lunes, 3 de septiembre de 2018

BATALLA DECISIVA

LA MAFIOCRACIA CONTRAATACA. LA INEPTOCRACIA DUDA...…¿SE APROXIMA LA BATALLA DECISIVA?. Estamos asistiendo a un escenario mas que complicado y avizorando un futuro de graves derivaciones. Si adoptamos la política del avestruz dejando que los acontecimientos nos gobiernen y se proyecten en forma descontrolada, ignorando la realidad, preparémonos para lo peor. Y lo peor puede ser sangre, sudor y lágrimas, no para renacer sino para evitar la muerte propia y de nuestros seres queridos. Seguramente muchos de los que deseen leer mi escrito calificarán mi opinión como de extremo pesimismo y hasta catastrófica. Desearía equivocarme. Pero de todas maneras, considérenlo como curso de acción posible aunque no probable. Este actual gobierno que intenta conducirnos hacia un puerto seguro según sus propias expresiones, es lo más rescatable en el panorama que nos presenta la deficiente y corrompida clase política argentina. Como se suele expresar; "en el país de los ciegos, el tuerto es rey". Aunque no sé si en las actuales circunstancias, alcanza a ser tuerto o más ajustadamente "menos ciego". Es indudable que al Sr. MM le queda super grande el traje de presidente y mucho más aun el de líder, pero "es lo que hay" y cualquier alternativa por ahora, prácticamente no existe. Debemos soportarlo y hasta impulsarlo. Hay que encontrar fórmulas para ello, aunque y para decirlo gráficamente, sea necesario orientarlo a patadas en el aparato para sentarse. Obviamente un conductor mediocre como ocurre en este caso, elige para acompañarlo gente del mismo nivel o menor. Por lo tanto el problema se dimensiona, pues las soluciones que se improvisan son tan mediocres y hasta tecnocráticas indefinidas, como el nivel de sus autores, máxime en situaciones graves y casi decisivas como las que estamos atravesando.. Refirmo que en el futuro mediato no tenemos alternativa. Los fantasmas que se zamarrean para convencernos de que son inocentes, generosos, transparentes y eficaces y por lo tanto variante válida, al final son un verdadero espanto, que preanuncia el retorno de las peores pesadillas. Observemos el panorama. Los zombies siempre agazapados y dispuestos a dar el zarpazo cuando se les presente la ocasión, comienzan a reaccionar. Más aun al presentir que un despertar incipiente del pueblo, apunta a pasarles la factura de sus traiciones y sinvergüenzadas. Entienden que es el momento para recuperar su poder y saborear un nuevo festín con su arma predilecta que es la venganza y la mentira. Lógicamente ocupan presurosos el lugar que les deja la inacción, la falta de atributos varoniles, el equivocado o inexistente diagnóstico de la realidad, los subes y bajas de las decisiones, el respeto "durán barbístico por lo políticamente correcto", las apelaciones voluntaristas y la ausencia absoluta de estrategia coherente y plan de largo y mediano plazo, el desguace de instituciones señeras para ejercer la autoridad del estado e imponer la paz y la convivencia. Además y no menor, el sostenimiento injustificado de la vagancia, constituído en gran medida por la afluencia constante y descontrolada de muchedumbres de pobres desterrados de su país de origen, para que aquí los dolobus argentinos los alimentemos, cobijemos e inclusive les dejemos manifestar y hasta los impulsemos a ello. Así son utilizados como arma de acción insurreccional, para exigir presuntos derechos que no han podido recibir allá y presionar debilitando a los opositores políticos de los delincuentes en acecho. Y empiezan a renacer figuras delincuenciales que estarían entre rejas en cualquier país serio. Personajes (as) resguardados "en sus derechos" y hasta con aspiraciones y o protección política, en esta incongruente Argentina que hemos sabido destruir. Por ejemplo está reapareciendo Frankestein Duhalde (el padre del monstruo por un peaje de cien millones de verdes), quien sostiene con su habitual hipocresía que "necesitamos un gobierno de transición", sin aclarar hacia adónde y para qué. Obviamente él está dispuesto nuevamente a asumir ese sacrificio. A su vez el ex gordito Máximo, estratega de salón con mokasines, arenga con directivas turulatas a sus fieles sekuaces, adornados generosamente con fondos robados impunemente durante mas de una década . Por su parte la Porota; que se odia cuando se ve en el espejo antes de la inyección diaria de bótox y kolágeno y las correspondientes extensiones, aprovecha ese momento de cólera para organizar sus arengas, relatos, martirologios supuestos y diatribas contra quienes descubren y publican la verdad sobre su enfermiza, delirante e inkonmensurable ambición por las rupias, lubrikadas con las mentiras mas desembozadas. Y lo hace preferentemente en el ámbito de "los padres y madres de la Patria" donde tiene su aguantadero, lugar en el cual se infiltran y apoltronan sujetos (as) despreciables, surgidos del ámbito de la mafiocracia a la que adhieren y sirven entusiasmados y sin escrúpulos. También está el siniestro Zanini, el todo terreno Gioja, el kadete Parrili, el experto en cheques sin fondo Rossi y hasta el Animal Fernández, todos ellos respaldados por deficientes