol es mantener canales de diálogo, y no generar rispideces", dijo para explicar que no comparte la movilización del 17. Pinedo citó a Perón: "Yo siempre fui constructivo y me parece que hay que hacer lo que decía Perón, primero la patria después el movimiento y después los hombres". Otro que declaró su diferencia con la movilización fue el muy valorado ministro de Salud porteño, Fernán Quiros: "No voy a participar ni adhiero al 17A", explicó. Compartiendo responsabilidades, debatiendo diferencias con franqueza y serenidad, parecería que sectores de las fuerzas mayores y también de otras que componen el rico sistema de representación del país, van construyendo un centro plural mientras se procesa un cambio generacional en medio de la ola de transformaciones que la pandemia ha acelerado. Es una conjetura razonable, pero, siguiendo la reconvención de Eco, conviene no simplificar. Jorge Raventos

ANA BELEN Y VICTOR MANUEL - La Puerta de Alcala (1986)

Que Tarde Que Has Venido

RENCOR.-Julio Sosa

Entre Tú y Yo

Tina Turner - What's Love Got To Do With It (Live)

The Platters - The Great Pretender (Original Footage HD)

martes, 11 de agosto de 2020

PANDEMIA.

Pandemia:“Un 98% de los positivos apenas cursa un resfrío común” La bioquímica e inmunóloga Roxana Bruno diceque el progreso de la enfermedad ya no reviste riesgo. Sostiene que se manejanlas estadísticas para justificar la cuarentena de sanos y acusa a la OMS dehaber provocado un genocidio con los ancianos. Por Agustina Sucri Para comprender de manera cabal una problemática es necesario conocer la mayorcantidad de datos. Pero la forma en que esos datos son recabados será crucialpara que la comprensión sea cercana a la realidad. En lo que respecta a laactual pandemia de Covid-19, los datos que nos brindan a diario a modo defotografía de lo que está pasando son principalmente la cantidad de“casos” y de muertos. La gran paradoja es que, según adviertencientíficos y profesionales de la salud, se están cometiendo graves errores quehacen que no podamos fiarnos de estas cifras. Especulacionespolíticas e intereses de grandes compañías parecen estar jugando unrol central en el manejo de la información sobre este virus, aseguran. “Si hago el testde coronavirus a toda una población, justo en una época de invierno en la quelas enfermedades respiratorias, las gripes y los resfríos comunes sonendémicos, la probabilidad de que detecte un coronavirus productor de unresfrío común es muy alta, pero eso no quiere decir que yo tengo Covid-19, quees una enfermedad grave, quizás estoy cursando un resfrío común”,alertó en una entrevista con La Prensa la doctora Roxana Bruno, licenciada enbioquímica y doctora en inmunología, con posdoctorados en el Instituto MaxPlanck de Neurobiología de Alemania y en el Instituto de Neurociencias deAlicante, en España. - ¿Cuán fiables son los tests de PCR queestán usando para detectar los casos de coronavirus? - Los tests de RT-PCR (reacción en cadena de la polimerasa) están destinados aamplificar el genoma viral. Estos tests son altamente sensibles, es decir quetienen la capacidad de detectar bajo número de copias de partículas virales,una parte pequeña del genoma, pero tienen el inconveniente de que no significaque esas partículas, ese ARN viral detectado, implique que haya virusinfecciosos en las muestras respiratorias. Detectar el virus no equivale ainfectividad viral. - ¿Por qué puede haber presencia del virussin infectividad? - Porque tuvimos contacto con el virus, nos contagiamos. El virus está porquees estacional, es un virus que circula en esta estación del año, pero nuestropropio sistema inmune lo atacó. Tenemos un sistema inmunitario innato en lasmucosas que rápidamente lo neutralizan o lo destruyen. Entonces, al sacar unamuestra de las vías respiratorias, lo pongo en la PCR y detecto que haymaterial genético que corresponde a este virus. Pero no quiere decir que esevirus esté intacto, con capacidad de contagiar, ni que pueda infectarme a míporque mi sistema inmune lo destrozó. - ¿Qué grado de especificidad tiene estetest? - La RT-PCR es una prueba de amplificación. Es decir, detecta una copia y laamplifica una y otra vez de manera exponencial para hacerla visible. Pero esmuy difícil detectar si partí de una copia, de 10 copias o de cien copiasporque el producto final es una amplificación. El propio creador de la técnica,el premio nobel Kary Mullis, dijo que el test no sirve para cuantificar. Esmás, él también estaba en contra de amplificar virus porque los virus y todoslos genomas tienen zonas comunes. Esto significa que al amplificar una pequeñaparte del genoma, no sabemos de dónde viene: puede venir de un virus, denuestros propios cromosomas, puede tener reacción cruzada… por lo tanto,en determinadas situaciones la PCR es de gran ayuda pero en otras no. - ¿En el caso del Sars-CoV-2? - En este caso, hemos estudiado el test de PCR que se está usando, que fue elque diseñó el equipo de Christian Drosten en el hospital de La Charité, enBerlín, y que los autores dicen que discrimina Sars-CoV-2. Pero nosotros hemosvisto que no es así. Es más, tiene reacción cruzada con todos los otroscoronavirus de tipo Sars. También tiene reacción cruzada con otrosbetacoronavirus tipo no Sars, como son los del resfrío común. - ¿Si una persona tiene el virus del resfríoen su organismo y le hacen el test de PCR podría ser tomado como un positivo deSars-CoV-2? - Exactamente. Cuando simplemente es un positivo de un virus de la familiabetacoronavirus, que produce un resfrío común. Se sabe que uno de cada cincoresfríos es provocado por coronavirus. Por lo tanto, la soberana es la clínica,que nos va a decir ante qué enfermedad respiratoria estamos. - ¿Cuando habla de la clínica se refiere alos síntomas que tiene la persona? - Así es. La Organización Mundial de la Salud (OMS) fue muy clara y dijo que senecesitan los criterios clínicos para definir lo que es un caso de Covid-19.Tienen que darse cualquiera de los síntomas que indiquen que estamos frente auna infección respiratoria (dolor de garganta, tos, fiebre, pérdida de gusto,pérdida del olfato, decaimiento, distrés respiratorio) y más concretamente,frente a una neumonía bilateral -afecta a los dos pulmones-, con síntomas deinflamación muy marcados, aparecen marcadores de inflamación como la proteína Creactiva elevada, la eritrosedimentación elevada, además puede habercoagulopatías. Frente a esta sintomatología, en la que se descarta otro agenteinfeccioso, y cuando da un test de PCR positivo para un betacoronavirus,entonces se le asigna el carácter de caso. Eso es un caso de Covid positivo. - Otros especialistas subrayan que aquí seestán mezclando los conceptos de infección y caso. - Sí, se está mezclando, porque a todo el que da positivo en un test se locontabiliza como caso de Covid. Pero luego se ve que el número de enfermos y defallecidos no se correlaciona con esas tasas de positividad. Se estásobreestimando el número de casos. Si hiciéramos autopsias y si pusiéramos encontexto todas las enfermedades de base de las personas fallecidas, veríamosque la gran mayoría murió con Covid por sus comorbilidades y no por Covid. - ¿Usted cree que hay un manejomalintencionado y político de esta situación? - Vemos que no hay un manejo correcto desde el punto de vista epidemiológico.También consideramos que no se utilizó la información que venía de Europa,porque sabíamos perfectamente cuál era la población susceptible a sufrir unaneumonía grave y morir por este virus pandémico: las personas mayores de 65años con comorbilidades. Con esa información, que era muy clara, se podríahaber aislado a esos pacientes y hacer el seguimiento. En total, seríanalrededor de unos cinco millones de personas en el país. Permitíamos de estemodo que el virus circulara entre la población sana y que ésta hicierainmunidad comunitaria. Porque cada vez que el virus va tomando contacto con elsistema inmune de una persona, va sufriendo una presión, porque el sistemainmune lo rechaza, hace anticuerpos, la inmunidad celular destruye a lascélulas infectadas. Así vamos consiguiendo que se generen anticuerpos que hacende cortafuego, el virus se va neutralizando en cada persona y se corta latransmisión. - ¿A qué atribuye este manejo erróneo? - Esa pregunta es la que estamos tratando de que el equipo asesor delpresidente nos conteste. Como epidemiólogos argentinos, nos reunimosinmediatamente porque entendimos desde el primer día que había un manejoequivocado. Si la OMS te está avisando desde el 31 de diciembre que hay unbrote pandémico, que produce neumonías graves y que están muriendo personas yhay alerta sanitaria epidemiológica, lo primero que hay que hacer es empezar acontrolar los aviones que entran de focos pandémicos. Pero, en lugar de eso, el19 de marzo disponen cuarentena para todos los sanos. Dejaron entrar a los avionesdesde el 31 de diciembre sin aplicar un solo control a la gente que provenía delos focos pandémicos. ¿No era más fácil poner en cuarentena domiciliaria a lospasajeros y la tripulación de esos aviones por 15 días? - ¿Es posible que las autoridades sanitariasargentinas no conozcan conceptos tan claros como, por ejemplo, la falta desentido epidemiológico de ir a Constitución a hacer testeos masivos? - Evidentemente que lo saben. Si a todo el mundo le digo que las estadísticasaumentan, que el virus se está contagiando, que se está muriendo gente, si hagotoda una manipulación y cuento cadáveres, si no cuento la verdad y no hago bienlos tests y me dedico a ir a generar una noticia testeando en Constitución odonde sea, de esta manera meto miedo, aumento las estadísticas. Porque sé queme van a dar falsos positivos, sé que voy a detectar coronavirusestacionales… no son unos ignorantes, que no saben lo que están haciendo.Con las estadísticas se da una falsa sensación de una realidad de pandemia, de emergenciasanitaria. Desde el punto de vista epidemiológico, no se sostiene nada. - ¿Qué responsabilidad le cabe a la OMS? - Hay responsabilidad también de la OMS porque tardó muchísimo en comunicar losbrotes pandémicos y lo que estaba pasando. Además, dio toda la informacióncontraria: dijo que no había que hacer autopsias y que había que cremar, con locual se estaba ocultando la prueba de lo que estaba pasando. Afortunadamente,los italianos desobedecieron e hicieron autopsias y se encontraron con laverdad: que era una enfermedad que producía coagulopatía, una tormenta decitoquinas y que había que tratarla exactamente al contrario de lo que decía laOMS, porque decían que no había que utilizar antiinflamatorios, que no habíaque utilizar corticoides… todo lo contrario de lo que había que hacer. Sehubieran ahorrado muchísimas muertes. Por eso en este momento hay comisionesinternacionales independientes que están investigando y que van a pedircuentas, porque se ha hecho un genocidio. Decían que había que usarrespiradores, pero los respiradores estaban matando porque había coágulostaponando los alvéolos pulmonares y si usted a un motor tapado con carbón lemete a presión el aire, lo hace estallar. Le reventaron los pulmones a losviejitos y a la gente que tenía otras patologías y que se infectó con el virus.Es un crimen de lesa humanidad. Esa desobediencia de los italianos a la OMS es lo que tenemos que agradecer hoylos argentinos. Porque los médicos cordobeses, rápidamente, cuando leyeron esosinformes empezaron a buscar alternativas. Enseguida utilizaronantiinflamatorios, hicieron soluble en agua el ibuprofeno, hicieronibuprofenato de sodio y empezaron a hacer con eso nebulizaciones. En 24 horasdaban de alta a todos los que tenían los síntomas. Lo siguen haciendo acá enArgentina hoy. - ¿En el resto del país se está usando estetratamiento? - Ahora lo está haciendo Jujuy. La hidroxicloroquina es otra droga que probarony que estaba funcionando, estaba salvando vidas. Lo vimos en Estados Unidos,pero Anthony Fauci y la OMS salieron a decir que era todo un bulo, que nofuncionaba, que había que prohibirla. - ¿Y qué opina de la vacuna que se esperacomo la salvadora frente a esta pandemia? - Cuando todo el relato oficial nos dice que no vamos a poder salir de lacuarentena hasta que no llegue la vacuna, nos hace sospechar que acá hayconflicto de intereses. Estamos viendo que hay fármacos que curan laenfermedad, que ya nadie muere, que la letalidad es menor a 0,2%, es decir que2 de cada 1.000 pueden llegar a una terapia intensiva y morir por laspatologías previas. Estamos viendo que más de un 98 % de los que supuestamentetienen un test positivo en la Argentina sufren un resfrío común o un resfríoleve o moderado y no necesitan respiradores ni internación. Estamos viendo queel pronóstico y el progreso de la enfermedad ya no tiene ningún riesgo ytenemos que pagarle 500 pesos por día a la persona para que vaya a pasar unresfrío a Tecnópolis. Evidentemente, estamos haciendo un manejo de las estadísticaspara justificar que seguimos en cuarentena de sanos hasta que llegue una vacunaque evidentemente tiene un fin comercial. Con el agravante de que, cuandollegue la vacuna, nadie la va a necesitar porque ya todos tenemos anticuerpos. - Las vacunas candidatas contra el Sars-CoV-2ya se están probando en humanos y se han difundido noticias que dicen que losprimeros resultados son muy alentadores. - No tenemos acceso a los ensayos, son ensayos cerrados, con datosconfidenciales. No sabemos cómo están saliendo. Sin embargo, se han reportadomuertes y 80% de efectos negativos en algunos voluntarios en otros países.Próximamente voy a explicar en un video a los médicos un fenómeno que se llama“interferencia viral”. Según investigaciones de Estados Unidos,España e Italia, se sospecha que las personas que murieron ahora, los viejitos,habían sido previamente vacunados con una vacuna de la gripe que teníacoronavirus. Estaban previamente sensibilizados, por lo tanto, cuando tomaroncontacto con el Sars-CoV-2, desarrollaron una enfermedad mucho peor.Casualmente los que no se murieron no estaban vacunados o por lo menos no sepodía acreditar que habían recibido la vacuna. Hay abierta una investigación eneste momento. Esto es muy grave. - ¿Existen estudios científicos sobre estefenómeno de la interferencia viral? - En enero de 2020 se publicó un estudioen Estados Unidos realizado sobre la población vacunada contra la gripe delejército de los Estados Unidos. Así encontraron que los vacunados hacían unfenómeno que se llama “interferencia viral” y tenían un 36% más deposibilidades de hacer una enfermedad por betacoronavirus y un 51% más de hacerenfermedad por metaneumovirus. Es decir, estar vacunados contra la gripe lespredisponía a hacer una enfermedad por betacoronavirus respiratorio o pormetaneumovirus. Los síntomas del metaneumovirus casualmente son tos seca,fiebre, pérdida del gusto, pérdida del sabor y neumonía.

