viernes, 15 de diciembre de 2017

VIOLENCIA !!!

¡VIOLENCIA! Malú Kikuchi (15/12/2017) Es una época del año en que se espera escribir y desear felicidad, familias reunidas y unidas. En particular para los cristianos que festejan la llegada de Jesús a la Tierra. Y para todos, el milagro del nacimiento de un bebé, que siempre, sin excepciones, es una bendición cargada de esperanzas. Pero no, nada de deseos navideños, el tema es la violencia. Que de acuerdo al diccionario es el uso de la fuerza para conseguir un fin, para dominar a alguien o imponer algo. Para hacerlo más simple, es el argumento de los que no tienen argumentos. Impedir que se hable, prohibir que se discuta. El tema son las reformas propuestas por el gobierno después de ganar la elección del 22/10. Las reformas que se venían posponiendo en espera de esta victoria. Cambiemos llamó a gobernadores, a empresarios, a la CGT, a todas las fuerzas vivas e intentó cerrar acuerdos para hacer votar su plan. Los gobernadores, 23 sobre 24, aceptaron. A cambio de lo que les quitaba la nación, ésta les prometía otros ítems que necesitaban. La moneda de cambio eran diputados y senadores apoyando los proyectos de ley. Aclaro, soy jubilada y cobro la mínima después de aportar toda mi vida. El proyecto de ley no me gusta, pero entiendo que el sistema jubilatorio tambalea en todas partes. La vida se alarga, cada vez hay menos activos para mantener un pasivo. El sistema no funciona por eso nunca pensé en hacer juicio. Pero necesitaba y como yo millones de jubilados, que la ley se tratara en el lugar donde deben tratarse las leyes y por quienes deben hacerlo: diputados y senadores. Les pagamos para que hagan ese trabajo. No se pudo. No sólo porque hubo diputados que traicionaron acuerdos con sus gobernadores y escaparon de un quorum que se consiguió 2 veces por escasos minutos, o porque los gobernadores traicionaron a Macri. Moreau agrediendo a Emilio Monzó, presidente de la cámara, sacándole el micrófono, quedará para la historia nacional de la infamia. No se pudieron escuchar los argumentos a favor ni en contra del proyecto de ley. No hubo argumentos inteligentes, ni argumentos tontos. No hubo debate, no hubo discusión, no hubo palabras. Sí hubo gritos, insultos, amagues de trompadas, un espectáculo bochornoso que nos avergonzó. Fuera del edificio del congreso, los impresentables de siempre. Más allá del grupo de jubilados, pocos, que pretendían defender sus derechos, una extrema izquierda muy bien organizada, sumada a Quebrachos, el kirchnerismo duro, Barrios de pie, Movimiento Evita y quizás algunos del Frente Renovador. Agredieron con piedras (que llevaban en bolsas) a los gendarmes, rompieron negocios, robaron lo que pudieron, ropa, celulares, equipos médicos, comida, computadoras, televisores; quemaron autos, pintarrajearon cortinas metálicas, aterrorizaron a los dueños y empelados de los negocios de la zona. Como las invasiones bárbaras arrasaron con lo que encontraron a su paso. Impidieron la entrada de los diputados que presumían votarían a favor del proyecto. Las FFSS contraatacaron con balas de goma, con gases lacrimógenos y chorros de agua. Según la diputada Camaño, “una represión excesiva”. Sería fantástico que se diera una vuelta por una manifestación en contra de Maduro en Caracas y ya que le queda cerca, de ahí, a La Habana. El gobierno perdió. El país perdió. Las imágenes se vieron en todo el mundo. ¿Quién en pleno uso de sus facultades mentales va a invertir en esta Argentina? Perdimos los que esperábamos un debate serio sobre el proyecto de ley. Perdimos los ciudadanos. Perdimos todos, salvo los que perdieron las elecciones y no lo aceptan. Es hora que se enteren: PERDIERON! Y no hay más golpes, ni cívico militares, ni civiles. Macri se irá cuando termine su mandato, en 2019 o en 2023. Acá estoy, con mi jubilación mínima que me obliga a seguir trabajando, escribiendo sobre hechos horribles e imperdonables en tiempos navideños, donde todo debería ser amor y deseos de paz en fraterna unidad. Pero ayer, ganó la grieta.

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