jueves, 27 de junio de 2013
BASTAAAAAAAAAAAAAA
SÚFFICIT! (BASTA)
En este texto se intenta proporcionar datos básicos relativos al conocimiento y comprensión del HOY, AQUí Y AHORA, con vistas a las próximas elecciones de agosto y octubre.
Todo se hace dudoso, todo vuelve a interrogarse, nada está seguro y teniendo mil preguntas sin respuesta, seguimos viviendo entre la ilusión, la desesperanza y las lágrimas...
Por “ACOSTUMBRAMIENTO” tenemos un pueblo menos rebelde y menos “exigente”. ¡Bella época la nuestra! Sobrevivimos a una revolución drástica, silenciosa, sin teorías declaradas ni ideologías expresas; se nos impuso el hecho consumado; Hubo y hay víctimas, pero no victimarios. El “gran bonete” redujo a condiciones sociales escandalosas a sus hermanos..., y el conformismo de estos, que no tuvo ni tiene límites, permite que los “grandes bonetes” sigan impunes y sean “garantía providencial” de nuestra democracia.
1. El hambre, la inseguridad y las estructuras de dominación política no han sido vencidas, existiendo hoy, para lograrlo, un poderoso obstáculo que condiciona y empantana nuestro presente: la costumbre. Nos hemos acostumbrando a convivir con todo y ese acostumbramiento está produciendo una anestesia social que nos hace percibir como normal a la miseria, a la inseguridad jurídica, a la violencia y al dolor. La Argentina es hoy el reino de la confusión, con instituciones frágiles y valores republicanos muy débiles.
2. La Argentina está rezagada un 212% con respecto a las metas fijadas como objetivos en la Cumbre del Milenio del año 2.000 (para reducir a la pobreza extrema entre el año 1990 y el 2.015); tenemos a la fecha un porcentaje muy importante de la población en situación de pobreza extrema debido, fundamentalmente, a una mala distribución del ingreso.
3. La fotografía social que muestra la miseria escandalosa en regiones como Chaco, Formosa, Gran Buenos Aires y Córdoba, son datos de la realidad que posibilitan un análisis de la Argentina que va emergiendo penosa y sacrificadamente del abismo al que fue llevada, mientras la dispersión política está mostrando una estructura democrático – partidaria con serios atisbos de diásporas.
4. Signos indubitables de anomia social. La debilidad del compromiso de la sociedad argentina con la ley y su Constitución, unido a un grave déficit de legitimidad constitucional, son las principales conclusiones que surgen de una muestra probabilística realizada recientemente. Según la encuesta, el 77% de los argentinos conoce nada o poco la Constitución Nacional, un 85% considera que no se respeta su texto ni las leyes, siendo los principales responsables de violar esas normas los políticos, y en menor medida los policías, los funcionarios y los jueces; el 51% de los ciudadanos intuye que los jueces inferiores y la Corte son poco o nada independientes. A un 63% le importa poco o nada lo que se discute en el Congreso, mientras que un 93% opina que el Parlamento toma decisiones sin pensar en la gente.
5. Caímos desde un contexto de casi pleno empleo de ayer, cuando la educación garantizaba la integración al trabajo y a la seguridad social, pilares estos que fueron entonces fundadores y fundamentadores de la cohesión social en la Argentina, al cuestionamiento actual de todas las instituciones en su rol integrador.
6. El mercado de trabajo no puede integrar actualmente, en un empleo FORMAL, a casi más de la mitad de los trabajadores, poniéndole límites de cobertura a nuestro sistema de seguridad social.
7. El sistema educativo expresa cada vez más desigualdades que lo hacen ineficaz como instrumento integrador y nivelador de oportunidades. Quien no advierta que en la Argentina tenemos una crisis educacional y social, está mirando para otro lado. El sistema está desarticulado. La escuela, en vez de proveer competitividad a la economía y progreso a las personas, ha virado a través de sus comedores a la contención del desmadre nacional.
