domingo, 18 de enero de 2015
LA PATA RENGA
Nisman expone a Cristina a la decadencia por mano propia
"Con más de 700 causas en curso, el peligro que enfrenta Cristina Fernández de ser desplazada del cargo si se comprueban las denuncias del fiscal Alejandro Nisman y los fracasos en materia económica y social que se harán evidentes cuando asuma el nuevo Presidente de la Nación, el “relato” y la mística kirchnerista se desvanecerán como el humo", recordó el autor desde su editorial dominical (que de AM El Mundo saltó a Milenium 106.7 FM). En verdad, esto no hubiera ocurrido con una Cristina poderosa. El derrumbe es vertical, y habrá otras denuncias y complicaciones durante los últimos meses, anticipo del desfile judicial permanente 2016. ¿Qué esperaba Cristina?
Cristina pato rengo: Si ella no se había dado cuenta, el fiscal Alberto Nisman se lo está recordando: "(...) Cristina Fernández es el claro ejemplo de decadencia por mano propia. Aislada, desconfiada, con pésimos asesores, atada a un grupo minúsculo y mediocre que administra, ordena y desperdicia el poder, la Presidente de la Nación puede señalar mil culpables de sus problemas, pero sabe que eso no es verdad. Es en la propia Quinta de Olivos, en Río Gallegos, en El Calafate y en la oficina presidencial en la Casa Rosada donde se gestaron e impulsaron las decisiones que hoy ahogan al kirchnerismo. (...)"
por CLAUDIO M. CHIARUTTINI
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). En un giro imprevisto de la batalla que enfrenta a Cristina Fernández + el kirchnerismo + el Poder Ejecutivo contra el Poder Judicial, el fiscal de la Causa AMIA, Alberto Nisman, se animó a realizar lo que decenas de jueces y fiscales no se habían animado hasta ahora: imputar de gravísimos delitos (que de comprobarse son causal de destitución) y llamar a indagatoria a la Presidente de la Nación.
Sin embargo, no hay un mérito especial en Nisman. Ni es un cruzado ni un audaz. Y durante mucho tiempo, él vivió de la genuflexión a los K. Nisman tan sólo ha descubierto la curvatura del círculo: a 11 meses y medio de su salida del poder, Cristina ya es pato rengo.
Luego del anuncio copernicano de Nisman, es previsible que otros integrantes del Poder Judicial también adherirán a la teoría heliocéntrica del Sistema Solar, abandonando la hasta ahora dominante medieval de un cosmos cerrado y jerarquizado, con Cristina como centro.
Varias han sido las causas que tocaron la puerta de la Casa Rosada, unas pocas llegaron hasta integrantes de la "mesa chica" del kirchnerismo y sólo el juez federal Claudio Bonadío, en el marco del Caso Hotesur, se animó a llegar hasta los hijos de la Presidente de la Nación (Bonadío es a Nisman lo que Aristarco de Samos fue a Nicolás Copérnico: el pionero). El resto de los magistrados, hasta ahora prefirió no llegar hasta la propia figura presidencial desde que Juan Galeano fue expulsado por no cerrar una causa por los fondos de Santa Cruz de los Kirchner, quienes lo despidieron invocando su desempeño en, precisamente, el caso AMIA (linchamiento del que participó, gozoso, Nisman).
Pero 2014 no es 2004. Han transcurrido 10 años, y con la imputación y llamado a indagatoria ordenado por Nisman, se rompió esta barrera invisible -y no formal- que preservaba a Cristina Fernández del alud de causas judiciales (más de 700) que alcanzan a funcionarios y ex funcionarios de la Administración Nacional, ministros, el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou; y hasta a los hijos de la propia Presidente de la Nación.
Ya a comienzos de 3er. cuatrimestre del 2014, todos en la Casa Rosada sabían que el año político no se definirá en las urnas sino en la batalla por dominar el Poder Judicial (y, en menor medida, por controlar los medios de comunicación). En todo caso, la campaña electoral servirá para presentar candidatos presidenciales más o menos definitivos, las PASO definirán los protagonistas que polarizarán la elección y la 1ra. vuelta decidirá quién será el heredero de Cristina Fernández en la Casa Rosada.
Pero también el “relato” y la mística que intenta dejar el kirchnerismo como herencia se jugará en los Tribunales. Ya ocurrió una situación similar. Carlos Saúl Menem creía que sería recordado por sus obras, por el cambio que había introducido en la Argentina. Sin embargo, la estela de corrupción en la que fue envuelta toda su gestión destrozó cualquier intento de crear una “mística menemista” y, hasta la llegada del cristinismo desembozado, la gestión del riojano era considerada como la más corrupta de la historia argentina.
Con más de 700 causas en curso, el peligro que enfrenta Cristina Fernández de ser desplazada del cargo si se comprueban las denuncias del fiscal Alejandro Nisman y los fracasos en materia económica y social que se harán evidentes cuando asuma el nuevo Presidente de la Nación, el “relato” y la mística kirchnerista se desvanecerán como el humo.