LA UTOPICA REFORMA JUDICIAL ARGENTINA

LA UTOPICA REFORMA JUDICIAL ARGENTINA Como letrado fui y aunque hace mucho, demasiado, abandoné la práctica activa, aun lo soy, esta vez echaré unos párrafos sobre el plan de Alberto Fernández respecto a la ampliación de la competencia federal en lo criminal con más jueces. Infiero a modo de exordio y previo a otros tópicos, que sumar comensales adicionales a los cotos de caza ya existentes y férreamente defendidos, el único efecto a producirse será que, la torta deberá de ser seccionada en porciones más pequeñas; sólo eso. Siempre y con exultante fervor, he adherido al ideario de mi querido Maestro -Eduardo Aguirre Obarrio-, quien desafortunadamente ya ha partido. Él predicaba que en vez de ampliar la maraña legislativa, aumentando su adicionalidad, más óptimo sería que las leyes existentes se aplicasen con probidad moral y con apego. Si el último gobierno militar, entre otros injustos, estableció la pena capital para supuestos de homicidios a integrantes de las Fuerzas Armadas y las de Seguridad, tal precepto no debió derogarse, toda vez que su vigencia hubiera detenido o al menos atemperado, la pandemia criminal en perjuicio de esos Servidores Públicos. La desbaratada ley 20.840 que reprimía la Subversión Económica tampoco, puesto que su normado tornaba inaplicable tanto la exención de prisión como asimismo el beneficio excarcelatorio. Y con su vigencia, tantas manadas de paridos por el orto, desde 1984 hasta hoy hubiese legitimado que todos estos bribones, expertos en vaciamientos de instituciones financieras, se hubiesen fumado al menos tres o cuatro años tras las rejas. Entre ellos, Diego Guelar -ex embajador plenipotenciario de Macricio en China, quien junto a su hermano se llevó hasta los bidets empotrados en el ex Banco del Oeste. Los ejemplos que podría citar amén de estos pre indicados son múltiples, incontables. Pero ello, es decir los vacíos legales que tantas modificaciones dejaron estancos, con más el sesgo abolicionista de todas las normas punitivas por igual, formaron juntos la supresión de penas ejemplarizadoras y por demás disuasivas. El Presidente consultó con un puñado de onanistas -a fuer de sus dictámenes-, de los que no emergieron más que paparruchas. Ninguno de los convocados aconsejó al Primer Mandatario sobre algo que clama por corporizarse como vigente, esto es, la oralidad instructoria. Su inexistencia es la exclusiva causante de la ralentización, por lo general infinita de todos los procesos. En otras palabras, en homenaje a quienes no conocen demasiado acerca de estas lides de la abogacía ¿de qué utilidad son los debates y/o juicios en el Plenario, si la Instrucción se detuvo años y décadas antes de elevar las actuaciones para ello? Si alguna modificación, cuanto menos en lo procesal, debe hacerse sin dilación ninguna, es exclusivamente ésa. Lo demás, y bastante sustantivo, es acerca de las cualidades que un magistrado en esos fueros debe de contar para que lo siga siendo y por ende permanezca en el cargo. Hace demasiados años ya que no litigo en Argentina, pero por lo que leo sobre la abrumadora mayoría de orates y badulaques que tienen la custodia de la dación de justicia, ninguna reforma procedimental sería óptima si quienes deben de aplicar su normativa, son ignorantes, holgazanes y viles. Precisamente merced a ese indicativo fue que no hace tanto tiempo le cursé directamente a Fernández en una suerte de carta abierta, mi sugerencia para que sin ninguna dilación, dispusiera que todo el Poder Judicial de la Nación sea declarado "en comisión". Y que cada uno de estos mayoritarios monigotes revaliden títulos en concursos por oposición y sobre todo públicos. Acompañado por un escaneo integral de sus antecedentes de moralidad. El carcinoma penal no lo podrá extirpar el Presidente ni nadie, de acentuarse la permanencia de tantos ñoquis entogados. Que, por si fuese insuficiente, son leguleyos, y además van en constante procura de coimas. Ambas navegantes en aguas jurisdiccionales de una haraganería sin fronteras. Hasta lo del covid, un poco más de justicia en vacancia, habría sido una manchita adicional a un desdentado tigre en cautiverio, pero ahora, renunciar a esa modificación ultimatoria de esta omertá, cuyo predominio geográfico está situado en Retiro y por demás en Talcahuano 550, ha mutado en suicida. Debemos contar con judicantes que se endeuden para salir adelante, si sus salarios -los oficiales- son excluyentes de esas diez lucas gringas que todo juez federal, percibe tras bastidores como emolumento no remunerativo. Manzano y Nosiglia, juntos lo implementaron en 1984 y no lo ha derogado ni Dios. Casi como epílogo baste insistir que trunco y rígido como rulo de estatua permanecerá este desborde jurisdiccional, de no tornarse en oral la investigación preliminar de un crimen y si esta nueva regla no se confía a individuos probos y ágiles. No necesitan ser juristas de nota, porque los que había se encuentran todos fallecidos. Con que sean decentes y dinámicos, el objetivo esencial será alcanzado. Y ya sí -juro que lo último-, con turnos rotativos las 24 horas. Para reprimir el delito, eso de los feriados, es inaudito en un mundo moderno. Lo opuesto y en vigencia, bien propio de sociedades con fuerte predominio de retrasos cognitivos es; como la nuestra. Aquí en USA, un anti social es apresado en flagrancia y la policía distrital, antes de las siguientes seis horas, debe hacerlo comparecer al Juez de la circunscripción. En las previas a ese exiguo cuarto de día, la oficina del Fiscal -equivalente a nuestros timoratos jueces de Instrucción- decide si impulsa o no la acción. En Argentina, los turnos son virtuales, esto es, ningún poli consulta al Secretario del juzgado en turno de madrugada o a altas horas de la nocturnidad, de no ser un hecho muy grave. Y si lo hace, ese requerido Actuario, en calzoncillos, con halitosis y desde su dormitorio, ordena sin consulta ninguna al magistrado, las diligencias preliminares. En póstumos términos, en materia represiva, sin incomodidad alguna, podemos trasladarnos en tiempo y espacio a los aposentos de Alfonso "el sabio" , cuando avocado estaba a la redacción de sus Partidas. Si el Presidente desea -como bastante bien encaminado se encuentra- entronizarse hacia la posteridad, que acepte nuestros reiterados y desinteresados consejos. Para evitar así... LA UTÓPICA REFORMA JUDICIAL ARGENTINA. Cordialmente Carlos Belgrano.-

FORMACIÓN DEL PADRE INOCENCIO: "ORACIÓN PODEROSA DE SANACIÓN Y PROTECCIÓ...

domingo, 9 de agosto de 2020

Volverás mi amor, yo te esperaré - Los Blue Caps

Río Roma; Tan Sólo Un Minuto [Letra]

BANDA MS - NO ELEGÍ CONOCERTE (LETRA)

UNA LÁPIDA PARA KRETINA KIRCHNER.

Amigos: Merced a la solicitud especial de uno de mis Editores neoyorquinos, muy apreciado para mí, debo pronunciarme en esta Entrega, exclusivamente sobre el Caso Argentino. Y en base a febriles consultas para actualizarme respecto de tan distantes asuntos, creo poder redondear un reducido puñado de reflexiones. Sé porque me consta que, algunos Lectores habrán de inferir que el presente, no es más que un tiro por elevación y que mi amigo el Editorialista en realidad es Sundar Pinchai, pero créanme, no es así. Sin perjuicio que muchos, demasiados sería más apropiado afirmar, tanto en el seno de Google como en el de otras multinacionales informativas, la opinión respecto de esta atorranta, pues resulta unívoca. Quizás, el contraste severo y por demás desagradable que, esta Aldonza genera como musa inspiratoria de todo lo anómalo que acontece en mi Patria, y por demás en esta actualidad tan abigarrada de desventuras e infortunios para casi todos los habitantes a nivel mundial, lo acendra con un efecto multiplicador sin precedentes conocidos. Que la corruptela no es un fenómeno acuñado solo en Argentina es un hecho, pero lo que hace vibrar una aceleración lineal sobre esta indecente, es todo un ejemplo de las sincronías que en su momento aprendimos de Karl Gustav Jung. Ergo, ciento de millones de individuos en el primer y tercer mundo por igual, han perdido sus viviendas y dependen para sobrevivir de los mendrugos que los gobiernos entregan a cuenta gotas. En la vereda de enfrente, todos sin esfuerzo podemos divisar que, un conjunto de desperdicios humanoides que, revistieron como ministros de esta Flor de la Mafia, se encuentran en libertad ambulatoria, conservan sus botines y por si fuese insuficiente, pretenden revalidar títulos para futuros cargos en plan pillaje. Acaso para superar la marca de los cien mil millones de dólares que, de coimas acumularon junto a esta grotesca remake de Bonnie Parker. Para que el desprevenido Lector tome nota de tan monstruoso desfalco, con esa misma suma, entre el 2003 y 2015, período en el que estos desalmados retuvieron la suma del poder absoluto, se pudieron construir diez millones de viviendas sociales. Ahora entre lo que enterraron en la estepa santacruceña en containers, cuyo diez por ciento se pudrió o se lo comieron los roedores, y la devaluación del dólar que ya se encuentra omnipresente, un flagelo habitacional pudo haberse evitado y sin embargo esta roñosa no se encuentra purgando condena alguna, es vicepresidente y para colmo se ofende por el mote, impecablemente asignado de chorra,choriza etc. Quizás, este epifenómeno se deba en exclusivo a una cuestión de mera proporcionalidad. Hoy, la Prensa Internacional, no cuenta con antecedentes tan formidables del asalto a las arcas de un Estado, en una dimensión tan teñida de obscenidades, como urdieron y galvanizaron éstos que, se denominan a sí mismos como kirchneristas. Quienes enarbolan las banderas y blasones de un movimientismo, cuyo decálogo formativo fue precisamente ése; esto es, apropiarse del dinero de los Contribuyentes, sin otorgar explicaciones, ni permisos, a fuer del soborno a los más conspicuos magistrados y desde 1946 hasta nuestros días, salvo breves interregnos de administraciones Militares. Que debieron juzgarlos y condenarlos a perpetuas reclusiones por sus infamantes y nefandos crímenes. Y cómo este descriptivo no es pretérito sino de una tan asombrosa como vergonzante vigencia, la percusión de un precepto -ladrona- cuenta con sus propios estertores difusivos. Es muy probable que este gigante informático, como todo el de su condición no haya soltado etiquetas azarosas, sino pre anunciadoras de algo, por demás encriptado y con una filigrana futurista más inmediata que mediata. Desde otro vértice, acaso haya obedecido este mote que, impecablemente aplicado, deba de leerse primero e interpretarse a continuación, como una suerte de espaldarazo que, desde estas costas, otorgante es subliminalmente al Presidente Alberto Fernández. Quién, a diferencia de estos granujas y antisociales adeptos a la actual vicepresidenta y que, casi le han cooptado el gabinete de ministros, y que salvo María Eugenia Bielsa y Felipe Solá -ambos provenientes de familias distinguidas-, en homenaje a sus orígenes de hogares comparables a muladares en los que predomina el bio tipo de lúmpenes, no solo severamente lo incomodan, sino que además se encuentran conjurados en su derrocamiento. Y en sintonía con este morboso trazado, un respaldo mediático como el de Google, a su desarticulación se encuentra enderezado. Aunque entiendo justo y necesario adicionar que, el primer mandatario argentino, si bien no necesita sostener la puerta para que los muertos salgan de su closet, toda vez que, según me han abonado, carece de alguno relevante, no debe ni puede descuidarse de los zarpazos que su segunda de a bordo, pretende aplicarle. Pero la suerte de ella, bastante maldita y perdidosa está, por cuánto, muy habituada al manejo de la calle & la caja, ya carece de esa factibilidad, por la pandemia, la cuarentena, el distanciamiento social, y tal vez por un concepto que mi Padre me enseñó hace muchas décadas. Y este es, que en política el primero es el primero y el segundo no es nadie. Creo que ese doméstico aforismo será de impecable aplicabilidad en el horizonte cercano del ahora Big One. En primer término, porque se destaca como un sujeto moderado, es letrado y como muchos de nosotros, docente universitario. A diferencia de quien lo secunda -una perjura y fracasada estudiante de abogacía no graduada-, y por ello, se encuentra exento de vocalizar las sórdidas mentiras proferidas por esta impresentable, en relación a su inexistente grado académico. Proviene del mismo origen partidario de esta ex cortesana parlamentaria, pero no se ha nutrido en sus mismos vicios, y a su manera, utiliza el delgado margen que su investidura le permite. No preconiza ese visceral odio que ella, como el colombiano por nacimiento ex conductor de buses Maduro y todos esos tunantes del Foro de San Pablo, tanto aprecian expresar a un enemigo invisible. En otras palabras, el crepúsculo de una forma de gobernar, con el covid tiende progresivamente a desaparecer de la faz de la tierra. Ya que todos los gobernantes por igual, de ahora en más, no solo deberán optimizar los menguados recursos fiscales que dispondrán, sino que además, serán sometidos a un público escrutinio. O sea, aquella malhadada cartelización de las obras públicas, cuyos núcleos facilitaron tanta corruptela que, tornaron en multimillonario al progenitor de Mauricio Macri y también a ese oligofrénico, gracias al Altísimo de no haber desaparecido ya, pues tienen los días contados. Y con tal evaporación, esa villanía de hacer política, tendrá junto a la anterior su pertinente certificado de defunción. Precisamente con esa extinción, desembarcarán epitafios y decesos políticos y confío que también físicos. Lo que me impulsa a clamar e impetrar un ruego a cualquier voluntario por... UNA LÁPIDA PARA KRETINA KIRCHNER. Cordialmente Carlos Belgrano.-