El desconcierto que en este momento prevalece en el ámbito de la educación, se agudiza por la falta de un proyecto integrador, que defina un perfil de país y un camino que nos conduzca al tan ansiado círculo virtuoso del consumo, la inversión y el empleo (el último proyecto que conozco es el que supo definir como estrategia de poder la generación del 80, ¿usted conoce algún otro?).SI NO TENEMOS UN PROYECTO NACIONAL, MAL PODREMOS DISCUTIR UNA NUEVA LEY DE EDUCACIÓN.
8. La desigualdad ya no es coyuntural, es estructural.
9. En materia agropecuaria, la política nacional marcha a remolque de hechos que no controla, improvisando en medio de una gran desorientación.
10. La Argentina es el país que mayor cantidad de alimentos produce per cápita. La producción diaria de alimentos alcanzaría para cubrir las necesidades de 300 millones de personas por día. Sin embargo, de cada 20 argentinos, tres no tienen que comer (INDEC).
11. La pirámide de la desigualdad tiene una base muy amplia y una punta muy estrecha; la distribución del ingreso continúa muy concentrada en los segmentos más altos. La sociedad argentina está estructuralmente fragmentada y cada vez se parece más al resto de América Latina.
12. La familia. Los términos de las relaciones familiares han cambiando en forma radical, para bien o para mal. Antes se consideraban buenos padres a aquellos cuyos hijos se comportaban bien, obedecían sus órdenes y los trataban con el debido respeto. Se reputaba también de buenos hijos a los niños que eran formales y veneraban a sus padres. Pero en la medida en que las fronteras jerárquicas entre padres e hijos se fueron desvaneciendo, los buenos padres son hoy aquellos que logran que sus hijos los amen, aunque no los respeten. Son los hijos ahora los que esperan respeto de sus padres, entendiendo por tal que les respeten sus ideas, sus gustos, sus apetencias y su forma de actuar y de vivir, y que además, les patrocinen lo que necesitan para tal fin.
Los roles se invirtieron; ahora son los padres los que complacen a sus hijos para ganárselos y no a la inversa, como fue en el pasado. Esto explica el esfuerzo que hacen tanto los padres como las madres por ser los mejores amigos de sus hijos. Así, somos la última generación de hijos que hemos obedecido a nuestros padres y la primera generación de padres que obedecen a sus hijos. Los últimos que le tuvimos miedo a nuestros padres y los primeros que les tememos a los hijos. Los últimos que crecimos bajo el mando de los padres y los primeros que vivimos bajo el yugo de los hijos, y lo que es peor, en la medida que el permisivismo reemplaza al autoritarismo, somos los últimos que respetamos a nuestros padres, y los primeros que aceptamos que nuestros hijos nos falten el respeto, en una sociedad que se va hundiendo en el descontrol y el hastío, sin parámetros ni destino.
13. El 47,5% de la población económicamente activa estaría trabajando “en negro” (situación esta que quedó así consignada en el II Foro sobre la Clandestinidad Laboral , organizado por la Unión Argentina de Entidades de Servicios – UDES).
14. Uno de cada cinco trabajadores se desempeña actualmente como cuentapropista (vendedores ambulantes, promotores, volanteros, peones, cuidadores, changarines, jornaleros, profesionales, etc.). Son 2,7 millones de personas que opta por esta salida laboral (excepto la de los cuentapropistas profesionales – médicos, abogados, ingenieros, contadores, arquitectos, psicólogos, odontólogos, músicos y artistas-), por necesidad frente a la falta de empleo.
15. La seguridad tanto física como jurídica siguen siendo una expresión de buenos deseos. La Leyde Responsabilidad Fiscal que reemplazó hace casi 12 años “momentáneamente” a la ley de Coparticipación Federal (no reformada aun), será seguramente en el curso del corriente año nuevamente incumplida no solo por varias provincias sino también, probablemente, por la propia Nación. ¿Algún organismo de control les recordará a los gobernadores y al Ejecutivo nacional la observancia y sujeción a esa ley y a la Ley de Administración Financiera?