e impresentables barones (as) del conurbano movilizadores del clientelismo político y gobernadores amos y señores de feudos inalterables, entre otros el imperturbable, misterioso y eterno Insfrán ex socio del perseguido Boudou, la camarilla tucumana Manzur-Alperovich, la bruja A. Kichner, una tal Korpachi y varios similares. Y la fuerza de choque más significativa es proporcionada por riquísimos (por las rupias que robaron y siguen), ¿dirigentes? sindicales, combinados con hordas barrabrava y "soldados" del narkotráfiko preparados para destruir, silenciar y o suprimir "al enemigo" que aquellos marken en determinado momento. A ellos debemos agregar gran cantidad de empresarios y financistas prebendarios, quienes en este momento impulsan el curso de acción sistemático y de desgaste que mantiene cercado y casi desesperado al gobierno, al mismo tiempo que embolsan sumas exponenciales de dinero que roban sin perturbación alguna y menos aun, sin importarles las desgracias que proyectan al gran pueblo argentino salud. Consecuentemente si con los dirigentes que hoy conducen el país, solo hemos podido moderar el ritmo de aproximación hacia el abismo, con cualquiera de los sátrapas que esperan agazapados su reemplazo, caeríamos en el pozo de la inmundicia y la desolación, inmediatamente que con nuestra ingenuidad, negligencia y hasta complicidad, les abramos la puerta de nuestra esperanza y les otorguemos nuevamente poder ilimitado para cometer sus tropelías. Y en esta depreciada sociedad esa aberración, no deja de ser posible. ¿Lo entenderán de una vez y para siempre todos estos frágiles políticos de turno, casi en el nivel de la ineptocracia, y tendrán la suficiencia intelectual y decisión política para enfrentarlos sin eufemismos ni divagues, con las armas de la ley y la autoridad del Estado? ¿No son capaces con todos los medios del Estado a su disposición, de identificarlos, marcar claramente sus fechorías, determinar sus capacidades y metodologías para hacer daño, agotar por todos los medios disponibles sus recursos logísticos, cercarlos y neutralizarlos con la ley y la fuerza y diluir sus bravatas y ejercicios insurreccionales? Eso estamos esperando de una vez por todas quienes aun nos ilusionanos con un renacimiento imprescindible en paz. Solo hace falta valentía, convicción y claridad. Insumos básicos de todo gobierno democrático. Alguna luz está apareciendo por la decisión aun excesivamente aislada y reducida, de dos funcionarios judiciales quienes con coraje han asumido sus trascendentes responsabilidades, destapando una de las miles de ollas con excrementos esparcidas a lo largo y ancho del país. Es aquí y ahora y cada vez hay menos tiempo para el ahora. El pueblo los eligió para gobernar y cambiar. En dos años y medio solo han presentado dudas y divagues. Si no son capaces de asumir sus responsabilidades en estas dramáticas y vitales circunstancias, el curso de la historia los pasará por arriba y serán pisoteados y erradicados, especialmente por quienes confiamos en ellos y todos pagaremos un alto precio en vidas y derechos. Nos irrita sobremanera que no se hable con claridad y valentía y se eludan definiciones y acciones efectivas para la neutralizar la podredumbre en acecho y se posterguen por especulaciones diversas, medidas de fondo para cambiar consistentemente la superestructura maligna que nos lleva inexorablemente al fracaso. Lo mas destacado y publicitado en este último tiempo han sido los ruegos al FMI para que nos proporcione dinero a fin de seguir gastando. Más aun y a menos de un mes de haber llegado a un acuerdo y en sus primeras instancias, debemos pedir perdón porque no hemos sido capaces de cumplirlo. Ya viajó con ese propósito el extraño subjefe Quintana a quien obviamente sacaron como rata por tirante. Ahora irá a suplicar el "pobre chico Dujovne" quien por lo menos se ha dado unos besitos de saludo con Cristin L. en oportunidades anteriores. Luego Don MM, con corbata y sonrisa simpática y bonachona, concurrirá para rubricar un nuevo acuerdo de ignoto cumplimiento. Aparecer como indiferente y o neutrales en esta coyuntura y más aun, aunque intentáramos ser condescendientes en nuestras apreciaciones hacia la actual administración para no debilitarlos aun más, no podemos ni debemos dejar de marcar sus falencias y precariedades con absoluta honestidad, pues de otro modo indirectamente estaríamos ayudándolos a suicidarse y con ellos todos nosotros. Debemos reclamarles acción y lucidez por todos los medios a disposición y en toda oportunidad disponible y oportuna. En esa lamentable circunstancia, si no luchamos, los buitres (as) que acechan tendrían un nuevo festín. La gran y vital incógnita es como obrar para evitarlo, ayudando para ello a los actuales conductores a cumplir con la misión trascendente que la historia les presenta. No nos queda otra. Tengo presente las predicciones de Don Solari Parravicini y por desgracia todo parece conducirnos a ello. Como siempre sostenemos, roguemos a DIOS y su SANTA MADRE nos ayuden antes que la tempestad nos abrume. Por lo menos, así, lo veo yo. Francisco Cervo.

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