JOSE BASSO - OSCAR FERRARI - VENGANZA/PENA, COPA Y TANGO

Whitney Houston - I Will Always Love You (Official Video)

Juanes - A Dios Le Pido (Official Music Video)

Eduardo Falú – El Sueño De Mi Guitarra (Full Album)

sábado, 8 de agosto de 2020

LA POSPANDEMIA

Panorama político nacional de los últimos siete días Del posdefault a la pospandemia Suele decirse que para los medios las buenas noticias no son noticia. Es posible que si las negociaciones con los bonistas por la deuda en dólares hubieran fracasado (como muchos habían vaticinado), la recaída en default y la perspectiva de un juicio en Nueva York serían por estos días trending topic en las primeras planas y en los programas políticos. Pero sucede que la cesasión de pagos se evitó, de modo que hay espacio para discutir, más bien, otras cosas. Como la reforma judicial, por ejemplo. Con el anuncio de que el país ha alcanzado el acuerdo con una decisiva proporción de los tenedores de deuda en dólares, el gobierno ha conseguido, finalmente, un éxito en una materia decisiva. Argentina deja atrás un default iniciado con el “reperfilamiento” de deuda en pesos que decretó Mauricio Macri en agosto de 2019 y continuado con el “default selectivo” del último mayo, cuando este gobierno omitió pagar un vencimiento bajo ley extranjera de unos 500 millones de dólares. El default y los pronósticos despistados Evitar el default es un paso indispensable para que el país pueda eventualmente acceder a un lugar dentro de los movimientos de reconstrucción económica global que sobrevendrán para superar los efectos devastadores que la pandemia ha provocado en todo el mundo. No sería posible aspirar a esos programas de ayuda ni, por cierto, obtener financiamiento de mercado, si Argentina hubiera quedado nuevamente anclada en el default. Esa situación no sólo afectaría al Estado nacional sino al financiamiento del sector privado y de las provincias. Contra lo que muchos comentaristas profetizaron o sentenciaron, las negociaciones con los acreedores nunca estuvieron cortadas, por lo que los acreedores no judicializaron sus reclamos. Algunos de los pronosticadores despistados minimizan ahora el acuerdo alcanzado, subrayan las dificultades que (obviamente) subsisten o cuestionan las concesiones que el gobierno hizo durante la negociación (cuando antes le reclamaban que arreglara con los acreedores a cualquier costo). Aquellas críticas simulaban centrarse en la sospecha no confirmada de que en el corazón del oficialismo reinaba una pulsión defaulteadora, motorizada principalmente por la señora de Kirchner. Sin embargo, aunque han habido sectores oficialistas que rechazaban la negociación, ahora se sabe sin duda alguna que entre ellos no estaba esta vez la vicepresidenta. Es cierto que en 2016 ella no avaló las negociaciones con los bonistas que encaraba el entonces flamante gobierno de Mauricio Macri, pero esta vez la señora de Kirchner cambió el libreto y respaldó la política antidefault. En rigor, ella no ventiló muchas opiniones sobre el tema, pero sí su hizo constar su reiterado apoyo al papel que estaba jugando el ministro Martín Guzmán en el curso de las negociaciones. Se afirma, incluso, que le recomendó no ser “demasiado duro” con los bonistas. Los mercados - más pragmáticos que ideológicos- advirtieron con anticipación que tanto el Presidente como su vice empujaban el acuerdo, lo que hacía presumir que ese sería el resultado final de las conversaciones. Eso explica que empezaran a moverse hacia arriba los bonos argentinos y hacia abajo el riesgo país. El presidente Fernández siempre expuso su voluntad de alcanzar un acuerdo con los acreedores y de evitar así una situación de default, por lo que resolver el tema deuda debería acreditársele como una rotunda señal de eficacia. Ese éxito es importante en momentos en que la estrategia oficial antipandemia, pese a los logros alcanzados, empieza a perder envergadura y a suscitar indisciplina, ya que una parte creciente de la sociedad parece más preocupada por las perspectivas que deparará la pospandemia que por las cifras cotidianas que transmiten los infectólogos. Salir de la crisis económica suplementariamente agravada por efectos de la pandemia demanda una autoridad fortalecida, la consolidación de una plataforma fuerte para ejercerla y ahora, tras eludir el riesgo de default, la formulación de una perspectiva que permita una recuperación económica sostenible en la era pospandemia. Autoridad y sustentación La autoridad del Presidente ha sido puesta en cuestión desde que se formalizó su candidatura como iniciativa de la señora de Kirchner y aunque se ha fortalecido en la práctica del poder, tanto en el manejo inicial de la pandemia como en la pulseada por la deuda, por momentos decae por culpa de errores no forzados. Lo que se observa es que su autoridad crece cuando facilita o capitaliza plataformas más amplias que su propia fuerza electoral. Por debajo y a los costados de la Presidencia se asientan columnas que le pueden dar sustentabilidad y dinámica a un gobierno que ponga proa a la recuperación y a la pospandemia. Asumen diversas formas: acuerdos entre gobernantes de distinto signos y jurisdicciones, coincidencias interpartidarias que se construyen en la Cámara de Diputados, relación abierta con sectores dialoguistas de Juntos por el Cambio, contactos crecientes entre el empresariado y la dirigencia sindical en los que se elaboran ideas para la recuperación productiva. En paralelo con las negociaciones sobre la deuda, el gobierno fue ajustando definiciones que le permitirían mejorar y amplificar esa plataforma. Si la iniciativa de expropiación de Vicentín había reabierto heridas en la relación con el campo, la anulación de aquel decreto expropiador procuró corregir el mal paso. Apoyarse sobre lo que resiste--- Más relevante aún: el gobierno trabaja para convertir en ley un proyecto elaborado por el Consejo Agroindustrial Argentino, que nuclea a 42 entidades relacionadas al campo y a la producción de alimentos entre las que se encuentran CONINAGRO, Confederaciones Rurales Argentinas, la Federación Agraria Argentina, las bolsas de cereales de Buenos Aires, Bahía Blanca, Córdoba, Entre Ríos, Chaco, Rosario y Santa Fe. Si bien se mira, esa representatividad supera la que en su momento alcanzó el Comité de Enlace que lideró la lucha del campo en 2008. En cuanto al proyecto (“Estrategia de Reactivación Agroindustrial: plan 2020-2030 para desarrollar el sector agroindustrial argentino”), tiene como objetivo no sólo consolidar la situación del país en el comercio internacional de alimentos de origen animal y vegetal, sino agregar valor extendiendo cadenas productivas y generando una bioeconomía a partir de las ventajas competitivas de la producción agroganadera argentina. El mundo de la pospandemia presentará muchas restricciones, pero es muy improbable que estas lleguen al terreno de los alimentos y las actividades conectadas con la bioeconomía. De allí puede rápidamente obtener recursos para afrontar su constante “restricción externa” (déficit de divisas para sostener sus necesidades de insumos, maquinaria e innovación). A principios de marzo, en esta columna, citábamos a Fernando Villela, ex decano de la Facultad de Agronomía: “la Argentina tiene problemas de oferta, no de demanda”. Vilella es uno de los animadores intelectuales del proyecto agroindustrial, que se propone generar en una década 700.000 empleos directos e indirectos (una tercera parte en el interior del país) y pasar de los actuales 65.000 millones de dólares de exportación a 100.000 millones. Napoleón aconsejaba: hay que apoyarse sobre lo que resiste. En términos políticos, el compromiso oficial con el proyecto del Consejo Agroindustrial revela que se ha comprendido que el eje formado por campo, industria y tecnología es una plataforma indispensable para la consolidación de una economía fuerte e integrada al mundo. Que la vicepresidenta Cristina Kirchner haya recibido a los líderes del Consejo Agroindustrial y haya difundido notables elogios sobre el plan contribuye a soldar la base de sustentación de este gobierno y a clausurar un diferendo que en 2008 puso en jaque al que ella por esos días presidía. Con la iniciativa de la Casa Rosada, sin ella (y a veces, eventualmente, contra ella) el país va convergiendo en una orientación central que puede dotar al poder político de una base de sustentación amplia. Esa base amplia le requiere, por cierto, capacidad receptiva para hacerse cargo de demandas principales e ineludibles. Este movimiento hacia el centro debilita, de hecho, a los sectores facciosos de los extremos, que quedarán aislados si no se asimilan al espíritu de diálogo que empieza a imponerse, empujado por la profundidad de la crisis que hay que afrontar. Con esa plataforma a disposición, después de superar el riesgo de default y antes de que se agoten los éxitos políticos de la acción sanitaria o surjan renovados desafíos en el campo de la seguridad, el Presidente tiene la oportunidad de vigorizar su autoridad y sus equipos para pasar, de adaptarse con sensatez ante las presiones de la realidad, a conducirlas en el rumbo buscado a la pospandemia. Jorge Raventos