Respecto a la inquietante inseguridad física, hasta el momento, amén de la retórica justificativa inconducente, el Estado no ha tenido una política que responda a la demanda creciente de protección, coexistiendo simultáneamente la brutalidad de los desmoronamientos de la seguridad y la resistencia de los ciudadanos, el ingenio de la gente y de las redes emergentes para inventar solidaridades que den vida a modos de funcionamiento colectivos.
16. Alcohol, marihuana y cocaína. El consumo de alcohol y marihuana por parte de jóvenes, el abuso de psicotrópicos en personas adultas y la irrupción fulgurante de la pasta de cocaína (paco) son los problemas principales de droga que tenemos. Para la Oficina Contra la Droga y el Delito de las Naciones Unidas, en la Argentina se están registrado las mayores tasas de consumo de cocaína en América del Sur.
17. Medio ambiente. Unos 205 millones de hectáreas que albergan a cerca del 10% de la población argentina, estaría en riesgo de transformarse en desierto si no se toman medidas para detener ese proceso.
Téngase presente que el 80% de nuestro suelo está dedicado a actividades agrícolas, ganaderas y forestales, y que la erosión del suelo, sea por efectos eólicos o hídricos, avanza a un promedio de 650 mil hectáreas por año, según el Centro de Estudios para América Latina (Cepal). La contaminación ambiental no la tengo en cuenta en este análisis, téngala en cuenta usted junto a la gestión y discursos del gobierno al respecto.
¿Usted cree que algo cambió el kirchnerismo en 10 años de gestión?, ¡ANIVE RE JODÉ ! (dejate de joder ) si todo sigue igual o peor. ¿Recuerda las polémicas declaraciones del profesor Juan Manuel Torres del departamento de Humanidades de la Universidad Nacional del Sur en relación a que "Acá, como en el resto del país, todo pasa por una cuestión medio política y medio informal. Hay que saber venderse o vincularse políticamente para ascender en la carrera universitaria. Todo es muy chanta, muy mediocre. “Cualquiera puede ser profesor de algo en la universidad argentina”.
¿Y las afirmaciones de Gustavo Béliz, entonces ministro de justicia, que aseguró que nuestro país estuvo cerca de convertirse en una narcodemocracia y que durante esos años se compraron y vendieron leyes?
Hoy no hace falta comprar ni vender leyes, porque el oficialismo compra directamente legisladores que nosotros votamos (los borocotiza) y los decretos de necesidad y urgencia (DNU) están a la orden del día.
Otro neologismo con vigencia actual es el de “turrolandia”, expresado hace unos años por el entonces Presidente de la Suprema Corte de Justicia , el “bien amado” por Cristina Dr. Carlos Fayt.
Con un mapa nacional tan trastornado SOCIAL, FISCAL, JURÍDICO e INSTITUCIONALMENTE y sin un modelo “sostenible”, ¿alguien puede definir a ciencia cierta qué país heredarán los hijos de nuestros hijos?
Algunas afirmaciones para reflexionar:
- El “espíritu de tribu” que nos anima está generando que la base de la actual democracia esté apoyada en una ficción, en donde la meta es el poder y el camino: los símbolos y los fondos públicos…
- “Ningún país puede competir internacionalmente si no cuenta con sus recursos humanos bien preparados desde edades tempranas” (UNICEF).
- A muchos nos deberían juzgar por empobrecimiento ilícito.
- Siempre sirven las sombras pa distinguir bien la luz. (M. Fierro).
No vengan con cosas ajenas
O que lo gaucho termina;
El sol de mayo ilumina
A quienes honren su raza,
Compatriotas, ¡cuiden la casa,
Que es toda nuestra Argentina!
¿Conoce usted a alguien que quiera servirnos (sin servirse)?
“Continuar aplicando los mismos métodos y esperar resultados diferentes, significa desconocer la realidad” ( Albert Einstein).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario