sábado, 23 de diciembre de 2017
LAS EXEQUIAS DEL 2017
LAS EXEQUIAS DEL 2017
"Transcurríamos por el mejor y el peor de los tiempos; el de la sabiduría y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación; creíamos poseerlo todo pero nada teníamos".
Con este impactante y estremecedor párrafo, el magistral Charles Dickens comenzaba el relato de una de sus tantas Obras Maestras -Historia de Dos Ciudades-.
He recorrido con gran humildad y paciencia durante mis últimos cincuenta años de vida adulta, todos las escuelas literarias y autores clásicos a los que pude acceder.
Y he rescatado esta breve saga de uno de los tantos genios que, quizás como nadie mas conocía el recóndito interior de la mente criminal, acaso por haber atravesado su infancia en las prisiones británicas por los endeudamientos comerciales de su Padre.
Pero en lo que respecta a nosotros, mas los infortunios y desgracias que hemos acuñado por la impericia y negligencia de nuestros gobernantes, creo haber encontrado el suficiente refugio en este precitado acapite para resumir todas nuestras desventuras.
Los nombres: tortafrita -Alfonsin-; turco/ali baba -Menem-, chupete -De la Rúa, cabezón/zapiola -Duhalde-, tuerto/bizco -Kirchner-, kretina -Cristina- y macricio -Macri-, no son continentes de nada en particular, salvo la mediocridad, el marcado desinterés por instar al bienestar colectivo y sus brutales ausencias de Patriotismo.
Y tal vez, por esa conjunción astral y temporal de todos ellos, el precipitado de tantos desaguisados que recién ahora se corporizan en la intolerancia social, puedan conducirnos a buen puerto o al menos a algún puerto.
No importa donde recalemos, pero del todo trascendente sera que nos alejemos de este Mar de los Sargazos, en el que estamos navegando y sin brújula.
Resulta hilarante al principio y del todo penoso unos instantes después, ver como peronistas y oficialistas se reprochan en publico, criminales y reciprocas amonestaciones, cuando unos y otros están suficientemente contestes que son portadores de idénticas autorias.
Y son precisamente esos ensayos, pretendientes de impregnar patinas de civismo que ambos grupos intentan en desmedro de sus contrincantes, los que galvanizan las estaturas de lo que en el argot del lunfardo se conoce como "cocoliches".
Es por ello que procuro no dejar ni un insignificante intersticio en mis notas, sobre este fenómeno tan recurrente como tedioso que estos antagonistas han colaborado entusiastamente para erigir esta mórbida Mediocracia, disfrazada de Democracia.
Hoy ha trascendido aquí en Washington DC que China expandirá sus fronteras por cualquier medio licito e incluso ilícito, para prevenir cualquier crisis alimentaria de su población de un mil cuatrocientos millones de habitantes, allende sus fronteras.
Nosotros que podemos generar el sustento de casi quinientos millones, padecemos la inanición de casi la mitad de nuestros Compatriotas.
Lo que me empuja dentro de un vórtice de inaudita fuerza a colegir que, todos nuestros desvelos y contradicciones, no deben asignarse a cuestiones políticas, sino meramente culturales.
He responsabilizado muchas veces a la Prensa Argentina, por su conspirativo silencio y renuencia a instalar el debate, de precisamente, nuestra ausencia de cultura que, solo se resalta en lo particular, y por ende sin ningún valor en lo social y popular.
Haber tenido y tener ahora a todos estos gangsters y hampones en los cargos públicos mas jerárquicos, en los que la condición ética y secular, debió ser el renunciamiento a las ambiciones personales, sobre todo en lo crematistico, es por sobre cualquiera otra, la causa de nuestra condenación a la eternidad.
Y en esa desencriptación, si la aplicamos con la pulcritud de la entomología, podremos encontrar la única raíz de esa sentencia que estamos cumpliendo como los reos comunes.
A los gobiernos anteriores a Peron, se los apostrofaba por el "fraude electoral", pero jamas por haberse apropiado de lo ajeno.
Y si lo contemplamos con cierta perspectiva ascética, podremos encontrar con celeridad su causa primigenia.
Porque la Argentina pre peronista estaba compuesta por una desbordante cantidad de inmigrantes, como lo fue la mayoria de nuestros antepasados, y entre ellos descendieron de los vapores, grandes cantidades de Anarquistas, a quienes constituyó algo bastante "patriótico" no conferirles de hecho, el sufragio, aunque fuese para entonces, universal.
Los Radicales -principales damnificados de esas mutilaciones electorales- gestaron en ello la causa de su nacimiento.
A tal punto que Yrigoyen, inmediatamente después de sancionada la Ley Saenz Peña, publico una Carta Abierta en el Diario La Nación en la que afirmo: "Habiendo conquistado el derecho al sufragio, el Radicalismo no tiene necesidad de seguir existiendo".
En resumen, somos todos choznos, tataranietos, bisnietos, nietos e hijos de las contradicciones de cuanto recibimos por heredad.
Dentro de un puñado de días, no solo cumpliremos un nuevo año, sino ademas el septuagenario aniversario de cuando en 1947, progresivamente comenzamos a descender del ranking y podio de las diez naciones mas prosperas y desarrolladas del Orbe.
Claro que, intentar explicárselo a un dirigente político, y si es de extracción justicialista mas aun, constituiría lisa y llanamente, un supremo desatino.
Acaso por todo lo apuntado y enorme pendencia de otras causas igualmente relevantes, despidamos y con Cristiana resignación...
LAS EXEQUIAS DE 2017.
Cordialmente Carlos Belgrano.- alarosadatodos@gmail.com
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