Alberto Plaza - Aventurera (Audio)

COPLAS DEL PAYADOR PERSEGUIDO (JORGE CAFRUNE) Letra... dinomar

viernes, 7 de agosto de 2020

Que Me Van A Hablar De Amor

Mano a Mano

ESPERANZAS Y DESESPERANZAS

ESPERANZAS Y DESESPERANZAS Malú Kikuchi (8/8/2020) Las desesperanzas son muchas. Demasiadas. La Argentina de hoy, entre la pandemia, la cuarentena eterna (142 días), la economía destruida, la educación cuesta abajo, la inseguridad creciente, el desempleo que aumenta, más el intento de desmantelar el poder judicial, desesperanza. El proyecto de reforma judicial en la mayoría de sus propuestas, es aberrante. Un burdo, explícito intento de impunidad para la corrupción de los funcionarios K, con Cristina y su familia en primera línea. En 2019, en Cadena 3, Alberto le juró a Mario Pereyra que no reformaría la justicia. Es más, le pidió al periodista cordobés que grabara sus palabras. Lo hizo. Una vez y otra vez Alberto dice una cosa y hace otra. Desesperante, derivado de desesperanza. Pero, dentro de este panorama sombrío, aparecen algunas luces, que permiten que la esperanza no desaparezca. Hechos. Se está cerrando el acuerdo con los bonistas y parece que se saldrá del default. Ahora hay que cerrar con el FMI, no será fácil. Y salir de la cuarentena. Y esperar que la sociedad reaccione como lo viene haciendo contra las inverosímiles propuestas del gobierno de Cristina F. Hechos. La Corte (que no “funciona mal”) confirmó la condena y prisión de Luis D’ Elía por la toma de la comisaría 24 en 2004. La Cámara Federal limitó el período durante el cual se analizarán las llamadas de M. Macri. El gobierno admitió un aumento en la inseguridad. Desmintió a S. Frederic. Hechos. En la provincia de Buenos Aires se registra un delito cada 3 minutos. No es un invento de los medios. UNICEF pronostica para fin de año un 63% de niños pobres. Se calcula que la pobreza alcanzará a más del 50% de habitantes. De cada 10 familias 1 come en comedores solidarios. Hechos. La Cámara del Crimen afirmó que la reforma judicial es inconstitucional. La Cámara en lo Civil y Comercial se sumó a la Cámara del Crimen y rechaza la reforma por inconstitucional. No quiere ser “adjuntada” con la Jurisdicción en lo Contencioso- Administrativa. Hechos. *ADEPA rechazó la propuesta del senador nacional Oscar Parrilli, que pretendía introducir en el proyecto de reforma judicial un artículo que le permita a los jueces plantear una “presión mediática” en el caso que un periodista se refiriera a los jueces en cuestión. Eso es censura. Pero todos estos hechos y la sensación de la sociedad que empieza o termina de estar cansada, cansada de escuchar una cosa y que los hechos generados por el gobierno desmientan lo dicho, parecen decir algo. Los habitantes de la Argentina quizás empiecen a ser ciudadanos. Lo hicieron con la salida de los presos con el pretexto del covid-19, lo repitieron con el tema Vicentín y entendieron que todos juntos, pueden. La enorme fuerza del uno más uno es imparable. Y la reforma judicial, esta reforma, debe ser abortada antes que la República se desvanezca. La República está fundamentada en la división de poderes y estos son tres. No puede el ejecutivo poner de rodillas al judicial y tenerlo a su servicio. El poder judicial debe ser reformado, pero con calma, discutido y sin intereses espurios de por medio. Una reforma que fortalezca la República. Entre tantas desesperanzas, todavía hay esperanzas. Están puestas en las personas que quieren vivir en libertad, con justicia, seguridad y trabajo. Algo que le promete la Constitución Nacional, el contrato social que parece desconocer el gobierno. *ADEPA, Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas

sábado, 1 de agosto de 2020

PANORAMA. REFORMA DE LA JUSTICIA...........