Más allá de las intenciones del marketing político del Gobierno, la judicialización de la política es una expresión clara de la incapacidad manifiesta de la oposición de articular una estrategia de esmerilamiento del kirchnerismo y de Cristina Fernández o un proyecto político alternativo que seduzca multitudes. Periodistas, medios y la Justicia han reemplazado a la oposición en la tarea de desnudar y demoler el ciclo y la dinastía política que comenzó a construir Néstor Kirchner el 25 de Mayo de 2003.
Por obra y gracia de quemar hasta el último recurso financiero disponible, de llevar a la Argentina al default, de endeudarla como ningún otro Gobierno antes, y haciendo uso magistral del marketing político, Cristina Fernández está a un paso de lograr sobrevivir a los efectos de la destrucción de la economía producida desde 2008.
Las dimensiones de esta destrucción de ahorros, divisas y stock y de creación ficticia de moneda recién la vamos a comprender en la dimensión del ajuste que deberá realizar el próximo Presidente de la Nación apenas asuma y comience a culpar a la “Década Ganada” del proceso de sinceramiento de los precios relativos que hoy distorsiona el intervencionismo y el accionar ideológico del Gobierno.
De esta forma, Cristina Fernández llegará al final de su 2do. mandato consecutivo sobreviviendo a las "4 tapas de Clarín" que supuestamente derribaron gobiernos, al poder de las mayores corporaciones políticas argentinas, a las presiones extranjeras, al tsunami de errores económicos y a una escuálida e impotente oposición. El "Talón de Aquiles" del kirchnerismo será la inconmensurable corrupción estructural del "modelo", los efectos de creerse eternos en el poder y las chapucerías que llevaron a cabo cuando buscaban "golpes de efecto", ejecutaron “avivadas” institucionales y tomaron decisiones erróneas.
Quizás nunca conoceremos el motivo (o los motivos) que llevaron a la Presidente de la Nación a avanzar en un espurio acuerdo con Irán que ya había rechazado Néstor Kirchner. Lo cierto es que con este acto se vuelve a confirmar la sensación de que Cristina Fernández se cree -o creyó- superior o mejor que su ex marido y mentor.
Cristina Fernández es el claro ejemplo de decadencia por mano propia. Aislada, desconfiada, con pésimos asesores, atada a un grupo minúsculo y mediocre que administra, ordena y desperdicia el poder, la Presidente de la Nación puede señalar mil culpables de sus problemas, pero sabe que eso no es verdad. Fue en la Quinta de Olivos, en Río Gallegos, en El Calafate y en la oficina presidencial en la Casa Rosada donde se gestaron e impulsaron las decisiones que hoy ahogan al kirchnerismo.
Estamos a horas de un potencial show mediático que se podría producir en el Congreso ante la presentación de Nisman. La oposición fue rápida y astuta en citar al Fiscal de la Causa AMIA a ampliar la información; el funcionario judicial promete revelar más datos, y el kirchnerismo dice que irá "con los tapones de punta" al encuentro. Todo previsible. Sin embargo, lejos estará el caso de ser resuelto y las complicidades en ser totalmente conocidas, pero será un avance para que se revele una de las tantas tramas ocultas detrás del sangriento atentado.
Una vez pasada la presentación en el Congreso, Cristina Fernández debe cambiar la agenda mediática con suma rapidez y allí es donde reside el mayor peligro. Aquí van apenas 2 ejemplos:
> para tapar el fracaso de la Resolución 125 se estatizó Aerolíneas Argentinas, medida que nos ha costado a los argentinos más de US$4.000 millones; y
> para sacar del primer plano la recesión de 2008/2009 se lanzó una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que despedazó el sistema de medios de comunicación que existía en ese momento.
¿De qué serán capaces de decidir y hacer para intentar un olvido de las denuncias y acusaciones del fiscal Nisman?
Hay muchos temas en la Agenda 2015 del Gobierno: aparentar negociar con los holdout, lanzar el Código Penal de Eugenio Zaffaroni, reformar la Suprema Corte de Justicia de la Nación, declarar en "Estado de Emergencia" e intervenir el Poder Judicial, avanzar manu militari sobre Clarín, Papel Prensa, Cablevisión u otro medio del holding; entre otros.
Sin embargo, la decisión que podría mejorar la imagen de Cristina Fernández y del Gobierno, generar gran alegría en el kirchnerismo y en los presidenciables; calmar a la oposición y despertar la simpatía de los medios sería apartar al vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, muy complicado en las causas que lo tienen como imputados.
Sin duda, una jugada arriesgada y con posibles "rebotes" internos y externos. Pero también ya es tardía. Antes, hubiese detenido, quizá, la tormenta. El riesgo es que, ahora, sólo incite a las fieras (en su mayoría, los genuflexos de ayer, ahora urgidos por reacomodarse a los nuevos tiempos).
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