martes, 25 de marzo de 2014

DESVERGUENZA

La desvergüenza en el poder http://www.diariocastellanos.net/noticia/la-desvergenza-en-el-poder La citación del Consejo de la Magistratura al juez Claudio Bonadío para declarar por "mal desempeño", en un proceso que podría desembocar en su juicio político, ha movido aún más el ambiente judicial, ya alterado por sucesos anteriores. La idea de que el gobierno puede recurrir a cualquier subterfugio para sacarse de encima jueces o fiscales que investigan causas en las que están incriminados integrantes del oficialismo, crea una profunda reacción de asco y malestar. Pero, reconozcamos, no hace el ruido suficiente. Representantes del cristinismo en el mencionado órgano judicial hicieron la puesta al día de una vieja denuncia contra el juez que maneja causas que alcanzan a gente del Gobierno. Esta comedia fue puesta en escena por Julián Álvarez, el representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, quien logró que se cite a Claudio Bonadío, quien ayer fue apartado de la causa que involucra al vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro y el ex jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, por un spot de Fútbol para Todos contra Mauricio Macri. Son dos las causas por las que Álvarez responsabiliza de "mal desempeño", a Bonadío, en el trámite de dos denuncias de fraude al Estado: la causa "Boffil y otros" relacionada con una licitación de Tandanor y supuestas irregularidades en créditos a la Curtiembre Yoma. Según Álvarez, Bonadío cometió "excesivas e injustificadas demoras" que "motivaron la prescripción de la causa" en el caso Boffil creando "con su conducta morosa y negligente un grave perjuicio al Estado". Las causas podrían ser atendibles y el Juez Claudio Bonadío debe ajustarse a la ley como cualquier ciudadano, lo que llama la atención es que estos ataques de celo legalista se den puntual y definidamente contra aquellos magistrados que teniendo causas que incriminan a funcionarios o amigos del gobierno, osan someterlos a juicio. Aunque un error no justifique otro, es increíble cómo a los miembros del Consejo de la Magistratura se les escapan los nombres de ciertos jueces de notoriedad manifiesta y mediática que también tienen causas en hibernación, crionizadas, podríamos decir como el Juez Oyarbide y nadie hace nada. Y no son causas que involucren al gobierno, aunque medien denuncias como la de los integrantes de la cooperativa La Alameda ante el INADI contra dicho juez por tener paradas las causas contra los responsables de talleres textiles clandestinos. Lo grande del Consejo de la Magistratura es que a Oyarbide, foco del reciente escándalo por el allanamiento de una financiera y su decisión de abortarlo luego de una llamada del número dos de la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia, se le dé la posibilidad de aclarar su situación por escrito sin necesidad de comparecer. Pero es que Claudio Bonadío tiene muchas cuestiones espinosas, ya que en los últimos tiempos, llevó adelante varias causas contra el Gobierno. Una de ellas es contra Guillermo Moreno por "abuso de autoridad" por las amenazas hechas a una despachante de aduana. Frente a la requisitoria de la prensa la respuesta del juez fue: "Hice lo que creía que tenía que hacer" y se mostró de acuerdo en que hay dirigentes que quieren sacarlo de su cargo. "Cuando uno hace algo que no le gusta a los demás, es obvio que va a haber complicaciones". Como si hubiera una orden de neutralizar todo lo que los puede afectar para alcanzar 2015, y entonces tratar de lograr un entendimiento con aquel que quede a cargo del poder, los hechos se suceden. ¿Vergüenza? Ninguna. Las cosas se hacen a cara descubierta y con aires de cansada irritación, como si todo fuera parte de una conjura contra un grupo de gente de probada honestidad. El silencio de las ovejas es una de las peores lacras de la política argentina. Quizá hay gente que supone que lo tiene merecido.

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