Panorama político nacional de los últimos siete días La reforma de la Justicia entre caballos y camellos La reforma de la Justicia que ha puesto en marcha el presidente Alberto Fernández despierta respuestas paradójicas. Se trata de la iniciativa política más importante que ha encarado el gobierno desde que asumió, casi ocho meses atrás. Buena parte de ese tiempo, Fernández ha debido ocuparlo en atender el desafío de la pandemia y justamente esa concentración en el tema sanitario se le ha criticado crecientemente: se le ha imputado que se atrincheró en su rol cuasi sanitario y que dejó de lado otras responsabilidades. Pero ahora, cuando avanza sobre cambios trascendentes en el campo de la justicia, muchos de aquellos críticos se preguntan qué mosca le ha picado para ocuparse de ese tema “que en las actuales circunstancias no es prioritario para nadie”, para decirlo como lo expresó esta semana el dicharachero cordobés Luis Juez. La intangibilidad La verdad es que en la mayoría de los estudios demoscópicos que se enfocan en la imagen de las instituciones del país, el mundo de los tribunales está entre los sectores más golpeados. Los comentaristas más afamados han gastado ríos de tinta ensañándose con su turbio funcionamiento. Tanto el oficialismo actual como el anterior, igual que las corrientes que buscaron apartarse de la polarización, vienen reclamando cambios a fondo en la Justicia, particularmente en la Justicia Federal de la Capital (conocida por su paradero: “Comodoro Py”), formada por un pequeño número -una docena- de jueces a los que tirios y troyanos les adjudican opacos trapicheos con los servicios de inteligencia, con los poderes de turno...y con los poderes permanentes. Cómo será de añejo el reclamo de cambios en esa atmósfera enrarecida que la reforma que ahora intenta Fernández tiene un antecedente en la que impulsó casi dos décadas atrás Gustavo Béliz como ministro de Justicia de Néstor Kirchner, un empeño frustrado cuando Kirchner se desembarazó de su ministro y prefirió reclinarse sobre el agente más poderoso y astuto de la SIDE, Jaime Stiuso. Es decir: el otro lado del mostrador. Hoy como secretario de asuntos estratégicos, Béliz es, de hecho, uno de los escritores fantasma del proyecto actual, que, como lo expuso el Presidente, anteayer, busca " superar que el poder decisorio se concentre en un reducido número de magistrados y magistradas que deciden en casi la totalidad de las causas con relevancia institucional y consecuentemente mediática”, por entender que “estas han sido circunstancias determinantes para que este fuero se politizara del modo en que ha ocurrido". La reforma busca ampliar sigificativamente el número de juzgados federales, llevándolos a 46, a través de la fusión de los doce federales actuales con los once del fuero penal económico (que investiga delitos de lavado de dinero y contrabando) y la creación de veintitrés nuevos juzgados. La idea es desconcentrar ese poder, algo que por otra parte está en vías de ocurrir por otra circunstancia: la progresiva aplicación del sistema acusatorio que establece el nuevo Código Procesal Penal, donde el protagonismo de los procesos, el manejo de las investigaciones, pasa de las manos de los jueces a las de fiscales. ¿Alguien quiere reformar la Justicia? En rigor, la jefatura de los fiscales pasará a tener un peso muy grande. Esa es la razón por la cual al gobierno se le hace difícil el nombramiento de su candidato para ese puesto -el actual juez federal Daniel Rafecas-, un paso que depende del visto bueno de al menos alguno de los miembros de los bloques adversarios en el Senado, ya que el oficialismo, que cuenta con mayoría, no llega a los dos tercios del cuerpo y necesita votos ajenos (o ausencias que le permitan atravesar la votación con dos tercios de los presentes). Así es la democracia: un voto de diferencia en determinada circunstancia se transforma en determinante, sea para dar luz verde o luz roja. Las mayorías especiales que reclama la Constitución para ciertas decisiones tienen el sentido de promover la negociación y ese toma y daca que enerva a los principistas cándidos pero que permite moderar conflictos inmovilizantes y confrotaciones inoportunas, sobre todo en momentos críticos. Este parece ser el caso de la reforma de la Justicia, una necesidad en la que parecía haber coincidencias, pero que ha sido contaminada por la grieta y la sospecha. La oposición atribuye a la reforma de Fernández al objetivo de manipular los juicios que afectan a la señora de Kirchner. Con esa lógica la Justicia podría gozar de una intangibilidad impar: todas las oposiciones alegarían sospechas cuando sea el adversario aquel que maneja la administración y a quien le toca pilotear el cambio. Otra avenida del medio En el seno de Juntos para el Cambio pareció esbozarse plenamente esa actitud si se observa exclusivamente el gesto más destacado en los medios: negarse a participar en la presentación pública del proyecto que hizo el Presidente el miércoles. Sin embargo, conviene atender a todos los matices para entrever distintas actitudes. De hecho, el documento -sin firmas- que emitió la coalición opositora el martes no se expresó sobre la reforma judicial porque no hubo acuerdo después de una reunión virtual de la que participaron casi todos sus principales líderes (desde Mauricio Macri y Vidal, pasando por Alfredo Cornejo, Cristian Ritondo, Luis Naid Miguel Pichetto a Horacio Rodríguez Larreta y María Eugeniaenoff, Mario Negri, Humberto Schiavoni, Patricia Bullrich y Martín Lousteau. No asistió Elisa Carrió; por su fuerza concurrieron algunos de sus escuderos). Macri y Bullrich querían un pronunciamiento fuerte y claro contra la reforma. Rodríguez Larreta, Vidal y Lousteau -pero no sólo ellos- rechazaron esa postura con un argumento sensato y prudente. No se podía criticar lo que aún no se conocía. El ala moderada del Pro, con Larreta a la cabeza, está demostrando que puede contener las presiones confrontativas que ejerce su sector duro. El jefe de gobierno - que el día del amigo, con elegancia, tranquilizó a su público afirmando que él no es amigo del Presidente y de inmediato aclaró que tampoco es amigo de Macri- viene posicionándose en el centro del escenario político. Ha dejado trascender claros mensajes a sus seguidores en los que afirma que “la discusión en la política hay que darla desde el medio, desde la moderación” y que “el lugar para construir está en la superación de la grieta. Yo estoy en contra de la grieta”. En lo que sí pudieron ponerse de acuerdo en Juntos por el Cambio fue en rechazar eventuales cambios en la Corte Suprema.En rigor, el Presidente parece personalmente más interesado en el proyecto de reforma de la Justicia federal que en la reestructuración de la Corte. Este tema tiene su miga: ese tipo de modificaciones puede ser una tentación de los gobiernos y a veces se convierte en una trampera. Baste recordar el decreto de necesidad y urgencia con el que Mauricio Macri, a menos de una semana de haber asumido, designó a dos miembros de la Corte en comisión: ese paso le demandó su primer ejercicio de autocrítica. Tuvo que dar un paso atrás porque hasta en su coalición lo cuestionaron. Esos cambios no se pueden hacer a los panzazos. Cortes y comisiones Ahora es el oficialismo el que anuncia ajustes en la Corte, sea ampliándola o modificando su estructura para pasar a una de salas especializadas. En verdad, Fernández había expresado antes de ser presidente, con reiteración y en su condición de hombre de derecho, que él no tocaría el número de integrantes del alto tribunal. Últimamente ha agregado, instando a los opositores al debate, que por ahora “sólo se trata de una idea”. Se podría agregar: de una idea y una comisión. Perón solía burlarse de las comisiones:”Un camello es un caballo diseñado por un comité” y advertía: “Si uno quiere resolver un problema, le otorga la responsabilidad a una persona; si quiere postergarlo, forma una comisión”. En fin, en cuanto al "Consejo Consultivo para el Fortalecimiento del Poder Judicial y del Ministerio Público" (tal el nombre de la comisión que urdió el Presidente) su integración ha sido cuestionada, tanto desde el oficialismo como desde la oposición. El Presidente ha procedido en relación a este tema con el mismo protocolo que con la pandemia: convocó a especialistas. Para el coronavirus, a epidemiólogos e infectólogos; para ajustar las instituciones mayores de la Justicia, a juristas. Hubo, sin embargo, diferencias. Al comité de asesores sanitarios sólo lo atacaron en primera instancia algunas voces fronterizas. Al lo han bombardeado desde antes de que se constituyera. Las objeciones que se han puesto no se refieren a la idoneidad de los convocados, sino a otros aspectos. Se arguye, por caso, que no hay ex miembros de la Corte entre los miembros de la comisión o que no están algunos nombres y en cambio hay otros. O que el Presidente no negoció la integración de ese comité con la oposición. En rigor, es como si muchos quisieran esgrimir la lapicera del Presidente mientras argumentan que esa lapicera la usa la señora de Kirchner. Conviene tener claro que el Consejo Consultivo tiene tres meses para asesorar a Fernández sobre el funcionamiento de la Corte Suprema, el Consejo de la Magistratura, el Ministerio Público Fiscal y el juicio por jurados y que es el Poder Ejecutivo el que lo instala: cita a sus integrantes en virtud de sus conocimientos, no por su representación. Los recluta por decisión propia del Presidente, como hizo con el comité de asesores sanitarios. Allí no llamó a tres infectólogos peronistas y a dos epidemiólogos del Pro y a uno del radicalismo. No tiene por qué lotear esa comisión con los partidos políticos, aunque una visión inteligente y colaborativa tratará de evitar gestos de arbitrariedad que irriten gratuitamente a la opinión independiente o a los adversarios no confrontativos. El último jueves, el Presidente volvió a exhortar a sus opositores a que debatan sin prejuicios lo que es “solo una idea”. En cualquier caso, el lugar donde se expresa la representación está en el poder legislativo y allí habrá negociación y acuerdos o, de lo contrario, voto a cara de perro, procedimientos que están -ambos- dentro de las reglas del juego. Cuando llegue la hora de definir los cambios en la Corte o, eventualmente, nuevos nombres para integrarla (en caso de que el Comité Consultivo dé ese asesoramiento y en caso de que, de ser así, el Ejecutivo siga el consejo), la mesa examinadora está en el Congreso. Y se requieren mayorías especiales. . Ya se ha dicho que el oficialismo no tiene asegurados los dos tercios que se requerirían para modificar la Corte, suponiendo que esa fuera la iniciativa.Y que se necesita el mismo número para designar a los miembros del tribunal superior. Que el tema se dirima en el Congreso no está mal, si se piensa institucionalmente. La presencia del doctor Carlos Beraldi, que actúa como defensor de la señora de Kirchner en varios de los juicios que se le siguen a la expresidenta, es otro de los puntos que se atacan. A veces extremadamente: Elisa Carrió no discutió los saberes de Beraldi, se envolvió en la ética, como suele hacerlo: "Tener conocimiento sin límite éticos es una forma de inmoralidad. Yo no puedo aceptar un cargo cuando estoy defendiendo a personas involucradas en delitos de corrupción equivalentes a traición a la patria en los términos del 36 de la constitución. No puedo éticamente”...¿La eticidad se evidencia negando a un acusado -por grave que sea el cargo- el derecho a defenderse? Es evidente que a Beraldi le han puesto bolilla negra. Si bien se mira, al gobierno le hubiera convenido tomar en cuenta que recibiría golpes por ese flanco y que era preferible (con más realismo que principismo, si se quiere) abstenerse de convocarlo. Pero probablemente la Casa Rosada llegó a la conclusión de que si Beraldi no era el argumento, los influyentes sectores que cuestionan su reforma habrían buscado otros. Así como el sector moderado de Juntos por el Cambio se muestra capaz de sofrenar a su fracción acelerada, también en el oficialismo se nota la intención de fortalecer la moderación. Una comisión de personas idóneas (que, además, tienen varios meses para deliberar) es, en principio, un filtro que impone equilibrio. Y el equilibrio es un ingrediente esencial en tiempos en que economía y pandemia siguen siendo materias pendientes, amenazas activas. Jorge Raventos

viernes, 31 de julio de 2020

ELPRECIO DE LA PRESIDENCIA Y “TODO CAMBIA, TODO CAMBIA”

ELPRECIO DE LA PRESIDENCIA Y “TODO CAMBIA, TODO CAMBIA” Malú Kikuchi (31/7/2020) La vicepresidente de la Nación se ha mandado hacer una reforma judicial a su medida. Sobre una intención fallida de Néstor K, que quería llevar los juzgados penales federales de CABA a 46, cuestión de diluir el poder de Comodoro Py, la desempolvó y le sumó a su abogado Alberto Beraldi. Se supone que en este mundo todo tiene un precio, la presidencia de Alberto Fernández, basada en los votos de CFK, tenía como precio que ésta zafara de todos sus problemas penales. Que son serios y muchos. La reforma judicial era imprescindible para la libertad de ella y su familia. La reforma es necesaria, pero… 1º, no es el momento en plena pandemia. La gente, la que votó a Fernández por dos y la que no los votó, tiene otras prioridades: no contagiarse el covid-19, sobrevivir a la terrible crisis económica y a la creciente y por lo visto imparable inseguridad. La reforma judicial se debe hacer en un país en paz y de ser posible en salud y sin default. Ahora no. Pero Cristina necesita salir del tembladeral de sus causas penales, ya. Y en medio del desastre que es la Argentina de hoy, puede que la gente que tiene otros problemas, no registre el cambio. Aumentar fiscalías y juzgados, parece simple, pero una fiscalía cuesta $4 millones por mes y un juzgado $9 millones ídem. Hay que multiplicar y sacar cuentas. Por supuesto que esa reforma va al congreso, por supuesto que el senado la votará “sin cambiar una coma”, a la orden de CFK. Por supuesto que todo dependerá de diputados. Si los votos de Lavagna y algunos provinciales no aceptan la reforma o le cambian algunos artículos o muchos o todo, de ellos dependerá. Con mayoría simple la reforma se acepta. El problema más serio está en la posible reforma de la Corte. Para que el precio de la presidencia no sea tan burdo y visible, Alberto F nombró un consejo (o comisión, le hubiera hecho gracia a Perón) de expertos para estudiar 4 temas: Nº de jueces de la Corte, el Consejo de la Magistratura, juicios por jurado y el Ministerio Público. Lo que le importa a CFK es el Nº de jueces en la Corte; quiere aumentarlo. ¡Qué razón tenía la Negra Sosa cuando cantaba “todo cambia, todo cambia”! Cuando Néstor K redujo la Corte de 9 jueces a 5 (Menem la había ampliado de 5 a 9) en el 2006, la senadora CFK fue la autora del proyecto. Solo hay que buscar el discurso en youtube. Ahora necesita más jueces. El consejo de expertos, todos ellos con prestigio, está compuesto por 11 abogados, 8 de ellos PJ. Alberto Beraldi, Carlos Arslanian y Enrique Bacigalupo (lleva 40 años viviendo en España, fue Procurador del Tesoro de Cámpora y se exilió), los 3 son penalistas. Es obvio que el derecho penal obsesiona a CFK. El Nº de mujeres está respetado, el federalismo también. Esta pobre y maltratada Argentina que en 16 años con 2 presidentes PJ, hizo pasar al supremo Tribunal de Justicia de la Nación de 5 miembros a 9, 1990. Fue la “mayoría automática”. Y de 9 a 5 otra vez. Y la autora del proyecto de volver los jueces de la Corte a 5, ahora necesita que sean más. Eso de tratar a la Corte como si fuera de goma, la estiran y la achican y la quieren volver a estirar. No es serio. Nadie va a tomar en serio un país que no paga sus deudas y cambia sus reglas de juego rompiendo contratos. Que cambia su sistema de justicia y lo hace a través del mismo partido político, y peor aún, con los mismos protagonistas. Perdón, protagonistA.

martes, 28 de julio de 2020

CON LAS CUARENTENAS OUTSIDE ¿QUIENES SERÁN LOS MÁS VULNERABLES?

CON LAS CUARENTENAS OUTSIDE ¿QUIENES SERÁN LOS MÁS VULNERABLES? Supongamos que para el próximo trimestre, un poco antes o después, se presenten dos escenarios a saber; el primero que una vacuna aniquile los devastadores efectos del covid y nuestro mundo empiece a reedificarse, comenzando por reciclar a seres humanos y cosas por igual. O en su defecto, corrido el velo e impotencia de eliminar masivamente al bichito, con mascarillas, distanciamiento social y extremas medidas de higiene, nos vemos en la necesidad primaria por sobrevivir, manteniendo al virus como un incómodo acompañante. ¿Quienes serán entonces, en cualquiera de ambas hipótesis los que se encontrarán en aptitud de adaptarse más velozmente a las reglas sociales que gobernarán a la Humanidad toda?. Entiendo como oportuno disparar algunas ideas sobre ello al aire, ya que antes o después, todos tendremos que rendir un exámen de adaptabilidad a nuevas y por demás inciertas condiciones de vida. Hay quienes se encuentran íntimamente convencidos que en uno u otro supuesto, el dinero virtual será el neo patrón monetario, al que, seguramente le asignarán diversos evaluativos, conforme la región geográfica de la que trate, eliminando así el concepto del físico. Si ésto se torna en una realidad, bueno, infiero que en todo el arco del Primer Mundo, será más rápido y armónico someternos a esa forma de efectivizar transacciones de bienes y servicios. Pero ¿y en el resto como lo harán?. África en su integralidad absoluta exceptuando a la Unión Sudafricana será un menudo intríngulis, asumiendo que hoy sin modificaciones tan vertiginosas, de por sí es bastante complejo y difícil, civilizar mínimamente a más de setecientos millones de gentes en estado tribal. En Asia, salvo el sureste, tendremos un inconveniente similar, sobremanera en la porción árabe que, no se encuentra mucho más avanzada que los negros afro. Y ulteriormente en América Latina que, mayormente padece un retraso tecnológico en igualdad al madurativo bastante notorios ambos, las circunstancias no serán, por cierto, muy diferentes. Con esta sucinta descripción, creo, podemos dar por redondeado el ítem de dificultades transaccionales dinerarias. Pero existirán otras, y del todo contrapuestas, esto es por ejemplo, acerca la nueva y universal pobreza estructural. En este plano y por contrario inverso, los más arriba apuntados, seguramente se encontrarán con mejores reflejos para circunstancias que, a primera vista no serán receptadas de muy diferente manera a sus cotidianas y harapientas realidades; las mismas que tuvieron por siglos. Doy por sentado que, conjugar estas dualidades nada fácil ni rápido será. Pero necesariamente deberán de armonizarse, toda vez que la una será imposible que subsista sin la otra. Un soberano paradigma al azar será la suerte de los trabajadores temporeros en todo el cordón interior de la europa occidental. Dentro de poco o nada, deberán ser los mismos nativos de esos países, quienes por necesidad extrema reemplazarán a esos jornaleros extranjeros que perciben paniaguados salarios. De igual forma que la receptación de refugiados provenientes en su mayoría del áfrica subsahariana tanto en Italia como España en particular. En otra dirección, tantos cambios vertiginosos e inesperados, no serán dúctiles. Y en un último plano, la tan auspiciada robótica pues, sufrirá la misma suerte que las anteriores con un efecto adicional retardatario, por cuanto si de algo muy seguros podemos estar, será respecto de los inmensos sobrantes de mano de obra ociosa y en vacancia. Por lo que todos aquellos que, muy exultantes se sintieron cuando creyeron que toda literatura fantástica volcada copiosamente por Hollywood, sería un hecho a corto plazo, deberán de metabolizar este mero holograma. Me preocupa y sobradamente mi propia Patria: Argentina, en la que, el gigantesco manto de una pestilente e irredenta oligofrenia colectiva nos ha castigado severa e implacablemente. Porque curiosamente, en ella anida una facción minoritaria que podría fácilmente habituarse a las nuevas condiciones de intercambio, las criptomonedas y cualquier otra condición a la que deban de sujetarse. Empero, hay otra y desafortunadamente, integrante de esa misma porción rescatable intelectualmente que, no lo hará porque sus numerarios ya se encuentran demasiado contaminados por esa baratura de la política, barriobajera y mediocre por la que incluso están dispuestos a ofrendar sus vidas. En vocablos propios de nuestro argot criollo, son demasiado pelotudos, no por deficiencias neuronales, sino por algo más siniestro, como haber hipotecado sus cocientes intelectivos en favor de la caja boba televisiva, su mal gusto y compartimientos estancos tan vulgares y de bajo coste. Sobre todo los provenientes de las fuentes periodísticas y de opinión. Para mis compatriotas, ese escollo, en numerosos casos será imposible de sortear; por las callosidades que se han generado en sus cerebros. Es bastante amargo de contemplar, porque de no haberse afanado a valores tan de saldos, se hubiesen podido recuperar en mayor cantidad. Y les brindaré sobre ello un mínimo aforo. Mientras en el resto del mundo -al menos en el más civilizado-, se debate en el cómo, cuándo y porqué esos nuevos y desconocidos rumbos paradigmáticos serán absorbidos, en mi Argentina, se destacan esmerados ¿pedorristas?. Equivalentes espásticos a sueldo del oficialismo y también otros, asalariados de la oposición, se desgarran las vestiduras, acusándose unos a otros, de como Kretina Kirchner espiaba a sus némesis durante su autarquía. Y secuencialmente los de Macricio Macri hacen lo propio cuando este idiota fue presidente. Así de anacrónico, municipal y espeso es el enrarecido clima que allí se vive. En el plano de ciertas equivalencias, el plexo periodístico & político de mi país, mucho aparenta, a mí cuanto menos, a estos imberbes milleniums de aquí, en la vecina New York. Que subyugados y embelesados con la aplicación Robin Hood, han desembolsado en el último trimestre, más de setenta mil millones de dólares en la compra de acciones de empresas ya fallidas, en la pueril creencia que sus mínimos históricos ya no se devaluarán nuevamente. Pero como sea, retornando a lo sustantivo, me asoman dudas, demasiadas e in respuestas, con referencia a... CON LAS CUARENTENAS OUTSIDE ¿QUIENES SERÁN LOS MÁS VULNERABLES?. Cordialmente Carlos Belgrano.-

sábado, 25 de julio de 2020

POSPANDEMIA.

Hacia la pospandemia, entre respaldos y sospechas Gradualmente, el país va asimilando la idea de que tendrá que convivir con la amenaza del Covid19 mucho más tiempo del que puede durar una cuarentena. Argentina ya lleva casi cuatro meses de parate y todavía no ha atravesado el demorado pico de la pandemia, que algunos proyectan ahora para entrado el mes de agosto. Aún después de que se supere esa emergencia mayor, tendrán que prolongarse las medidas de control. Los pronósticos más optimistas aseguran que podría contarse con (al menos) una vacuna antes de diciembre, pero desde ese momento hasta que se pueda aplicar masivamente no hay un instante sino varios meses. Es evidente que ningún país puede vivir esa espera encapsulado y sin actividad. Habrá que combinar el proceso de reapertura de la plena de la actividad con formas de distanciamiento responsable y una vigilancia constante sobre la evolución de los contagios. A esta altura, una parte creciente de la sociedad parece más preocupada por las perspectivas que deparará la pospandemia que por las cifras cotidianas que transmiten los infectólogos. En ese marco hay que interpretar el incipiente activismo de los sectores de la producción, tanto sindicatos como organizaciones empresariales. Los gremios sienten los efectos de la parálisis impuesta por la pandemia en empleos caídos, en salarios encogidos por las circunstancias y por los previsibles efectos de la inflación (la actual y la que, por ahora reprimida, se desencadenará en los próximos meses); los empresarios, por las firmas quebrantadas, los insumos importados encarecidos o escasos, el consumo restringido y el crédito internacional obturado por la situación de la deuda. La deuda, el gobierno y los empresarios La previsión de una etapa difícil está contribuyendo a que se afirmen actitudes sensatas y colaborativas. La reciente reunión entre titulares de grandes empresas y líderes sindicales es, quizás, un signo de que se empieza a entender el fondo de una situación que reclama consolidar una plataforma de reformas sobre la que pueda actuar el sistema político, eludiendo la trampa de las grietas y la confrontación estéril. En el campo de la negociación de la deuda en sede extranjera se han producido algunos hechos prometedores. Contrariando lo que vaticinaban -o alentaban- renombrados analistas (quizás demasiado influidos por la fanfarria de los fondos acreedores), la pulseada con estos no parece fatalmente destinada a terminar en los tribunales de Nueva York sino, más bien, en un acuerdo. Eso es lo que palpitan los mercados y por ese motivo subieron en Wall Street las acciones de empresas argentinas y cayó el índice de riesgo. El grupo de acreedores duros que capitanea el fondo Blackrock ha perdido algunos aliados, pese a la estrategia cuasi cartelizadora que despliega Larry Fink, el número uno de Blackrock. “Actúa con una agresividad que no tiene sentido” -definió Hans Humes, conductor del fondo Greylock, al apartarse del Comité de Acreedores de Argentina, del grupo de los duros. Humes consideró que la oferta hecha por el gobierno argentino “es suficientemente buena”y que es más negocio aceptarla que pleitear. El pool de fondos que lidera Blackrock, después de rechazar la oferta argentina (que equivale a un valor presente de 53,5 dólares por cada 100 de valor nominal) hizo una contrapropuesta reclamando 55,7 dólares por cada 100 de valor nominal. El gobierno advirtió que no modificará su oferta económica , pero se mostró dispuesto a reconsiderar ciertos criterios jurídicos relacionados con las cláusulas de acción colectiva a aplicar en los nuevos bonos, un tema que para los fondos parece ser más decisivo que los 2,2 dólares de diferencia económica. Los mercados apuestan ahora a que habrá acuerdo porque resulta difícil creer que los bonistas se lanzarán a un juicio por una diferencia de 2,2 dólares y también porque consideran que el estado argentino está negociando de buena fe, lo ha demostrado con sucesivas flexibilizaciones y se declara dispuesto a una más (que incluye el punto jurídico y, quizás, algunos centavos más en la oferta propiamente dicha). “Un juicio sería negocio para los abogados, no para los bonistas”, sentenció el CEO de Greylock al tomar distancia del núcleo duro que acaudilla Larry Fink. El empresariado local, al que los analistas más escépticos suelen atribuir una postura negativa frente a los negociadores estatales, salió a tomar la palabra sin intermediarios. El llamado G 6 (el grupo de mayores entidades empresariales: reúne a la Unión Industrial Argentina, la Asociación de Bancos Argentinos, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios , la Cámara Argentina de la Construcción, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Sociedad Rural Argentina) emitió un documento en el que señala que “la Argentina consolidó una propuesta que compatibiliza las posibilidades de crecimiento con el cumplimiento de las obligaciones contraídas, además de reducir las erogaciones futuras (...) el diálogo entablado y la oferta presentada muestran la voluntad del país de despejar las incertidumbres del horizonte financiero (...) ahora, se requiere que los acreedores externos cooperen con un esfuerzo final para concretar la reestructuración consensuada". La perspectiva triste Los analistas locales inclinados a profetizar un default con consecuencias judiciales sacan conclusiones anticipadas de sus propios vaticinios. Deducen que, condenado por esa situación, el gobierno no podrá cerrar su negociación con el FMI y quedará aislado de cualquier financiamiento de envergadura para resistir la crisis y procurar una recuperación. “Dependerá exclusivamente de la ayuda china”, agregan algunos para sumar alarma política al ominoso paisaje que describen. La pospandemia sería, desde esa perspectiva, un cuadro signado por la alta inflación, la consolidación del proceso recesivo, el crecimiento de la pobreza y la desocupación (también de la inseguridad), en fin, una situación de extrema dificultad para el ejercicio del gobierno que tendría reflejos electorales muy negativos para el oficialismo el año próximo. Claro está, esa cadena de razonamientos requiere, para empezar a manifestarse, que se cumpla el primer pronóstico. Que por ahora no pasa del estado conjetural. Esa arquitectura hipotética se apoyó, en principio, en otra sospecha no confirmada: la de que en el corazón del oficialismo reinaba la pulsión defaulteadora, motorizada por la señora de Kirchner, con o sin la coincidencia del Presidente. En esta columna, registrando por cierto que hay sectores oficialistas que rechazan la negociación con los acreedores, sostuvimos una mirada distinta. Decíamos, por caso, en la primera semana de junio: “En 2016 Cristina Kirchner no avaló las negociaciones con los bonistas; el respaldo opositor fue facilitado por la entonces habilitada “avenida del medio” del peronismo alternativo por la que transitaban Sergio Massa, Miguel Pichetto, Juan Schiaretti… y también Alberto Fernández… Esta vez, aunque muchos kirchneristas rezonguen o se opongan, la señora de Kirchner está adentro. Quizás en el límite...pero del lado de adentro de una política antidefault (para decepción de sus duros...y de los de enfrente)”. Que tanto el Presidente como la vice estén jugando con firmeza a resolver la situación de la deuda y respalden la negociación que ejecuta el ministro Martín Guzmán es un dato más del que ahora toman nota los mercados y una obstrucción en aquella cadena de razonamientos que prevé la judicialización del default. La pandemia y el Titanic Que el tema deuda encuentre una solución negociada en las próximas semanas y que, a partir de ese hecho, se facilite la conversación con el FMI (que ha venido desarrollándose discretamente por cuerda separada) no equivale a que encarar la pospandemia y atravesarla vaya a ser un paseo. Ni mucho menos. Lo que supone consumar esos pasos (acreedores, FMI) es que el Estado va a contar con fuentes de financiamiento distintas y no sólo dependerá de la emisión; que las empresas argentinas (empezando por las más competitivas) podrán acceder más razonablemente al financiamiento del mercado. Pero eso no resuelve automáticamente la herencia que dejan la suma del estancamiento añejo (heredado) y la parálisis determinada por la pandemia ni los nuevos desafíos que plantea la aceleración del cambio de época determinada por la crisis global que impuso el coronavirus. La Argentina que emergerá de esta etapa va a tener que encarar simultáneamente reformas largamente postergadas y situaciones de emergencia para cubrir las necesidades inmediatas de aquellos a quienes la crisis deja a la intemperie. Y deberá hacerlo con recursos muy acotados y en un estado de mucha fragilidad política. La pandemia dejó a la vista la debilidad y desorden que reinan en el Estado. Si la cuarentena tuvo que empezar tan precozmente (y luego necesitó extenderse hasta lo intolerable) fue porque había que generar un tiempo indispensable de preparación para que el sistema de salud se pusiera en condiciones de afrontar el desafío del virus: había que armar desde instalaciones de terapia intensiva hasta, lisa y llanamente, hospitales; había que conseguir insumos y poner en marcha laboratorios de análisis. Quedó claro que el Estado no ha provisto ni agua ni cloacas a grandes contingentes de nuestra población; ni qué decir de internet y el acceso a redes y dispositivos que en situaciones como esta (¡y en la vida actual!) son indispensables para la comunicación, la instrucción, el comercio. La precariedad del Estado se agrava por la división que reina en sus gestores políticos: la grieta que avanzó en el país en los últimos años obstaculiza una gestión cooperativa y responsable de los esfuerzos colectivos. Los esfuerzos por construir un sistema de autoridad representativo y plural, colaborativo y eficiente chocan contra la acción de intereses particulares y de fracciones extremas y facciosas que disparan un mensaje de odio, sospecha, revancha o exclusión. En las condiciones dramáticas agudizadas por la pandemia, esas acciones son como pasos de baile en la cubierta del Titanic; discusiones estériles que ocurren mientras la sociedad se independiza paulatinamente de las instituciones, desobedece las instrucciones (la circulación de personas (durante la última etapa de la cuarentena “dura” fue desafiada por la mayoría de la población del AMBA) o se defiende peligrosamente por mano propia ante el déficit de seguridad estatal. Apostar al futuro uso político-electoral de esas tendencias es jugar mezquina y aventuradamente con fuego. La situación crítica, que se abrirá plenamente en la pospandemia pero que ya estamos atravesando, requiere más que nunca la consolidación de un centro político fuerte, plural y colaborativo, que amplíe a nivel nacional los pasos que ya practican los ejecutivos de la Nación, de las jurisdicciones del AMBA y las provincias. Los instrumentos de participación serán útiles si contribuyen con responsabilidad a fortalecer esa construcción. El Consejo Económico y Social que propuso en su momento el Presidente puede colaborar en el diseño de políticas de largo plazo, que ayuden a definir un horizonte compartido y alienten la esperanza y el espíritu de cooperación. Los actores empiezan a exhibir su voluntad de intervenir. Se trata de contenerlos y conducirlos. Jorge Raventos